Una
circunstancia de
valentía
Rav
Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No576)
Hay
quienes dicen: Es “un momento de desgracia para Iaacov”. Por el
contrario, es
mejor decir: Es una circunstancia de valentía para Iaacov!.
Un
momento de desgracia es la destrucción del Reinado de Israel, en
la época del
primer y segundo Beit HaMikdash (El Templo). Un momento de
desgracia es
la expulsión de los judíos de España y el
Holocausto. Un momento de desgracia
fueron los primeros días de la Guerra de Iom
Kipur, cuando no sabíamos como detendríamos al
ejército Egipcio, cuando parte de nuestro arsenal se
terminó, cuando preparamos
misiles con ojivas nucleares como último recurso.
Pero
cuando atacamos al enemigo no se trata de un momento de desgracia, sino
que de
un momento de valentía!.
Debemos
ver la realidad tal cual es, y no abrigar falsas esperanzas: Tenemos
muchos
opositores y enemigos. Cientos de millones de árabes alrededor
nuestro, y
también como un millar de musulmanes y un millar de cristianos
que no nos aman
precisamente.
Por
supuesto, llegará un día en que "no alzará espada
nación contra nación, ni
aprenderán más la guerra" (Irmya 2:4). Pero mientras
tanto, en esta época,
debemos luchar, y eso fue lo que definieron nuestros sabios como el
principio
de la gueulá (Redención) (Meguila 17A).
Cuando
no podemos defendernos, o cuando no somos capaces de defendernos por el
miedo -
ese es un momento de desgracia. Pero ahora, no.
Por
supuesto, lloramos por cada judío que cae - ya sea un soldado o
un civil. Toda
persona de Am Israel (el Pueblo de Israel) que muere, es algo
terrible.
A pesar que así es la guerra, en la que mueren soldados - no por
ello deja de
ser terrible. Y por supuesto, también si una persona muere en un
accidente de
tráfico - uno y medio por día - o por fumar - treinta por
día, y cinco de ellos
en forma pasiva - lloramos. Y eso es más triste aún,
porque nos preguntamos:
“Por qué murió?!”. En efecto, un judío que cae es
una terrible circunstancia de
desgracia - pero es una desgracia personal. De lo contrario,
cada día
sería una desgracia nacional!. Pero desde el punto de vista
nacional, es un
momento de valentía.
Un gobierno valiente. Un ejército valiente. Habitantes
del Norte valientes. Y todos, como una sola persona, con un solo
corazón, todos
de acuerdo - luchan contra la misma amenaza falta de moral, cruel y
malvada.
Por
ello, que no nos vengan a sermonear, que no nos critiquen y nos digan
que “se
necesita paz”. No hay ningún pueblo más enamorado que
nuestro sensible pueblo
de la paz!. Pero a veces, de tantas vueltas se olvida lo más
simple: Si nos
golpean, debemos pagar la deuda en efectivo, sin darle crédito.
En
la galut (exilio) éramos como una ovejita entre setenta
lobos. Desde la
Declaración de la Independencia,
volvimos a ser leones!. Volvemos a nuestra antigua valentía. Nos
maravillamos
de nuestro fuerte ejército. Y D's - marcha delante nuestro.