El
que destruyó, lo
reconstruirá
Rav
Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No575)
En el casamiento, bajo la jupa,
se acostumbra a poner cenizas sobre
la frente del novio, en recuerdo de la destrucción del Beit
HaMikdash
(El Templo). Yo, en mi humildad, acostumbro a ponerle arena de Gush
Katif
(los asentamientos judíos de la Franja de Gaza).
Una vez, la novia comenzó a llorar – y yo
también lloro por dentro.
Al mismo tiempo, somos “creyentes hijos de creyentes” (Shabat 97A):
Decimos
“recordaremos y volveremos”. Pero para sanar la terrible lesión,
debemos saber
cuál fue su causa, como dice el Ramba”m: “Quién
es sabio?. Aquel que
sabe la causa de las cosas”. O como dijeron nuestros sabios:
“Quién es sabio?.
El que sabe prever lo que ocurrirá” (Tamid 32A). Y ambas
expresiones tienen un
mismo sentido, porque el que sabe las causas, también puede
prever el futuro.
Pero el problema es que hay muchas opiniones en cuanto a la causa de
esa
tragedia, y las personas están confundidas. Hay quienes dicen
que todo eso pasó
por el Primer Ministro enérgico, que se impuso por la fuerza. O
el gobierno. O
quizás el Kneset (Parlamento). O por la prensa, que
hechizó al público
con sus brujerías. O quizás por el sistema judicial
torcido. Y hay quienes
dicen que los culpables son los izquierdistas, que con el tiempo
edificaron una
concepción falsa de la realidad. O porque la democracia fue
atropellada,
arrogantemente. O porque no creímos verdaderamente que no
ocurrirá semejante
desgracia. O porque no utilizamos toda la fuerza en la lucha. O porque
no nos
arrepentimos sinceramente de nuestras faltas. Porque no invertimos
suficientes
esfuerzos en explicarle a la nación nuestro punto de vista. O
porque no
realizamos suficientes encuentros “cara a cara” - y muchas otras
razones.
Por ello, debemos llegar a “la causa de las causas”: D’s, la “Causa
Inicial”!. Por supuesto, existen distintas leyes que regulan los
procesos
históricos - pero D’s se encuentra por encima de todas las
leyes, y actúa a
través de ellas. Gush Katif y el Norte del Shomrón
(Samaria) fueron
destruidos porque así decidió D’s.
Pero cómo puede ser que D’s, que “es bueno para con todos, y Su
piedad vela
sobre todas Sus obras” (Tehilim 145:9), decretó semejante
desgracia?!. Al
respecto dice el versículo: “Yo hago la luz, y creo las
tinieblas, Yo hago la
paz y creo la calamidad” (Ishaya 45:7). Todo proviene de D’s - tanto el
bien
como el mal. Por lo bueno, bendecimos “hatov veameitiv” (bendito
sea
D’s… que es el origen del bien, y nos hace bondades), y por lo malo, “dayan
haemet” (bendito sea D’s… que es Juez Auténtico). Es un
veredicto muy duro,
pero es auténtico. “Él es la Roca,
perfecta es Su obra, porque todos Sus caminos son justicia, D’s es
fiel, y sin
iniquidad, Él es justo y recto” (Dvarim 32:4).
Por ello, cuando vemos que ocurre algo malo, debemos saber que es para
bien. En el presente es malo, pero en el futuro es bueno – incluso si
no somos
capaces de comprender de qué forma será bueno. Porque D’s
siempre nos ama, “un
amor eterno nos has amado”, “ama a Su pueblo Israel” (bendiciones de
Kriat
Shmá).
Por supuesto, eso no quita la responsabilidad de los malvados, y ellos
rendirán cuentas por todas las maldades que cometieron, ya que
existe el libre
albedrío absoluto – de lo contrario, toda la base de la Torá
se desmoronaría
(Rambam, Hiljot Tshuva, Cáp. 5). Y al mismo tiempo, existe la Hashgajá
(Providencia Divina) absoluta, incluso si nuestro limitado razonamiento
no es
capaz de unir ambos conceptos (Rambam, Hiljot Tshuva, al final del
Cáp. 5. Orot
HaTshuva 16:1).
D’s hace las maldades a través de malvados (Shabat 32A), y por
ello
castigará incluso a “Ashur, vara de Mi ira” (Ishaya 10:5), y
también a
“Nebujadnetzar, rey de Babel, siervo Mío” (Irmya 25:9). D’s es la “Causa Inicial”, y su mano
actúa a través de las causas
secundarias. Y el que eligió ser una causa secundaria para hacer
el mal – el
mal lo perseguirá a él. Al mismo tiempo, nuestra creencia
que es la mano de D’s
la que actúa, no nos hace quedarnos de brazos cruzados – D’s no
lo permita –
según el argumento fatalista holgazán. Ya que hemos dicho
que D’s actúa a
través de intermediarios, y hace el bien a través de los
buenos (Shabat 32A). Y
nuestro deber es ser esos intermediarios que el bien surca a
través de ellos,
que actúan según la voluntad de D’s, con dinamismo y
celeridad.
Todo lo que hicimos por Gush Katif y el Norte del Shomrón
–
muy bien que lo hicimos, y lo hicimos por el Nombre de D’s, incluso si
no
tuvimos éxito. Hicimos lo que pudimos, y el resto se encuentra
en manos de D’s,
que decidió enfermar a nuestro Primer Ministro después de
la expulsión, y no
antes.
Pero como hemos dicho, no nos desalentamos, no nos culpamos a nosotros
mismos ni a los demás en cuanto al pasado, sino que continuamos
adelante, hacia
el futuro, con más ansia.
Y decimos “porque Tu, Eterno, en fuego la encendiste, y con fuego
habrás de
construirla” (rezo del ayuno del 9 de Av), a través de tus
fieles emisarios, Tu
pueblo, toda la Casa
de Israel.