Yo
vi
Rav
Shlomó Aviner (Beahavá Ubeemuná
No501)
Yo vi un niño que
halló un billete, y trajinó para encontrar quién
lo
perdió
Yo vi una mujer que buscó una familia que necesita una cuna para
su
bebe, cuando el suyo creció
Yo vi un niño corriendo con alegría a estudiar Torá
Yo vi una mujer que se cuida de no hablar Lashón HaRrá
(calumnias), ni una sola palabra
Yo vi un talmid jajam (erudito del estudio de
Yo vi una mujer que dice sobre sí misma: "La madre de los hijos
alegre"
Yo vi un olé (inmigrante) de EE.UU. que habla
sólo hebreo
Yo vi una esposa que trabaja duro, para que su marido pueda estudiar Torá
Yo vi una mujer en el almacén que le dijo a su amiga: Creo que
tú estabas
delante de mí en la cola
Yo vi un niño que le faltan las piernas por los terroristas, que
ríe
Yo vi personas que formaron un puesto de reparto de te y galletitas
para
los soldados
Yo vi una persona que vendió su casa en Ierushalaim y
comenzó a construirla
donde piensan evacuar
Yo vi una persona que se apresura a llamar por teléfono a su
madre para
tranquilizarla cada vez que cae una bomba de mortero
Yo vi una persona que se levanta temprano por la mañana para
trabajar duro
y ganarse el pan honestamente
Yo vi vecinos que se quieren y se respetan mutuamente
Yo vi una muchacha del Sherut Leumi (Servicio Social
Voluntario) que
dedica sus días y sus noches a una niña traumada, y la
hace sentir nuevamente
feliz
Yo vi una persona que en todo asunto se aconseja con su Rav
Yo vi un agricultor que trabaja su tierra con alegría, sin
pensar demasiado
qué será mañana
Yo vi una persona que estudia todos los días en el Beit
HaMidrash
(centro de estudio de
Yo vi una niña que deseaba que su madre la abrace después
de la caída de la
bomba de mortero, pero en vez de ello sostuvo a su pequeña
hermana, para que no
llore
Yo vi un niño que extraña mucho a su hermano mayor, que
presta su servicio
militar en una unidad combatiente
Yo vi una mujer que justamente por las penas, ama más y
más a Eretz
Israel
Yo vi un hombre que tiene miedo, pero no está dispuesto a
abandonar su
lugar por todo el dinero del mundo
Yo vi un hombre que no toma un arma para dispararles a los
árabes que lo
bombardean casi todos los días, y se vale de paciencia y reza
Yo vi una persona que cumple día a día: "Cuando comieres
del trabajo
de tus manos, bienaventurado serás y bien te irá"
(Tehilim 128:2)
Yo vi una persona que sabe que Eretz Israel se adquiere con
sufrimiento, y él ya sufrió suficiente, pero continua
sacrificándose
Yo vi una persona que lo ofendieron, le clavaron una flecha en el
corazón,
pero él no contestó porque eligió no ofenderse
Yo vi una mujer que sabe ver la parte llena del medio vaso
Yo vi una pequeña niña que dijo: Superamos a Paró
(Faraón), también
esto lo superaremos
Yo vi una mujer que teme que algún terrorista penetre en su
asentamiento, y
por eso... cierra con llave las puertas de su casa por las noches
Yo vi una niña que fue asesinada por los terroristas, y su mejor
amiga
calla y llora en silencio, calla y llora en silencio
Yo vi esa niña que justamente continuó riendo, jugando y
amando
Yo vi una persona que dijo con acento francés: Finalmente me
encuentro en
mi tierra
Yo vi a uno que se encuentra en la lista de emergencia levantarse en
medio
de la noche, vestir su casco, su chaleco, colgarse el arma a su hombro,
darle
un beso en la frente a su esposa que dormía, y salir
apresuradamente
Yo vi una familia que festejó
Yo vi una mujer que no teme de un largo camino
Yo vi un joven con una mirada de fe vistiendo una camisa en la que
estaba
escrita: "Me es preferible con Gush Katif (los asentamientos
judíos
de
Yo vi un niño que reza: D's del mundo, yo quiero vivir!
Yo vi un niño alegre
Yo vi a Gush Katif
Lo que escribí en el
artículo que fue publicado en la edición de
"Beahava Ubeemuna" No500 de la semana pasada, en
cuanto a la obediencia de las órdenes impartidas en el
ejército, es solamente
una exposición de mi opinión, sin ninguna
intención de negar la legitimidad de
la opinión de otros talmidei jajamim (eruditos del
estudio de
Por supuesto que yo aprecio y respeto y venero a todos los talmidei
jajamim, también si ellos niegan vigorosamente mi humilde
opinión. Y
principalmente yo reverencio a nuestro Rav y gran maestro, el Gaón
(genio del estudio de
Y la exposición de mi opinión no es una falta de respeto
a su gran Torá,
y así se acostumbra en el estudio de
Shlomó Aviner