De
qué se enorgullecen?
Rav
Shlomó Aviner (Beahavá Ubeemuná
No505)
"Cómo se ha tornado
ramera la ciudad fiel" (Ishaya 1:21)?!. Cómo
se le puede ocurrir a alguien realizar en Ierushalaim, nuestra ciudad
santa, un
abominable desfile de homosexuales? - lo que también es
considerado
prostitución (Rabí Avraham Even Ezra, Shmot 20:12), ya
que la Torá
determinó que
"asimismo el hombre que se acostare con varón como uno se
acuesta con
mujer, ambos a dos han cometido abominación..." (Vaikrá
20:13).
Y no puedo entender por qué llaman a ese abominable desfile con
el
nombre de "Desfile del orgullo": De qué se enorgullecen?. De
efectuar
una trasgresión de la
Torá?!.
Si una persona comete una trasgresión, debe avergonzarse,
arrepentirse y luchar
contra sus bajos instintos.
De qué se enorgullecen - y encima hacen un desfile en
público - los que
se dejan vencer por los bajos instintos?!. Es sabido que la persona
tiene Ietzer
HaRrá (mal instinto), cada uno con el suyo. Pero la persona
tiene libre
albedrío, esa es la base de toda la Torá
(Rambam, Hiljot Tshuvá 5:3). A veces es difícil
vencer el mal instinto, pero siempre es posible, y por el contrario,
"según
el esfuerzo la recompensa" (Avot, al final del capítulo 5).
Y no sólo que la persona puede controlar sus acciones, sino que
también
puede someter sus cualidades, ya que fuimos ordenados por el Creador
del Mundo
rectificar nuestras virtudes, nuestra personalidad, nuestras
cualidades, como
está escrito: "Y te dirigirás por sus caminos" (Rambam,
Hiljot Deot
1:5). Es una tarea más difícil que la corrección
de las acciones (Mesilat
Iesharim 11), pero nos inspira un poderoso optimismo: Si la persona
domina su
instinto - es decir, sus impulsos naturales - le será
difícil (Rambam, Shmoná
Prakim 4), pero si es capaz de corregir su naturaleza y dejarse llevar por ella, qué bien se
sentirá!. D's
nos notifica: Las personas pueden controlar sus acciones y esa es su
magnificencia,
y también pueden corregir su naturaleza y esa es una
magnificencia mayor aún!.
A fin de cuentas, lo que D's nos prohibió y lo llama
"abominación", es síntoma que no es natural, porque la Torá
no tienen por
intención arruinar a las personas y la naturaleza, sino que por
el contrario,
nos da vida. "Observaréis, pues, Mis leyes y Mis decretos que el
hombre
que los practique vivirá en ellos" (Vaikrá 18:5) - un
versículo que figura
antes de las prohibiciones sexuales, para que la persona no arguya que
esas
prohibiciones le quitan la vida, sino que por el contrario, le otorgan
la vida
auténtica.
Por ello, no importa cuál es el origen de la tendencia
homosexual, si es
genética o sico-social - como demuestran los estudios al
respecto (se los puede
encontrar en el sitio www.atzat-nefesh.org
de la organización "Atzat Nefesh", que proporciona asesoramiento
telefónico anónimo gratuito también en esos temas.
Lunes, miércoles y jueves de
20:00 a 23:00, en el teléfono 02-6541899). Es un hecho: No
encontramos
tendencias homosexuales hereditarias.
De todas formas, no hay ninguna diferencia, ya que el Rambam explica
que
hay cualidades psicológicas hereditarias, y las hay adquiridas
(Hiljot Deot
1:2), pero siempre la persona debe corregir sus virtudes y dirigirse
por los
senderos de D's. Sólo que, como hemos dicho, puede requerir
mucho esfuerzo por
su parte. Pero "el hombre nace para esforzarse" (Iyov 5:7).
Por ello, ese "Desfile del Orgullo" en Ierushalaim, la ciudad
de la que brotó el gran fulgor para todo el mundo y
volverá a surgir, es como
un escupidazo al libre albedrío humano, ese libre
albedrío que es la elevada
magnificencia de la imagen y semejanza Divina, es un escupidazo a la fe
que el
hombre puede cambiar, que esconde en
ella todo el maravilloso optimismo del género humano, es un
escupidazo a la
familia pura y natural.
En nuestra generación exigimos naturalidad. Y está claro
que lo natural
es que "se unirá con su mujer" (Bereshit 2:24) - "y no con un
varón" (Sanedrín 58A). También de acuerdo a ello
está construido el cuerpo
humano, y de esa forma se perpetúa la especie humana a
través de la
reproducción, y también el homosexual - ya sea hombre o
mujer - nació él mismo
de un padre y una madre. Los cónyuges deben ser distintos -
físicamente y
sicológicamente - y por ello la mujer es "una ayuda
idónea" (Bereshit
2:18) por ser distinta. Ya que si fuese como su marido, qué se
ganó con ello (Rabí
Itzjak Abarbanel allí, Rabí Ovadia Sforno allí)?.
Hemos visto muchos homosexuales que fueron capaces de cambiar, y
después de haber recibido el consentimiento adecuado se
casaron, y viven
una vida feliz - por supuesto, si realmente quisieron cambiar. Y no se
puede
edificar una teoría sólo en base a algunos casos.
También la tendencia homosexual puede ser refinada, sublimada,
bajo la
forma de una amistad pura de un gran valor social.
Por supuesto, cuando dijimos que la tendencia homosexual no es
legítima,
no dijimos que el que realiza semejantes acciones deja de ser
judío. Israel, a
pesar que pecó, sigue siendo Israel. Israel, a pesar que se
comporta en forma
anti-natural - es Israel. Ahavat Israel (el amor por todo Am
Israel)
incluye a todos.
Pero de qué se enorgullecen?. De una prohibición de la Torá
que el que la
trasgrede merece la pena de muerte?!. Y también el título
de
"regocijados", de qué se regocijan?!. De un pecado?!. No es
así, se
debe regocijar de hacer el bien: "La luz está sembrada para el
justo, y la
alegría para los rectos de corazón" (Tehilim 97:11). No
se trata de ningún
orgullo digno ni ningún regocijo apropiado. Respecto a algo
así ya dijo el
profeta Tzfania: "Porque entonces habré quitado de en medio de
ti tus
orgullosos fanfarrones y no volverás a ensoberbecerte en Mi
santo monte"
(Tzfania 3:11). Pronto se cumplirá "canta, oh hija de Tzion!.
Prorrumpe en
aclamaciones, oh Israel!. Alégrate y regocíjate de todo
corazón, oh hija de
Ierushalaim" (Tzfania 3:14), con la alegría pura de la
santificación del
Nombre de D's.