Antiguo
y nuevo
Rav
Elishá Aviner (Beahavá
Ubeemuná No567)
El autor del libro "Sfat Emet"
explica que la costumbre de
estudiar toda la noche de Shavuot "se basa en lo que fue dicho
'si
escuchas lo antiguo, escucharás también lo nuevo'. Y por
ello, en esa noche
debemos acoger la Torá que estudiamos hasta ese momento
- y esa es la forma
de prepararse para recibir lo nuevo" (Sfat Emet, Shavuot 5640). En la
noche de Shavuot, debemos recordar lo sabido, para que por la
mañana
podamos recibir lo nuevo.
Por qué si no escuchamos lo antiguo, no podremos adquirir lo
nuevo?.
Explica el Rav Kuk zt"l (Ein Ayá, Brajot 40:1) que existen
muchas razones
por las cuales una persona estudia Torá. Hay quien
estudia por su gran
valoración de ella, y hay quien estudia por curiosidad - ya que
la naturaleza
del hombre es interesarse por el mundo, y buscar nuevos conocimientos.
Determina
el Rav Kuk que la curiosidad por la Torá - de todo tipo
que sea - no es
suficiente para ser merecedor de adquirirla, sólo el que estudia
por amor lo logrará.
"Existe una condición singular para [la adquisición y
comprensión de] la Torá
- que la ame por ella en sí, y su santo valor". Qué es lo
que diferencia
al que estudia la Torá por amor del que la estudia por
curiosidad?. El
tema que es estudiado. El que estudia por curiosidad, elige sólo
temas nuevos.
Él no se esforzará por repasar conocimientos "antiguos",
no los
volverá a estudiar, sino que buscará temas nuevos
y apasionantes. Pero
no se puede ser merecedor de adquirir la Torá si no se
la ama por sí
misma - y entonces le son amados los antiguos conocimientos que
adquirió, y los repasa una y otra vez. "También
conocimientos antiguos que
ya escucho, cada día deben ser a sus ojos como si fuesen
nuevos". "Si
escuchas lo antiguo, escucharás también lo nuevo": A
través del amor por
lo antiguo, y su vinculación auténtica con la Torá,
él será merecedor de
que le sean revelados los secretos de ella, conocimientos nuevos y
especiales,
"que sea imbuido de un espíritu de comprensión
también de conocimientos
nuevos".
Hay antiguo y hay nuevo, y también hay un tercer tipo:
Renovación de lo antiguo.
El Rav Kuk habló de la singularidad de ese tercer tipo con los
alumnos de su ieshiva
(centro de estudio de la Torá), al comienzo del
período de estudio. Sus
palabras fueron publicadas por el Rav Moshé Tzvi Neria zt"l: "A
veces
se deben decir cosas nuevas, y a veces justamente se debe hablar de
conocimientos antiguos con una apariencia renovada. Yo pienso que
hablar de
cosas antiguas con una apariencia renovada, es más importante
que hablar de
cosas nuevas. La principal importancia de una concepción
espiritual, no es su
notable innovación, sino que la forma en que es recibido cierto
concepto que
otros piensan que es conocido, pero en realidad es algo desconocido,
como dice
el autor de 'Jovat HaLevabot', que cada día sean nuevos a
tus
ojos".
Es decir: Hay dos tipos de innovaciones. Hay innovaciones que producen
un
cambio de rumbo, un giro, generan una perspectiva totalmente nueva. Y
hay
innovaciones que se basan en lo antiguo, encuentran en él nuevos
tesoros, los
alumbran con un resplandor nuevo, renuevan su forma. El Rav Kuk
determina que
las innovaciones del segundo tipo son más importantes. Por
qué?. Porque
"la principal importancia de una concepción espiritual, no es su
notable innovación,
sino que la forma en que es recibido cierto concepto que otros piensan
que es
conocido, pero en realidad es algo desconocido". Es decir: En el mundo
espiritual, lo principal no es el relámpago superficial ni las
declaraciones -
sino que el contenido. A veces hay una expresión de la Torá
que todos
conocen, su sonido nos es familiar, ya no logra producir ningún
entusiasmo,
pero en realidad sólo son conocidos ciertos aspectos de ella,
mientras que su
profundidad es desconocida por la mayoría. Llega entonces un talmid
jajam
(erudito del estudio de la Torá) y revela su
profundidad, y muchos
logran entonces comprenderla - esa es una innovación, a pesar
que no fue creado
ningún principio nuevo, solamente fue revelado frente el
público la profundidad
que se encontraba oculta a sus ojos. En forma similar, hay expresiones
que
fueron dichas por nuestros antiguos sabios, que nos parece - por la
distancia
del tiempo y el estilo - que ya pasó su momento, y no son
relevantes para
nuestro mundo espiritual. Llega un talmid jajam, las desviste
de su
vieja apariencia y renueva su forma, revela su contenido eterno y las
envuelve
con un estilo de ilustración contemporáneo, y las
expresiones son aceptadas por
los que las escuchan e influyen en ellos - esa es una verdadera
innovación!.
Nuestros sabios nos heredaron grandes tesoros espirituales, en el campo
de
la halajá y en el campo del pensamiento, la fe y el
cultivo de las
virtudes. Pero los años hicieron lo suyo, las formas de pensar y
de expresarse
cambiaron, nuevos problemas surgieron y son ellos los que nos preocupan
- y en
consecuencia distintos campos de la Torá se nos hicieron
distantes. Por
ello, hay quienes buscan pavimentar nuevos caminos en la Torá
-
totalmente nuevos - que puedan dar respuestas a los problemas
espirituales
actuales. En efecto, ese tipo de innovaciones son grandes innovaciones,
y a
veces son necesarias. Pero el Rav Kuk opina que la más soberbia
innovación es
la renovación de la forma en que son presentados los antiguos
tesoros
espirituales que nos heredaron los grandes sabios - los antiguos y los
más
recientes - de Am Israel.
Así dice el autor del libro "Jovat HaLevabot" en cuanto a
la fe en la unidad de D's: La persona debe profundizar en ese concepto,
perfeccionarlo
y purificarlo una y otra vez. Si bien la base permanece fija - la fe en
la
unidad - con cada adelanto en la comprensión de ese concepto se
abre un nuevo
nivel de fe, que a su lado todos los niveles anteriores son carentes,
hasta tal
punto que le parece que sólo ahora ha llegado a la fe
auténtica. Las palabras
son idénticas, su sonido nos es familiar - y a pesar de ello la
fe se renovó
totalmente.
Por ello fue dicho: "Si escuchas lo antiguo, escucharás
también lo
nuevo". Lo nuevo no está desconectado de lo antiguo, sino que es
la
renovación de lo antiguo. Por ello, sólo prestar
oídos a lo antiguo nos conducirá
a la comprensión de lo nuevo, a la renovación de lo
antiguo.