Promete
y se une
Rav Azriel
Ariel (Beahavá Ubeemuná
No520)
Una gran desdicha le acontece al pueblo que
se encuentra a la entrada de
Eretz Israel. La tierra - que se encontraba tan cercana - vuelve
a
alejarse de ellos, de momento que el rey de Edom se niega a dejarlos
pasar por
su territorio. Aharón el Cohen (sacerdote), muere en Hor
HaHar. Y
finalmente, sobreviene otra adversidad: Los Knaanitas - con el rey de
Arad a su
frente - los atacan e incluso logran tomar cautivos. En una
situación como esa,
es muy fácil abatirse. Es fácil volver a repetir el
"Mantra" que ya nos
es conocido de los episodios anteriores: "Elijamos un capitán, y
volvamos
a Egipto" (Bamidvar 14:4). Y el que no pierde la esperanza por el
éxito de
los Knaanitas, seguramente exigirá instituir una
"Comisión Investigadora
Estatal" que indague las razones de esa desdicha, y presente sus
recomendaciones. Pero Am Israel - que son "creyentes hijos de
creyentes" - reacciona de otra forma, totalmente distinta. "Entonces Am
Israel hizo voto al Eterno, diciendo: Si en verdad entregares a
este pueblo
en mi mano, consagraré sus ciudades" (Bamidvar 21:2).
La primera suposición básica de nuestros antepasados, es
que este mundo
no se encuentra a la deriva: En él se esconde el Señor
del Mundo. Si una desgracia
ha ocurrido, no es por los errores de los líderes y la
negligencia de los
comandantes, sino que proviene del Creador del Mundo. "Yo soy el
Eterno,
Creador de todas las cosas, el que despliega los cielos por Sí
solo, el que
extiende la tierra, sin que haya nadie conMigo, el que frustra las
señales de
los magos, y enloquece a los adivinos, el que torna atrás los
sabios, y
entontece su sabiduría..." (Ishaya 44:24). Y si es así,
en primer lugar
debemos dirigirnos a Él. Y eso es expresado con una promesa.
El primero que juró, fue nuestro patriarca Iaacov de camino a
Jarán:
"Y Iaacov hizo voto a D's, diciendo..." (Bereshit 28:20) -
"diciéndole a las generaciones futuras, para que ellos
también hagan
juramentos en momentos difíciles" (Bereshit Raba). El voto de Am
Israel,
lo aprendieron del primero que juró. "Y juró Israel - nuestro
abuelo
Israel" (Ídem.).
Pero el juramento no es sólo un "amuleto" para protegernos en
momentos de desdicha. Tampoco es un obsequio, o "soborno" que le es
entregado a D's para que nos salve de nuestros enemigos. Quizás
ese fue el
error de Iftaj, cuando juró: "Si Tú entregares a los
hijos de Amón en mi
mano, entonces será que lo primero que saliere por las puertas
de mi casa a recibirme...
y lo ofreceré en holocausto" (Shoftim 11:30-31), lo que
finalmente se transformó
en una desgracia, cuando justamente su hija salió a recibirlo.
Debemos
preguntarnos; qué nos exige D's que corrijamos para salvarnos de
esta desventura?.
Y así escribe Rabí Iehudá HaJasid (Sefer Jasidim,
inciso 403):
"El que se encuentra en la desgracia... debe ir a un sabio... y el
sabio le dará un buen consejo: Que prometa algo que sea
capaz de cumplir, de
acuerdo a la desdicha en la que se encuentra... y si promete en un
momento
como ese, no debe jurar como acostumbraban los Emoritas... sino que
debe
confiar en D's y dirigirse según la Voluntad
Divina...
y algo que tenga alguna afinidad con la desgracia. Y debe pensar
que quizás
para eso le sobrevino esa desventura, para que prometa algo adecuado a
esa
situación".
Una promesa como esa fue la de Am Israel. Se encuentran a punto
de entrar en la tierra que posee dos aspectos: Por un lado - es una
tierra que
mana leche y miel. Y por otro lado - la Tierra de D's. Y
para recalcar la dimensión
Divina y de valores de la posesión de la tierra, debían
consagrar a D's las
primeras ciudades que caigan en sus manos.
"Porque toda mitzva de las 613 mitzvot, si la persona la
cumple sólo por ella en si... - se eleva a lo alto, y
una mitzva como esa trae
aparejada otra mitzva... y por
ello digo que la razón... que
consagraron a D's las ciudades de los idólatras y el
botín... porque esa era su
intención, para que luchen por la mitzva en sí..." (Tiferet Israel).
El juramento le confiere un profundo
significado al esfuerzo por salvarse de la desgracia. No sólo
que pronuncia el
reconocimiento que todo es dirigido por D's, sino que también es
una expresión
de nuestro intento de comprender el mensaje Divino que nos es
trasmitido a
través de la desgracia en la que nos encontramos, y compromete a
la persona a
actuar de aquí en más según lo que
vislumbró y asimiló de la Conducción
Divina.
De acuerdo a eso, podemos comprender una
nueva idea que surge en nuestros días del Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá)
de los habitantes de Gush Katif
(los asentamientos judíos de la Franja de Gaza):
Dirigirse por los senderos de nuestro
"abuelo Israel" y hacer un voto a D's en un momento de desgracia
(sólo que por la gran severidad de los juramentos, prefieren
comprometerse sin
jurar explícitamente). Ellos comprenden que nos es exigido a
todos a través del
decreto de la "Desconexión" justamente una más profunda
conexión con
el pueblo, con todas sus distintas fracciones - cada uno en la forma y
la
medida adecuada a su personalidad, en los encuentros "cara a cara", o
brindando de alguna otra forma, hasta que se cumpla "y oyó D's
la voz de
Israel" (Bamidvar 21:3). Por ello, cada uno no sólo que debe "tener
fe y sembrar", sino que también "promete y se une".