Devolviendo
la corona
Rav Azriel Ariel (Beahavá
Ubeemuná No561)
Entre los animales impuros se
destaca el más impuro de todos - el cerdo. Es
tan impuro, es tan abominado, que Am Israel acostumbró
a lo largo de las
generaciones evitar llamarlo por su nombre, y sólo insinuarlo
diciendo
"esa otra cosa". Nuestros sabios dilucidaron qué idea expresa
ese
animal impuro, y revelaron su singular papel en la edificación
del mundo.
Los cuatro animales que son mencionados en nuestra Parashá
por su
nombre - el camello, el conejo, la liebre y el cerdo - son paralelos a
los
cuatro imperios: Babilónico, Persa, Griego y Edom (Romano). El
cerdo es Edom,
como figura en el versículo: "El cerdo de la selva la roe, y la
devora la
bestia del campo" (Tehilim 80:14). Y al respecto agrega el midrash
(Vaikrá Rabah 13): "'Y el cerdo' (Vaikrá 11:7)- ese es
Edom. 'No rumia' (Ídem.)
- que no acarrea ningún imperio tras él. Y porqué
se lo llama 'jazir'
[cerdo, en hebreo]?. Porque 'majzir' [devuelve, en hebreo] la
corona a
su dueño. Eso es lo que insinúa el versículo: 'Y
subirán salvadores al monte de
Tzion para juzgar la serranía de Esav [que también se
llama Edom], y del Eterno
será entonces el reino' (Ovadia 1:21)".
El reinado de Edom es el más temible de los otros tres que lo
antecedieron.
Y la generación anterior - la generación del Holocausto -
es testigo de sus
horrores: Unas atrocidades que no tienen ninguna similitud con nada que
hayamos
visto desde la creación del hombre sobre la faz de la tierra.
Pero justamente
los agobios de ese imperio son los que nos dan esperanzas - ya que se
trata del
último imperio, que debe devolver la corona a su dueño
original: A D's y a sus
emisarios en la tierra - Am Israel.
Y en base a ese principio explica el Mahara"l de Praga (Gvurot
HaShem, cáp. 18) la Gmará (Sanhedrin 98A) que
relata respecto al Meshiaj
(Redentor) que se encuentra en los portones de Roma, y dice: "De
momento
que la carencia en sí se encuentra ligada al reinado de Edom, el
mundo toma el
reinado del rey Meshiaj como si estuviese unido con él
totalmente. Y por
ello la mano de Iaacov asía el tobillo de Esav, insinuando que
Iaacov está vinculado
con la carencia de Esav que es sugerida por su tobillo, la punta de su
cuerpo…".
En el mundo existen dos concepciones relativas al valor del
"reinado" - o en términos modernos, el estado: Una de ellas ve
al
reinado como una herramienta técnica para regular y ordenar la
vida.
"Debéis orar por el bien del reinado, porque de no ser por el
temor a él
las personas se comerían vivas las unas a las otras" (Avot 3:2).
Y la otra
ve al reinado como un valor en sí. En la conciencia de toda
persona coexisten y
se alternan ambas concepciones. Cuál es el origen del valor en
sí del
"reinado"? - el reinado Divino: "El reinado terrenal es semejante
al reinado celestial" (Brajot 58A). El gran respeto que siente el
ciudadano en Iom HaAtzmaut (Día de la Independencia) de
nuestro estado -
tiene allí su origen. Pero sólo un reinado fue elegido
por D's para expresar el
suyo: El Reinado de Israel, como fue plasmado plenamente por el rey
David y su
hijo Shlomó. Como dice el versículo: "Y se sentó
Shlomó en el Trono del
Eterno como rey" (Divrei HaIamim Alef 29:23). Todos los cuatro imperios
-
robaron la corona Divina, y coronaron a un hombre de carne y hueso con
ella.
Ese también es el origen de la veneración extremista del
reinado, hasta tal
punto que se le confiere un carácter divino al estado, se lo
transforma en el
máximo valor que justifica el pisoteo de todos los otros valores
- como por
ejemplo, en la ideología Nazi y en la sociedad Fascista.
La gueulá (redención) de Am Israel,
entonces, no es sólo el
retorno a la tierra anhelada, no es sólo la reunión de
los exilios, ni siquiera
es solamente independencia y liberación del yugo de los
demás pueblos. Hay otra
etapa en la "carrera de postas" de los imperios del mundo: El reinado
pasa en forma directa del cuarto imperio - el reinado de Edom - al
Reinado de
Israel.
"Debes comprender que el Reinado de Israel en su renovación,
como en
la salida de Egipto cuando comenzó el gobierno de Am Israel…
y en el
futuro el reinado del Meshiaj… surge del reinado que lo
antecede. Porque
el santo Reinado de Israel, que tiene un nivel Divino interno, crece de
un
reinado impuro, porque así es correcto que sea tratándose
de un reinado que
tiene un nivel Divino interno" (Mahara"l, allí).
Cuando el Mahara"l dice "un reinado impuro" no se
refiere al presente Estado de Israel, sino que al reinado del que este
surge:
El mundo occidental, el Mandato Británico y también su
camarada, EE.UU. Y en
efecto, en nuestra época somos testigos de distintos procesos
que se suceden,
uno tras del otro. En el plano moral, la concepción europea ha
llegado a su
bancarrota total en el Holocausto, cuando en nombre del estado y sus
leyes se
cometieron los crímenes más terribles. Y como resultado a
largo plazo, la
divinización del estado decae en todo el mundo occidental,
cuando el estado es
concebido como una gran "empresa de seguros", cuyo cometido es
proporcionarle
a cada ciudadano sus derechos - y nada más. Y en el plano
político, en
paralelo, el Mandato Británico - con el apoyo del mundo
cristiano y occidental
- entrega a Eretz Israel en manos del Estado de Israel. Y
así comentó el
discípulo del Ramba"n en su comentario a Shir HaShirim
(Cantar de
los Cantares): "Y con el permiso de los reyes del mundo y con su ayuda
se
dirigirán a Eretz Israel, y ese reinado se
continuará y no cesará".
Y ahora, cuando el concepto de reinado en Edom comienza a llegar a su
fin, y el
Reinado de Israel se levanta del polvo del exilio y de las cenizas de
los
crematorios, este reinado debe comprender su singular papel. El Reinado
de
Israel - es kodesh (santo). No se trata de una
divinización del estado en
sí mismo, tampoco se lo convierte en una "empresa de seguros",
sino que
en un emisario y un representante del Reinado de D's en la tierra - lo
que lo
compromete a plasmar todos los valores morales Divinos. Ese es su
cometido, ser
la base del Trono de D's en el mundo, cuando el "cerdo" - Edom -
devuelve finalmente la corona a su dueño original.