La personalidad del profeta Eliahu es
muy compleja, muy enigmática e
incluso contradictoria.
Conocemos a Eliahu como el prototipo de los apasionados. Él es
el que
genera una larga sequía, es también el que hace descender
del cielo un fuego
Divino y obliga a todo el pueblo a gritar "el Eterno es el
Señor!"
(Melajim Alef 18:39). Es él el que degüella los falsos
profetas del Baal y la Asherá (cultos paganos) en
el río Kishón. Exige plenitud y fe sistemática
cuando reprende al pueblo diciéndoles:
"Hasta cuando continuaréis vacilando?!" (Melajim Alef 18:21).
También
en la tradición de nuestros sabios fue dicho: "Nuestro padre
Eliahu es
estricto" (Sanhedrin 113B). E incluso es identificado con el primer
exaltado:
"Pinjas, es Eliahu" (Ialkut Shimoni, Pinjas). Y también en la
profecía de Malají, en los versículos anteriores a
la Haftará de Shabat HaGadol es recordado el mismo celo:
"He aquí,
pues, que voy a enviar Mi mensajero… porque será como el fuego
del acrisolador,
y como la lejía de los lavanderos, pues que se sentará
como acrisolador y
purificador de la plata, y purificará a los hijos de Levi y los
afinará como el
oro y la plata" (Malaji 3:1-3).
Y de pronto, se nos dibuja con otra vestidura, una vestidura de paz, de
tolerancia: "Y volverá el corazón de los padres hacia los
hijos, y el
corazón de los hijos hacia sus padres" (Malaji 3:24). Si es
necesario
volver el corazón de los unos para con los otros, por lo visto
las relaciones
entre ellos no eran amistosas, y debe ser restituida la concordia. Y
así dicen
nuestros sabios en la Mishná (al final de Eduiot): Luego
de exponer varias
opiniones distintas en cuanto al papel de Eliahu en el futuro, dicen
nuestros
sabios "no distanciará ni acercará, sino que hará
las paces entre
ellos" (figura también en Shir HaShirim Rabah, 4). A
dónde se esfumó el
fanatismo?. Cómo desapareció la certidumbre?. A
dónde se fue la exigencia de
plenitud absoluta?!.
Por lo visto, está relacionado lo
uno con lo otro. Justamente el ardor de Eliahu es el que lo hace capaz
de
"acercar y no distanciar". Si hay una persona que para ella acercar
implica renuncias que prestan alguna legitimación a la maldad y
la impureza -
no debe acercar. Si hay una persona que su amor por el pecador debilita
en él
la sensación de abominación del pecado - es muy
peligroso. Pero el gran apasionado,
que se sacrifica totalmente por el Nombre de D's y su fe es una fe
certera - es
él el que puede acercar sin exagerar la medida, es él el
que puede acercar sin
dar a entender que justifica de alguna forma la maldad y la impureza,
sin
lisonjear. El profeta Eliahu no trasmite un mensaje de tolerancia
pluralista
vacilante que dice "lo uno y lo otro es cierto, cada uno con su verdad
relativa", sino que nos trasmite un mensaje de paciencia. Sabe
que
el mundo no es pleno, que todavía no llegó a su
corrección - pero al mismo
tiempo reconoce que en su base es bueno, y al final de un largo
proceso, el
bien saldrá a flote. También sabe que "la verdad
será escasa", es
decir, "se hace rebaños separados y desaparece" (Sanhedrin 97A).
Cada
rebaño lleva consigo una porción o un destello de la
verdad, y media verdad -
no es la verdad auténtica, sino que es mentira!. Los padres y
los hijos, cada
uno lleva consigo una parte de la verdad. Y Eliahu - el Ángel
del Pacto -
"se sienta cuando termina el shabat bajo el Árbol de la
Vida y
escribe los méritos de Am Israel", identifica los
destellos de bien
y verdad que se encuentran en cada uno de los miembros de Am Israel.
Y
de esa forma, él es capaz de enseñarles a los padres y a
los hijos a reconocer
las virtudes de los otros, aprender cada uno de lo bueno y de la verdad
que se
esconde en el prójimo, como decimos "todos ellos aceptan el
gobierno del
Reino del Cielo, uno del otro, otorgándose con amor
recíproca licencia para
consagrar a su Creador con espíritu sereno" (Birkot Kriat Shma,
Shabat).
Este es el orden de los acontecimientos en la profecía de
Malaji. Antes que
nada - se debe anular toda confusión entre lo kadosh
(santo) y lo
profano, entre lo impuro y lo puro: "Entonces vosotros volveréis
a ver la
diferencia entre el justo y el injusto, entre aquel que sirve a D's y
aquel que
no Le sirve" (Malaji 3:18). Luego - una profunda exigencia eliminatoria
del mal del mundo: "Pues he aquí que viene el día que
arderá como horno, y
todos los soberbios y todos los obradores de iniquidad serán
como rastrojo, y
aquel día que viene los abrasará, dice el Eterno…"
(Ídem., 19). En ese
entonces, se presentará en todo su esplendor frente a nuestros
ojos la verdad
absoluta Divina, en toda su grandeza y plenitud, esa gran verdad que
ninguna
persona es capaz de concebir y vivir de acuerdo a ella en toda su
complejidad:
"Acordaos de la Torá de Moshé, Mi siervo, la que
Yo le prescribí en
Jorev, para todo Am Israel, estatutos y leyes" (Ídem.,
22). Y en
base a ese celo por la gran verdad, llega la valentía de la
paciencia, que sabe
reconocer que el puente entre la elevada meta anhelada y las carencias
de la
realidad - es el tiempo. Y de esa forma, se llega a la responsabilidad
- y la
fe en la capacidad - de unir a todos, los padres y los hijos, en una
sola
alianza para hacer la voluntad de su Padre en el cielo: "He aquí
que Yo os
voy a enviar a Eliyá, el profeta, antes que venga el gran y
tremendo día del
Eterno, y él volverá el corazón de los padres
hacia los hijos, y el corazón de
los hijos hacia sus padres" (Ídem., 23-24).