Estoy
de duelo
Rav
Shlomó Aviner (Beahavá Ubeemuná
No529)
Yo estoy de duelo.
Estoy de duelo por una zona de nuestra tierra kdoshá (santa)
que
fue liberada con la sangre de nuestros soldados, y es entregada a
nuestros
enemigos.
Estoy de duelo por una zona de nuestra tierra que fue construida con
gran esfuerzo, a lo largo de varias generaciones, y ahora es
transformada en ruinas.
Estoy de duelo por las comunidades de Am Israel, puras y kdoshot
(santas) que son dispersadas.
Estoy de duelo por las queridas familias que fueron tiradas a la calle,
sin casa, sin sustento, sin agricultura, sin marcos de estudio para los
niños.
Estoy de duelo por el crimen de la transferencia por la fuerza de una
población civil - lo que es definido por las Convenciones de
Génova como un
crimen contra la humanidad, incluso si se los expulsa dentro de los
límites del
país.
Estoy de duelo por el ejército del pueblo que fue impurificado,
disgregado, herido y dañado.
Estoy de duelo por los oficiales de alto rango del ejército que
no
dijeron: "No somos capaces, no podemos hacer algo tan
anti-nacionalista, tan
inhumano".
Estoy de duelo por la unidad nacional que ha sido tan dañada.
Estoy de duelo por la tensión que fue generada entre las
personas que
aman a Eretz Israel.
Estoy de duelo por la maldad, la violencia gubernamental del Primer
Ministro Sharon y sus secuaces.
Estoy de duelo por el sistema judicial que se encarga del cumplimiento
de la ley en forma selectiva: Por un lado se desentiende del
tráfico de obreros
extranjeros y tratado de blancas, y por otro lado apoya la
expulsión de
ciudadanos y mujeres.
Estoy de duelo por las terribles mentiras de la prensa, que
enlodó al
público limpio y correcto de Gush Katif (los
asentamientos judíos de
Estoy de duelo por gran parte de Am Israel que fue indiferente
a
todo lo que ocurre, y ahora se limita a emitir declaraciones
superficiales y deplorables.
Estoy de duelo por la "sensibilidad y firmeza" - que en
realidad es un puño de acero enguantado con seda, como dijo el
cruel pruso Bismark.
Estoy de duelo por
Estoy de duelo, estoy de luto.
No se cuanto tiempo me
tomará elaborar mi duelo. Pero también estoy
contento por lo bueno que vi.
Si, si. Siento sentimientos divergentes, como en toda situación
compleja.
Estoy contento porque dentro del tempestuoso mar también hay
islas de tranquilidad.
Estoy contento por el gran público que se enroló en la
lucha, renunció a
sus vacaciones y sintió que Eretz Israel es parte de su
propia vida, y
de esa forma saneó el sentimiento de pertenencia de la tierra
para la nación, encendiéndola
con un fuego sagrado.
Estoy contento porque descubrimos una juventud tan maravillosa,
idealista, que le importa y se sacrifica.
Estoy contento que en Gush Katif y en el Norte del Shomrón
hay personas tan maravillosas, tan idealistas, que fueron capaces de
hacerle
frente a las tentaciones y amenazas, y continuaron con gran fe,
dispuestos a
renunciar a todos sus bienes.
Estoy contento que nos comportamos con altura, muy lejos de la
violencia, incluso los más militantes.
Estoy contento que tenemos fe, que tenemos Torá, que tenemos
espíritu.
Estoy contento que tenemos un estado, que
tenemos un ejército, que tenemos un pueblo, que tenemos gueulá (Redención).
Estoy contento que nuestros valientes
hermanos de Gush
Katif y el Norte
de Shomrón tienen familias, esposa e
hijos, y amigos
auténticos.
A veces, estoy de duelo, a veces me siento
contento. "En los momentos alegres - alegría, y en los momentos
tristes -
tristeza".