"Hemos
hecho según todo lo que nos has mandado"
Rav
Itiel Ariel (Beahavá Ubeemuná
No531)
Las dos mitzvot que son mencionadas
en nuestra Parashá -
que son de las últimas que figuran en la Torá
- exigen del agricultor como persona particular
reflexionar frente a D's.
En la mitzva de los
Bikurim (primicias) él es exigido realizar
una reflexión histórica, resumiendo la historia
nacional a través de la
cual él llega a ser meritorio de encontrarse en el Beit
HaMikdash (El
Templo) y agradecerle a D's por haberle permitido traer hoy las
primicias de
los frutos de su tierra. Y en la mitzva del rendido de cuentas
en cuanto
a los maasrot (diezmos) él es exigido reflexionar en
cuanto al presente,
cómo cumplió escrupulosamente con la mitzva de
los maasrot, desde
que los separó hasta que los entregó. La primera
reflexión se realiza antes de
la cosecha, mientras que la segunda se realiza al culminarla. Y ambas
son
realizadas con gran alegría, con la certeza que el balance final
es positivo.
La presentación de
los Bikurim en sí expresa el hecho que Am
Israel vive en su tierra - un hecho histórico que no es
trivial, ya que su
existencia es amenazada constantemente. El Sfat Emet (5639)
profundiza
más aún esa idea, y comenta que el principal
cumplimiento de la presentación
de los Bikurim fue realizado cuando por primera vez trajeron
las
primicias de los frutos luego de haber entrado en Eretz Israel,
un
acontecimiento que recalcó la envergadura del cambio
histórico que sufrió Am
Israel. Y desde ese entonces el que presenta los Bikurim
sólo revive
la poderosa experiencia de aquel entonces.
Y complementando, llega el
episodio del rendido de cuentas en cuanto a
los maasrot, en el que cada judío atestigua su esfuerzo
por cumplir la mitzva
de los maasrot con todos sus detalles, y agrega: "He obedecido
la
voz del Eterno, mi D's, y he hecho según todo lo que me has
mandado"
(Dvarim 26:14). Esa es una aseveración general del judío
que habita en Eretz
Israel, cuando finalmente las mitzvot de D's son cumplidas
por él en
su totalidad, y él se alegra con su cumplimiento y alegra
también a los demás.
Y si unimos ambos testimonios, el resultado es que Am Israel
vive y
existe, y la Torá
de D's vive en él - también si eso sólo
será expresado plenamente a través de
un largo camino, pasando por grandes crisis.
Y en ese entorno, el
agricultor ruega: "Contempla desde Tu santa
morada, desde el cielo, y bendice a Tu pueblo Israel" (Dvarim 26:15), y
como dice Rashi - "hemos hecho según todo lo que nos has
mandado, ahora
haz Tú tu parte". Y si bien nos parece que se trata simplemente
de una
recompensa a cambio de las buenas acciones, en realidad no es
así. Rashi
(Bereshit 18:16) ya nos aclaró que la regla es que "cuando es
utilizado
por la Torá
el término "hashkifa" (contempla), tiene una
connotación
negativa, salvo 'contempla desde Tu santa morada'", y sólo
gracias a la
entrega al menesteroso el mal decreto se transforma, de enojo en
misericordia.
El autor del libro "Shem
MiShmuel" nos aclara más cual
es la fuerza esencial de las mitzvot que están
relacionadas con la
entrega, que son capaces de transformar los malos decretos. En su
opinión, el
mal decreto no sólo existe en el plano abstracto de la Medida de la Justicia que
acusa frente
al Jurado Divino en el cielo, sino que también es posible
palparla. La
existencia misma de un menesteroso que se encuentra en la necesidad es
la
expresión terrenal del mal decreto del que se habla, una
contemplación Divina para
mal que ya ha herido a esa criatura, y la Medida de la Justicia ya se
encuentra acusándolo a él. Y la
grandeza de la entrega es que nosotros no consentimos con el mal
decreto, y con
nuestras propias manos lo convertimos en una palanca, convocando
alrededor de
él la caridad, y es el decreto mismo que transforma la
expresión de enojo en una
manifestación soberbia de misericordia.
Esa cualidad de la entrega
se revela una y otra vez en Am Israel
bajo diferentes formas y en cantidades impresionantes, y atestigua que
a fin de
cuentas "hemos hecho según todo lo que nos has mandado".
Sólo en base
a ello se puede continuar con el episodio de las maldiciones que ocupan
el
papel central de nuestra Parashá, para que con la ayuda
de D's se cumpla
en nosotros "termine el año y sus maldiciones".