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Rav Shlomó Aviner Un nuevo "LeShem ijud"
Rav Shlomó Aviner  (Beahavá Ubeemuná No 541)

Los sabios esotéricos hablan de distinciones e intenciones en el cumplimiento de las mitzvot, y nosotros, en nuestra pequeñez, no entendemos de ello. Sólo sabemos que cuando hablan de distinciones, se refieren a una labor de separación lo bueno de lo malo, y cuando hablan de intenciones, se refieren a un profundo entendimiento, un profundo propósito, relacionado con el hecho que todo emana de una elevada raíz común. Por supuesto; es la misma Torá, son las mismas mitzvot y el mismo culto a D's - pero con una intención y un entendimiento más elevados. También en la intención simple del cumplimiento de las mitzvot hay distintos niveles: Hay quienes las cumplen por la mitzva en sí, y hay quienes no. Hay un culto a D's cuando el objetivo es el provecho del que lo rinde, y hay un culto a D's por el D's en sí (Mesilat Iesharim, al final del Cáp. 19). Como sea, las intenciones son pensamientos muy profundos de los sabios esotéricos. Pero en los últimos tiempos fue descubierta una nueva intención, que les fue permitido utilizar a todos. Es una intención nueva que en realidad es antigua, muy antigua, y al mismo tiempo muy nueva. Una intención antigua, en un recipiente nuevo.
Y esa intención es: "LeShem Ijud Kudsha Brij Hu veIsrael" [oración que hay quienes acostumbran a recitar antes del cumplimiento de ciertas mitzvot. Su traducción aproximada es: "Para la unión de El Santo (=D's) e Israel". N. del T.]. Y es lo mismo que: "LeShem Ijud Kudsha Brij Hu uShjinte" [traducción aproximada: "Para la unión de El Santo (=D's) y Su Shjina". N. del T.] (ver Sifran Shel Iejidim, del Rav Hilel Tzaitlin, pág. 11). Porque la Shjina es el resplandor Divino que mora en Kneset Israel (el alma nacional genérica de Am Israel), "la luz de la Shjina es Kneset Israel" (Orot Israel). Como hemos mencionado, se trata del mismo culto a D's del individuo particular, pero está enfocado hacia la generalidad. Y por ello requiere mucha más potencia, meticulosidad, pureza y kdushá (santidad) en el cumplimiento de las mitzvot y el estudio de la Torá. Como el rey David, que cuando salía a luchar le era necesaria la virtud de la higiene espiritual en extremo (Mesilat Iesharim, al final del Cáp. 10). Es necesario edificar otro nivel de culto a D's del individuo particular, y por ello el nivel anterior debe ser lo suficientemente sólido: Regresamos al nivel de la generalidad. En la época del Primer Beit HaMikdash (El Templo) - el nivel de la generalidad. En la época del Segundo Beit HaMikdash - el nivel del individuo particular. Y ahora, cuando nos preparamos para el Tercer Beit HaMikdash - "clal uprat uclal" (generalidad, particularidad y generalidad) (ver LeMahalaj HaIdeot, Orot).
Y si todavía existe el culto en el nivel particular, si todavía hay corazones que permanecen fríos, si todavía se escuchan expresiones como "córtenlo!" (Melajim Alef 3:26) - es un indicio que aún no hemos llegado a la meta. Si no hay temor y reverencia por el valor de Clal Israel (la totalidad genérica de Am Israel), también cuando hay tantas grietas en todos los flancos, si no nos sentimos carentes de valor frente a él - es un indicio que aún no hemos llegado a la meta. Y ya ocurrió que judíos temerosos de D's y tzadikim (devotos) se desconectaron de Am Israel porque vieron que no se dirige por el camino de la Torá - fueron los primeros cristianos, y de ellos salió lo que salió: Herejes, delatores, que abandonaron su creencia, malvados y pérfidos y enemigos de Am Israel. Y bienaventurado es el que se aleja de esa trampa.
Y también hubo épocas en que tzadikim colmados de Torá negaron la legitimidad de todo el que no se comportaba como ellos exactamente. Y llegaron a concluir que todo el que no se comporta según la Torá no pertenece a la nación - como dice el Netzi"v (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín) en su prólogo al comentario de la Torá - lo que generó el odio gratuito y produjo la destrucción.
Y escribió Rabí Shmuel de Altzen, discípulo del Gaón (genio del estudio de la Torá) de Vilna: "Todos los pecados de la gente de la época del Segundo Beit HaMikdash no eran evidentes, como en el episodio de Bar-Kamtza, por el que fue destruida nuestra ciudad. Ya que a primera vista no pecó, por lo que no lo amonestaron los sabios de su época. Ya que según la halajá cada persona puede decidir qué hacer en su casa, sin que nadie pueda discutirle. Y de esa forma podemos resolver la aparente contradicción entre ambas aseveraciones de nuestros sabios, ya que en Baba-Metzia dijeron: Ierushalaim fue destruida porque cuidaron la halajá (30B), lo que es contradicho por su otra aseveración, que fue destruida por el odio gratuito (Ioma 9B, y ver Tosafot en Baba-Metzia). Pero lo cierto es que por el odio que se odiaban cuidaban la halajá escrupulosamente, sin tomar en cuenta la misericordia, y por ello fue destruido el Beit HaMikdash" (Emuna VeHashgajá, inciso 15, acotación).
Si nos esforzaremos en el campo de la Torá, pero saltearemos a Am Israel, llegaremos a la destrucción. Si a través de Am Israel - cuya alma es el alma de la Torá - llegaremos a la Torá - es un indicio que hemos llegado a la meta.
Sólo debemos recalcar: Cuando decimos Am Israel nos referimos a todo Am Israel, todo este Am Israel, todo el Am Israel que se encuentra hoy en día frente nuestro, con sus virtudes y carencias, todo este Am Israel que respetamos y amamos, todo el Am Israel que D's ama día a día, como bendecimos diariamente "bendito sea… que elige a Su pueblo Israel con amor", "ama a Su pueblo Israel" (bendiciones de Kriat Shma). Y sólo a través de esa introducción se puede llegar a "escucha Israel, el Eterno es nuestro Señor, el Eterno es Uno" (Olat Reayá allí, Orot HaTjia 21).