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Rav Dov BigúnLa revelación del esplendor, la magnificencia y la majestad de la nación
En la actualidad
(Beahavá Ubeemuná No 542)

"Salió Iaacov de Beer-Shava y se dirigió a Jaran" (Bereshit 28:10). Comenta Rashi que el versículo sólo tendría que haber dicho que se dirigió a Jaran: Por qué menciona que partió de Beer-Sheva?. Porque cuando un tzadik (justo) se marcha de algún lugar es notorio: Cuando el tzadik se encuentra en el poblado, él es su esplendor, su magnificencia y su majestad. Y cuando él parte, desaparece su esplendor, su magnificencia y su majestad.
Iaacov parte de Beer-Sheva, pero D's le promete que volverá a Eretz Israel y en grande, como dice el versículo: "Y he aquí, el Eterno se encuentra sobre él, y dijo; Yo soy el Eterno, el D's de Avraham, tu padre, y el D's de Itzjak. La tierra en que estás acostado, te la daré a ti y a tu simiente. Y será tu simiente como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente, y hacia el oriente, y hacia el Norte y hacia el Sur, y serán bendecidas en ti todas las familias de la tierra" (Bereshit 28:14). En forma similar a Iaacov que partió de Beer-Sheva, Am Israel fue exiliado de su tierra durante dos mil años y la tierra permaneció desolada; perdió su esplendor, su magnificencia y su majestad. No sólo Eretz Israel perdió su luz, sino que toda la humanidad permaneció en la oscuridad espiritual y moral todo el tiempo que Am Israel se encontraba en las tinieblas de la larga galut (exilio).

En la actualidad, Am Israel retorna a su hogar, a Eretz Israel, y vemos con nuestros propios ojos la plasmación de los vaticinios del profeta Iejezkel: "Pues Yo os tomaré de entre las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestra propia tierra" (Iejezkel 36:24). Pero en la etapa de la reunión de los exilios todavía no es notorio el esplendor, la magnificencia y la majestad de la nación en su tierra. Es necesario purificarse de la inmundicia de la galut, cuando uno de los daños más grandes que ella provocó, fue confundir la identidad de Am Israel, que es un pueblo con un elevado contenido espiritual intrínseco, un reinado de sacerdotes y una nación santa, que fue elegido para alumbrar y hacer el bien para con todo el mundo. La concepción que ve a Am Israel como un pueblo ordinario, y al Estado de Israel como todo otro país y nada más, humilla a nuestro pueblo, y pone en peligro nuestra existencia. Debemos retornar no sólo a nuestra tierra, sino que también a nosotros mismos, reconocer el valor singular de Am Israel y su papel histórico, una luz para las naciones. Y al respecto dice el profeta: "Luego rociaré sobre vosotros agua pura, y os purificarás… También os daré un nuevo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne, y pondré también Mi espíritu dentro de vosotros… y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros seréis Mi pueblo, y Yo seré vuestro D's… y las naciones que quedaren en vuestros alrededores reconocerán que Yo, el Eterno, he reedificado las ruinas destruidas, planté lo que estaba desolado" (Iejezkel 36:25-36). En este momento, es imperioso estudiar, reconocer y explicar cuál es la identidad, el valor y el papel de nuestra amada nación. Y de esa forma se revelará a los ojos de todos el esplendor, la magnificencia y la majestad de nuestra nación en la tierra de nuestra vida.

de quien anhela la salvación plena
Dov Bigún