Parashat Jaiei Sara 22
de Jeshvan 5785 No 1485
Una
Torá de bondad
Rav
Ioram Eliahu
Eliezer,
el siervo de Avraham, sale a buscar esposa para Itzjak.
Él formula una condición: “La joven a quien yo diga, por
favor, inclina tu cántaro
para que yo beba, y ella responda; bebe, y también a tus
camellos daré de
beber, que ella sea la que has aprobado para Tu siervo Itzjak…”
(Bereshit 24:14).
Rashi explica en cuanto al termino “ella sea la que has aprobado”: “Es
decir,
si ella hace esto que digo, digna es de él, ya que será
bondadosa y merecedora
de entrar a formar parte de la Casa de Avraham” (Rashi, Bereshit
24:14). Rivka
pasa esa prueba de la bondad, resulta ser apta para la Casa de Avraham,
que se
revela en estas Parashot con su gran medida de la bondad y el
hospedaje,
como fue aclarado en la Parashá anterior.
De nuestro
patriarca Avraham y su casa aprendemos la mediad de la
bondad y la mitzva del hospedaje, y así dicen en la Gmará
(Brajot
55A): “Y dijo Rav Iehudá, tres cosas prolongan los días y
años de la persona;
el que prolonga su rezo, y el que prolonga en su mesa…”. La Gmará
explica por qué es bueno que la persona prolongue su comida en
la mesa, “quizás
entre tanto llegará un menesteroso, y le dará alimentos
de lo que come en su
mesa”. ¿Y de donde lo aprendemos? La Gmará cita
un versículo del libro
Iejezkel: “El altar de madera, tres codos de altura”. Y al final del
versículo:
“Y me dijo, esta es la mesa que está delante de la presencia del
Eterno”
(Iejezkel 41:22). De ello aprendió Rabí Iojanan y
Rabí Elazar: “Cuando existe
el Beit HaMikdash (El Templo) el altar purga a Am Israel
(el
Pueblo de Israel), y ahora la mesa de la persona la purga”, cuando
alimenta
pobres en ella.
El Rav Kuk
zt”l en su libro Ein Aya (Brajot) explica qué
quisieron enseñarnos nuestros sabios en cuanto a la medida de la
limosna y la
bondad con esa comparación del altar y la mesa: “A pesar de que
la bondad y la
donación son bases del mundo… de todas formas, debemos… cumplir
las pautas de
la limosna de forma que impida la pobreza, que no abunde en el mundo”.
Y una
limosna como esa, dice el Rav que “es mejor orientada y valorada”. Es
decir,
¿cuál debe ser nuestra principal preocupación?
Evitar y anular la pobreza en
general en el mundo. El altar, dice el Rav, es señal de la
unidad genérica, ya
que está prohibido edificarlo sino que en el lugar donde el
Eterno eligió, en
el Beit HaMikdash – que unifica a todo Am Israel con un
solo
culto, en un solo corazón para con su Padre en el Cielo. Por
ello, cuando el Beit
HaMikdash existe tenemos fortaleza nacional, también
espiritual y también
material, podemos como nación basar instituciones de caridad,
ocuparnos de la
pobreza y evitarla en forma general, y esa es la intención que
el altar purga,
“el altar, el culto genérico de Am Israel que incluye la
elevación de la
situación moral, ya sea en cuanto a la persona con D’s, ya sea
en cuanto a la
persona con su prójimo, y por parte de la unidad nacional pueden
orientar en
gran forma nuestras acciones de caridad”.
Esa es la
situación plena ideal, cuando la nación se encuentra en
la cima de su plenitud. Pero ahora, que no tenemos Beit HaMikdash,
dice
el Rav “debemos aferrarnos con vigor a la limosna sencilla particular,
la mesa
de la persona la purga, cuando toma de su pan para darle al
menesteroso, en
forma sencilla y recta”. Eso es lo que se espera de nosotros en la
situación
actual, la limosna sencilla, darle de comer al pobre necesitado, hacer
bondades
y buenas acciones.
Pero el
paralelo que plantaron nuestros sabios entre la mesa y el
altar nos enseña que cuando se renueva la posibilidad publica,
de ordenar las
acciones de limosna en forma general, es una gran mitzva.
Debemos actuar
de esa forma, porque el individuo particular nunca podrá actuar
como lo hará el
público. Y la persona como esa, que actúa en forma
general, se hace merecedora
según el Rav de largos días, “solo la persona que unifica
todos los aspectos de
la vida, y los utiliza para el bien y lo recto, es el bienaventurado
que
prolonga sus días y buenos años”.
Nuestro
papel
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: ¿Cuál
es nuestro papel en este momento? Es un momento de guerra.
Es un momento de retrospección al principio del año.
Respuesta:
Nuestro
papel es continuar lo que empezamos hace 140 años. El
renacimiento de la nación en su tierra, según su Torá.
Respuesta:
¿Nosotros
avanzamos?
Respuesta:
Por
supuesto. Por supuesto, es un proceso largo, semejante al
crecido de un árbol. Pero vamos por buen camino. Con muchas
estaciones.
Pregunta: ¿Qué
estaciones ya hemos pasado?
Respuesta:
Como un
niño que nace. Antes que nada, hay que cuidar del cuerpo.
Luego, poco a poco le enseñaremos Torá.
Así también la nación, al
principio edificación de la tierra, retorno a Tzion,
edificación del estado,
fortalecimiento del ejército.
Pregunta: ¿Por
qué tratándose de la nación el plano espiritual no
puede
llegar antes?
Respuesta:
Si no hay
harina, no hay Torá. Antes que nada, hay que
volver a ser natural. El Mahara”l al principio de su libro Netzaj
Israel define la situación natural y la situación que
no es natural del
pueblo. No es natural: No se encuentra en su tierra, no es
independiente, no se
encuentran todos juntos. Natural: En su tierra, independiente, juntos.
Nos
vamos haciendo más y más naturales. Avanzamos todo el
tiempo en el plano de la
economía, del ejército, de la salud.
Pregunta: ¿Pero
en eso, somos un pueblo como todos los otros pueblos?
Respuesta:
Es cierto.
Hay que edificar un nivel por encima, o para ser más
exactos inyectarle alma al cuerpo. No solo renacimiento de la
nación en su
tierra, sino que según su Torá, hasta que se
llegue al ideal elevado de
un reinado de sacerdotes y un pueblo santo. Torá,
profecía y Beit
HaMikdash (El Templo).
Pregunta: Se lo ve
lejano…
Respuesta:
Procesos
históricos son largos. Se trata de otra escala. “Prontamente
perecerán” (Dvarim
11:17) – 850
años. “Un breve
momento te dejé” (Ishaya 54:7) – unos 2000 años.
Pregunta: ¿Cuándo
comenzará la próxima etapa?
Respuesta:
Ya
comenzó desde el primer momento, pero como hemos dicho, se
necesita paciencia, para que se vaya fortaleciendo.
Pregunta: Si
así es la forma en que crece un pueblo, entonces todo
está
bien.
Respuesta:
No todo
está bien, sino que todo es para bien, en el futuro. Hay
bien y hay mal, pero el bien supera al mal.
Pregunta: Pero el
bien en si es bueno.
Respuesta:
La
edificación material sola no puede mantenerse a largo plazo. El
Rav Kuk escribe en su libro Orot que la apacibilidad material
genera el
descenso de los ideales. “Engordó Ieshurun, y pateó”
(Dvarim 32:15). “Engordaste,
te hiciste obeso, te cubriste con grasa” (Dvarim 32:15). El aspecto
material de
por sí no tiene constancia, sin alma. El Kodesh no es
contrario al
aspecto material, por el contrario, le da vida. Para ser más
exacto, el Kodesh
se diferencia del aspecto secular, pero el Kodesh Kodashim los
incluye a
ambos. Por ello, el libro Orot es definido como Kodesh
Kodashim.
Pregunta: ¿Entonces
la debilidad del Kodesh también genera debilidad
del plano material?
Respuesta:
Si. La
persona se hace más individualista, materialista,
interesante. La nación se olvida de sí misma, y se hunde
en alucinaciones y
errores.
Pregunta: ¿Cómo
se soluciona ese problema? Sufrimos también en el Kodesh
y también en lo secular.
Respuesta:
Se
añade fe en la nación, se enseña emuná.
Por supuesto,
primero nosotros tenemos que aprender. Y antes de la fe, el amor. Amor
y fe,
esas son las dos bases principales en nuestras generaciones. No hay
atajos.
Pregunta: ¿Cómo
sabemos que tendremos éxito?
Respuesta:
Porque D’s
decidió que ha llegado el momento, y Él actúa a
través
nuestro, dentro nuestro. Y a fin de cuentas, mirando según una
perspectiva
general, vamos avanzando. La gueulá llega en forma
paulatina, como
explican en el Talmud Ierushalmi al principio del tratado Brajot.
Se lo aprende de la gueulá de Purim.
Allí, en el comentario del
autor del libro Sefer Jaredim acota que en el medio hubo un
decreto de
matar, exterminar a todos los judíos, y explica que tampoco eso
impidió el
avance de la luz.
Pregunta: Nuestros
conceptos de emuná son demasiado altos, y “le
pasan por encima” a nuestros alumnos.
Respuesta:
No. Cuando
nuestro Rav Moshé dijo “ellos no me creerán” D’s le
contestó que ellos creerán, porque son creyentes hijos de
creyentes. Nuestro
pueblo esta sediento de escuchar conceptos elevados. Por el contrario,
en la galut
(el exilio) no estábamos preparados para prestar oídos a
conceptos elevados.
Aquí, sí.
Pregunta: Se
necesita una gran sabiduría para ver el gran resplandor que se
esconde en la nación ahora.
Respuesta:
El Rav Kuk
vio, y nos enseñó. Pero está claro que no es una
ciencia sencilla. Él lo explica a lo largo de todo el libro Orot.
Esa
ciencia es el secreto de la conducción Divina, el secreto de las
almas del
principio de la gueulá (Redención).
Pregunta: ¿Cómo
se puede ser optimista en esta guerra, con todos los
enemigos alrededor? Es una terrible situación.
Respuesta:
Es cierto.
Pero no es nuestra primera guerra. La Guerra de la
Independencia, la Guerra de los Seis Días, la guerra de Iom
Kipur –
fueron mucho más terribles. Por supuesto, eso no nos consuela. Y
también si
habrá más guerras, no debemos asustarnos. Rezaremos
porque no haya más guerras.
En la Gmará (Meguila 17B) dicen que también las
guerras pertenecen al
comienzo de la gueulá. Por supuesto, en contraste con
las masacres de la
galut, el Holocausto, los terribles decretos, ahora nos
defendemos. El Ejercito
de Defensa de Israel. Bienaventurados somos.
Pregunta: ¿Cómo
podemos consolarnos en esta guerra por los caídos, los
heridos, los secuestrados, las viudas, los huérfanos? Y no
termina.
Respuesta:
No hay
consuelo. “Las lágrimas de los oprimidos, y ellos no tienen
consolador” (Kohelet
4:1). Guerra es algo malo.
Pregunta: Pero
¿qué pretende D’s de nosotros, aparte de que luchemos?
Respuesta:
No
sabemos los secretos de D’s. Pero también de esta oscuridad,
surgirá la luz. La
guerra nos enseña que somos un pueblo. Cada uno lucha por su
compañero. ¡Somos
un solo pueblo! ¡Am Israel (el Pueblo de Israel). Todos
entendemos:
Somos un pueblo judío. Y en base a ello, cabe preguntar:
¿Qué es ser judío?
Pregunta: El
ejercito no es un lugar para impartir clases…
Respuesta:
Él
mismo es una lección, que somos hermanos, que dependemos unos de
otros. Uno
para todos, y todos para uno, con sacrificio. Todas las diferencias se
disuelven. Somos compañeros.
Pregunta: Una
lección dura…
Respuesta:
Si.
También el antisemitismo que vemos en el mundo es una
lección dura. Una lección
por negación. Pero D’s está con nosotros, a todo lo largo
el camino. Lentamente
volvemos a nuestra esencia. El ejercito también genera una
oportunidad para
judíos de todos los tipos de encontrarse y conversar. Una
oportunidad de todo
tipo de judíos apreciados de escuchar caminos de fe.
Pregunta: ¿Entonces,
es un despertado superficial artificial, y no interno?
Respuesta:
Lo
externo hace despertar a lo interno, al alma. En nuestra tierra santa
muchos se
acercan a la fe, lentamente. Shabat, estudio de la Torá,
incluso tzitzit.
Un despertado interno.
Pregunta: ¿Una
concepción alterada se derrumbó en la guerra, y a
raíz de ello se revela lo
interior?
Respuesta:
Es
una formulación correcta.
Pregunta: Junto
con ello, no todo es rosado. Hay pecados a diestra y siniestra,
adulterio,
justificación de tendencias homosexuales… Deterioros que en el
pasado el
secularismo no generó hasta tal punto.
Respuesta:
Es
cierto. La lucha se hace más dura, más profunda. Pero la
base no es el
desbarranco moral, sino que la crisis de comprensión, como es
explicado en el artículo
HaDor del Rav Kuk.
Pregunta: ¿No
se les puede explicar?
Respuesta:
Se
puede. Pero tenemos un enemigo ideológico muy fuerte: El post
modernismo. Y su
arma es el control mental. No es solo nuestro problema, es un problema
mundial.
Pregunta: ¿El
relativismo moral no es un viejo problema?
Respuesta:
Es
cierto. Pero se trata de algo peor. El relativismo moral reconoce que
hay bien
y mal, pero cada uno decide. El post modernismo sostiene que no hay
bien y mal.
Todo es condicionamiento social.
Pregunta: ¿Qué
haremos entonces?
Respuesta:
La
misma solución. Emuná. Una fe más
profunda. La contienda espiritual es
mucho más dura y peligrosa que la lucha bélica. Pero la emuná
es más
fuerte que todo. Por el contrario, lentamente nos superaremos
más y más a todos
los tipos de herejía. También debemos cuidarnos de todo
tipo de religiosos
falsos profetas.
Pregunta: ¿En
resumen?
Respuesta:
Fortalezcámonos
con las maravillas de D’s para con Su pueblo y Su tierra. Si nuestras
bocas se
colmasen de cantos de alabanza como el mar, no alcanzaremos a
agradecerle a
D’s. Somos siervos de D’s, somos soldados del D’s de los
Ejércitos. Una emuná
profunda. Una emuná cándida y profunda.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Encendido
de las velas
El
momento en que se debe encender
La
hora en la que se debe encender las velas cambia de lugar en lugar, ya
sea por
las distintas costumbres [cuánto tiempo antes de la puesta del
sol se las
enciende] como por la diferencia en la puesta del sol en cada lugar. Y
en cada
lugar hay que encender las velas en la hora adecuada según la
costumbre en ese
lugar, como es publicado en los almanaques[1],
y no
hay que demorarse[2].
No
demorar el encendido
Hay
que encender las velas a tiempo, y no se debe esperar hasta estar cerca
de la
puesta del sol, porque quizás se demorará hasta el
momento en que está
prohibido encender velas, y si las encenderá en ese momento
trasgredirá el Shabat,
D’s no lo permita[3].
Una
mujer que se demoró y no encendió las velas en el momento
adecuado y ya se
ocultó el sol, o incluso si tiene dudas si el sol ya se
ocultó, tiene prohibido
encender las velas, incluso si por ello tendrán que comer la
cena de Shabat en
la oscuridad[4].
Y es una mitzva mayor quedarse a las oscuras sin velas de Shabat
que encender las velas trasgrediendo el Shabat, D’s no lo
permita[5].
Cuando
el marido ve que su esposa se demora en el encendido de las velas,
hasta tal
punto que puede llegar a trasgredir el Shabat, es una gran mitzva
que se apresure él mismo a encenderlas[6].
[1]La hora que es publicada en los almanaques es cierto
tiempo antes de
la puesta del sol, cada lugar según su costumbre, e incluye el
agregado al
Shabat – y se debe encender en ese momento.
En cuanto a una persona que se encuentra en un lugar
lejano, donde no hay una costumbre fija en cuanto a la hora del
encendido de
las velas, véase Mishná Brurá (Shuljan Aruj 261
inciso 23, y Biur Halajá
comienza mitjilat hashkiah, y Shuljan Aruj 263 inciso 16) que
escribió que el
que cesa de hacer melajot media hora o por lo menos un tercio de hora
[20
minutos] antes de la puesta del sol bienaventurado será, y de
esa forma cumple
con todas las opiniones de los Rishonim. Y véase también
Kaf HaJaim (261 inciso
23) que escribió que lo correcto es encender las velas un tercio
de hora antes
de la puesta del sol. Y en Ben Ish Jai (segundo año, Noaj inciso
7) escribió
que lo mejor para cumplir la mitzva es encender media hora antes de la
puesta
del sol.
[2]Es una mitzva urgir a los habitantes de la casa que
terminen los
preparativos y enciendan las velas a tiempo, pero se lo debe hacer
amablemente
para que lo escuchen. Y nunca se debe imponer miedo dentro del hogar,
porque
temiéndole llegarán a trasgredir el Shabat y otras
prohibiciones (Shuljan Aruj
260 inciso 2. Mishná Brurá allí). Y véase
Rasha”sh
(Shabat 31B,
comienza bamishna) que explica lo que dice
[3](Shuljan Aruj 263 inciso 4, Mishná Brurá
inciso 16). Y véase Sefer
Jasidim (inciso 270) que citó un caso de una gentil que
murió, y cuando la
pusieron en la fosa se paró y dijo que estuvo en otro mundo, y
vio a los judíos
en el Gan Eden, y vio una mujer que conoció en vida, cuando su
manga estaba
sucia de cera, y le preguntó por qué es distinta de sus
compañeras, y le dijo
que una vez encendió la vela en Shabat, y por ello es
avergonzada con su manga
manchada de cera.
[4](Shuljan Aruj 261 inciso 1. Mishná Brurá
inciso 1, 6).
[5](Shuljan Aruj 262, Mishná Brurá inciso 11).
Pero durante Bein
HaShmashot [desde la puesta del sol hasta la salida de las estrellas]
está
permitido pedirle a un gentil que encienda en ese momento la vela de
Shabat
(261 inciso 1, Mishná Brurá al final, Mishná
Brurá inciso 7, Biur Halajá
comienza mutar). Y cuando el gentil enciende las velas, hay distintas
opiniones
en cuanto a la bendición (Mishná Brurá 263 inciso
21, Kaf HaJaim 261 inciso
11). Y allí en Kaf HaJaim concluye que de momento que hay
diferentes opiniones,
debe solamente pensar la bendición, sin recitarla.
[6](Allí, Mishná Brurá).