Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Shlaj Leja     16 de Sivan 5774     No 972


El secreto de nuestra generación
Rav Iehudá Ben Ishai

Cuando D’s se le reveló a nuestro Rav Moshé por primera vez en la zarza ardiente, le fue encomendada una misión, “Yo los haré subir de la aflicción de Egipto a la tierra del knaani… a una tierra que mana leche y miel” (Shmot 3:17). En esa misión no es mencionado en absoluto el acontecimiento en el Monte de Sinai. El plan Divino es detallado por D’s en la Parashá Vera, “por lo tanto, di a los Hijos de Israel, Yo soy el Eterno… os sacaré… os salvaré… os redimiré… os tomaré… os llevaré a la tierra por la cual he alzado Mi mano para entregarla a Avraham, a Itzjak y a Iaacov, y la daré a ustedes en heredad. Yo soy el Eterno” (Shmot 6:6-8). La intención es salir de Egipto - para entrar enseguida a Eretz Israel (la Tierra de Israel).
Pero cuando Moshé detalló el programa al pueblo, “pero ellos no escucharon a Moshé por la falta de aliento y el duro trabajo” (Shmot 6:9). Respecto a ese versículo explica el autor del libro “Meshej Jojma” que se está hablando de la última promesa, la promesa relativa a la tierra: “Es decir, el asunto de ser llevados a Eretz Israel – por la falta de aliento y el duro trabajo. Porque las personas que les es difícil, desean escuchar sólo lo relativo a la salvación de sus penurias, y no promesas futuras y maravillosas victorias. Y por ello ‘y les encomendó acerca de los Hijos de Israel y acerca del Faraón, rey de Egipto, para sacar a los Hijos de Israel de la tierra de Egipto” (Shmot 6:13), es decir, hablarles sólo respecto a eso”.
Y de allí en adelante hay un cambio en el programa: A partir de ese momento la salida de Egipto es lo principal, y la llegada a la tierra es secundaria. El pueblo desea la liberación de la esclavitud, sin ninguna relación con la tierra. Esa es una verdad parcial, porque “la verdad surge de la tierra” (Tehilim 85:12). La conducta de Am Israel en el desierto se merece una reprimenda Divina, “el Eterno, nuestro D's, nos habló en Jorev diciendo, ya es bastante para ustedes permanecer en esta montaña. Den vuelta y emprendan el viaje, y venga a la montaña del emorita y a todos sus vecinos…” (Dvarim 1:6-7).
Citaremos aquí las conocidas palabras de Rashi: “Les dijo Moshé, vean lo que ustedes han provocado. La ruta más corta del monte Jorev a Kadesh Barnea era el camino del monte Seir, y ese camino se recorre en 11 días, y ustedes lo anduvieron en tres días… y tanto se esforzó la Shjina
por ustedes, para apresurar su entrada a la tierra. Y de momento que ustedes actuaron mal, Él los hizo pasear alrededor del monte Seir durante 40 años” (Dvarim 1:2, según Taanit 29).
“Una mitzva que llega a tu mano, no la demores”. Esa demora en el desierto tuvo dos serias consecuencias: El Pecado del Becerro de Oro y el Pecado de los Espías. Esos dos tropiezos están relacionados con la debilidad de fe en cuanto a la capacidad de D’s de dirigir la historia de Am Israel  con éxito, sin obstáculos ni interrupciones.
En el Pecado del Becerro de Oro fue expresada la necesidad de tomar en cuenta las fuerzas naturales, y en el Pecado de los Espías la necesidad de tomar en cuenta los cálculos humanos.
De momento que nuestro Rav Moshé no pudo cumplir la misión Divina que le fue encomendada en el episodio de la zarza, y la generación que salió de Egipto no fue la generación que entró en la tierra (véase Mahara”l, al final del capítulo 8 en Netzaj Israel) también a nuestro Rav Moshé le fue impedido entrar en la tierra, como correspondía según su papel.
Respecto al versículo “ustedes vieron lo que Yo hice a Egipto y que Yo los llevé sobre alas de águila y los traje a Mi” (Shmot 19:4) traduce Tirgum Ionatan Ben Uziel: "Ustedes vieron lo que le hice a Egipto, y los llevé con esas nubes como con alas de águila desde Raamses, y los he traído al lugar del Beit HaMikdash (El Templo) para ofrecer el sacrifico de Pesaj, y esa misma noche los devolví a Raamses, y de allí los acerqué a Mi para entregarles la Torá". Ya la primera vez que hicieron el Pesaj la intención Divina era traerlos de Egipto directamente al Monte de Moria, de impuro a puro, de el nivel más bajo al nivel más alto de kdushá (santidad). El ritmo humano exigió pasar por Sinai y por el desierto. Nuestro Rav Moshé por su parte pertenecía al ideal Divino, y se quedó en el desierto para traer a Su pueblo en el futuro.
En la Mishná (Sanhedrin, 108A) dicen “la generación del desierto no tiene parte en el Olam HaBa (mundo venidero), y no son ajusticiados, ya que fue escrito ‘en este desierto acabarán, y ahí morirán’ (Bamidvar 14:35), así dice Rabí Akiva. Rabí Eliezer dice que respecto a ellos fue dicho ‘reúne ante Mi a Mis piadosos, los que hicieron un pacto conmigo por el sacrificio’ (Tehilim 50:5)”. Esa discusión entre Tanaim (sabios de la época de la Mishná) puede ser explicada como la diferencia entre el potencial y lo que es expresado en la práctica: Según Rabí Eliezer la generación del desierto es la generación del pacto y la generación de la promesa Divina. Ellos son el culto a D’s pleno, como un sacrificio. Esa es una generación que tiene la cualidad espiritual interna que les permite recibir la Torá, comprende en él todas las generaciones futuras en su vinculación a la elevada voluntad Divina, “Yo dije, sois como dioses, y todos vosotros sois hijos del altísimo” (Tehilim 82:6). En contraste, Rabí Akiva piensa que esa generación no logró plasmar en la práctica su papel, ya que no entró a la tierra. Es una generación “que queda esperando”, y por ello no se los puede juzgar. Mientras esa generación no logre plasmar su misión Divina que le fue encomendada a nuestro Rav Moshé y a sí misma, no puede recibir su parte en el Olam HaBa. El Olam HaBa de ellos depende de la llegada a Eretz Israel. Ese es el papel de nuestro Rav Moshé en el futuro: Hacerlos merecedores de la buena tierra, del mundo que todo él es bueno. Mientras tanto, el profeta Eliahu – el “ángel del pacto” – atestigua que Israel permanecieron fieles al pacto, que Am Israel son los que el pacto fue concertado con ellos. Y él cela a Su Señor cuando Am Israel no plasma en la práctica su plenitud, “
¿hasta cuándo tambalearéis entre los dos lados?” (Melajim Alef 18:21), y exige superar el Pecado del Becerro de Oro – en el episodio en el monte Carmel – y el Pecado de los Espías – cuando es encargado de traer la noticia de la gueulá (Redención), “y devolverá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a sus padres” (Malaji 3:24). En esencia, el profeta Eliahu prepara la llegada de Moshé, “acordaos de la Torá de Moshé, Mi siervo” (Malaji 3:22).
La tarea de Moshé es que la Torá se manifieste y permita devolver el corazón de los padres a los hijos y de los hijos a los padres. Una Torá como esa le permitirá a la generación del desierto ser también la generación de la tierra, la generación de Eliahu y de Moshé al mismo tiempo. Esa generación, es nuestra generación, que exige el cielo y la tierra, tierra y Torá.
Nuestra generación exige de lo profundo de su ser y de su alma la Torá de Moshé y Eliahu “que empieza y termina” (Orot, Israel UTjiato 28-29), una Torá que triunfa sobre la muerte, una Torá de fuego que calienta y no quema, “la zarza ardía con fuego, pero la zarza no se consumía” (Shmot 3:2). Un fuego que eleva a la persona al cielo, le entrega alas para volar por todos los mundos, por encima de toda limitación.
Nuestra generación desea salir del desierto, del polvo, ser “persona” en toda su grandeza. “Levántate del polvo”, dice todo él.
Nuestra generación está sedienta de todos los profundos secretos, de lo Divino y de la existencia, del cosmos y de las almas.
Necesita del fuego de Eliahu y del agua de Moshé, “porque de las aguas lo extraje” (Shmot 2:10). Desea unificar los antagonismos, llegar al secreto de la unidad plena. No dejará nada sin investigar, profundizar y dominar, desea Maase Bereshit (los secretos de la creación) y también Maase Merkava (los secretos de la conducción Divina).
Los muertos del desierto vuelven a vivir, y al frente de ellos se encuentra nuestro Rav Moshé que los conduce con alegría. Esta vez no habrá un Pecado del Becerro de Oro ni tampoco un Pecado de los Espías. En esta generación nos encontramos con personas que sacrifican su vida por la Torá y por la tierra.
Ellos beben agua de la roca con fe, aguas para regar la tierra, y Torá para darle de beber al alma.
Esta es una generación con carros de fuego, sin miedo ni retrocesos, embiste con Su D’s, para corregir el mundo con el Reinado Divino. Una generación que se hace merecedora del pacto del Shalom (plenitud), porque cela al Eterno, Su D’s. “Pinjas es Eliahu”, que es capaz de coronar en Ieshurun un rey, el Rey Meshiaj (El Mesías) con el reinado de la Torá, porque las coronas son tres: La corona real, la corona del sacerdocio, y la corona de la Torá por encima de todas.


Rav Shlomó Aviner

Algunas preguntas y respuestas respecto al Keren LeIedidut
Rav Shlomó Aviner

Cito algunas respuestas respecto al Keren LeIedidut Notzrim-Iehudim (Fondo de Amistad entre cristianos y judíos, International Fellowship of Christians and Jews) y otros tipos de organizaciones de “Cristianos Amigos de Israel”:
Pregunta: ¿Acaso las corrientes evangelistas que donan dinero al Keren LeIedidut tienen por intención convertirnos al cristianismo, o lo hacen solamente por amor?
Respuesta: La traducción de la palabra griega “evangelista” es: "Comprometido a convertir al cristianismo a los otros".
Pregunta: ¿Acaso los misioneros cristianos se empecinan en convertir judíos, o también todo tipo de personas en el mundo?
Respuesta: Todo tipo, pero su principal objetivo son los judíos en todo el mundo y sobre todo en Eretz Israel (la Tierra de Israel), porque mientras los judíos no acepten a Jesus como Mesías, él no podrá volver a la vida y traer la salvación para el mundo – según su creencia. Por ello, todo cristiano que no hace lo que puede para que eso ocurra, es cómplice de la decadencia del mundo. Informe Luzan del año 5740.
Pregunta: ¿Qué relación hay entre donar dinero y convertir al cristianismo?
Respuesta: Con la ayuda del dinero ellos logran penetrar lentamente en la sociedad israelí, incluso el sistema público y gubernamental, y ampliar su influencia. Por ejemplo, decisiones del Kneset (parlamento) en contra de la actividad misionera fueron paralizadas por esas organizaciones. Y también recibieron horarios de trasmisión cristianos, permisos de inmigración y permanencia en el país para cristianos, e incluso compraron terrenos en el país.
Pregunta: ¿Acaso el Keren LeIedidut tiene por meta entregar dinero a judíos, o también añadir amistad entre los judíos y los cristianos?
Respuesta: Es una pregunta superflua. El nombre de esa organización es “Fondo de Amistad Entre Cristianos y Judíos”.
Pregunta: ¿Por qué exigió el Keren LeIedidut una lista precisa de los nombres de las personas y  direcciones de los que recibieron paquetes de comida que fueron distribuidos con su ayuda?
Respuesta: Es una pregunta muy inocente…
Pregunta: ¿Por qué no le preguntamos a los judíos en EE.UU. cómo es que ellos acostumbran a comportarse para con esos donadores? Ellos conocen mejor que nosotros a los evangelistas de EE.UU…
Respuesta: Ellos no le dieron ninguna legitimación a esa organización, a pesar de todos sus esfuerzos. Y el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Tendler escribió una larga respuesta donde explica que esa organización es peligrosa.
Pregunta: Escuché que hay quienes permitieron recibir dinero de cristianos…
Respuesta: No es relevante en nuestro caso. Una cita de lo que escribió el Rav Guidón Perl, toda palabra es oro puro:
“Yo me avergüenzo de todas esas citas y los que adoptan esa actitud hipócrita para con los cristianos bondadosos que dicen ayudar a
Am Israel (el Pueblo de Israel), cuando su intención es clara y famosa, de momento que tienen fe en su idolatría, que de esa forma se acercan a los judíos y gracias a esa buena influencia finalmente ellos se convertirán, y de esa forma traerán al “salvador”, su “mesías”. Y he aquí que Rabanim (rabinos) judíos con todo tipo de excusas intentan sacar provecho de ese dinero, cuyo origen es la impureza de la idolatría. Sobre todo cuando el Supremo Rabinato determinó que tenemos prohibido aceptar dinero de ellos, y son ellos los que determinan cómo debemos comportarnos en los temas religiosos en nuestra tierra, y no todo tipo de responsas que hablan de cuando nos encontrábamos bajo el dominio de los gentiles, sufriendo su yugo, y casi estábamos obligados a utilizar ese dinero para poder sobrevivir. Comparar esa situación, en la galut (exilio) a nuestra situación en Israel, a mi entender es un ultraje y una vergüenza - ¿¡lo principal es aprovechar y recibir ese dinero!? Hay aquí también un aspecto de profanación del Nombre de D’s, eternizar la galut luego que D’s nos llevó en el proceso de la gueulá (Redención) y nos reunió de la dispersión y nos entregó la producción de la tierra y nos entregó gobierno propio – es una ingratitud para con D’s, que D’s se apiade de nosotros.
El que escribe con dolor…”

Pregunta: El que recibió dinero de esa organización y similares, ¿debe devolverlo?
Respuesta: Por supuesto. Ocurrió una vez que el Barón Rotschild le envió dinero al Mahari”l Diskin para su orfanato, en Ierushalaim. El Mahari”l pidió devolverle el dinero, porque el Barón también apoyaba obras que según el entender del Mahari”l estaban prohibidas. Dijo: “Una ayuda monetaria como esa, es preferible que se hunda en el mar a que llegue a nuestras manos”.
Y seremos merecedores de no estar tan esclavizados por el dinero, ser personas libres, no ser pedigüeños, procurarnos el sustento de nuestro trabajo y no de “caridades” de cristianos de EE.UU., alejarnos mil kilómetros de todo lo que es cristiano, edificar nuestra tierra y edificarnos en ella según las maravillas que D’s hace para con Su pueblo y Su herencia.