Parashat Beaalotja 9 de
Sivan 5774 No
971
La humildad
Rav Ioram
Eliahu
Partiendo de los truenos y rayos que vimos en el
Monte de Sinai, debemos
tomar ideas y pensamientos que nos acompañen durante todo el
año.
Una de las bases centrales en el recibimiento de la Torá
es la virtud de
la humildad. Ella es la razón por la cual la Torá
fue entregada en el Monte de Sinai,
ya que este dijo con modestia que él no es merecedor que la Torá sea entregada sobre él, cuando los montes pelearon
entre ellos. Y esa
es la razón por la que la Torá
fue entregada a través de nuestro Rav Moshé, respecto al
cual atestigua la Torá
en nuestra Parashá
que “el hombre Moshé era muy humilde, más que todos los
hombres que están sobre
la faz de la tierra” (Bamidvar 12:3).
Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk zt”l nos explica que “la
humildad
para con D’s es el reconocimiento que el Señor del Mundo es la
fuente de todo,
la raíz de todo, todo lo que tenemos no es por nuestro
mérito sino que todo nos
fue entregado por D’s, y no tenemos de qué enorgullecernos. No
nos hicimos a
nosotros mismos, así fuimos creados. Rabí Iehudá
HaLevi lo definió en pocas y
maravillosas palabras: Todo es de Él, y no de nosotros”
(Prólogo del Rav Shlomó
Aviner a Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Bereshit, pág. 34).
Y cuando la persona está imbuida de ese conocimiento, tiene la
capacidad de abarcar todo lo que ocurre con él, ya sea en el
plano general y en
el plano particular. Él sabe que hace, actúa, se esfuerza
todo lo que puede -
pero realmente "todo es de Él y no
de nosotros". Y entonces sabe agradecerle a D’s por todo lo que tiene,
y
no se quejará por lo que cree que tiene que tener, y no tiene.
De otra forma puede llegar a la tristeza, porque la tristeza llega
cuando la persona piensa que él se merece más - y por
supuesto que se merece
más que su vecino, que está por debajo de su nivel. Pero
cuando la persona se
hace merecedor de la humildad no puede estar triste, porque ve que a
pesar que
no se merece nada recibe tantas cosas, y se colma de vigor y
alegría, porque
seguramente D’s le entregará más bondades aún
(según Musar Avija 64). Así
también en el plano general, nos esforzamos en actuar con D’s,
hacer lo que
podemos para avanzar la
Gueulá
(Redención), asentar la tierra y florecerla, y no siempre las
cosas salen bien
según nuestros pensamientos y deseos.
Debemos recordar también que después de todo el esfuerzo
todo proviene
de Él y no de nosotros, y Él sabe cuál es el
camino de la Gueulá,
con sus virajes
y complicaciones. Y en base a que D’s habló bien para con Israel seremos merecedores a través de
nuestras grandes acciones y gran humildad de ver la
reconstrucción de la tierra
y la Gueulá
plena, Amén.
La avidez
de la carne
Rav Itiel
Ariel (reimpresión)
El episodio de los que apetecían
comer carne constituye la cumbre de la pasión por el
materialismo ordinario de Am
Israel (el Pueblo de Israel), cuando los términos utilizados
para expresar
esa avidez son dichos en público en la forma más directa
y falta de vergüenza -
"¿quién nos dará de comer carne?" (Bamidvar 11:4). El Ramba"n (allí)
recalca
cuan absurda era esa pasión, cuando los que comían el Man
(alimento
milagroso) - que era sabido por su excelente sabor - llegaron a desear
en forma
imaginaria y artificial "como si deseasen comer carbón,
polvo y los
alimentos pútridos". Y tal era su deseo que finalmente se
hastiaron, y
al término de todo un mes continuo en el que se entregaron a la
comida de la
carne, llegaron a la repugnancia - "hasta que os salga por las
narices
y os cause asco" (Bamidvar 11:20).
De esa forma comenta Rav Vejaiei el
número de días que comerán carne que los
versículos especifican: "No la
comeréis por un día, ni por dos días,
ni por cinco, ni por
diez días, ni por veinte días" (Bamidvar
11:19). Esa
detallada lista exige ser estudiada. En su opinión, esa
enumeración se efectúa
con los dedos de las manos y los pies, e insinúa la forma en que
come
apasionadamente una persona. Al principio, come con un dedo, y
con dos.
Pero finalmente, cuando ya ha comido con todos los cinco dedos
y los diez
dedos de sus manos, termina comiendo también con los veinte
dedos de
las manos y los pies, de tanta avidez...
También el momento en que ese
episodio ocurre exige ser estudiado. Ese ímpetu estalló
justamente en la
primer vez que emprenden la marcha del Monte de D's [donde fue
entregada la Torá.
N. del T.] a Eretz
Israel (la
Tierra
de Israel), en el momento en que Am Israel se encontraba en el
nivel más
alto y eran semejantes a ángeles celestiales. ¡Sólo
hace unos pocos días se
encontraban a los pies del Har Sinai (Monte de Sinai) y fueron
merecedores de ser ordenados en escuadrones como ángeles
Divinos, y
ahora ellos se rebajan comiendo ordinariamente como bestias!
Acaban de
ser enumerados en el Ejército de D's, y gracias al Arón
HaBrit (El Arca)
que marcha delante de ellos fueron prometidos que sus enemigos se
dispersarán
en todas direcciones, ¿¡pero en la lucha con la pasión más
básica, frente a la avidez por la
carne son totalmente derrotados!?
Pero en realidad ese es el punto:
Justamente una forma de vida milagrosa y elevada que vivió la
"Generación
del Conocimiento", que se centró en el desarrollo del vigor en
el plano
espiritual, les hizo sentir una carencia acumulativa en cuanto al
vigor en
los demás planos naturales. El Sfat Emet (5631)
formuló esa idea
en forma muy tajante, e hizo notar que de la expresión utilizada
por el
versículo - "desearon apasionadamente" (Bamidvar 11:4) - podemos
concluir que se trata de una pasión idealista. Justamente ese
elevado nivel
espiritual en el que se encontraban debilitó la fuerza de la
pasión, hasta tal
punto que todo su apasionamiento tenía por objetivo sentir
la existencia
misma del deseo material, y utilizarlo también para el culto
a D's.
En efecto, el delicado equilibrio
entre todas las distintas fuerzas no es posible alcanzarlo de
inmediato, sino
que a través de un largo proceso, que sólo puede
llegar a su culminación en Eretz
Israel. En Eretz HaKodesh (Tierra Santa), en la que
existe una mitzva
de la existencia misma de una vida cotidiana común, sólo
allí podremos ser
merecedores de "comer de su fruto y saciarnos de su abundancia"
(bendición MeEin Shalosh), lo que es considerado una mitzva
por su kdushá
(santidad). Y cuanto más difícil le es a Am Israel
hallar el correcto
equilibrio entre materia y espíritu, entre laico y kodesh
(santo), así
también el camino a Eretz Israel se hace más
largo, se complica más y
más.
Entonces, el pecado de los que
desean carne de cada generación - con todo su materialismo y
bajeza - no
expresa necesariamente el desprecio por la vida de acuerdo a la Torá
y la vida
espiritual, y no necesariamente concluirá con el abandono de los
valores: Por
el contrario, justamente esas fuerzas fueron destinadas para lograr
grandes
metas, siempre y cuando se efectúe un proceso de control y
refinamiento
para "separar lo precioso de lo vil" (Irmya 15:19).
Sin
cristianismo alguno
Rav
Shlomó Aviner
“Sin cristianismo alguno” - es una etiqueta nueva. Pero en realidad es una
etiqueta muy vieja, desde la época de nuestro patriarca Avraham.
Hay etiquetas como “Sin Tevel alguno”, “sin Shatnez alguno”,
“sin Shviit alguno”, “sin ninguna
trasgresión del Shabat”, “sin ningún trabajo árabe”,
“sin ningún
aprovecho de animales”, “sin ningún acosamiento de obreros”,
“sin ningún
problema de Gniza”, etc. Y ahora: Sin ningún dinero de
cristianos,
dinero de evangelistas, dinero del Keren LeIedidut Notzrim-Iehudim (Fondo de Amistad entre
cristianos y judíos, International Fellowship of Christians and
Jews). Una
etiqueta toda nueva, pero también toda vieja, porque toda la Torá
está llena de ella.
Porque este año ocurrió algo nuevo: Por primera vez
desde la fundación del estado - e incluso por primera vez desde
el regreso a
Tzion - nuestro Ministerio de Educación aceptó recibir
fondos cristianos del Keren
LeIedidut para actividades de
verano. Esas organizaciones nos ruegan que
recibamos su dinero, y nosotros no aceptamos. Gracias a D’s, no somos
limosneros. Gracias a D’s, no se nos puede comprar con dinero. Gracias
a D’s
nos escapamos de toda influencia cristiana.
Se levantaron Rabanim (Rabinos) y protestaron.
Se levantaron padres y protestaron. Se levantaron movimientos juveniles
y
protestaron. Y lo más importante, se levantó una
directora de una escuela para
niñas y envió una carta a los padres de sus alumnas:
“Gracias a D’s, las
actividades de verano serán llevadas a cabo…” y agregó al
final: “¡Sin dinero
de cristianos!”
¡Muy bien! ¡Muy bien!
En efecto, la etiqueta “sin cristianismo alguno” no
es menos importante que todas las otras etiquetas, e incluso más
importante
aún. La Torá está llena de una
lucha sin cuartel contra
el culto a otros dioses, sin concesión alguna, y el cristianismo
es definido
como culto a otros dioses – “destruye, quema y extermina”. El Ramba”m
explica
en su libro “More Nebujim” que toda la Torá
es una cosa: Negación del culto a otros dioses. Y también
ella es eterna. Como
escribe él: “Los cristianos rinden culto a otros dioses, y el
domingo es su día
de fiesta” (Ramba”m, Hiljot Avoda Zara 9:4). Por supuesto, eso figura
sólo en
las ediciones que no fueron censuradas por los cristianos – como la
edición de
Mosad HaRav Kuk o Frenkel. De la misma forma que el culto al sol es
idolatría,
así también el culto a algún hombre es
idolatría. Por lo menos el sol es algo
maravilloso, pero transformar en dios al que nació de una mujer
casada que tuvo
relaciones con otro hombre – arguyendo que ese otro hombre es el dios –
es una
idealización muy severa del adulterio.
Pero el cristianismo es más peligroso que la
idolatría corriente, porque es una idolatría disfrazada
de monoteísmo según un
truco matemático interesante: El padre, el hijo y el
espíritu santo son tres,
pero 3=1. Es más peligrosa que la
idolatría porque basa su ideología partiendo de los
versículos del Tana”j
(La Biblia), como lo
definió
maravillosamente y concisamente Rashi: “Los discípulos de Jesus,
el cristiano,
que convierten a la Torá en parábolas
equivocadas e idólatras… y no hay más villano que el que
tergiversa las
palabras del D’s vivo” (Brajot 12B, comienza “minut” y
también “hu omer”). Por supuesto, también
eso se puede encontrar sólo en las ediciones sin censura
cristiana, como la
edición del Rav Shtainzalts.
Y esos mismos cristianos nos persiguieron durante
las generaciones, nos asesinaron, nos expulsaron, nos torturaron. La
inquisición actuó durante 650 años. En Portugal
fueron quemados vivos alrededor
de 2000 hombres y mujeres en 700 hogueras. En España, fueron
quemados vivos
alrededor de 3000 hombres y mujeres. ¡Ellos inventaron crueles
aparatos de
torturas, que el Marqués de Sade no se habría avergonzado
de ellos!
Y hasta hoy en día ellos no nos pidieron perdón. No
sé cómo podrán pedir perdón, pero ni
siquiera lo han intentado. Por supuesto,
en nuestros días ellos no pueden asesinarnos, acosarnos,
perseguirnos. Entonces
se han inventado un nuevo método: Abrazarnos, acariciarnos,
cubrirnos con
dinero, y de esa forma lentamente introducir influencia cristiana en
nuestras
vidas – lo que fue apodado “La Cruzada del Dinero”.
¡Ese es un dinero impuro! ¡No lo queremos! No
queremos dinero de los gentiles, no somos pedigüeños, somos
personas
trabajadoras que nos procuramos nuestro sustento con nuestra labor. No
somos
pobres necesitados. El Keren
LeIedidut desparrama cada
año en el
país 150 millones de shkalim en fondos de ayuda social, y ahora
también en la
educación – pero el Ministerio Social y el Ministerio de
Educación de nuestro
país gozan de un presupuesto de 150 millares. No queremos su
dinero impuro,
tómenlo de vuelta. No queremos ser limosneros, queremos ser
personas
trabajadoras. No queremos ser cristianos, queremos ser judíos.
Y por supuesto que no estamos dispuestos a aceptar dinero
de cristianos evangelistas. La traducción de la palabra griega
“evangelista”
es: Difusores de la "buena nueva" – es decir, misioneros. ¡Pero
su
buena nueva es muy mala para nosotros!
Tomen su dinero de vuelta a EE.UU. Como dijeron en
una época, ¡go home!, ¡we are not beggars!
Esa es la etiqueta: ¡“Sin cristianismo alguno”!