Parashat Bahar
10 de Iyar 5774 No
967
Rav
Azriel Ariel
No será exagerado decir que
Hay una profunda discusión entre los pensadores sociales en
cuanto al
valor básico del que emanan todos los valores sociales. Hay
quienes piensan que
la igualdad es el valor central (socialismo), otros dicen que
la libertad
es el valor central (liberalismo), y hay quienes arguyen que la compasión
es el valor central (cristianismo). El judaísmo no niega el
valor de la
igualdad – “[la producción agrícola en el año de
En los últimos años todo el mundo se convirtió en
una “aldea global”,
cuando el transporte de mercancías de un estado a otro y los
servicios a
distancia se hacen con mucha facilidad. Por ello, hay muchas empresas
eligen subcontratación
(contratado de obreros externos). Es decir: Cerrar unidades de
producción o
servicios, despedir obreros veteranos, y contratar los servicios o
adquirir la
mercadería en otro país, donde el costo es mucho menor.
¿Acaso eso está
permitido según la halajá?
Está muy claro que semejante acción ayuda al desarrollo
económico a
nivel nacional, pero el precio lo pagan esos obreros que no siempre
lograrán
encontrar otro empleo – sobre todo si no son jóvenes.
Aquí llega
Al respecto dicen nuestros sabios (Sifra Bahar, 3): “¿De
dónde
aprendemos que cuando tú vendes, debes venderle a tu camarada?
Nos enseñan: ‘Cuando
ustedes vendan una mercancía a su camarada’. ¿De
dónde aprendemos que cuando tú
compras debes comprar de tu camarada? Nos enseñan: ‘O compren de
la mano de su camarada’”.
Hay una gran discusión entre los sabios que determinan la halajá
respecto a esa enseñanza, cuyo significado es que hay que
preferir al hermano
en toda negociación. Hay quienes opinan que es una halajá
de por sí, que
obliga a toda persona a preferir el comercio con un judío, a
todo precio -
mientras ese precio no sea exagerado (así opina el Jafetz Jaim,
y el Gaón,
el Rav Ben Tzion Uziel zt”l). Hay quienes opinan que el consumidor
así debe
hacer hasta un precio un tercio más alto de lo acostumbrado (el
Rav Kuk zt”l),
y hay quien opina que esa obligación existe hasta un tercio del
precio en todo
sentido (el Gaón, el Rav Shaul Israeli zt”l). En
contraste, hay quienes
opinan que no se trata de una halajá de por sí,
sino que la mejor forma
de cumplir con la limosna para el necesitado. Según esa
opinión, no es
obligación preferir comerciar con un judío rico que no
necesita de la limosna,
pero cuando se trata de un judío pobre, esa es la mejor forma de
ayudarlo
respetuosamente (Shu”t Tshuvot VeHanagot).
El camino intermedio es presentado en la muy larga y completa responsa
del Shu”t Ateret Paz (primera parte, tomo 3, Joshen Mishpat
inciso 10),
cuya conclusión es que la preferencia del obrero judío no
es una halajá
obligatoria sino que una obligación moral y de valores para el
nivel de los
piadosos.
Esa determinación tiene muchas consecuencias en el plano de las
ideas y
la moral. A pesar que hay concepciones extremistas entre los
ecónomos, que
entienden que el mercado es una zona de competencia sin límites,
en la que “la
persona es como un lobo para con la persona”, y la única
consideración es la
ganancia,
Por ello, en caso de que la diferencia de precio es moderada, realmente
hay que preferir obreros judíos veteranos (y probablemente
también los gentiles
que son definidos como “guer toshav”) para con los cuales hay
una
obligación especial de hermandad. Esa consideración - la
hermandad - le da más
peso a la persona específica que se encuentra delante nuestro
que el provecho
económico a largo plazo en el plano nacional. Pero está
claro, de la misma
forma, que también
También en caso que no somos capaces de expresar el sentimiento
de
hermandad para con los empleados evitando totalmente su despedido,
tenemos la
obligación de ser sensibles al sufrimiento auténtico de
nuestro hermano, que
sin tener ninguna culpa se encontrará sin sustento. Esa
sensibilidad debe ser
expresada en la forma en que se realiza el proceso de eficiencia – en
toda una
gama de parámetros: Darle la oportunidad a cada empleado de
expresar su punto
de vista, tomar en cuenta en forma especial al que tendrá que
enfrentar
dificultades más que los otros, indemnizaciones generosas, ayuda
en cambio de
carrera, etc. Y en ese tema es bueno aprender de empresas que toman una
iniciativa de cambio de carrera de los obreros dentro de la empresa
misma,
cuando el que trabajó en un puesto que ahora es
desempeñado por una empresa
externa aprende otro oficio y recibe un puesto nuevo en otro grupo de
esa misma
empresa.
Esa responsabilidad – preocuparse por el hermano – recae sobre todo
sobre los empleados de la empresa como particulares (y más que
nada sobre los
directores), que tienen la responsabilidad personal de ayudar a sus
compañeros que
serán despedidos. La mitzva de la limosna – como
obligación formal de la
halajá – no recae sobre una empresa de accionistas
(cuando en la mayoría
de los casos, gran parte de sus propietarios no son judíos).
Pero en el nivel
personal, todo judío tiene la obligación de la limosna y
de brindar al
necesitado, y aquí, debe ver a su compañero de trabajo
como “el necesitado de
tu ciudad” que anteceden a otras personas pobres.
Que sean estas palabras, escritas en vísperas de Iom
HaAtzmaut
(el Día de
Rav
Shlomó Aviner
Bienaventurados somos que tenemos un gobierno
propio. Si nuestras
bocas se colmarían de alabanzas como el mar, no
alcanzaríamos a agradecerte a
Ti, D’s – todos los días, y no sólo en Iom HaAtzmaut (el
Día de
Cada gobierno y sus virtudes, cada gobierno y sus defectos. Respecto a
nuestro gobierno podemos decir que es irrelevante, porque lo que es su
deber no
hace, y se ocupa de lo que no es su deber.
¿Cuál es el deber del gobierno? Política y
seguridad, sociedad y
economía. ¿En qué tiene debilidades? Mantiene
negociaciones con asesinos para
entregarles trozos de nuestra tierra y liberar asesinos. Y así
también en
cuanto a la economía y la sociedad, hay en nuestro país
cientos de miles de
pobres hambrientos - y eso es algo que fue generado en los
últimos tiempos.
Cuando este gobierno fue elegido prometió grandes cosas, pero en
la práctica no
hizo ni pequeñas cosas. Y a pesar de ello, lo bendecimos
diciendo “esfuérzate y
fortalécete”.
A cambio, para mostrar que hace algo, para hacerse acreedor de la
simpatía del público, o para ser más exactos el
sector más bajo del público,
decidió hacerse cargo del trabajo de los talmidei jajamim
(eruditos del
estudio de
Por supuesto, los talmidei jajamim no
son
celosos, y dicen: Ojalá que todo el pueblo de D’s sean talmidei
jajamim,
y todos Tus hijos estudiosos de D’s. Pero mientras tanto, no hemos
llegado a
esa situación. Y no todo diputado puede nombrarse a sí
mismo dictaminador de la
halajá, y por supuesto que no en asuntos muy severos
relacionados con el
estado.
No todo el que tiene una pequeña kipa sobre su cabeza
es un talmid
jajam, sino como fue dicho: “‘Por cuanto los labios del Cohen
deben
guardar conocimiento, y deben buscar
E incluso no cualquier Rav se encuentra en un nivel tal que se puede
decir de él que es un gran talmid jajam que puede
decretar la halajá,
incluso si sus obras son de gran provecho para su comunidad. Por
supuesto que
pequeños o medianos Rabanim (Rabinos) no deben pretender
ser los que
determinan la halajá, por supuesto que no si eso lo
hacen para caer en
gracia a los ojos del público, mostrándose como si
facilitasen la vida, como si
fuesen más atentos y amigables con el público.
En los últimos tiempos distintos diputados – religiosos o no,
también
completos ignorantes de la halajá – comenzaron a
determinar la halajá
en todo tipo de campos:
1. Todo Rav podrá realizar conversiones – lo que
permitirá conversiones
sin aceptación del yugo de las mitzvot, y de esa forma
provocarán
divisiones dentro del pueblo y será necesario que cada familia
escriba su árbol
genealógico.
2. Entierro de gentiles en cementerios judíos.
3. Un solo Rav HaRashi (Supremo Rabino de Israel) en vez de
dos
– lo que produce una división entre los tribunales religiosos y
el Rav
HaRashi.
4. Elección de las personas que integrarán el cuerpo que
deberá elegir
al Rav HaRashi – es decir, aumentando la cantidad de electores
seculares
y disminuyendo el número de Rabanim en ese cuerpo.
5. Elección de supremos Rabinos de cada ciudad.
6. Sanciones disciplinarias contra Supremos Rabinos de ciudades que
emitan su opinión en temas que no sean de la halajá.
7. Obligación de los Rabanim de proporcionar certificado
de kashrut
a negocios que están abiertos en Shabat.
8. Trasferencia del sistema de certificación de la kashrut
de
manos de
9. Las Asambleas Religiosas estarán compuestas en su mitad por
mujeres.
10. El director de los Tribunales Religiosos será nombrado por
el
Ministerio de Justicia, y no estará subordinado a
11. En la asamblea que nombra jueces religiosos habrá 4 mujeres.
12. Los tribunales religiosos no podrán emitir fallos monetarios
tratándose de divorcios.
13. “Pacto de pareja” – es decir, casamiento civil entre un hombre y
otro hombre, una mujer y otra mujer, lo que producirá una
división dentro del
pueblo y cada familia se verá obligada a escribir su
árbol genealógico.
14. Todo Rav podrá inscribir parejas que quieren casarse,
incluso si no
se encuentran en su distrito.
15. Ley de “útero de alquiler” (un acuerdo en el que una mujer
acepta
quedar embarazada mediante técnicas de reproducción asistida,
con el objetivo de
engendrar y dar a luz un niño que será criado como propio
por otra persona),
también para quienes no constituyen una familia – incluso un
hombre que vive
con otro hombre, una mujer que vive con otra mujer.
16. Adopción de niños de una religión por parejas
de otra religión.
17. Enrolamiento de los estudiantes de ieshivá (centro
de
estudio de
18.
19. Ley de inspección de los mohalim.
20. Ley de las Balaniot, que les prohíbe preguntarle a
la mujer
que viene a la mikve si lo hace como corresponde según
la halajá.
Por ello, tenemos una proposición para los queridos diputados,
religiosos o no, y para los partidos políticos, religiosos o no:
Por favor,
ocúpense de los asuntos que es su tarea para lo cual fueron
elegidos, como
seguridad, política, sociedad y economía. Por favor, no
determinen en temas de
medicina, ciencia y halajá. Se necesita un poco de
raciocinio y un poco
de humildad para no ocuparse de lo que no entienden ni fueron
autorizados.
Dejen la determinación de la halajá en manos de
los talmidei jajamim,
los Rabanim y
Sí. Bienaventurados somos que tenemos un gobierno, con todo lo
difícil
– bienaventurados somos, y añadiremos más y se
cumplirá: “Bienaventurado es el
pueblo que así le es, bienaventurado es el pueblo que el Eterno
es su D’s”
(Tehilim 144:15)