Parashat Ki Tisa
15 de Adar Alef 5774 No
956
Rav Zeev
Karov (reimpresión)
Luego que en
Desde el punto de vista moral humano, del humanismo, no es nada simple.
¿Por qué “nos prepara” D’s una tierra como esa?
¡¿Acaso El Creador no sabe que
no es moral expulsar un pueblo de su tierra?!
Todos conocemos el comentario de Rashi al principio del libro Bereshit
(Génesis): “Toda la tierra le pertenece a D’s, Él la
creó y la entrega a quien
le parece correcto. Cuando quiso se la entregó a ellos, y luego
se las quitó y
nos la entregó”. Rashi utiliza en su comentario una idea que se
encuentra
expresada en forma textual en un versículo de Irmyau: “Yo he
hecho la tierra y
a los hombres y las bestias que se encuentran sobre la faz de la tierra
con Mí
gran poder y con Mi brazo extendido, y Yo se lo entregué a quien
Me pareció
correcto” (Irmya 27:5). A primera vista, suena muy arbitrario e
injusto. ¿Acaso
D’s no es sensible al sentimiento de las personas? ¿ Acaso no
puede procurarle
a Su pueblo una tierra “limpia”, sin dificultades ni luchas?
El código moral producto del sentimiento y el pensamiento
humano, no es
claro ni absoluto. Si el intelecto humano fija las pautas morales, la
moral
será subjetiva y variable. Hay quien piensa que algo es moral, y
hay quien
piensa que es corrupto.
Ya dijeron los filósofos - entre ellos Nitche - que quien se
considera
ateo no puede hablar de justicia y moral, porque lo que es justo para
uno, no
lo es para otro; no existe en el mundo ateísta conceptos de
justicia y moral.
En ese mundo se puede hablar a lo sumo de leyes arbitrarias que fueron
fijadas
por la sociedad, pero nada más. Cuando hablamos de un
código moral absoluto que
debe ser aceptado por toda la humanidad, eso implica que sea reconocida
una
fuerza suprema y absoluta que fija qué es moral y justo.
Ese es el punto que le es aclarado a Am Israel (el Pueblo de
Israel) en el Pecado del Becerro de Oro. El intento de aproximarse a
D’s según
el intelecto y la voluntad humanos, pretender hacer un becerro sin
haber
recibido la “orden Divina”, los hace caer. Ese camino los aleja del
singular
sendero que tiene por objetivo trasmitir que “Yo soy el Eterno en la
tierra”
(Shmot 8:18).
El reconocimiento humano de la existencia de un Creador del mundo, es
aclarado justamente cuando El Eterno elige un pueblo de entre los
demás y una
tierra de entre las otras. No se trata de una elección
arbitraria, sino que de
la elección Divina, que conoce cuál es el bien absoluto y
la verdad absoluta.
Es una elección que quizás el hombre no la entiende, pero
puede comprender que
si bien él es limitado en su comprensión, hay alguien que
no lo es.
En contraste con toda doctrina humana, que varía con los cambios
de cada
época,
D’s le confirió al Sionismo laico un gran papel: El regreso de Am
Israel a su tierra luego de dos mil años de galut (exilio).
Le
entregó grandes fuerzas para erguirse luego de la
destrucción, luchar, vencer y
edificar el estado. Pero ese Sionismo se desconectó, dejo de ser
consciente de
su propio origen. Ese es un Sionismo que intentó erigir todo de
acuerdo al
intelecto y la moral humanas, y desvincularse del origen Divino.
Semejante
intento puede mantenerse en pie un corto lapso de tiempo. Los
cuestionamientos
respecto a la meta del Sionismo, nuestro derecho a Eretz Israel,
la
necesidad de la existencia y continuación de Am Israel
como pueblo, no
reciben respuestas auténticas y sólidas cuando se
utilizan sólo criterios
humanos. A fin de cuentas la humanidad - que constantemente cambia de
valores e
ideales - no sabe a ciencia cierta para qué existe y qué
quiere de sí misma.
El bien de Am Israel y el bien de la humanidad exigen la
existencia de Am Israel y el desarrollo de su vida en “la tierra de la cual el Eterno, tu D’s,
tiene especial cuidado, los ojos del Eterno están siempre sobre
ella, desde el
principio hasta el fin del año” (Dvarim 11:12).
Rav
Shlomó Aviner
La prohibición del reclutado de mujeres
en el ejército no es una
pregunta personal, sino que general, que incumbe a toda la totalidad de
Am
Israel (el Pueblo de Israel), por lo que debe ser tratada por la Rabanut
HaRasit (el Supremo Rabinato de Israel) – que es el cuerpo
encargado de la
determinación de la halajá para toda la
nación. Y por ello, es muy
importante saber qué determinó ese cuerpo, como es
detallado en el libro "HaRabanut
HaRashit LeIsrael, Shivim Shana LeIsoda" del Rav Itamar Vraptig y
el
Rav Shmuel Katz (las citas son de ese libro).
12 de Kislev 5708. La Rabanut HaRashit exhorta a todos los
jóvenes a enrolarse en el ejército (1310-812).
24 de Kislev 5708. Es exigido de las organizaciones nacionales
"no hacer recaer la obligación de reclutamiento sobre las
mujers"
(1311-813).
25 de Av 5708. El Gaón (genio del estudio de la Torá),
el Rav Herzog exigió del gobierno:
1. Mujeres casadas estarán exentas de la obligación de
enrolarse.
2. Mujeres solteras podrán pedir ser exentas en base a razones
religiosas.
3. Corregir las condiciones de servicio de las mujeres en su base
militar (1319).
23 de Iyar 5730. Las organizaciones de la Rabanut HaRashit deciden
"oponerse al enrolamiento de mujeres en el ejército" (1326).
30 de Iyar 5730. La Rabanut HaRashit le hizo saber al Primer
Ministro sus decisiones: Oposición terminante a la ley que
obliga a las mujeres
enrolarse en el ejército, por los peligros que eso encierra
(1328).
21 de Adar Aef 5711. Una delegación de Rabanim (Rabinos),
dirigida por el Gaón, el Rav Herzog se encontró
con el Primer Ministro y
Ministro de Defensa y le exigió no presentar la
corrección a la ley de
enrolamiento obligatorio - que exige el enrolamiento de todas las
mujeres en el
ejército, incluso las religiosas. Luego que este no
aceptó esa exigencia, la Rabanut
HaRashit publicó: "Declaración de la
Rabanut HaRashit de Israel del día 21 de Adar Alef
5711 en cuanto
a la corrección a la ley de reclutamiento obligatorio que
será tratada por el Kneset
(el parlamento): Luego de haber aclarado la situación,
publicamos la
opinión según la Torá que el
reclutamiento de mujeres – incluso solteras
– en el marco militar de cualquier forma que sea, está
totalmente prohibido.
Firmado: Itzjak Aizik HaLevi Herzog, Ben Tzion Meir Jai Uziel –
Supremos
Rabinos de Israel".
11 de Elul 5712. La Asamblea de la Rabanut HaRashit decide:
Toda muchacha religiosa que declara que es religiosa, será
exenta del servicio
militar (1343, y véase 429-430).
27 de Tamuz 5713. La Asamblea de la Rabanut HaRashit
expresó su
dolor porque la ley de reclutamiento obligatorio de mujeres
todavía está en
vigor (1346, y véase 606).
23 de Tevet 5714. El Gaón, el Rav Herzog le pidió
al suplente
del Primer Ministro, y este le prometió, que las muchachas que
hacen Sherut Leumi
(marco voluntario optativo) no serán enroladas en el
ejército, y no
vestirán uniforme (1348).
20 de Tevet 5738. El Gaón, el Rav Iosef
determinó: Las mujeres
tienen prohibido prestar servicio en el marco de Mishmar Ezraji
junto
con hombres extraños (1442).
10 de Tevet 5746. El Gaón, el Rav Avraham Shapira y el Gaón,
el Rav Mordejai Eliahu y el Supremo Rabinato le responden a los que
preguntan:
Ya desde los tiempos del Rav Hertzog y el Rav Uziel hay una
decisión de la Rabanut
HaRashit según la cual está prohibido el
reclutamiento de las mujeres en el
ejército en todo tipo de marco que sea, incluso maestras, y esa
decisión está
en vigor también hoy en día, sin cambio alguno (1541).
Adar 5747. La prohibición de la Rabanut HaRashit del
reclutamiento de mujeres en el ejército es válida
también hoy en día (1458).
9 de Jeshvan 5752. La prohibición de la Rabanut HaRashit
en
cuanto al reclutamiento de mujeres en el ejército incluye
maestras y el marco
llamado Naja"l (1477, y véase 606).
Anexo: La opinión de nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk.
Miljemet Mitzva (guerra que es mitzva) es
una de las 613 mitzvot que todos están obligados a
cumplir,
"incluso el novio sale de su cuarto y la novia de su jupa"
para cumplirla, como dice la Mishna. También las mujeres
están incluidas
en la mitzva de Miljemet Mitzva, como acotó el
autor del libro Minjat
Jinuj. Y la determinación del Ramba"m es como está
escrito en la Mishna:
"Tratándose de Miljemet Mitzva todos salen a luchar,
incluso el
novio de su cuarto y la novia de su jupa". La situación
hoy en día
es definida como Miljemet Mitzva, ya sea según la
opinión del
Ramba"n por tratarse de una lucha por la conquista de Eretz Israel
(la Tierra de Israel), ya sea según la opinión del
Ramba"m por tratarse de
una lucha para salvar al pueblo del enemigo, que proviene de la orden
de la Torá
"no te quedarás quieto ante la sangre de tu prójimo"
(Vaikra 19:16).
Pero "el hombre acostumbra a conquistar, y la mujer no acostumbra a
conquistar", por ello el Radba"z suaviza un poco las palabras del
Ramba"m y dice que "puede que tratándose de Miljemet Mitzva
las mujeres proporcionaban agua y alimento a sus esposos". El Radba"z
innova que las mujeres no salían a
luchar con armas en las manos, sino que ayudaban a los soldados – pero
su
innovación no es mencionada ni en la Mishna, ni en la Gmara
ni en
el Ramba"m que copió la formulación de la Mishna
al pie de la
letra. Está claro que la intención del Ramba"m es que las
mujeres
participan de todos los papeles en la lucha.
Pregunta: ¿Acaso eso no contradice la regla que "el hombre
acostumbra a conquistar, y la mujer no acostumbra a conquistar"?
Respuesta: Por lo visto esa regla no habla del caso de Miljemet
Mitzva, cuando es obligación luchar.
Pregunta: ¿Pero llevar armas es una costumbre de los hombres, no
de
las mujeres? [y está prohibido que la mujer acostumbre como
hombre, o
viceversa. N. del T.]
Respuesta: No está tan
claro que en situación de guerra esté prohibido, y
peligro de vida exime de
toda otra prohibición. Las mujeres tomaron parte activa en el
milagro de Januca,
y también Yael en la lucha contra Sisra. De todas formas, eso no
fue en el
campo de batalla mismo.
Así es la halajá
básica, pero por supuesto que hay determinaciones puntuales
según la situación
de pruebas y obstáculos del recato. En el servicio militar de
las mujeres hay
peligro de perjuicios morales, y le es difícil a la muchacha
cuidar la entereza
de su recato. Hay quienes arguyen que nuestras muchachas son fuertes y
no les
ocurrirá ningún perjuicio. Pero tratándose del
tema de las relaciones hay
distintos niveles: Hay situaciones muy severas, respecto a las cuales
fue dicho
"se dejará matar, y no trasgredirá", y hay situaciones
que no son
exactamente tan severas. De todas formas, todas esas dudas no son
válidas en el
plano de la halajá básica, según la cual
por supuesto que las mujeres
deben tomar parte activa tratándose de Miljemet Mitzva.
Todas las dudas
son desde otro aspecto, y quizás depende de cada muchacha en
particular. Pero
la realidad es que en el ejército hay un deterioro del recato.
No hay una determinación
clara, y el que realmente desea saber qué hacer debe preguntar a
"el juez
que esté en aquellos días" (Dvarim 17:9) – los Rabanim
HaRashim
(Supremos Rabinos), que todos esos temas le son sabidos también
a ellos, y por encima
de eso ellos gozan de inspiración Divina en sus resoluciones, y
por ello se
debe confiar en ellos en todo tema, porque "del cielo los nombraron".
Hay un cuento famoso respecto a dos personas que tenían un
pleito y no estaban
conformes del fallo que recibieron, y llegaron ante el Rav Tzvi Hirsh
Broida de
Salant para preguntar su opinión, y él se negó.
Explicó: "La primera vez
que ustedes se presentaron ante el juez, llegasteis con seriedad y
respeto, por
lo que se cumplió "el Eterno se encuentra en la
congregación del
Señor" (Tehilim 82:1). Pero ahora, llegasteis sólo a ver
que les dicen,
por ello no habrá inspiración Divina en el fallo". En el
tratado Psajim
nuestros sabios enumeran "siete cosas que están ocultas a los
ojos de la
persona", y una de ellas es "la profundidad del fallo". Rashi
explica de dos formas distintas: La profundidad del fallo en el futuro,
es
decir la profundidad en el plano espiritual. Y la profundidad del
fallo, que la
mayoría se equivocan en él. Después de todas las
aclaraciones e
investigaciones, se llega a la resolución final, y todo depende
de si esa
resolución cuenta con la inspiración Divina o no, y esa
es la profundidad del
fallo (Sijot Rabeinu, Binian HaBait, Pág. 55. Todas las fuentes
allí son
explicadas en extensión).
Nuestro Rav, el Rav Tzvi
Iehudá Kuk, salió a presenciar el desfile del
ejército en Iom HaAtzmaut (el
Día de la Independencia), batió palmas a todas las
unidades del
ejército que desfilaron, pero cuando desfilaron las soldadas –
no batió palmas
(el libro mencionado al principio del artículo, 911).