Parashat Vaishlaj
13 de Kislev 5774 No
943
Rav Zeev
Karov
(reimpresión)
En la Parashá anterior, D’s le
enseñó a Itzjak que Esav no será
parte de la familia. Los esfuerzos de Itzjak por acercar a Esav y
entregarle
una bendición, terminaron con el “hurtado” de Iaacov. “Y
sintió Itzjak un gran
temor” (Bereshit 27:33), es el temor que sintió porque Esav no
será parte del
proceso de la vida de Am Israel (el Pueblo de Israel).
En nuestra Parashá, Iaacov recibe un “curso”, en lo que
respecta
a su relación con Esav. Al principio, Iaacov siente que Esav es
“su hermano”.
Iaacov piensa que ese hecho anuncia un lazo de hermandad,
colaboración cultural y de valores.
Lentamente, él aprende que no es así. El cambio de Iaacov
es generado luego del
encuentro con el ángel. “Y luchó un hombre con él
hasta el romper del alba”
(Bereshit 32:25). No fue especificado por qué lucha ese hombre
contra él; es
una lucha por la lucha en sí. Iaacov aprende que la lucha con
Esav es de raíz,
esencial, y no depende de causas superficiales, sean cuales sean.
Tenemos anhelos espirituales elevados,
que abarcan toda nuestra vida. El
papel de Am Israel es vivir una vida plena, con kdushá
(santidad). No sólo en
momentos o acontecimientos determinados, sino
que en todo momento - en la tfilá (oración)
y en la comida, en el
Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá),
y en el
mercado.
Esav está dispuesto a comportarse de vez en cuando con rectitud
y kdushá.
Por ejemplo, respetó a su padre, pero hasta determinado punto,
nada más.
“Llegarán los días del duelo de mi padre, y mataré
a Iaacov, mi hermano”
(Bereshit 27:41). Esav no tiene ningún problema en
“liquidar” a su hermano.
Pero Iaacov es todo lo contrario: En toda acción, y en todo
momento se
encuentra frente a sus ojos la moral Divina. Incluso es incapaz de
soportar el
pensamiento que alguien le robe algo a Lavan, el ladrón, incluso
sean sólo sus
ídolos.
Al principio, parecería ser que Iaacov hará todo para
apaciguar y
conciliarse con Esav. Pero en la práctica, a medida que el
encuentro va
avanzando, él revela una actitud muy fría para con Esav.
Incluso cuando Esav
solicita conocer la familia de Iaacov, este se niega, con amabilidad
pero con
firmeza. También la proposición de “emprendamos la marcha
y vayamos, y yo iré
junto contigo” (Bereshit 33:12), es respondida con una negativa: “Los
niños son
tiernos, y tengo que mirar por las ovejas” (Bereshit 33:13). Enseguida
después
de esa negativa, está escrito: “De manera que se volvió
Esav aquel día por su
camino para Seir, e Iaacov marchó a Sucot, donde edificó
para sí una casa”
(Bereshit 33:16-17). Iaacov edifica su casa justamente luego de
despedirse de
Esav. E inmediatamente después: “Y llegó Iaacov pleno”
(Bereshit 33:18).
Am Israel no puede hacer partícipes de su
vida a otros pueblos. Cada pueblo tiene su cualidad de vida propia, y
una meta
propia que dictaminó la Providencia Divina. La cualidad de Am
Israel, “Iashar
- El” (directo - D’s, en
hebreo) es tan especial y
particular, que una vida de colaboración con otros pueblos le
impedirá la
materialización de la vida propia de Iaacov.
Por supuesto que tenemos lo qué aprender de los demás
pueblos: No toda
la sabiduría, no toda la belleza, y no toda la justicia se
encuentra en Am
Israel. Nuestros sabios dijeron: “Sabiduría en los gentiles,
es cierto”. Y
también “la belleza de Iefet morará en la tienda de
Shem”. Podemos tomar el
ejemplo de nuestro Rav Moshé, que aprendió de su suegro
cómo dirigir el sistema
judicial de Am Israel, y hay lo que aprender de los gentiles.
Cuando fue dicho “un pueblo que
habitará sólo” no nos fue prohibido relacionarnos
con los demás pueblos o aprender de ellos. El distanciamiento
categórico es en
dos aspectos: Llevar una vida conjunta, y tomar de ellos valores que
son
básicos en nuestro pueblo. “Torá en los demás pueblos,
no es cierto”.
No
es por azar que nuestra Parashá
concluye con muchos versículos que describen las generaciones de
Esav: Somos
parte del mundo, y ellos son parte nuestra. Pero para ello, no es
necesario que
vivamos una vida conjunta, y absorbamos dentro nuestro parte de sus
valores y
sus creencias.
Así escribe el Rav Kuk: “El aspecto interior
de la vida, es pleno en Am Israel, y no es necesario valerse de
ninguna
fuerza ajena del mundo, y todo gobierno de Israel emana del interior de
la vida,
‘de entre tus hermanos – de los selectos de entre tus hermanos’. El
aspecto superficial
de la vida, a veces es necesario complementarlo justamente del
exterior,
“la belleza de Iefet en la tienda de Shem”… y de la abundancia de la
vida
interior, Kneset Israel (el alma de la totalidad
genérica del Pueblo de
Israel) sólo influye, y no es influida. ‘El Señor
sólo la conduce, y no hay con
Él ningún dios ajeno’ (Dvarim 32:12)”.
También para materializar la meta de
ser una luminaria para los pueblos, y cumplir el versículo:
“¡Dad gracias al
Señor, invocad Su Nombre, haced conocer entre las naciones Sus
hazañas!”
(Divrei HaIamim Alef 16:8), no es necesario que seamos diseminados
entre los
pueblos, ni tampoco es necesario que introduzcamos dentro de nuestro
mundo
elementos ajenos. Debemos vivir nuestra vida singular en nuestra
tierra, siendo
fieles a nuestra moral especial, y de esa forma alumbraremos a todo el
mundo.
Encenderemos las velas al costado de
la puerta de nuestra casa, y de allí alumbraremos fuera, a todo
el mundo.
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Movimiento
juvenil separado
Rav
Shlomó Aviner
“En cuanto a los bailes mixtos, D’s no lo permita, ni mencionar abrir
una brecha en las normas de nuestra santa Torá y las
normas del recato y
la pureza que son respetadas por los creyentes íntegros de Am
Israel (el
Pueblo de Israel) desde siempre. Y D’s no lo permita, no se debe imitar
a los
que se han rebelado frente a la Torá y el temor a D’s,
y no respetar
algún pequeño detalle de esa prohibición…” (Shu”t
Daat Cohen 30).
“Lo que no cabe ninguna duda, es que lo que se permitieron ahora los
directores de la Gimnasia, juntar ambos sexos, jóvenes muchachos
y jóvenes
muchachas en un mismo instituto, y en un mismo aula, sin ninguna
separación
recatada como se acostumbra en el judaísmo, que es
también lo acostumbrado
según la cultura humana en la mayoría de los
países modernos, el pecado comenzó
en las escuelas de las Moshabot. Sólo D’s sabe
qué daño moral traerá
semejante conducción” (Iguerot HaReaya Alef 316).
“Los sexos, los niños y las niñas, deben ser separados en
secciones
diferentes. No se puede imaginar el daño educativo que se
produce por esa unión
anti natural en nuestras escuelas, para los chicos y los grandes”
(Iguerot
HaReaya Bet 51-52).
“La mezcla de los sexos, los niños y las niñas, en toda
escuela, y sobre
todo en la Gimnasia, cuando se trata ya de muchachos mayores… alcanza
con decir
que en su mano ellos empuñan no la bandera de nuestros
antepasados, sino que la
bandera de la antigua Grecia” (Iguerot HaReaya Bet 63).
Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk:
“…Y por supuesto todo eso cuando se va a pasear niños y
niñas por
separado, y de ninguna forma no van mezclados juntos. No hay ninguna
forma de
permitir cumplir una mitzva haciendo una trasgresión,
enseñándoles Torá
cuando están mezclados juntos. Y el que cuida a Israel nos
cuidará y nos
protegerá con Su bondad… y todo el nombre de ‘movimiento mixto’
es espantoso y
estremecedor. ¿Por qué no se puede niños y
niñas por separado?” (Tjumin Guimel
386).
“En cuanto a los paseos en general por supuesto que se necesita gran
aclaración y vigilancia y dirección para que no se
mezclen muchachos y
muchachas juntos, D’s no lo permita. Como está escrito
‘muchachos y también
vírgenes, ancianos con jóvenes’ (Tehilim 148:12),
entonces alabarán – y no
profanarán – el Nombre de D’s, porque será enaltecido
sólo Su nombre, y será
alabado sobre la tierra y el cielo. Y elevará a Su pueblo, y
alabanzas para todos
Sus piadosos, y los hijos de Israel, Su pueblo cercano, alabado sea”
(Tjumin
Guimel 386).
“Un movimiento religioso juvenil mixto, no conozco ninguna forma de
permitirlo. Si es ‘para mejorar un poco la situación
allí’, hay que aconsejarse
con mayores que sean grandes estudiosos de la Torá y con
puro temor a
D’s auténtico” (Tjumin Guimel 383).
“Bendito sea D’s, 16 del cuarto 5740
Cada día repetimos y volvemos a repetir y alabamos en Psukei
DeZimra
(parte de la oración matutina) el orden normal en el
judaísmo, ‘muchachos y
también vírgenes, ancianos con jóvenes’ (Tehilim
148:12).
Y ahora, no nos engañaremos a nosotros mismos como si fuese
permitido
mezclar muchachos y muchachas. Y la verdad se elevará de la
tierra.
Aprenderemos de los ancianos de las generaciones anteriores y
continuaremos con
todo el vigor y la valentía del sionismo judío en todo su
esplendor en Israel,
con bendiciones de pureza fija.
Anhelando nuestra plena salvación” (Carta escrita como
reacción al
librillo que habla de movimiento juvenil mixto, como si estuviese
permitido).
“Ya he escrito varias veces en cuanto a la mezcla de muchachos y
muchachas que no hay ninguna forma de permitirlo. Y por supuesto que
hay que
protestar e intentar corregirlo. Y en cuanto al provecho que hay de
semejantes
paseos para acercar corazones al judaísmo, esa es una mitzva
que se
cumple haciendo una trasgresión y profanando el Nombre de D’s. Y
es también lo
mismo en cuanto a las marchas de Gush Emunim (movimiento
derechista que
organizaba marchas como parte de los festejos del Día de la
Independencia). Y
lo positivo es vigilar y cuidar con dirigentes fieles, que tengan
autoridad”
(Ídem).
“Pregunta: ¿Cuál debe ser la actitud frente a Bney Akiva?
¿Acaso ese
movimiento juvenil actúa de acuerdo a la halajá?
Respuesta: No conozco ninguna forma de permitir mezclar muchachos y
muchachas mayores. No se si ellos recibieron permiso de alguna
autoridad de la halajá”
(Gadol Shimusha 72).
“No hay que mezclar muchachos y muchachas judíos. Toda alma de
una
muchacha es parte de la santidad de Am Israel, y también
toda alma de un
muchacho. Y el versículo comienza con las mujeres, ‘así
dirás a la Casa de
Iaacov’ – ‘esas son las mujeres’. Ambos son partes muy importantes,
pero no
juntos. Y también en Psukei DeZimra, ‘muchachos y
también vírgenes’, no
está escrito ‘muchachos con vírgenes’, en forma semejante
a lo que dice el
versículo a continuación, ‘ancianos con jóvenes’.
Ancianos y jóvenes pueden
estar juntos, pero no los muchachos y
las muchachas. Todo es kadosh y valioso, pero no mezclado”
(Charla a la
gente de Keshet).
“La educación mixta no es parte de la normalidad judía.
En el judaísmo
normal, sano y correcto – ¿alguien sabe qué es? – los
jóvenes estudiaban en el Jeider
y las niñas estudiaban en la escuela. Cuando llegamos a Israel
había
dificultades económicas en las Moshabot, y por ello se
acostumbraron a
esa mezcla. Pero en forma básica, no había algo de eso
anteriormente. Mezclar
niños y niñas no es algo sencillo, es contrario a la
naturaleza del hombre y
las halajot del recato.
Pregunta: ¿Acaso se puede ir a vivir a un asentamiento religioso
en el
que hay una escuela mixta donde estudian niños y niñas?
Respuesta: Es sobre entendido que hay que separar los niños de
las
niñas” (Charla a habitantes de Kibutzim y Moshabot).
“Pregunta: ¿Acaso está permitido enviar niños a
una actividad mixta?
Respuesta: ‘Muchachos y muchachas juntos’ – no conozco ninguna forma de
permitirlo.
Pregunta: ¿Y lo que permitió Shu”t Sridei Esh…?
Respuesta: Se trataba de salvar niños de la asimilación
entre los
gentiles.
Pregunta: ¿En un movimiento juvenil mixto – como Ezra o Bney
Akiva – hay
más cosas positivas que negativas?
Respuesta: Hay allí cosas buenas, y hay también ciertos
aspectos que
necesitan ser corregidos. ¿Acaso debe ser justamente mixto? Hay
que corregir
esa situación, con sabiduría y conocimiento, con
pedagogía y educación” (Ídem).
“Mezclado de jóvenes muchachos y muchachas – no conozco ninguna
forma de
permitirlo” (lo repitió muchas veces en sus conversaciones).
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Director del
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Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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