Parashat Ki Tetze     11 de Elul 5773     N^o 931

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Cuando salgas
Rav Eran Tamir

La Parashá “Ki Tetze” (cuando salgas, en hebreo) es una Parashá que incluye en ella muchas mitzvot (alrededor de 70), más que cualquier otra Parashá de la Torá. ¿Por qué? ¿Cuál es el denominador común de la mayoría de esas mitzvot, y qué nos enseña?
La Parashá es como su nombre lo indica, habla de las situaciones que están fuera del orden normal de la vida, una salida fuera de la correcta rutina de la vida personal y de la sociedad en general: La situación de una gentil cautiva en la guerra, una esposa odiada, un hijo rebelde, una persona que se mereció la muerte y fue colgado, pertenencias que se perdieron, un hermano cuyo toro o burro se han desplomado en el camino, la pérdida de la identidad del hombre o la mujer vistiendo prendas del otro sexo, divorcio, violación, seducción, prostitución, robo, préstamo, Ibum, guerra, etc.
Por supuesto que deseamos una vida rutinaria correcta, según el orden normal de las cosas: Paz, éxito en la vida de pareja y la educación de los hijos, una posición económica sólida, etc. Y debemos hacer todo lo posible para que nuestra vida se dirija en la forma correcta y adecuada. Pero la vida está colmada de situaciones extraordinarias, parte de ellas imprevistas, y el dolor y el sufrimiento en esas situaciones pueden ser muy grandes.
Podemos decir que lo que la Torá nos quiere enseñar es que nuestro mundo con su carácter, su esencia, es un mundo con mucho desorden en todos los campos de la vida. Por lo tanto, debemos en primer lugar reconocerlo y no pretender en forma ilusoria que todo sea normal y correcto según nuestra voluntad, según la verdad, ahora y aquí. En segundo lugar, debemos identificar cuál es la salida del orden según el raciocinio, y no desplomarnos sentimentalmente por la situación anormal. En tercer lugar, debemos encontrar la forma de actuar adecuada para hacer llegar al mundo y la vida al orden correcto según la verdad. Y en cuarto lugar, debemos saber que justamente en esas situaciones la persona es puesta a prueba, y justamente a través de ellas puede elevarse y mejorarse.
Por ello, justamente en la Parashá que se habla de la salida del orden normal encontramos la abundancia más grande de mitzvot, más que en toda otra Parashá, para enseñarnos que toda la intención del cumplimiento de la Torá y las mitzvot es ser partícipe activo del corregimiento del mundo a través de las situaciones extraordinarias de la vida particular, familiar y general, para hacerlo llegar a su cometido y redimirse, a través de nuestros esfuerzos. Con la ayuda de D’s, haremos y tendremos éxito.

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No aceptes dinero maldito
Rav Shlomó Aviner

No aceptes dinero maldito, no recibas dinero de organizaciones cristianas, misioneros, o relacionados en forma directa o indirecta con la misión. Por supuesto, no estamos diciendo que si aceptarás ese dinero te convertirás al cristianismo, D’s no lo permita. Pero otros sí se convertirán. Es como la tarjeta de entrada de ellos a Am Israel (el Pueblo de Israel) para cristianizar otros, y ya en su momento escribió el Rav Kuk (Iguerot HaReaya Bet) que no es correcto recibir remedios de cristianos, incluso cuando se trata de peligro de vida, porque de esa forma les abrimos una puerta para cristianizar otros judíos.
Nosotros bien los conocemos, y si no lo crees, busca en el Internet y te convencerás. Los conocemos ya hace 2000 años. Al principio, querían convertirnos al cristianismo, y de momento que no tuvieron éxito intentaron matar nuestro pueblo. Pero tampoco eso lo lograron, entonces intentaron expulsar y desmenuzar, y D’s nos salvó de ellos. Entonces decidieron perseguir y humillar. De momento que nada de eso tuvo éxito, decidieron conquistarnos con el dinero – la "Cruzada del Dinero". Es su nuevo método. Busca en el Internet.
Al principio del regreso a Tzion se alborotaron los musulmanes y los cristianos. Dijeron los musulmanes: ¡Matar! Dijeron  los cristianos: Abrazar y ahorcar. Ese es su método.
En efecto, tenemos una larga contienda con la idolatría, desde la época de nuestro patriarca Avraham hasta hoy en día. Y ya explicó el Ramba”m en su libro “More Nebujim” que toda la Torá es una sola cosa: Lucha contra la idolatría. Y nosotros continuamos con esa contienda, vamos venciendo, y la idolatría va desapareciendo. Es cierto que todavía hay mucha idolatría en el lejano oriente, pero en este momento ellos no son una amenaza seria. No así el cristianismo, que tiene 2 millares de adeptos.
Es cierto que formalmente el cristianismo no se define como idolatría, y si le preguntarás a un cristiano lo negará rotundamente. Pero si le preguntarán:
- ¿Tú le rezas a esa persona?
- Por supuesto, él contestará.
- Entonces, tú le rezas a una persona de carne y hueso, ¿no es idolatría?
- No – explicará – esa persona no es una persona, es un dios, dios de dioses. Luz de luces.
Entonces, seguro que es idolatría: Convertir una persona en dios, ¡¿qué nombre se lo puede llamar, si no es idolatría?!
No estamos aclarando si según la halajá asociación de alguna entidad a D’s es considerado idolatría para un gentil o no – es decir, rendirle culto a D’s y a alguna otra cosa aparte de Él. Según el Ramba”m – si. Según una opinión de Rav Tam – no. ¡Pero para nosotros, seguro que es idolatría! Presta atención a los libros de halajá, que nos dirigen en nuestra vida cotidiana – como Shuljan Aruj o Kitzur Shuljan Aruj – y detallan las halajot relativas a la idolatría. ¿De quién están hablando? Es más, muchas veces es mencionada la cruz relacionada con la idolatría.
Nosotros luchamos contra la idolatría, y la religión cristiana lucha contra la Torá de toda forma posible, directa u oculta. La misión inunda nuestra tierra cada año con millones de dólares para adquirir nuestra confianza e invadir nuestros corazones, ya sea en forma directa o a través de organizaciones judías.
En nuestro país hay miles de misioneros que reciben sueldo fijo, decenas de miles voluntarios, que se encuentran en todo lugar posible y se disfrazan con mucha astucia: Como un Rav que enseña clases de Tana”j (Biblia) a mujeres, como un teniente coronel con kipa tejida que vivía en Gush Katif (los asentamientos judíos de la Franja de Gaza) que por ello fue expulsado del ejército y su apelación a la Suprema Corte de Justicia fue rechazada, como una pareja de religiosos sionistas misioneros, como un hijo en una ieshivá tijonit donde actuaba como pequeño misionero, como una muchacha en una ulpena donde actuaba como pequeña misionera, etc. Todo eso para romper el hielo. De lo contrario, ¿cómo se puede explicar que cuando le entregan dinero a alguna organización de caridad para indigentes exigen que el nombre y la dirección de las personas necesitadas que reciben el dinero les sean comunicados?
Por ello, los Rabanim lo prohibieron, los grandes Rabanim de Am Israel lo prohibieron, el Gaón (genio del estudio de la Torá) Rav Avraham Shapira y el Gaón Rav Mordejai Eliahu lo prohibieron, el Beit Din de la congregación ultra ortodoxa lo prohibió, el Beit Din de Jaba”d lo prohibió y otros.
¡Está totalmente prohibido! Y a pesar de ello hay quienes reciben ese dinero, porque el dinero atrae, “el dinero enceguecerá los ojos de los sabios y tergiversará las palabras de los justos”. Si no dices “¡no!” enseguida, finalmente caerás en la trampa.
Ocurrió una vez hace 30 años que una persona agradable de EE.UU. se  me acercó y me dijo que él puede juntar un dólar por persona por año, de 50 millones de personas para nuestra ieshivá – llamada hoy en día Ateret Ierushalaim – porque nos encontramos cerca de Har HaBait y el lugar del Beit HaMikdash. Me preguntó si yo acepto. ¿Saben qué le contesté? Una sola palabra: ¡No!
Dicho sea de paso, esa persona y muchas otras como ella realmente aman a Eretz Israel (la Tierra de Israel), a Am Israel, al Estado de Israel. Realmente nos ayudan mucho en el campo político, pero ellos también aman nuestra alma, y desean “pasarla” a su lado. Con esos cristianos, política – si, negocios – si, amistad – no, dinero – no.
Porque ellos son los enemigos de nuestro alma, enemigos de alma.