Parashat Vaetjanan
13 de Av 5773 Shabat
Najamu No
927
Rav
Iaacov Filver (reimpresión)
Con qué amor fervoroso por la
"tierra deseada" nos encontramos cuando vemos a la persona sin par,
que "su ojo no se había opacado, ni se le había ido su
lozanía"
(Dvarim 34:7) implorando frente a D's, suplicando que lo deje entrar a Eretz
Israel (
El Rav Kuk en su carta (Iguerot HaReaya,
Carta 96) dice: "El origen de la galut (exilio) y la decadencia
del
mundo que continúan hasta hoy en día, se deben solamente
a que no se hace saber
qué es Eretz Israel, cuál es su valor, y no se
corrige el Pecado de los
Espías – que la calumniaron – en la misma medida: Proclamar y
hacer notar en
todo el mundo su belleza y esplendor, su santidad y su gloria. Y ojala
logremos
– con todo lo que nos esforzamos por nuestra parte – expresar una parte
de diez
mil de la belleza de la tierra deseada, del esplendor de su Torá,
de la
magnificencia de su brillante sabiduría y del espíritu
Divino que se manifiesta
dentro de ella".
Ya nuestro patriarca Avraham reconoció su
valor: "Dijo Rabí Levi, cuando Avraham marchaba por Siria y la
tierra de
Najor, y veía a sus habitantes comiendo, bebiendo y siendo
veleidosos, se
decía; ¡ojala que esta no sea mi tierra! Y cuando llegó a las
afueras de Tzor,
vio a sus habitantes desyerbando en la época del desyerbo,
labrando en la época
en que se labra, y se dijo; ¡ojala que esta sea mi tierra! Le dijo
D's: 'A tu simiente daré esta tierra'" (Bereshit Rabah 39:8). Y
en otro midrash
dijeron: "¿Por
qué se la llama 'tierra deseable'? Porque es la tierra que
desearon
nuestros patriarcas. Avraham la deseo, como dice el versículo '¿cómo
sabré que seré merecedor de ella?' (Bereshit 15:8).
Itzjak la deseó, como le
dijo D's: 'Se un extranjero en esta tierra, y Yo estaré contigo,
y Te
bendeciré. Porque a ti y a tu simiente les entregaré
todas estas tierras'
(Bereshit 26:3). Iaacov la deseó, como dice el versículo:
'Si D's estuviere
conmigo… de modo que yo retorne en paz a la casa de mi padre' (Bereshit
28:20-21). Y también Moshé la deseó, como dice el
versículo: 'En aquel momento
imploré al Eterno… por favor, déjame pasar y ver esa
buena tierra' (Dvarim
3:23-25)" (Tanjuma, Mishpatim 10).
Cuando hablamos del vínculo del Pueblo
Judío con Eretz Israel, debemos prestar atención
a dos puntos: En primer
lugar, ese vínculo no es similar al de los demás pueblos
con su tierra. Como es
aclarado en el versículo: "Recordad Su pacto por siempre. La
palabra que
Él dio para mil generaciones, el pacto que hizo con Avraham y Su
juramento a
Itzjak, que Él estableció a Iaacov por estatuto, a Israel
por pacto eterno,
diciendo: A ti te daré
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Rav
Shlomó Aviner (reimpresión)
Pregunta: Escucho
gente que deslegitima a los “jilonim” (seculares), a
la izquierda y al gobierno en general. Ellos los acusan de ser
asimilados e
incluso a veces los llaman “helenistas”. ¿Cómo debo
reaccionar?
Respuesta:
¡Qué triste es que tras dos mil años de exilio y de
educación al amor
de Israel, hay aún personas que hablan así! ¡Esas
palabras son el reflejo de la
falsedad y de la arrogancia!
Hay que poner mucho cuidado y evitar las generalizaciones. Vivimos en
este mundo, donde nada es perfecto. Debemos distinguir entre quienes
tienen
pensamientos sólo negativos durante todo el día, acerca
de cómo destruir al
pueblo y a la tierra de Israel, y quienes tienen buenas intenciones y
sólo
desean salvar al país, a pesar de que se equivocan gravemente en
el camino
elegido. Existe una enorme diferencia, como entre el día y la
noche, entre una
persona malvada y helenizada y una persona buena que se equivocó
en el cálculo,
tal como lo explicó nuestro maestro el Rav Avraham Itzjak Kuk:
“Si le
explicamos a esa persona que dos más dos son cuatro y no cinco,
estará muy
agradecido”. Cuando alguien hace un error en el cálculo, el
único camino para
corregir su error es a través de la persuasión y no
empleando injurias e
insultos.
El pueblo judío no está dividido de modo que un grupo es
perfecto y
lleno de virtudes, mientras que el otro sólo tiene defectos. En
otros tiempos,
así era la realidad: Los idólatras extorsionaban a los
pobres y denigraban a
D’s. En cambio, en nuestra época, los méritos
están distribuidos en toda la
nación. Podemos incluso brindarle a esos mismos grupos el
beneficio de la duda,
diciendo que son idealistas que hablan sinceramente a partir de un
corazón que
sufre, acerca del insulto de
¿Por qué esos idealistas llegan a un error tan grave? La
respuesta se
encuentra en dos palabras en arameo: “Kima kima” - en
forma gradual. Es
decir, no son conscientes que la redención deberá tener
lugar en forma
“gradual” (Talmud Ierushalmi, Brajot 4B).
El Rav Tzvi Iehudá Kuk escribió un artículo
básico y profundo (LeNetivot
Israel 192) llamado: “El estado como el
cumplimiento de la visión de los profetas”. En el
artículo, explicó de qué modo
en el exilio, fuera de la tierra de Israel, la nación sufre un
proceso de
desintegración; mientras que al retornar a su tierra, todo
vuelve a renacer.
¡Cómo pudo decir esto mientras nosotros vemos con nuestros
ojos que no todo
avanza de este modo! La respuesta aquí también se
encuentra en la expresión “kima
kima”, en el hecho que la redención
es un proceso gradual. Efectivamente, la mayor parte del
artículo explica este
concepto, y la necesidad de ser pacientes frente al proceso
histórico.
Es fácil demostrar que Israel es el estado sobre la cual
profetizaron
nuestros profetas: ¿Acaso no vemos el retorno a Tzion, la
reconstrucción de la
tierra, el establecimiento del estado y el renacimiento espiritual?
¿Cuál es
entonces el problema? ¿Acaso se debe a que las cosas no avanzan
lo
suficientemente rápido? Vemos una “pronta redención”, tal
como mencionamos
diariamente en la plegaria de Shmoná Esré,
pero debemos también estar agradecidos por aquellos aspectos de
la redención
que tienen lugar también lentamente. Debemos alegrarnos ante
cada migaja de
redención. Una nación no puede nacer en un día.
Tampoco todo el pueblo de
Israel puede retornar en un día a su tierra, ni tampoco todos
comenzarán a
preservar el Shabat y a comer alimentos Kasher en un
solo día…
La realidad no tiene alas. Debemos ser pacientes. El Señor del
Universo
tiene mucha paciencia: D’s esperó diez generaciones desde Adam
hasta Noaj, y
otras diez desde Noaj hasta Avraham (Avot, 5:2). ¡D’s
esperó casi dos mil años
para la aparición de Avraham! Debemos, por lo tanto tener
paciencia.
Sin embargo, paciencia no significa apatía, sino que significa
acciones
que tienen en cuenta el ritmo propio de la realidad. ¿Acaso no
hemos hecho
nada? ¿Acaso todo lo que hay en el estado de Israel no es nada?
Debemos hacer
todo lo posible, pero sin perder nuestra felicidad, nuestro optimismo.
Debemos
estar “felices con nuestra parte” (Avot,
4:1), con todo lo que tenemos. “Puesto que nuestras bocas
estaban llenas
de canción como el mar…. Aún no seremos suficientemente
capaces de agradecer a
D’s” por lo que tenemos en todos los campos, incluso en el campo de
Es cierto que hay muchas complicaciones, aún no hemos alcanzado
la
redención plena; pero quien ve sólo la oscuridad y no ve
la luz es ingrato para
con D’s. La persona que está feliz con lo que posee no es
haragán sino que se
esfuerza. Por el contrario, su felicidad con lo que tiene es la que lo
impulsa
a aspirar a alcanzar más logros. Está escrito: “La senda
de los justos es como
la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el
día es
perfecto” (Mishlei 4:18).
¡Aumentemos el amor de Israel! Aumentemos la comprensión
que somos una
nación, que lo que es común a nosotros supera enormemente
lo que no separa, que
todos nos encontramos en el mismo barco, somos todos una misma Neshamá, una sola alma.
Diferencias de opinión - sí - corazones divididos - no.
Si bien no es fácil, este debe ser nuestro desafío.
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
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Director del
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Rav Rafael
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Tel.: 972-8-9285216
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