Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Shlaj Leja     23 de Sivan 5773     No 920


Rav Eran Tamir

Una falta doble
Rav Eran Tamir

El episodio del Pecado de los Espías aún retumba en nuestros oídos, y vuelve a surgir en nuestra vida a lo largo de toda la historia. Ese pecado encierra la problemática del encuentro entre nosotros y nuestra tierra, desde ese entonces hasta nuestros días.
¿
Cuáles fueron las causas del pecado? Esas causas deben ser corregidas, y hasta que no las corrijamos nos encontraremos en una situación semejante a la generación que salió de Egipto, que se complica en el "desierto" de aquel entonces y el de nuestros días, con todo lo que eso significa y todas sus consecuencias.
Analizando los versículos de la Torá y sus comentaristas tal parece que se puede clasificar el conjunto de explicaciones del Pecado de los Espías en dos faltas centrales, que vuelven a aparecer desde ese entonces hasta nuestros días:
1. Falta de entendimiento del valor de Eretz Israel (la Tierra de Israel) misma, desde el punto de vista espiritual y material, y su vínculo con nosotros.
2. Falta de fe en nuestra capacidad - Am Israel (el Pueblo de Israel) - de conquistarla y poseerla, haciéndole frente a todos los opositores y enemigos.
La primera falta es porque Eretz Israel
en forma superficial parece ser una tierra como todas las demás: Una zona material, con condiciones climáticas y recursos naturales, etc., como cualquier otra. Como preguntó el rey de Kuzar (HaKuzari 2:9): "Lo que has dicho respecto al Pueblo del D's [que Am Israel es el pueblo elegido] lo he comprendido, pero lo que has dicho respecto a la Tierra del D's [Eretz Israel es una tierra elegida] me es difícil de aceptar".
Esa dificultad de comprensión es producto de la concepción superficial, según la cual los valores e ideales Divinos pueden expresarse a través de una persona, que tiene libre albedrío, pero no a través de un trozo de tierra muerto, que a primera vista es sólo un medio para la vida del hombre y su desarrollo en él. Según esa concepción Eretz Israel es otro bien inmueble que nos sirve para suplir tales o cuales necesidades, necesidades que cambian de acuerdo a las épocas y las personas que se encuentran en ella. Desde el punto de vista espiritual, es un medio para el estudio de la Torá y el cumplimiento de las mitzvot que dependen de ella. Y desde el punto de vista material práctico, es un medio para obtener seguridad, refugiarse, desarrollar una economía independiente, etc.
Esa equivocación - de la falta de conocimiento de la tierra - es producto de la falta de entendimiento de su valor Divino y su afinidad solamente con Am Israel, falta de entendimiento que el valor Divino que se expresa en la persona de Israel es el mismo valor Divino que se expresa en la tierra de Israel. Y como dijo el Rav Kuk al principio de su libro "Orot": "Eretz Israel no es algo externo, un bien externo de la nación, sólo como medio para la meta de su organización general y garantía de su existencia física o incluso espiritual. Eretz Israel es una unidad esencial ligada con un vínculo de vida con la nación, atada con las esencias espirituales internas con su existencia misma".
Sólo en base al conocimiento del valor auténtico de la tierra, de Eretz Israel, en la que mora D's en forma fija (como las famosas palabras del Ba"j), comprendemos que el vínculo con ella no es racional, no se lo puede explicar en base a factores externos – "religiosos" o "materiales" – sino que es un vínculo absoluto, certero y eterno, un vínculo de vida. Y de la misma forma que la persona no esta dispuesta a renunciar a su vida de ninguna forma, así también no estamos dispuestos a renunciar a ningún grano de arena de Eretz Israel. Sin esa comprensión es muy fácil continuar un poco más y llegar a "calumniar" la tierra (Bamidvar 14:37), hablando mal de todas sus deficiencias espirituales y materiales, como "una tierra que devora a sus habitantes" (Bamidvar 13:15) – en aquel entonces, y también hoy en día, D's no lo permita. Porque no hay como la nieve de Suiza, ni los sueldos de EE.UU. ni la gentileza y los buenos modales de Europa...
La segunda razón es producto de la falta de fe en la conducción Divina en general y la posesión de la tierra en particular. La conquista de la tierra nos exige que nos esforcemos mucho, que invirtamos muchas energías – como guerras y similares – por un lado, y por otro lado nos exige la certeza y convicción clara que es D's el que nos entrega esta tierra, y por lo tanto a pesar de todas las dificultades y complicaciones, no somos nosotros los que hacemos y vencemos, sino que es la conducción Divina la que se expresa a través nuestro y nuestras acciones.
Es cierto que según los cálculos "reales" no se puede conquistar la tierra venciendo a los amalekitas, knaanitas, los gigantes militares y políticos de aquel entonces y los modernos de hoy en día. Pero en realidad las ciertas palabras de Kalev "subiremos... porque podremos vencer" (Bamidvar 13:30), "porque D's nos quiere" (Bamidvar 14:8) son las que deciden y nos revelan el secreto del vínculo auténtico con nuestra tierra, y en base a ello nuestra capacidad de hacerle frente a todo el que molesta o intenta impedir, porque D's se encuentra dentro nuestro y Él es el que lucha, a través de nuestras obras.
Por ello, nos esforzaremos en corregir esas dos faltas a través del estudio del conocimiento de la tierra – nosotros y nuestros hermanos, nuestro pueblo – y así encontraremos las fuerzas para hacerle frente a todos los que desean hacernos mal. Y diremos todos juntos, en un solo corazón: "La tierra es muy, muy buena" (Bamidvar 14:7), "subiremos, por cierto, y la conquistaremos, porque podremos vencer" (Bamidvar 13:30).

Midreshet Majón Orá

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Rav Shlomó Aviner

Soy un enfermo mental
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Yo no valgo nada, tengo una enfermedad mental grave, no tengo ningún valor. De vez en cuando voy al hospital a recibir tratamientos, y vuelvo totalmente anulado. Soy un desgraciado, mi esposa es una desgraciada,  mis hijos son desgraciados. No hago nada de valor en mi vida.
Miro a los compañeros que estudiaron conmigo, todos ellos son exitosos, enseñan Torá, Rabanim (Rabinos), educadores – y yo soy un felpudo. Estudio Torá algunas horas, a penas logro entender algo, y luego lo olvido todo, por los tratamientos. ¿Qué valor tengo? ¿Qué sentido tiene mi vida? Muchas veces la desesperación se apodera de mí, y me pregunto: ¿Para qué vivo? No valgo nada.

Respuesta: Para contestar esa pregunta, antes hay que aclarar cuál es la meta del hombre en este mundo: ¿Ser un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá), ser una persona importante, ser una persona honrada? No. La meta es rendirle culto a D’s, como es explicado en el primer capítulo del libro “Mesilat Iesharim”. El culto a D’s tiene muchos senderos y formas distintas, cada uno según su forma de ser y su situación. La regla es: “Según el esfuerzo, la recompensa”.
El Señor del Mundo no es elitista, no mide sólo los logros, Él aprecia todo esfuerzo, como está escrito respecto a Rut “porque se esfuerza” (Rut 1:18). Y en el Talmud Ierushalmi dicen que el cumplimiento de una mitzva con esfuerzo y dolor es como cien mitzvot sin esfuerzo ni dolor. Y en tu caso, cada mitzva es muy difícil, y por ello es muy preciada a los ojos de D’s - como cien mitzvot que cumple alguna otra persona. Y así también todo tu estudio de la Torá.
El Ramba”m escribe que la persona es juzgada según la mayoría: La mayoría méritos, es tzadik (justo). La mayoría faltas – malvado. Mitad y mitad – mediano. Y el que en su mayoría es falto, enseguida muere en su maldad (Ramba”m, Hiljot Tshuva 3:1-2). Entonces, le preguntamos al Ramba”m, ¿cómo puede ser que vemos muchas personas que hacen muchos pecados y tienen muy pocos méritos, y no mueren? Por supuesto, el Ramba”m sabía eso, y lo contestó de antemano: No eres tú el que juzga el valor de cada mitzva, no se trata de un simple cálculo matemático. Puede que alguna mitzva valga como miles de otras, “y sólo puede ser juzgado por el conocimiento del D’s, Él sabe cómo calcular los méritos en comparación a las faltas” (Ramba”m, Hiljot Tshuva). Y tú, mi querido amigo, tienes muchos méritos, muchísimos. Bienaventurado eres. Porque cada mitzva y cada estudio tuyo es producto de un gran esfuerzo.
En el Mundo Elevado, en el Mundo de la Verdad habrá sorpresas… Las personas que son consideradas importantes aquí, allí no tendrán valor. Y las personas que son despreciadas aquí, allí serán muy importantes. “Los elevados bajos, y los bajos elevados” (Psajim 50A).
Tú, mi amigo, serás muy importante allí. Lo principal es allí, no aquí. Aquí es una migaja, es un pequeño destello de la eternidad. Y esa grandeza alumbra su resplandor no sólo en el futuro, también en el presente. Los millones de fluorescentes de la cámara real alumbran también el pasillo.
Haz todo lo que puedas, y debes saber que eres muy apreciado a ojos de D’s.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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