Parashat Ajarei Mot - Kdoshim     10 de Iyar 5773     N^o 914

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La educación en la generación de la gueulá
Rav Ioram Eliahu

"Y cuando entréis a la tierra y plantéis cualquier árbol frutal, consideraréis vedado su fruto, por tres años os será vedado, no será comido. En el cuarto año será todo su fruto sagrado para llevarlo con loas al Eterno. Y en el quinto año comeréis su fruto, para aumentar para vosotros su producto, Yo soy el Eterno, vuestro D's" (Vaikra 19:23-25).
Respecto a ese versículo dijeron en el Midrash (Tanjuma, Kdoshim 14): "El versículo habla de un bebe. 'Tres años os será vedado', los tres primeros años no puede hablar. 'En el cuarto año será todo su fruto sagrado', su padre lo consagra para el estudio de la Torá. 'Loas al Eterno', ¿cuáles son las loas? Que comienza a alabar a D's. 'Y en el quinto año comeréis su fruto', cuando debe comenzar a leer la Torá. De ahí en más 'para aumentar para vosotros su producto'. En base a ello nos enseñaron nuestros sabios: A los 5 años comienza a estudiar la Torá, a los 10 comienza a estudiar la Mishná". Esas palabras de nuestros sabios fueron decretadas también en la halajá: "Llevan a los niños a estudiar cuando cumplen 5 años completos" (Shuljan Aruj, Iore Dea 245:68). Agregó el Ram"a: "Y de todas formas, enseguida cuando cumple 3 años completos le enseñan las letras de la Torá, para que empiece a acostumbrarse a leerla".
Nuestros maestros, el Rav Kuk y su hijo el Rav Tzvi Iehudá Kuk zt"l consideraron algo muy importante la educación de los niños de Am Israel (el Pueblo de Israel) en la tierna infancia, y la consideraron una base primordial para el éxito de las tareas de la generación del renacimiento.
A mi Rav y maestro, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, le preguntaron "¿cuáles son los medios a través de los que debe luchar el judaísmo religioso para alcanzar las metas religiosas en el estado?". Contestó que en primer lugar hay que fortalecer el estudio de la fe, como nos enseñaron nuestros sabios, que primero la persona debe aceptar el yugo Divino y sólo después el yugo de las mitzvot. "Según esa dirección debemos añadir Torá en toda su plenitud y entereza, en toda ella y todos sus campos y niveles, desde los tiernos niños con las bases educativas y su cimiento, según su forma de ser y su valor, orientándolos para engrandecer su estudio en la ieshiva (centro de estudio de la Torá)... para que sean grandes talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) y genios del estudio y del Temor a D's, grandes creyentes que lleven una vida kdoshá (santa), las personalidades que conforman la elevada línea interna de la Nación de Israel, es ese el sendero para alcanzar nuestras metas y cumplir nuestras tareas en esta generación en forma auténtica" (LeNetivot Israel Alef 217). Y así escribió el Rav Kuk zt"l: "Por ello, amando a nuestro pueblo y a nuestra tierra, debemos fortalecernos más en las bases de la educación del querido 'nuevo asentamiento' según la base natural israelí, según esa base podremos estar seguros que el niño judío crecerá y será un hombre judío pleno, bueno para sí y también bueno para con su pueblo, fiel a su tierra y con una fe auténtica. En forma genérica, bueno para con D's y bueno para con las personas" (Maamarei HaReaya 229).
¿Y cómo se lo hace? Pregunta el Rav, y contesta que en primer lugar hay que aclarar si la niñez del hombre es sólo una etapa de preparación para su personalidad adulta, o tiene un gran valor de por sí misma. Si el valor de la vida es sólo según el trabajo o la procuración del sustento, la niñez no tiene mérito de por sí misma, sólo es "buena materia prima, que puede ser esculpida para obtener algo de valor comercial". Pero cuando evaluamos la vida según su pureza, según el bien y la gracia que es su contenido, entonces la niñez no es sólo una etapa de preparación del adulto, "sino que una porción valiosa de la vida de por sí, y a veces se eleva y es considerada como la mejor de las etapas en la vida. Por ello, cuando sea educado en forma correcta, cuánta kdushá (santidad) y entereza, cuánta pureza y elevadas virtudes encontraremos en la personalidad limpia y amada e infantil dentro suyo" (Maamarei HaReaya 229).
Y para cuidar esa Torá y esa pureza, dice el Rav Kuk que "es necesario un estudio fijo, desde la tierna infancia de la persona, y por ello siempre fue considerado lo más importante en la educación de Am Israel el estudio de la Torá – y justamente el estudio de la Torá y no otras materias, cuya meta es sólo preparar a la persona para las tareas de la vida, y no hacerlo bueno y recto frente a D's y los hombres" (Iguerot HaReaya, Carta 170).
Por ello, cuando nos encontramos hoy en día, alegres con la edificación de la nación y la tierra, y deseamos continuar y adelantar ese proceso, nuestra obligación es esforzarnos en la transmisión de esas bases de la Torá a nuestros hijos, y de esa forma seremos merecedores de educarlos colmados de fuerzas, valentía y potencia para ser buenos con sigo mismos y fieles a la Torá y la tierra, buenos para con D's y con las personas. 

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El Rav HaRashi y los rabinos del exterior
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Vi en el Internet el seminario organizado en la ieshiva (centro de estudio de la Torá) "Ateret Ierushalaim" donde hablaron respecto a la elección del Rav HaRashi (Supremo Rabino de Israel). ¿Acaso el Rav opina que los rabinos del exterior deben estar involucrados en la elección, o es un asunto interno de Israel, donde deben opinar sólo rabinos del país? [el que pregunta es un rabino en EE.UU., miembro del Consejo Rabínico de América].
Respuesta: A primera vista, con todo el respeto, es un asunto de los rabinos del país, ya que el Rav HaRashi es considerado la suprema autoridad en Eretz Israel (la Tierra de Israel) que ellos deben acatar. Hay muchos rabinos en Am Israel (el Pueblo de Israel) con distintas opiniones, pero la suprema autoridad del lugar o del país es el que determina. Como imprimió el Gaón (genio del estudio de la Torá) el Rav Itzjak Aizak HaLevi Hertzog zt"l en su papel para cartas formales: "El director de los rabinos en Israel". Los rabinos en Israel eligen un Rav, que ellos quieren acatar. Y de momento que los rabinos de EE.UU, con todo el respeto que se merecen, no deben acatar al Rav HaRashi de Eretz Israel – y no los culpamos por ello – a primera vista ellos no tienen que intervenir en esa elección.
Es semejante – salvando las diferencias – al otro extremo, los jilonim (seculares) que no deben intervenir en la elección del Rav HaRashi, de momento que ellos no pretenden acatarlo sino que por el contrario, ellos quieren que él los acate a ellos – es decir, que haga lo que la opinión pública decreta – lo que es una especie de idolatría nueva, como decía el Gaón Rav Iosef Dov Solovietchik zt"l: Rendirle culto a la opinión pública (Divrei HaRav, Pág. 87). El Rav no tiene que estar sometido por la opinión pública, sino que el público debe escuchar al Rav – y por supuesto tratándose del Rav HaRashi. Y de momento que los jilonim no pretenden acatar al Rav HaRashi, sino que pretenden que él los acate a ellos, no pueden participar en esa elección. Y en forma similar, salvando las diferencias, así es respecto a los rabinos de EE.UU.
Pero eso no es exacto. A fin de cuentas, el Estado de Israel es el centro del mundo judío, y todo lo que ocurre en él repercute en lo que ocurre en EE.UU. Eso no quiere decir que los rabinos de EE.UU. pueden determinar quién será Rav HaRashi en Israel, pero pueden expresar su opinión, y los rabinos de Israel decidirán.
Y usted ya escuchó lo que dijo el Gaón, el Rav Simja HaCohen Kuk en ese seminario, cuando hablo respecto a las conversiones. En efecto, ese es el punto central a los ojos del público jiloni, porque en Israel hay cientos de miles de olim (inmigrantes) de Rusia que son gentiles, lo que produjo una situación difícil. Por ello, hay quienes proponen realizar conversiones sin que el converso se comprometa a cumplir la Torá y las mitzvot, justamente como lo desean los jilonim. El Gaón, el Rav Simja HaCohen Kuk recalcó que eso es imposible, y por supuesto que es contrario a la opinión del Rav Kuk que fundó el Supremo Rabinato en Israel, y D's no permita decir algo así en su nombre, y por supuesto que un Rav HaRashi no puede adoptar semejante posición. Él recalcó que lo más importante en el proceso de conversión es "Yo soy el Eterno, tu D's" (Shmot 20:2). En efecto, para convertirse no alcanza con desear ser parte de Am Israel, sino como dijo Rut: "Tu pueblo es mi pueblo, y tu D's es mi D's" (Rut 1:16). Por supuesto que la pugna por la conversión también existe en EE.UU., hay que cuidar todo el tiempo que no haya deterioros, ya que en EE.UU. hay conversión sólo en base a la aceptación de las mitzvot – por supuesto, no en las comunidades conservativas o reformistas, sino que las ortodoxas y temerosas de D's. Si - D's no lo permita - habrá en Israel algún cambio en las normas de conversión, tendrá duras consecuencias para el judaísmo de EE.UU.
El Rav HaRashi debe ser un líder espiritual que marca el camino, y no sólo un funcionario. Como es sabido, el Gaón, el Rav Iosef Dov Solovietchik dijo que no está interesado en ser Rav HaRashi porque piensa que el Rav HaRashi es un funcionario, y no quiere ser funcionario sino que estudiar Torá y alumbrar con la Torá (Divrei HaRav, Pág. 196).
La conversión es un punto central, y en ella hay que tener mucho cuidado en cuanto a la elección del Rav HaRashi.
En esa ocasión disertó en el seminario el Gaón, el Rav Goldvijt – uno de los directores de Yeshiva University. A pesar que se trataba de un seminario de estudio de la Torá y no político práctico, él recibió muchas llamadas telefónicas y estuvo sujeto a muchas presiones para que no diserte allí. Pero por supuesto, sin ningún temor él participó y disertó, expresando su opinión. Nosotros por nuestra parte debemos protestar por el desprecio de un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá), que no lo dejan hablar en nombre de la Torá y le exigen que acate la opinión pública.
Reforcémonos y fortalezcámonos con la Torá.
Muy bien por su pregunta, y haga según lo que usted entiende que debe hacer.