Parashat Vaera 1
de Shvat 5773 Rosh Jodesh No
901
Rav Itiel
Ariel (reimpresión)
Nuestra Parashá comienza con una larga disertación de D's,
en la que traduce la visión genérica de la gueulá (Redención) a una
serie de promesas concretas, que nos son conocidas como "los cuatro
términos de
Ya el autor del comentario "Or HaJaim" nos hace notar la diferencia
entre esa promesa y las cuatro que la antecedieron: Si bien esas cuatro
se
cumplieron en su totalidad inmediatamente, en la generación que
salió de
Egipto, esa generación no fue meritoria de ver la
plasmación de esa última
promesa, y no entró en Eretz
Israel.
En su opinión, esa promesa no es independiente, sino que
desde un
principio fue condicionada a la asimilación de la profunda
esencia de la
salida de Egipto: "Y reconoceréis que Yo soy el Eterno, vuestro
D's, que
os sacó de debajo de las cargas de los egipcios" (Shmot 6:7) - y
la
generación que salió de Egipto no cumplió con ese
requisito. Y debemos
preguntar: ¿Por qué justamente esa promesa - que le fue
repetida a cada uno de
los patriarcas - no es absoluta, sino que depende del cumplimiento de
ciertos
requisitos determinados?
Por otro lado, el versículo justamente
recalca la diferencia entre la posesión de los patriarcas - "la
tierra
de sus peregrinaciones, donde habían morado como extranjeros"
(Shmot
6:4); solamente una morada, en la que no vivieron en forma
fija, solo
como extranjeros (ver Or HaJaim) - y el patrimonio de sus
descendientes
- que es considerado un "obsequio" y una "posesión":
La promesa que les fue entregada a los hijos es mayor de la que les fue
prometida a los patriarcas, y por ello es correcto que esté
condicionada a
otros requisitos. Y debemos aclarar más ese punto.
Debemos recalcar que esa amplia
comparación entre la promesa de los patriarcas y su cumplimiento
y la promesa
de los hijos (ver Rashi, versículo 9), no se agota sólo
encontrando las
diferencias entre ellas, sino que también nos posibilita
diferenciar dos
fases en la posesión de la tierra. La primera fase - que los
patriarcas
comenzaron - y la segunda fase - que los hijos, munidos del derecho de
sus
antecesores, podrán completar. Una primera fase de "tierra de
morada"
y otra segunda fase de "tierra de posesión".
Los patriarcas llegaron para
asentarse en la tierra como individuos particulares, y se
aferraron a
ella pasando difíciles pruebas sin cuestionarle a D's. Desde un
principio esa
posesión de los particulares no se extendía a todo Eretz Israel (
Esas acciones de los patriarcas
calificaron a los hijos para cumplir esa preciada mitzva como entidad
colectiva, y el deber de la colectividad no es
como el del individuo particular. El
público tiene una obligación esencial para con todo Eretz
Israel, y fue
ordenado persistir en su intento de tomar posesión de su
totalidad - "que
no la abandonemos en manos de algún otro pueblo o desolada"
(Ramba”n,
Agregados al Sefer HaMitzvot del Ramba”m, principio positivo 4). Y por
supuesto
que no puede renunciar a alguna zona o población que ya le fue
entregado por
D's. Es más; como entidad colectiva, su actitud frente a las
zonas de Eretz
Israel que ya posee
debe ser como frente a un obsequio -
lo que le confiere el derecho y la obligación eternos sobre esos
lugares, y no sólo como derecho
de morada efímero que puede
ser trocado por otro. Si bien es
cierto que "lo que le ocurrió a los patriarcas, insinúa
lo que le sucederá
a sus descendientes" también en ese sentido, no toda esa gran
tarea puede
ser completada en una sola generación, y parte de ella
quedará para las
generaciones futuras. El individuo particular puede desde un principio
cambiar
su morada dentro de ella como le plazca, pero el público siempre
debe dirigirse
en esa dirección.
Esa actitud influye también en la
morada del individuo particular: Cuando él entró en Eretz
Israel tomó
posesión de una zona determinada para él y su familia,
que no puede vender en
forma absoluta para la eternidad. Si bien es cierto que en determinadas
condiciones se puede ver forzado a cambiar en forma temporal su morada
- y en
nuestros días, esa situación temporal puede durar varias
generaciones, ya que
no sabemos a ciencia cierta la genealogía de cada familia y el
lugar exacto de
la tierra de su estirpe - pero desde el punto de vista de la halajá,
también hoy en día cada uno tiene cuatro codos que le
pertenecen en Eretz
Israel, que no tiene derecho a cambiar.
El término "y os
llevaré" no deriva automáticamente de la promesa que les
fue entregada a
los patriarcas, sino que nos exige instituir la actitud colectiva
acorde para
el cumplimiento pleno de esa mitzva.
Midreshet
Majón Orá
Centro de estudios
de Torá para chicas en
español y portugués.
¡¡Están todas
invitadas!!
Para más detalles
llamar al 052-4621830
o escribir a anachman2@walla.com,
editorial@alumbrar.org
Para las
interesadas, hay dormitorios en el lugar.
Rav
Shlomó
Aviner
Lamentablemente, faltan muchos médicos en el Estado de Israel, y
en
general en los países occidentales. Por ello, ve a estudiar
medicina.
Pero no te ocultaré que no es fácil. ¡Es un
sacrificio!
Porque los estudios son muy largos, y en nuestros días hay
también que
especializarse. En total, 12 años de estudios.
Porque los sueldos no son muy altos, a no ser que seas un médico
de primera
clase.
Porque hay muchos turnos y sobrecarga de responsabilidades.
Por ello, faltan médicos en el occidente, porque las personas
son
individualistas, piensan que lo principal son ellos mismos y no el
prójimo, y
prefieren estudios más cortos para adquirir una profesión
más cómoda y más
rentable. Por ello, si tú eres idealista, ve a estudiar medicina.
Un médico que no es idealista, que todo lo que tiene en la
cabeza es el
dinero y su posición social, que no le importa demasiado del
enfermo, y no está
dispuesto a curar necesitados gratis – un médico como ese,
incluso si es bueno,
respecto a él fue dicho: “El mejor de los médicos, al
infierno”. Pero gracias a
D’s en nuestro país la mayoría de los médicos,
casi todos, van al paraíso.
Es una gran mitzva ser médico. Fíjate en el libro
“Pele Ioetz”,
inciso “Hatzalá”, que explica las conocidas palabras de
nuestros sabios:
“Incluso los más vacíos de Am Israel (el Pueblo
de Israel) están
colmados de mitzvot como una granada”. ¿Cómo
puede ser? Porque ellos
salvan personas. Y él recalca: El que salva personas, es
más elevado que un talmid
jajam (erudito del estudio de
También un mejor nivel de vida eleva el valor de la vida: Cuando
una
persona es sana de cuerpo, lo es también en su alma, vive
tranquilo, con
Cuán grandiosas son Tus obras, D’s. Cuán grandiosas son
Tus bondades, con
el surgimiento de la medicina moderna que entrega vida a tantas
personas.
También longevidad, y también el mejorado de la vida.
Ocurrió una vez que un médico disertó en un
encuentro de directores
generales muy importantes, y les preguntó: ¿Quién
de ustedes viviría hoy, si no
fuese por la medicina moderna? De 40 personas, sólo una
levantó su mano.
Y por supuesto, querida joven, ve a estudiar medicina. Nuestras mujeres
se merecen tener una médica. Es cierto que está permitido
según la halajá
que una mujer vaya a un médico, pero no es agradable. Embarazo y
parto no es
fácil, pero por encima de ello no es agradable ser revisada por
un médico
hombre. Un poco de misericordia. Vayan a estudiar medicina.
Pero también en este caso no les mentiré. Yo me
avergüenzo cuando las
aliento a estudiar medicina, porque si para un muchacho es un gran
sacrificio, para una madre joven es un
sacrificio al
cuadrado, o más aún. Por ello, aconséjate con
alguna doctora que te cuente lo
que tuvo que pasar en sus estudios, y decide. Y si decides estudiar
medicina,
te valoraremos mucho.
Y aprovechando la oportunidad, diremos la verdad: Ser enfermera es
también una gran mitzva, es también un gran
sacrificio.
Bienaventurados sean todos ustedes, enviados de D’s para curar a Su
pueblo Israel.
Y aprovechando la oportunidad le agradeceremos a los que ya son
médicos: Muchas gracias, que ustedes nos salvan la vida y nos
facilitan la
vida. Los valoramos mucho, y sobre todo en el Estado de Israel en el
que la
medicina estatal es la mejor del mundo, casi no es necesaria la
medicina
privada.
Que sean benditos, benditos de D’s.
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: machon.espanol@gmail.com,
editorial@alumbrar.org