Parashat Jaiei Sara 25
de Jeshvan
5773 No
892
Rav Lior
Engelmann
Hay alguien
que es culpable de esa vejez, hay alguien que lleva la responsabilidad
de esas
canas que brotan de pronto, y finalmente conquistan toda la cabeza o
simplemente se caen sobre la almohada. Alguien que no pensó que
el mundo le
pertenece a los jóvenes, y pidió que surja en el mundo la
bendición de la vejez
– en la que nosotros nos obstinamos ver sólo una
maldición. Esa persona fue
nuestro patriarca Avraham, como cuenta el Midrash: “Dijo
Rabí Iehudá Bar
Simón; Avraham exigió la vejez. Dijo frente a Él:
Señor del mundo, cuando una
persona y su hijo entran a algún lado, nadie sabe a quién
debe honrar más. Si
Tú lo adornas con la vejez, las personas sabrán a
quién honrar. Le dijo D’s:
¡Por tu vida! Has exigido algo bueno, y comenzará contigo.
Desde el comienzo
del libro (Bereshit) no está escrito vejez, de momento que
llegó Avraham, le
fue entregada la vejez: ‘Y Avraham era viejo, entrado en días’
(Bereshit 24:1)”
(Bereshit Rabah 65:9).
Nuestro
patriarca Avraham no esconde las señales de la edad, por el
contrario, pide
para él un tesoro de canas. Y como acostumbra, no sólo
piensa en sí mismo, él
piensa qué es lo que bendecirá más al mundo, y
pide señales externas de la
vejez. Él lo pide porque sabe que en un mundo que le pertenece a
los jóvenes,
no hay humildad. El joven siente que él se encuentra en la cima,
es fuerte e
inteligente, brillante y exitoso, y no tiene lo qué aprender de
nadie. En un
mundo donde los viejos son valorados por su sabiduría y
experiencia, por lo que
hicieron y por ser viejos en sí hay a quién mirar, hay de
quién aprender y
recibir consejos, hay de quien recibir y a dónde aspirar. En un
mundo donde se
respeta a los adultos, los jóvenes se hacen humildes. Nuestro
patriarca Avraham
pide un mundo donde se respete a los ancianos, y se hace merecedor que
eso comience
con él mismo: Las canas embellecerán su cabeza, y los
jóvenes de su generación
lo respetarán y reconocerán que el mundo auténtico
le pertenece a los ancianos
y a los jóvenes humildes.
Nuestro
patriarca Avraham sabe que el mundo que le pertenece a los
jóvenes es el mundo
del materialismo y el avance tecnológico, la carrera y la
competencia. En el
mundo de los músculos los ancianos no tienen lo qué
ofrecer, seguramente
también la reina de la belleza será muy joven. Le
será difícil al anciano
seguir el ritmo acelerado de la ciencia y saber todos los secretos de
la
computadora. El anciano no es rápido y no impresiona con su
belleza, también
sus sentidos se han deteriorado, y no puede disfrutar de todas las
sensaciones
que el mundo le propone a los que se encuentran en él. Y a pesar
de ello,
nuestro patriarca Avraham desea la vejez, porque tiene algo que le hace
mucha
falta a los jóvenes, algo que está relacionado con los
conceptos del mundo
auténtico, el que nos es realmente apreciado.
En la vejez
se puede mirar al mundo de una forma más exacta, más
profunda. Se puede ser
merecedor de saber a D’s, una sabiduría que por los agudizados
sentidos de la
juventud es desplazada a un lado. Anciano – es el que adquirió
sabiduría. No se
trata de una sabiduría intelectual común, de un
conocimiento de la matemática o
la ciencia, en ese sentido nuevamente el intelecto joven y ágil
lleva la
ventaja. Se trata de una sabiduría profunda, que sabe a D’s, que
bien conoce
profundamente los conceptos de justicia y rectitud, que no se deslumbra
por la
pasión y no confunde el bien con el mal. Se trata de la
capacidad de
diferenciar entre lo principal y lo secundario en la vida.
Es cierto,
cuando el anciano se empecina en creer que el mundo de los logros y la
competencia, de las pasiones y las adquisiciones es el mundo verdadero,
se
quiebra en su interior. Pero cuando se da cuenta del mundo más
apreciado que
las joyas, interno y moral, encuentra en la vejez un tesoro escondido
que no le
pertenece en absoluto a los jóvenes: “Rabí Ishmael Ben
Rabí Iosi dice, los talmidei
jajamim (eruditos del estudio de
Las personas
burdas ancianas, cuyo mundo de conceptos es materialista, ven la vejez
como una
contrariedad, y se ven obligados a vivir su ancianidad envidiando a los
jóvenes
que aún pueden, añorando los días que pasaron,
deseando un mundo que fue, y ya
no es.
En
contraste, nuestro patriarca Avraham pide la vejez y la recibe, se
alegra con
ella y la desea, desea su elevación, como si nos dijese que
dejemos de escapar
de ella, y comencemos a reconocer su valor.
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Majón Orá
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Rav Shlomó Aviner
Respuesta: Todo
niño de jardinera sabe que Rut
no sólo dijo “tu pueblo es mi pueblo”, también dijo “tu
D’s es mi D’s” (Rut
1:16), es el D’s de Israel, “y dijo el Señor todas estas
palabras” (Shmot
20:1), toda
Quizás ustedes digan: ¿El Ramba”m determina que si ya fue
convertido,
la conversión tiene valor incluso si no aceptó las mitzvot
(Ramba”m,
Hiljot Isurei Bia 13:17)? Eso es diferente. Es cierto que a veces algo
no debe
ser hecho, pero si ya se hizo tiene vigencia. No es nuestro caso, se
habla sólo
de situaciones excepcionales, no se puede basar en algo así una
norma para toda
una nación, tratándose de cientos y miles de personas.
Es más, el Ramba”m habla de una situación en que no le
hicieron saber
al converso que hay mitzvot, y puede que si le hubiesen dicho
de todas
formas se hubiese convertido. En nuestro caso los gentiles que viven en
Israel
bien saben que hay judíos temerosos de D’s y judíos que
no cumplen mitzvot,
no hay ningún secreto, y ellos en forma explícita no
están interesados en
cumplir las mitzvot.
Es cierto que el autor del libro “Shu”t Ajiezer” permitió
la
conversión de una mujer que quería convertirse
para casarse, y dijo que quiere cumplir las mitzvot, a pesar
que el juez
estaba seguro que ella lo decía de la boca para afuera y en
realidad no pretendía
cumplirlas. Lo permitió porque alcanza con que haya alguna
posibilidad remota
que las cumpla. Pero él escribe que si sabemos en forma clara
que no las
cumplirá, no se lo puede convertir (Shu”t Ajiezer 3:26). Y
así es en nuestro
caso, muchas personas no mentirán diciendo que pretenden cumplir
las mitzvot,
y los que sí declamen, tenemos claro que no lo harán.
Quizás ustedes digan que el anciano Hilel aceptó un
converso que se
negó a cumplir toda
Es más, incluso si la conversión tuviese vigor, hay que
sopesar
seriamente qué gran bien le hacemos a Clal Israel (la
totalidad genérica
del Pueblo de Israel) cuando aceptamos conversos como esos, que no
cumplirán
Y así escribió el Rav Kuk: “En
cuanto a los que realizan conversiones en forma incorrecta y en contra
de la
religión, respecto a los cuales seguramente fue dicho por
nuestros santos
sabios ‘maldad tras maldad recaerán sobre los que reciben
conversos’… pero si
ellos se esfuerzan por convertirse, se los recibe, y se está
hablando cuando se
nota que se quieren convertirse con entereza, por la buena causa. Pero
los que
aceptan a esos otros conversos… conversos como esos por supuesto que
son duros
para Israel como sapajat (soriasis), y ellos son como
espinas en la vid de
Y también debemos agregar que desde
otro punto de vista su conversión no es válida,
según la opinión de los Rishonim que se necesita
un jurado Samuj (autorizado por un jurado que a su vez fue
autorizado, remontándose hasta nuestro Rav Moshé), y
somos sus emisarios
(Tosafot Guitin 88B, comienza Bemilta), ¿y cómo podemos
ser sus emisarios para
hacerlos trasgredir prohibiciones de
No debemos buscar soluciones rápidas
que finalmente serán muy amargas, marcharemos por los senderos
claros, nos valdremos
de paciencia histórica, de la paciencia de la gueulá
(Redención) que llega paulatinamente, y D’s no privará el
bien de los
que se conducen con entereza (ver Shu”t Sheilat Shlomó 3:296).
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: machon.espanol@gmail.com,
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