Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Shoftim     7 de Elul 5772     No 882


Rav Ioram Eliahu

Tshuva general y Tshuva particular
Rav Ioram Eliahu

En nuestra Parashá encontramos muchas e importantes mitzvot generales que están relacionadas con la vida de la nación, como “pondrás sobre ti un rey” (Dvarim 17:15) y “cuando salgas a la guerra contra tu enemigo” (Dvarim 20:1) o “cuando pongas sitio a una ciudad… para hacerle la guerra” (Dvarim 20:19). Pero también encontramos mitzvot particulares que dirigen a la persona en su vida cotidiana, como “no aceptarás soborno” (Dvarim 16:19), “justicia, justicia has de procurar” (Dvarim 16:20), “no te apartarás de lo que ellos te declaren ni a la derecha ni a la izquierda” (Dvarim 17:11).
De ello aprendemos que la Torá y las mitzvot acompañan a la persona ya sea en el plano general nacional - como la mitzva general de coronar un rey, cómo se debe hacer la guerra, quién debe salir a  luchar, etc. – o el plano particular, en la edificación de la sociedad en forma correcta, de un sistema judicial correcto y justo, la preocupación por el Cohen y el Levi que no tienen tierra, y nos ordena preocuparnos por su sustento.
En los portones de los días de la Tshuva (arrepentimiento sincero) en los que entramos esta semana, debemos saber que también el proceso de la Tshuva incluye en él esos dos temas. Así escribió el Rav Kuk zt”l en su singular libro “Orot HaTshuvá” (que ordenó y editó su hijo, el Rav Tzvi Iehudá Kuk zt”l cuando su padre aún estaba en vida, y cuando el Rav Kuk zt”l lo leyó dijo “Orot HaTshuvá hay que estudiarlo sin límite”):
La Tshuva genérica, que es la elevación y el corregimiento del mundo, y la Tshuva particular, relativa a la personalidad individual de cada uno, hasta los detalles especiales del corregimiento… son ambos un mismo contenido”. Y el Rav continúa y explica que “incluso todos los corregimientos culturales a través de los cuales el mundo sale de su desplomo, los órdenes de vida sociales y económicos junto con el corregimiento de todo pecado y falta, desde los más severos hasta los detalles ínfimos y lo que es medida de los piadosos más elevados, todo es una sola unidad, y no está desconectado lo uno de lo otro” (Orot HaTshuva 4:3). Y agrega (Orot HaTshuva 13:1) y nos enseña que si no te has esforzado y no has corregido tus caminos y virtudes, entonces en realidad tu tarea genérica no es posible llevarla a cabo, porque “no se puede vincular auténticamente con el principio nacional de Israel sino el que su alma fue purificada a través de la Tshuva
de los indeseables pecados humanos y las burdas virtudes”. El Rav explica por qué, “porque el principio básico auténtico de la esencia de la nación de Israel es la aspiración de la justicia elevada, la justicia de D’s en el mundo”, y por ello “todo el que se impurificó con algún pecado, según la medida de su impureza, el deseo de la justicia y de la bondad no alumbra en su interior como es debido, y por ello no se vinculará auténticamente con la cualidad nacional hasta que se purifique”.
Es decir, la persona no puede desdeñar la labor particular de sus virtudes a por ocuparse de las tareas genéricas – como el asentamiento de Eretz Israel (la Tierra de Israel) y su edificación, u otro tipo de labor genérica – sino que siempre debe hacer su introspección y corregir lo que necesita ser corregido, y de esa forma todas sus acciones generales actúan y son de provecho con mucha más potencia. Los días del mes de Elul son el momento más oportuno para hacer esa introspección, particular y general.
Hace 36 años, en Rosh Jodesh Elul fui meritorio y subí a Ierushalaim para estudiar Torá en la ieshiva (centro de estudio de la Torá) de “Merkaz HaRav”. El primer viernes se me acercó un estudiante de la ieshiva y me preguntó si quiero comer con el Rav. No entendí la pregunta, y me explicaron que acostumbran que los muchachos solteros comen con el Rav Tzvi Iehudá Kuk en su casa, después del rezo. Me quedé estupefacto de ello, y enseguida “salté” sobre la oportunidad, y de esa forma me encontré sentado en la cena de la noche de Shabat con el gran talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) de la generación, el Rav Tzvi Iehudá Kuk. El encargado en la casa del Rav nos instruyó cómo debemos comportarnos durante la cena, y nos dijo que es muy importante servirle al Rav de vez en cuando una taza de te caliente, porque es muy necesario para su salud. Y en efecto, así hicimos: Uno de los muchachos colocó una taza de te frente al Rav, pero pasó mucho tiempo y el Rav no tomó del te. El muchacho le dijo al Rav: "El Rav, el se te enfría". Y el Rav Tzvi Iehudá dijo: "¿Yo? ¿Y ustedes?" Pensamos que entendimos, que él no quiere tomar porque nosotros no tomamos. Otro muchacho se levantó, preparó jugo instantáneo y le sirvió a todos, y esperamos que el Rav tome de su te. Pero no lo hizo. Pasó un largo rato, y el te ya se enfrió, pero el Rav no tomó. Y nuevamente le dijo el muchacho al Rav que el se te enfría. Y el Rav contestó: "¿Yo? ¿Y ustedes?" Entonces, entendimos. El muchacho se levantó, y preparó te para todos, y solo cuando el Rav Tzvi Iehudá vio que todos recibieron su te, comenzó a tomar su te frío, que tanto le hacía falta. Me sorprendí y me maravillé. Esa fue la primera clase que recibí del Rav Tzvi Iehudá Kuk, que con todas sus grandes tareas genéricas, su sacrificio por Eretz Israel y la dirección del público genérico, él es también muy grande en el tema de las mitzvot  para con el prójimo. Incluso a la edad de 90 años, cuando su salud ya no era tan sólida, era capaz de abstenerse a tomar del te que tanto le hacía falta hasta que todos hayan recibido por igual, y los grandes como los pequeños son iguales a sus ojos. Desde ese entonces me aferré al Rav y su Torá.

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
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Rav Shlomó Aviner

Rezar sin molestar
Rav Shlomó Aviner

Nuestro patriarca Avraham se encontraba en medio de su rezo cuando vio huéspedes, e interrumpió su rezo para brindarles. Por supuesto que nosotros no debemos venir al Beit HaKneset (la Sinagoga) para molestar al prójimo, D's no lo permita.
Si tú eres Sheliaj Tzibur (oficiante), no reces más lento de lo acostumbrado - ni más rápido de lo acostumbrado. No molestes al público. Si te demoras, haces que parte del público – que deben llegar temprano a su trabajo – salga antes del término del rezo, y demoras el próximo Minian (rezo en público). Si el Sheliaj Tzibur de todas formas se demora, no lo amonestes en medio del rezo, no lo ofendas. Háblale más tarde, a cuatro ojos. Si no lo logran convencer con delicadeza, no lo nombren Sheliaj Tzibur.
El Beit HaKneset no es una ópera. Reza según los cánticos acostumbrados por el público, y no cantes melodías del tipo que no son acostumbradas, lo que molesta al público, aparte de la problemática de la halajá relativa. Si el Sheliaj Tzibur no se comporta como es acostumbrado, no lo ofendas, como ya hemos dicho. Si tú envías a tu invitado a ser Sheliaj Tzibur, explícale qué se pretende de él, para evitar desagradables mal entendidos.
El Beit HaKneset no es una guardería. Niños pequeños que no saben permanecer en silencio, no los traigas. Un niño que es capaz de sentarse en silencio, lo puedes traer, pero si comienza a molestar debes llevarlo afuera enseguida, incluso en medio de Shmoná Ezre – y sobre todo en medio de Shmoná Ezre.
El Beit HaKneset no es un centro social. Si tienes que hablarle con urgencia a algún amigo, por favor, sale afuera, y "el buen Eterno lo purgará". Pero si conversas adentro y molestas a los que rezan, no es seguro que ellos te lo perdonarán. Si la conversación no puede ser pospuesta, y no se puede salir afuera, dilo lo más silencioso que puedas, y "el buen Eterno lo purgará".
El Beit HaKneset no es una carpintería. El asiento y el apoyo del libro, debes cerrarlo en silencio, sin golpearlos estruendosamente.
El Beit HaKneset no es un centro de ocupación voluntaria. Por favor, devuelve el sidur (libro de rezo) al término del rezo tú mismo, los demás no son tus esclavos.
El Beit HaKneset no es una oficina de préstamos. Paga tus deudas, y no cumplas mitzvot con el dinero de los demás.
El Beit HaKneset no es la oficina del Admo"r. No prolongues interminablemente las bendiciones de cada uno que es llamado a la lectura de la Torá, de todas formas nadie te presta atención. El que renuncie a las bendiciones, será bendito. Dona al Beit HaKneset cuando eres llamado a la lectura, y yo te prometo que D's te bendecirá, sin que se lo hagan recordar.
El Beit HaKneset no es un Shtibel. Si has llegado tarde al rezo, arrepiéntete, pero no te "organices" un rezo particular, que demora al público.
El Beit HaKneset no es una campaña de elecciones. No grites "iashar koaj" (bendición tradicional al que hace alguna mitzva) al que es llamado a la lectura de la Torá o al Sheliaj Tzibur. Él se alegrará más si se lo dices en voz baja, acompañado de una sonrisa.
El Beit HaKneset no es una calle central. Los avisos públicos, por favor, trata todo lo que puedas de escribirlos en la cartelera apropiada.
El Rezo en Silencio así debe ser: En silencio. Nuestros sabios dijeron que no se debe rezar Shmoná Ezre en voz alta cuando hay otras personas que rezan junto contigo, porque la persona no debe concentrarse más en su rezo a expensas de la concentración de los demás. No batas tus palmas en medio del rezo para "expulsar los ajenos", pregúntale a los versados en Kabalá cómo lograr el mismo efecto sin hacer ruido.
Si ves alguien nuevo en el Beit HaKneset, sonríele, dale la mano y salúdalo. Y también los antiguos concurrentes, deben ser como nuevos para ti.
Si tienes Jiuv (obligación de ser oficiante) y también tu compañero, déjalo a él serlo. El mérito de ello le será más útil al difunto que tu rezo como oficiante.
Una clase de Torá no es menos importante que un concierto. No entres con retraso, y no salgas en medio.
Si tú buscas desafíos de mitzvot para con tu prójimo, ven al Beit HaKneset.
Si tú buscas desafíos de mitzvot para con tu D's, cumple con tus obligaciones para con tu prójimo – también ellas son la voluntad de D's.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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