Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Truma     2 de Adar 5772     No 857


Rav Eran Tamir La donación
Rav Eran Tamir

No hay dudas que donaciones para fines públicos relacionados con valores son muy importantes, y por supuesto tratándose de lo más central en Am Israel  (el Pueblo de Israel) – la construcción del Mishkan (El Tabernáculo). Tres veces fue utilizado el término “truma” (donación, en hebreo) al principio de nuestra Parashá, y de ello aprendieron nuestros sabios que toda persona de Am Israel donó para el Mishkan tres veces: Dos en las que todos trajeron la misma suma, y otra según la voluntad de cada uno. Y en las palabras de Rashi: “Tres donaciones son descritas; la donación de beka (medida de plata) por cabeza, de la que hicieron los adanim (las basas) como fue escrito en forma explícita en la Parashá Pekudei, otra beka por cabeza para el altar, para comprar sacrificios del público, y otra donación para el Mishkan, cada uno según lo que quiso donar”.
Y debemos preguntar: ¿Por qué fueron ordenados los miembros de Am Israel donar tres veces? ¿Cuál es el sentido de cada donación, y por qué la donación de los adanim y de los sacrificios públicos son idénticas para cada persona, mientras que la donación para la construcción del Mishkan es “cada persona según lo que disponga su corazón” (Shmot 25:2)?
Podemos decir que la construcción del Mishkan y el culto en él son como un espejo – una expresión práctica – de Am Israel, la totalidad genérica y los individuos particulares de él, con todos sus matices. La primera donación que entregaron los Hijos de Israel en forma equitativa, es la donación de los adanim – esas basas sobre las que se paraban los tablones del Mishkan. Esos adanim son como los cimientos sobre los cuales se edifica el marco del Mishkan, y dentro de él fueron colocados los utensilios. Eso insinúa que en Am Israel la base fundamental es la imagen y semejanza Divinas singular que se encuentra dentro nuestro en forma natural, y es llamado Sgulat Israel (la esencia espiritual intrínseca de Israel), sin diferencias entre un miembro u otro de Am Israel. En eso, todos somos iguales. Esa es la base de nuestra existencia.
La segunda donación también ella es equitativa, y fue utilizada para la compra de sacrificios públicos respecto a los cuales dicen nuestros sabios que toda la existencia de Am Israel depende de su sacrificio en el Mikdash. Justamente sacrificios públicos y no privados, de lo que aprendemos hasta qué punto la participación, la responsabilidad mutua públicas y su expresión en nuestra vida conjunta – de una forma u otra, como en el caso de los sacrificios públicos – es la base de nuestra coexistencia. También en este aspecto somos todos iguales, porque todos tenemos la obligación y el derecho de tomar parte en todo lo que es necesario para hacer avanzar los asuntos públicos de la sociedad de Israel, según sus valores y su moral, en espíritu y en cuerpo.
La tercera donación que entregó cada persona de Am Israel según su voluntad fue utilizada para la construcción del Mishkan, los distintos utensilios, de lo que aprendemos que la forma en que cada uno de nosotros aporta a Am Israel es distinta, según su personalidad y sus cualidades. Hay quien edifica la nación como el Aron HaKodesh (El Arca) – es la Torá. Otro es como la Menora (El Candelabro) – sabiduría. Otro es como el Shuljan Lejem HaPanim (La Mesa) – el plano económico, etc. Y todos los aspectos emanan su fuerza del Aron HaKodesh que se encuentra en el Kodesh HaKodashim (Sacrosanctorum), y reconocen el valor de los otros aspectos, cuando todos juntos construyen el Mishkan.
Seremos merecedores, con la ayuda de D’s, de saber que la base de nuestra existencia son los adanimla Sgula de Israel que es común a todos, sabremos que la continuación de nuestra existencia y nuestro éxito depende de nuestra colaboración pública – sacrificios públicos, en los que también somos iguales. Y en base a ellos sabremos edificar el Mishkan de la sociedad de Israel en el plano material y espiritual – la donación para el Mishkan, cada uno según lo que puede y su singularidad, hasta que seamos merecedores de la Gueulá (Redención) de Israel plena, y la construcción del Beit HaMikdash (el Templo) pronto, en nuestros días. 

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El ribete de la mesa real
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

En los utensilios del Beit HaMikdash (El Templo) hay tres ribetes: El ribete del Aron (El Arca), el ribete del Mizveaj HaZaav (Altar de Oro) y el ribete del Shuljan Lejem HaPanim (La Mesa del Pan). Según la Gmará (Ioma 72A) esos tres ribetes insinúan tres coronas con las que fue coronado Am Israel (el Pueblo de Israel): La corona de la Torá (que está insinuada en el ribete del Aron), la corona de la Kehuná (el sacerdocio, que está insinuado en el ribete del Mizveaj HaZaav), y la corona del reinado (que está insinuada en el ribete del Shuljan Lejem HaPanim).
Es comprensible la relación entre el Aron y la Torá. También es comprensible la relación entre el Mizveaj HaZaav, sobre el que se ofrece el holocausto de las especies y la Kehuná: Bien recordamos lo que le sucedió a las 250 personas de la congregación de Koraj que intentaron ofrecer un holocausto semejante, cuando no pertenecían a la Kehuná. ¿Pero cuál es la relación entre el Shuljan Lejem HaPanim y el reinado? El Ramba”m escribió respecto al papel del rey en Am Israel: “Y su preocupación será enaltecer la fe verdadera, y colmar el mundo con justicia y vencer a los malvados y luchar las guerras de D’s, ya que la razón por la que se corona a un rey, es para que haga justicia y luche las guerras” (Hiljot Melajim 4:10). El papel del rey es el cuidado de la identidad del estado como “reinado de sacerdotes y nación santa”, que irradiará a todo el mundo. Su papel es luchar contra los malvados en el mundo, y no dejarlos encarcelados en “ciudades de refugio” para asesinos. Su papel es procurar que el sistema judicial haga justicia según la tradición de Am Israel. Su papel es luchar contra los enemigos, y procurar la seguridad interna. Entonces, ¿qué relación hay entre el rey y el Shuljan - que está vinculado con el sustento y la riqueza?
La corona real le fue entregada a David, el rey de Israel. En efecto, toda su vida la dedicó a las luchas contra los enemigos de Am Israel, hasta que D’s le entregó la calma. Toda su vida la dedicó también a hacer justicia. Pero no solo hizo justicia; también hizo caridad. “Y David hacía justicia y caridad para con todo su pueblo”. David hizo justicia y guerras – porque ese es su papel como el Rey de Israel. Pero la caridad que hizo – era en forma voluntaria. El papel del rey es ocuparse de los asuntos que incumben a la generalidad de Am Israel. La guerra, es un asunto público-estatal: Los individuos como particulares no hacen guerras. También justicia es un asunto público. El individuo particular puede dar su opinión si es aceptada por las dos partes que disputan, o intentar llegar a algún acuerdo. Pero imponer la justicia, es privilegio de la autoridad pública.
El plano económico, no es parte de las obligaciones del rey. Cada particular puede preocuparse por sí mismo. Cada particular puede hacer obras de caridad según sus posibilidades. Muchos individuos particulares juntos pueden agruparse en organizaciones, que pueden hacer mucho por los necesitados. El reinado puede verse exento de ocuparse de ese tema. Incluso es recomendable: Si el Estado se hará cargo del que sufre, el desgraciado y el débil, los individuos particulares pueden verse exentos de la preocupación por sus hermanos. Si el Gobierno se encarga de ellos, él no sentirá ninguna necesidad de tomar ese papel.

La Torá nos quiere enseñar algo muy importante, a través del vínculo entre el Shuljan y el reinado. La mesa (Shuljan, en hebreo) de la persona, en el que recibe sus invitados, es semejante a un altar. La comida, que es repartida con los hermanos necesitados, es como un holocausto. Y en forma semejante, también así es la mesa del rey de Israel: Su mesa, es una mesa de caridad. Pero no fue determinado en forma obligatoria por la Torá, ni tampoco es mencionado en las halajot de los reyes y sus guerras. Como el rey David, cada rey debe hacerlo en forma totalmente voluntaria. No hará que las personas particulares se desentiendan de su responsabilidad con su prójimo, pero lo hará en forma estatal, digna y eficiente.
Es distinto el papel del Estado en el plano económico y social de su papel en el plano de la seguridad y la justicia. En ese último plano, es su obligación. Pero en el primer plano, es su deseo voluntario. En el segundo plano, el Estado actúa como un cuerpo público único, porque sólo el público tiene esa autoridad. Pero en el plano económico y social, actúa como una organización de ciudadanos. Los ciudadanos desean hacer caridad y filantropía. No se conforman solamente con declamaciones o el pago de impuesto a su propiedad para su prójimo. Ellos saben cuán limitadas son las posibilidades del individuo particular. Quieren realizar acciones enérgicas y básicas para hacer disminuir la pobreza, la desocupación y el sufrimiento. Ellos reconocen que solo un marco nacional-estatal es capaz de llevar a cabo esa tarea. Desean ver una política económica que ayude a los necesitados a superar su pobreza. No se sienten satisfechos dando pequeñas limosnas particulares, que solo pueden aliviar un poco el sufrimiento, pero no solucionar el problema de raíz. Por lo tanto, piden la ayuda organizadora de la corona real. Desean que el Estado sea el ribete sobre el Shuljan en el Beit HaMikdash. Que sea el rey de Israel un ribete (zer, en hebreo. N. del T.) sobre la mesa económica de su pueblo, y no, D’s no lo permita, un extraño (zar, en hebreo. N. del T.) al sufrimiento de sus hermanos. Y de esa forma se materializará ese Shuljan Melajim (Mesa Real) como un fiel enviado de todo el pueblo, que desea hacer caridad y filantropía no solo en forma particular, limitada, sino que también en forma estatal, amplia y eficiente.
 

Departamento ibero-americano

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Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
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