Parashat Metzora 5 de
Nisan
5771 No
813
"Y Te
desposaré conMigo para siempre"
Rav Ioram
Eliahu
En
cuanto a las reglas del distanciamiento entre marido y mujer que
figuran en nuestra Parashá escribieron nuestros sabios:
"Decía Rabí
Meir, ¿por qué dijo
El Rav Kuk nos enseña que ese tipo de distanciamientos son un
proceso
necesario para el florecimiento y desarrollo del vínculo entre
las personas: "Tratándose
de la satisfacción del amor por las personas - que revela su
potencia cuando se
encuentran cara a cara - las interrupciones momentáneas
intensifican la majestuosidad
del amor fiel de los compañeros y amados. El progreso y
florecimiento del cariño
a través de interrupciones como esas, es una de las condiciones
del amor y el
camino fijo del desarrollo de las personas" (Ein Aya, Brajot,
Pág. 303).
De
Pero hay otra explicación más, que profundiza nuestro
concepto de ese
período. Cuando colocamos los Tfilin
(filactélias) todas las mañanas
recitamos el versículo en el que D’s expresa la situación
que habrá entre Él y
Su pueblo en la gueulá (Redención): "Y Te
desposaré conMigo para
siempre. Y Te desposaré conMigo con justicia y con rectitud, y
con misericordia
y con compasión. Y Te desposaré conMigo con fidelidad, y
conocerás al Eterno"
(Oshea 2:21-22).
Y esa expresión nos sorprende: ¿"Y Te desposaré
conMigo para
siempre"? ¿Acaso nos quedaremos solamente "desposados" con
D’s, y no llegaremos al profundo vínculo del matrimonio? El Rav
Kuk explica: "A
pesar que el matrimonio es una vinculación más estrecha
que el desposorio, hay
una ventaja en él, porque expresa la noble base legal del apego,
que por su
elevado nivel no tiene expresión material en absoluto" (Olat
Reaya Alef,
Pág. 35).
El desposorio es definido como un vínculo elevado, porque
expresa la
relación espiritual interna, justamente porque todavía no
ha llegado el momento
de su expresión física corporal. Y de esa forma expresa
la fuerza del vínculo
entre los cónyuges, que no depende de nada externo. Y eso es lo
que D’s le dice
a Am Israel (el Pueblo de Israel), "Te desposaré conMigo
para
siempre" – Mi vínculo contigo es como el desposorio, no depende
de nada en
absoluto, y por lo tanto es eterno, para siempre.
Y por ello, hay también en la vida de la pareja épocas en
las que se
dice "tiempo de rechazar al que abraza" (Kohelet 3:5) – se vuelve a
la época del desposorio, y de esa forma los cónyuges
profundizan el vínculo
mutuo (Pirkei Ahava, Rav Shlomó Aviner).
Y explicándolo más podemos decir que toda persona fue
creada con un
cuerpo y un alma, y se debe proporcionar sustento a ambos. El cuerpo –
con toda
su potencia – se va desgastando, y no se queda en su vigor y belleza. Por ello, es necesario que haya
también un vínculo espiritual entre los cónyuges,
que siempre los acompañe.
Para eso,
Por ello, bajo la jupa acostumbramos a realizar el desposorio y
enseguida
después el casamiento, y debemos encargarnos que el
vínculo siempre se base a
lo largo de toda la vida conyugal sobre esos dos cimientos al mismo
tiempo: Una
vinculación abstracta de las almas, y una vinculación
material. Y de esa forma
seremos merecedores del amor, la fraternidad, la paz y la
armonía a lo largo de
muchos años.
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No seas
demasiado selectivo
Rav
Shlomó
Aviner
Respuesta: Tal parece que ese es un problema de muchachos, y no
de muchachas. En efecto, el selectivo se justifica a sí mismo:
"Esperé
tanto tiempo, por lo menos que no sea en vano, y que salga ganando algo
de ello".
Ese es el pensamiento equivocado de los perdedores compulsivos: "Aposté y perdí, pero
esta vez acertaré. Esta vez seguro ganaré, y entonces
recuperaré todo lo que
perdí antes".
Es la victoria de la
imaginación sobre el raciocinio. Lamentablemente, la
mayoría de la gente vive
en sus imaginaciones. En vez de pensar en forma lógica, ellos
prefieren pensar
lo que les es bueno y agradable, incluso si no es lo real. Por
supuesto, ese
escape del raciocinio no sólo tiene su consecuencia en el campo
de las citas,
también más tarde en el matrimonio y en otros campos de
la vida, y produce
muchos estragos. La persona debe hacerse un bien a sí mismo y
pensar en forma
lógica que es él el que se produce ese daño.
Ocurrió una vez que un
muchacho preguntó: "Es predestinado por el cielo que tal
muchacha será
para tal muchacho. Entonces, ¿dónde se encuentra mi
muchacha?" Y la
respuesta: La has perdido cuando la rechazaste porque no era 100%
afín a tus
virtudes, sólo 90%. Por eso, ella se casó con otro
muchacho, que le es 80% afín
– pero ellos fueron capaces de salvar las diferencias y viven felices.
Es
decir, el matrimonio no es distinto de todos los otros asuntos de la
vida en
los que hay afinidad natural y esfuerzo. Véase "Mesilat
Iesharim"
(Cáp. 1), donde dice que la persona se encuentra en este mundo
en una lucha a
ambos frentes. Todo en este mundo exige esfuerzo. También
así es explicado en
el capítulo 6 allí.
El que piensa que podrá
vivir una vida de matrimonio feliz sin invertir en el vínculo,
vive en
imaginaciones. El que piensa que encontrará su pareja que le es
perfectamente
afín, vive en una película. No será pareja, se
quedará impar.
Parte del culto a D's de
encontrar pareja es esforzarse, conversar, salvar las diferencias, ver
las
cosas en su perspectiva real, aconsejarse con amigos y personas con
más
experiencia.
Una vez le preguntó un
muchacho a su Rav: "Yo estoy saliendo con una muchacha, pero tiene tal
y
cual defecto".
Le contestó el Rav:
"Tiene también muchos otros. Los descubrirás
después del casamiento".
"¿El Rav la
conoce?".
"No".
"Entonces, ¿cómo
sabe?".
"Yo observo el
género humano más de 5000 años, y trato de
entender la naturaleza humana. Tú
buscas un ángel. No hay muchachas ángeles. Y si hubiese,
no se casaría contigo,
porque tú no eres un ángel. Por ejemplo, tienes un
defecto; eres selectivo, y
eso será un problema después del casamiento. Se trata
entonces de una pareja
perfecta: Una no-ángel, con un no-ángel. El fruto de la
vid con el fruto de la
vid. No un 100% fruto de la vid, sólo 90%. Mazal Tov".
Lamentablemente, los
solteros mayores tienen fama que no conviene fijar citas con ellos.
Porque se
han quedado tanto tiempo sin casarse, por lo visto son demasiado
selectivos, y
no hay muchas esperanzas. Por supuesto, es una generalización
injusta. Hay
también solteros muy modestos, sin exigencias desmedidas, pero
que todavía no
han encontrado su pareja. Por ello, todo soltero mayor debe realizar
una auto
retrospección, quizás él es demasiado selectivo, y
si así es, debe arrepentirse
y corregirlo. En resumen, hay dos criterios para casarse:
Valorización y amor.
La valorización del
semejante se basa sobre todo en el buen corazón y las buenas
virtudes – si esos
requisitos se dan, todo se arreglará.
El amor, es un proceso
que no es racional. Por supuesto que la pareja debe caer en gracia,
pero
tampoco se debe exagerar en ese criterio, y condicionarlo a detalles
sin
sentido. Por ejemplo, ella no es suficientemente delgada -
¿qué será cuando,
con la ayuda de D's, quede embarazada después del matrimonio?
Hay que digerir
lentamente desde un punto de vista sentimental los detalles
secundarios, para
poder amar.
Y sobre todo, no perder
la esperanza. Muchos solteros y solteras se casaron mayores, y ahora
viven
felices.
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