Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Tazria     27 de Adar Bet 5771     Shabat HaJodesh     No 812


Rav Ioram Eliahu La pureza de la palabra
Rav Ioram Eliahu

D’s nos entregó una potencia enorme, y es el don de la palabra. El hombre es definido en su esencia como “hablante”, como está escrito en Bereshit (Génesis): “Y el hombre vino a ser alma viviente” (Bereshit 2:7), cuando es traducido “espíritu hablante” (Bereshit 2:7, Tirgum Onkelus). Rashi explica: “Le fue agregado el entendimiento y el habla”. “La imagen y semejanza Divinas del hombre se expresan en su entendimiento y en el don del habla. El habla es el revelamiento y expresión del contenido interno de la persona” (Sijot HaRav Tzvi Iehudá Kuk, Vaikra Pág. 207). “La persona normal, deseada, sana, se encuentra en un cuerpo que tiene alma, y su esencia se revela a través del habla. La pureza de la palabra es la expresión de la plenitud humana,  y por lo tanto el habla en forma corrupta, Lashón HaRrá (calumnias), es una perversión de la esencia humana misma” (MiToj HaTorá HaGoelet Bet 134). Según ello explica el Rav Tzvi Iehudá Kuk el orden de los temas de nuestra Parashá, en la que la Torá nos dirige en toda situación. Al principio de la Parashá se habla de una situación normal, que es parte de la vida: Nacimiento y  Brit Milah (circunsicion). Y luego, se habla de situaciones anormales, enfermizas, cuando la enfermedad principal es Tzaraat (lepra), que le llega a la persona por haber hablado Lashón HaRrá.
En el tratado Arajin (15) nos enseñaron nuestros sabios respecto a la severidad de esa prohibición, y dijeron “todo el que habla Lashón HaRrá es como si negase el principio más básico”, y también “todo el que habla Lashón HaRrá aumenta sus crímenes en forma semejante a los tres pecados capitales; culto a otros dioses, adulterio y asesinato”. Y otra expresión singular allí, “todo el que habla Lashón HaRrá aumenta sus crímenes hasta el cielo”.
El Jafetz Jaim (Rav Israel Meir HaCohen de Radin) – respecto al cual el Rav Tzvi Iehudá Kuk decía que “llegó según una misión Divina especial, para purificar el habla de Israel” – aclara en su prólogo al libro “Shmirat HaLashón” ese término, y dice “la razón por la cual la Torá es tan severa en cuanto a ese delito es porque de esa forma se hace despertar al gran acusador en contra de Clal Israel (la totalidad genérica de Israel), y mueren muchas personas. Y podemos decir que esa es la intención de la Gmará cuando dice que todo el que habla Lashón HaRrá aumenta sus crímenes hasta el cielo, como dice el versículo “ponen en el cielo sus bocas, y su lengua se pasea por la tierra” (Tehilim 73:9). Es decir, a pesar que su lengua se encuentra en la tierra, su boca está puesta en el cielo. Y también es dicho en Tana DeBei Eliahu que Lashón HaRrá que es contado se eleva hasta el Trono del Honor, y de ello podemos entender cuán grande es el daño que producen en Clal Israel los que hablan Lashón HaRrá”.
Cuando hablamos Lashón HaRrá no sólo nos dañamos a nosotros mismos, no sólo estropeamos las relaciones con nuestro buen amigo o familiar, sino que el daño es por encima de lo que podemos describir, y todo Clal Israel sufre por ello.
Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk – que se ocupaba mucho del tema, e incluso instituyó en la ieshiva (centro de estudio de la Torá) un horario fijo de estudio del cuidado de la lengua – agrega y nos enseña que el término “cuidado de la lengua” en cierta forma implica esperar, “hay que detenerse un poco cuando se le ocurre decir algo, no es obligación decirlo enseguida. También algo bueno, no es urgente decirlo enseguida, en ese preciso instante. Es muy sano contenerse. Se puede esperar media hora, una hora, quizás mientras tanto se hará merecedor de entender mejor. Quizás mientras tanto a través de su autocrítica llegará a la conclusión que es preferible no decirlo en absoluto” (Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Vaikra Pág. 127).
La persona no acostumbra a contenerse, pero nuestros sabios con su maravillosa sabiduría nos definieron cuál es el arte de la persona en este mundo, “se haga a sí mismo como un mudo” (Kodashim 89A), y de esa forma “su honor no será deteriorado”. Pero nuestros sabios agregaron y preguntaron: “¿Incluso tratándose del estudio de la Torá [se hará como mudo]? Nos enseña el versículo ‘pronunciáis justicia’ (Tehilim 58:2)”. Lo que está relacionado con la Torá, la Gmará y comentaristas, la halajá y todo lo demás, hay que hablar. Pero lo que no está relacionado con ello, bienaventurado es el que se acostumbró a frenar su lengua, y hacerse como mudo (Sijot HaRav Tzvi Iehudá).
Todos nos fortaleceremos en ese arte. Cuidaremos nuestra lengua, no hablaremos maldades y nuestros labios no engañarán, y nos reforzaremos en el uso correcto del don del habla, añadiendo rezo y estudio de la Torá, “porque cuanto más hay resplandor de la Torá, el resplandor de la sabiduría Divina, se revela más la profundidad auténtica y la aclaración verdadera. La Torá es la cura, y el arrepentimiento es la cura – el que sufre en todo su cuerpo, que estudie Torá” (Sijot HaRav Tzvi Iehudá Kuk). Y seremos merecedores de la cura plena de la pureza del habla, de lo cual obtendremos un nivel de vida mejor y más correcto para nosotros y todo Israel. 

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Rav Zeev Karov Hay llagas, y hay llagas de Eretz Israel
Rav Zeev Karov
(reimpresión)

“Cuando hubieres entrado en la Tierra de Knaan, que os daré en posesión, y Yo pusiese llaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión” (Vaikrá 14:34). A diferencia de las llagas que surgen en la piel de las personas y en las prendas - respecto a las que fue dicho “cuando hubiere en algún vestido llaga de lepra” (Vaikrá 13:47), “cuando algún hombre o mujer tuviere en la piel de su carne manchas lustrosas, manchas lustrosas blancas” (Vaikrá 13:38) - respecto a las llagas de las casas el versículo utiliza el término “Yo pusiese”. Rabí Iehudá aprendió de esa diferencia, que “es un buen augurio de D’s; las casas tendrán llagas”.
¿Cuál es el buen augurio? Hay quienes opinan que los Knaanim escondieron sus riquezas en los muros de sus casas. Cuando aparecían llagas en los muros y las piedras eran quitadas, descubrían los tesoros ocultos. Y hay quienes dicen que los egoístas - que no querían prestar sus pertenencias a sus vecinos - se veían obligados a mostrar todo el contenido de sus casas, cuando aparecían las llagas en los muros. Por ello, temiendo esas llagas, las personas prestaban sus pertenencias a los otros, y se ayudaban más. Son buenos augurios, pero llegan por medios desagradables.
Las llagas de Eretz Israel (la Tierra de Israel) son distintas de las llagas en la galut (exilio): Las llagas en la galut son señales de malos augurios, pero en Eretz Israel son señales de buenos augurios. Toda la conducción de D's para con Su pueblo en Eretz Israel, está orientada en sentido positivo y constructivo: También las llagas y el sufrimiento, tienen por cometido construir y hacer avanzar a Am Israel (el Pueblo de Israel). “Eretz Israel es adquirida con sufrimiento”.
Hay quienes piensan respecto a Eretz Israel en conceptos de “territorio”: Eretz Israel es un territorio que nos fue entregado por D's para que vivamos en él. Todo pueblo necesita un territorio propio, y también nosotros tenemos uno similar. El que así piensa, es muy comprensible pueda llegar a consentir a “renunciar” a alguna parte de nuestra tierra para salvaguardar la seguridad. Si todo el objetivo de esta tierra es que tengamos seguridad y podamos vivir simplemente nuestra vida, también se puede ir a vivir en algún otro lado, si no hay más remedio. Se trata de cierto “Ugandismo”, que habla de la tierra en conceptos de límites del país, y nada más.

La Declaración de la Independencia comienza con las siguientes palabras: “En Eretz Israel se levantó el Pueblo Judío, en la tierra donde fue modelado su patrimonio espiritual”. No es por azar que justamente en este lugar fue modelado el patrimonio espiritual del pueblo. No hubo y no habrá ningún otro sitio que puede modelar y expresar el patrimonio espiritual de Am Israel, sólo Eretz Israel.
Esta es una tierra que nos fue destinada, y sólo en ella y a través de ella Am Israel es capaz de desarrollar su vida espiritual. ¡Si! Esta es “Eretz HaKodesh” (La Tierra de lo Santo).

Eretz Israel es un “buen augurio” para Am Israel, y para todo el mundo. Se trata de una “tierra de vida”, una tierra que “los ojos del Eterno están siempre sobre ella” (Dvarim 11:12), una tierra que es capaz de influir espiritualmente sobre el pueblo. Eretz Israel nunca fue considerada como un “Refugio seguro”: El concepto de Eretz Israel siempre estuvo relacionado con un mensaje de vida. Una vida que se desarrolla en un nivel moral y de valores distinto al de la galut y de los demás pueblos. Es la idea de una unión y una relación correcta entre la vida del kodesh (lo santo) y la vida secular.
Eretz Israel tiene lo que decir al respecto: No soportó a los pueblos que vinieron a asentarse en ella, ella vomitó a los judíos que llegaron a impurificarla, y las casas se cubrieron de llagas cuando la vida social no fue correcta y pura. Lashón HaRrá (calumnias) y egoísmo produjeron llagas en las casas de la tierra “que os daré posesión”.
El encuentro entre el kodesh y lo secular, entre espiritualismo y materialismo, debe producir crisis y sufrimiento. Cuando una realidad espiritual tan genérica y envolvente se encuentra con una realidad material limitada y restringida, se genera una brecha entre ambos, una dificultad de adaptación del uno al otro. Para unirlos y vincularlos, es necesario que el cuerpo sufra y se modifique, hasta ser capaz de asimilar ese elevado espíritu.
La Tierra de Israel, la Torá de Israel y el linaje de Israel - son una unidad. Esos tres están vinculados y combinados juntos, de forma que no es posible encontrar similar en ningún pueblo ni en ninguna tierra... sólo en esa tierra, y sólo a través de ese pueblo, puede difundirse el Reinado del Todopoderoso en todo el mundo”. Así escribió el Lord Balfour.
En estos días, en que conmemoramos y agradecemos al Eterno el honor de haber vuelto a esta singular tierra, luego de la larga galut, volveremos a hablar respecto a esta tierra utilizando conceptos espirituales, y cesaremos de hablar en conceptos de “territorio” y “seguridad”, que menosprecian su valor y generan pensamientos de abandono. Si el Lord Balfour habló respecto a ella utilizando conceptos de kodesh, nosotros tenemos el deber de hablar respecto a nuestra tierra utilizando conceptos de kodesh e ideales.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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