Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Itro     17 de Shvat 5771     No 802


Rav Ioram Eliahu La proeza de la lluvia
Rav Ioram Eliahu

Nos enseñaron nuestros sabios, ¿por qué es mencionada la proeza de la lluvia en la bendición del resucitado de los muertos? “Dijo Rabí Iosef, de momento que es equivalente al resucitado de los muertos, fue determinado que sea mencionada en esa bendición” (Brajot 33). Y explica el Meiri “las lluvias le dan vida a las semillas y las plantas – que ya murieron y se secaron, y lo que marchitó es llamado en el Talmud muerto, como explicaron respecto al Lulav seco que no es apto para cumplir la mitzva, porque ‘los muertos no halaban al Eterno’ (Tehilim 115:17)”.
Y así explican en el Talmud Ierushalmi: “De la misma forma que el resucitado de los muertos es vida para el mundo, así también la lluvia es vida para el mundo” (Ierushalmi, Brajot 5:2).
En la Gmará (Taanit 7A) que habla de los 13 ayunos que son determinados cuando no caen lluvias, se dice que la lluvia es superior al resucitado de los muertos. Así dice Rabí Abahu: “Es superior el día en que llueve que el resucitado de los muertos. Porque el resucitado de los muertos es para los tzadikim (justos), mientras que la lluvia cae tanto para los tzadikim como para los reshaim (malvados)”.
De acuerdo a eso se puede comprender por qué la lluvia es apodada “proeza”, y no “fuerza”. El autor del comentario “Tiferet Israel” a la Mishná explica que el término “fuerza” se refiere a algo que obra sin vencer ninguna resistencia. Mientras que el término “proeza” es utilizado cuando se debe hacer frente a alguna resistencia, y se la vence. Y así es con la lluvia, que cae venciendo la resistencia de la Medida de la Justicia - que critica y se opone, porque hay personas que no se la merecen. Y a pesar de ello “la misericordia Divina vencen Su enojo para con el mundo. Y así dice el versículo ‘quien da alimento a toda carne’ (Tehilim 136:25), es decir, incluso al que es sólo un trozo de carne, ni siquiera merece ser llamado ‘ser humano’, incluso así D’s le entrega su sustento, ‘porque Su misericordia perdura para siempre’ (Tehilim 136:25), a pesar que la persona no se merece esa bondad” (Brajot 5:2).
De ello aprendemos hasta qué punto la lluvia es una gracia Divina, que cae con misericordia para con todas las personas, incluso si hay quienes no se la merecen. Ese cálculo lo puede hacer sólo D’s, y por lo visto esa es la razón por la cual la “llave” de la lluvia no le fue entregada a ningún ser humano, como dice la Gmará (Taanit 2): “Dijo Rabí Iojanan, hay tres llaves que se encuentran en manos de D’s y no le fueron entregadas a ningún emisario; la llave de la lluvia, la llave del parto y la llave del resucitado de los muertos”.
Nuestra Parashá habla de la entrega de la Torá, y eso también está relacionado con la lluvia. Así nos enseñaron nuestros sabios: “Dijo Rabí Iehudá, es tan grandioso el día que cae lluvia como cuando fue entregada la Torá, como dice el versículo ‘goteará como lluvia mi lección’ (Dvarim 32:2). Y se refiere a la Torá, como dice el versículo ‘porque les he dado una buena lección, no abandonen Mi Torá’ (Mishlei 4:2)” (Taanit 90A).
En el Talmud Ierushalmi es explicada esa relación de esta forma: “Dice Rabí Berjeia, está escrito ‘goteará como lluvia mi lección’ (Dvarim 32:2). De momento que su pescuezo se endureció y no se arrepienten, desciende la lluvia” (Talmud Ierushalmi, Taanit 5:1). Explica el Netzi”v (Rabí Naftali Tzvi Iehudá Berlín) en su comentario “Amek Davar” que “cuando la persona anda y llueve, inclina su cabeza para que la lluvia caiga sobre su pescuezo, y no su cara”. En esa postura de inclinación de la cabeza hay cierta expresión de sumisión, de arrepentimiento, y cuando D’s lo ve - nos envía la lluvia.
El Rav Kuk aprendió de ello que a pesar que D’s nos entrega una abundancia de Torá, la persona tiene que esforzarse mucho con el cumplimiento de las 613 mitzvot. Él cita a Rabí Iojanan que dice que la lluvia es llamada “proeza” y agrega que “la abundancia que desciende de lo alto según el aspecto de la gracia del Creador – bendito sea – está pronta para descender en forma plena, y lista para nuestro goce”. Es decir, la lluvia debería hacer crecer de inmediato las semillas, y enseguida deberíamos disfrutar de ella, “pero la Medida de la Bravura genera muchos inconvenientes y limitaciones, y entonces es necesario que hayan muchos niveles intermedios hasta que el hombre pueda disfrutar de la lluvia a través de muchas labores, como arado, sembrado, etc.”.
Y así es también – dice el Rav Kuk – tratándose de la plenitud espiritual “la abundancia que desciende de lo alto a través de la kdushá (santidad) de la Torá para la  plenitud espiritual sería adecuado que descendiese en forma plena, hasta tal punto que la persona se haga apta a través de ella para la plenitud, sin necesidad de la labor y el esfuerzo”, pero “por parte de la Medida de la Bravura hay distintos telones que le dificultan a la abundancia manifestarse en nosotros, hasta tal punto que la persona debe elaborarla y cuidarla con las 248 mitzvot positivas y 365 mitzvot negativas, y de esa forma la persona puede llegar a su plenitud. Y esa es la interpretación del versículo en el que se compara la abundancia de la Torá a la lluvia, ‘goteará como lluvia mi lección’ (Dvarim 32:2)” (Olat Reaya, Pág. 270).
Y de esa forma llegamos al tema de la lluvia – de la que no fuimos merecedores este año. El Kineret se encuentra en una situación en la que no estuvo muchos años – y el nivel de nuestro ánimo debe ser siempre un reflejo del nivel del agua del Kineret.
Nos fortaleceremos en nuestro rezo, para que D’s nos haga merecedores de esa abundancia, y también si no somos merecedores – D’s no lo permita – aprendimos que Él le “da alimento a toda carne” (Tehilim 136:25). Él nos entregará abundantes lluvias, para santificar Su Nombre y para el cumplimiento de las palabras en la Torá “una buena tierra, una tierra de corrientes de agua, manantiales y aguas subterráneas que surgen de los valles y las montañas” (Dvarim 8:7). Que seamos merecedores de verlos con abundantes aguas pronto, en nuestros días.

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Una Torá plena para un pueblo pleno
Rav David Jai HaCohen
(reimpresión)

Respecto al versículo “una vez ha hablado D’s, dos veces lo he oído” (Tehilim 62:12) dijeron nuestros sabios: Los dos primeros mandamientos fueron dichos simultáneamente, pero Am Israel lo escuchó como dos mandamientos separados. Y también dijeron “‘cuando el Eterno da orden, aparece una numerosa compañía que anuncia’ (Tehilim 68:12) - cada mandamiento que fue pronunciado por el Eterno, se dividió en setenta lenguas” (Shabat 88B).
Para poder entender la idea que ellos nos desean transmitir, es posible explicar de la siguiente forma: La Torá que nos fue entregada por D’s es la expresión - en este mundo - de Su sabiduría y Su voluntad. A través de ellas, Él se revela en nuestro mundo. También fue escrito en el Zohar (el libro de la Kabalá por excelencia) respecto al versículo “mas vosotros, que os adheristeis al Eterno, vuestro D’s, estáis todos vivos hoy” (Dvarim 4:4): Todo el que está vinculado con la Torá, se encuentra vinculado con D’s, realmente.
En efecto, el contenido profundo de toda la Torá es uno solo, de la misma forma que D’s es uno solo, sin ninguna división. Sólo cuando la Torá nos llega a nosotros, se divide en versículos y lenguas distintas, para que nosotros - criaturas materiales – seamos capaces de recibirla. Toda la grandeza y el éxito en el estudio de la Torá, son producto de la comprensión que ella es la palabra de D’s que nos llegó del cielo, y no se la puede estudiar con nimiedades y dividiéndola. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk zt”l acostumbraba a citar el versículo “pero ahora la palabra del Eterno les será precepto tras precepto, precepto tras precepto, norma sobre norma, norma sobre norma, aquí un poco, allí otro poco, a fin de que vayan y caigan hacia atrás, y sean quebrantados, y sean enredados y cogidos” (Ishaya 28:13), con relación a Mebakrei HaMikrá (analistas faltos de fe del Tanaj y otros escritos, que pretenden ser científicos) que ven la Torá como un conjunto de componentes distintos, y no en forma plena, como se debe ver la palabra de D’s. Es más, nos indicaron nuestros sabios que “quien transgrede alguna prohibición de la Torá, es como si la trasgrediese en su totalidad” (Julin 4B), porque esa es la esencia de la Torá – algo pleno que nos vincula con el Señor del Mundo. Cuando no se ve la Torá como algo pleno, ella se convierte - D’s no lo permita - en un veneno. Así es la Torá; puede ser una poción que da vida, y puede ser un veneno mortal, D’s no lo permita (Kidushin 30B). Y también fue dicho en la Gmará que quien estudia la Torá en forma indebida, ella lo mata.

La Torá debe ser aceptada en su totalidad, y sólo entonces es semejante al alma que expresa sus fuerzas a través de todos los miembros del cuerpo humano: En los ojos viendo, en los oídos escuchando, en el cerebro pensando, en el corazón deseando, etc. Si el alma no es acogida por el cuerpo, ningún miembro tiene fuerzas para llevar a cabo su cometido. Rav Jaim de Voloshin en su libro “Nefesh HaJaim” (Shaar 4, Cáp. 11) pregunta: En Midrash Raba al libro Bereshit dijeron nuestros sabios que la idea de Am Israel antecedió a la creación del mundo. Pero también allí fue dicho que la Torá antecedió a todo! Entonces, pregunta Rav Jaim, quién antecedió a quien: La Torá, o Am Israel? Y contesta, que en realidad, ambos son una misma entidad; Am Israel y la Torá no son dos cosas distintas, ya que el alma de Am Israel es Torá. Sólo en su apariencia externa Am Israel puede parecer desvinculado con la Torá y sus mitzvot, pero en realidad, el alma de todo judío se encuentra plena de Torá y de mitzvot. Como dijeron nuestros sabios; “incluso los más vacíos en Am Israel, se encuentran repletos como una granada”. A primera vista, es una contradicción!: Si están vacíos, cómo pueden estar repletos? Es que el aspecto vacío, es sólo exterior, pero en el interior ellos son todo Torá.
De acuerdo a ello, de la misma forma que la Torá es una unidad básica, todo Am Israel en su esencia es una misma alma, que se manifiesta en cuerpos distintos. Así está escrito en el libro “Iaarot Dvash” de Rav Natan Aibshitz; hay que rezar por la cura de todos los enfermos de Am Israel, incluso los malvados, porque todo judío es un miembro del gran cuerpo de Am Israel, y si - D’s no lo permita - muere un miembro de ese cuerpo, todo Am Israel quedará inválido. Y así dijeron nuestros sabios (Sota 36): “Todos los miembros de Am Israel son responsables mutuamente”. Toda mitzva que es efectuada por uno de ellos, añade vigor y kdushá (santidad) a toda la nación. Y viceversa; todo pecado daña a todos y cada uno de los miembros de Am Israel.
Todo eso no son sólo hermosos pensamientos abstractos, sino que tienen también su expresión práctica en la halajá: Una persona que ya cumplió una mitzva determinada, puede volverla a cumplir para quien no puede hacerla por sí mismo (por ejemplo, tocar el shofar, o hacer kidush). Una persona puede cumplir una mitzva para miles y decenas de miles de personas de Am Israel, según la responsabilidad mutua anteriormente mencionada (Rosh HaShaná, comentario del Ritv”a, donde dice que todo Am Israel son considerados un mismo cuerpo). Por ello, está claro que no es posible recibir la Torá si Am Israel se encuentra, D’s no lo permita, dividido y desunido. De la misma forma que la Torá de Israel es plena - y sólo en su plenitud resplandece en ella el elevado fulgor - sólo cuando todos los miembros de Am Israel se encuentran unidos se revela en ellos el verdadero resplandor, la Shjina (manifestación de la Presencia Divina) que se encuentra dentro de ellos. Esa es la razón por la que el episodio de la Entrega de la Torá en Har Sinai (Monte de Sinai) sólo podía darse en ese tramo, en el que Am Israel tuvo el mérito de unirse “como una sola persona, con un sólo corazón” (Shmot 19:2, Rashi).
Algo semejante a lo que ocurrió en el pasado en esa generación, vaticinan nuestros sabios en la generación de la gueulá (Redención) en el futuro. Así fue dicho (Baba Batra 8A): “La reunión de los exilios depende del estudio de la Torá”. Es decir, no alcanza con una reunión física superficial sobre la base de ciertos valores, por más bellos que sean: La meta de la reunión de los exilios y la unión, debe ser sobre la base de la Presencia Divina que surca dentro nuestro - cuando nos encontramos en Eretz Israel estudiando la Torá y cumpliéndola - a pesar que al principio del camino la reunión de exilios será sobre la base de la reconstrucción de la tierra o la nación en su aspecto físico superficial, solamente.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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