Beahavá Ubeemuná
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Parashat Vaera     1 de Shvat 5770     No 751     Rosh Jodesh


Agada
Rav Lior Engelmann

En dos ocasiones discrepan Rabí Elazar Ben Azaria y Rabí Akiva en cuestiones de Agada (estudio del aspecto más profundo de la Torá). En ambas ocasiones primero Rabí Akiva dice su opinión, y después Rabí Elazar se expresa de forma tal que parece como si Rabí Akiva no debería emitir su opinión en cuestiones de Agada. En ambas ocasiones Rabí Elazar propone su opinión, y parece a primera vista que lo que dice es muy similar a lo que dijo Rabí Akiva, y quizás no hay ninguna diferencia entre ellos, sólo un aclaración en cuanto al profundo mundo de la Agada.
“‘Y subió la rana’ (Shmot 8:3): Dice Rabí Akiva, había una sola rana, y engendró una cantidad enorme de ranas y colmó con ellas a toda la tierra de Egipto. Le dijo Rabí Elazar Ben Azaria: Akiva, ¿qué haces en el plano de la Agada? No hables más, y dirígete a los Negaim y Ohalot. Había una rana, que silbó y llamó a todas las otras” (Shmot Rabah 10:4).
Rabí Akiva intenta explicar por qué en la descripción de la plaga de las ranas el versículo dice “la rana”, en singular. Él propone una interpretación según la cual todo empezó de una sola rana, que engendró muchas otras. Su explicación se hace merecedora de una reacción muy severa y sorprendente de Rabí Elazar Ben Azaria: “Akiva, ¿qué haces en el plano de la Agada?”. Cuesta entender qué fue lo que dijo Rabí Akiva, hasta tal punto que él le diga “no hables más”. Hay que prestar atención al hecho que Rabí Elazar no pone en duda la sabiduría de Rabí Akiva, ya que lo dirige al plano más complejo de la halajá, “dirígete a los Negaim y Ohalot”. Preguntamos nuevamente: ¿Por qué debe dirigirse Rabí Akiva al plano de las halajot más profundas, y no hablar en cuestiones de Agada?
Después de sus agudas palabras, supondríamos que Rabí Elazar propondría una explicación revolucionaria, totalmente distinta de la explicación de Rabí Akiva. Pero él dice: “Había una rana, que silbó y llamó a todas las otras”. Cuesta entender: ¿Qué tanto innovo Rabí Elazar en cuanto a Rabí Akiva? A primera vista la diferencia entre ambas explicaciones es mínima: ¿Qué me importa si la rana engendró a las otras, o sólo silbó y ellas llegaron?
Hay otro Midrash que habla de los versículos del libro Daniel que mencionan las “sillas” de D’s. Los Tanaim (sabios de la época de la Mishná) hablan de la naturaleza de esas “sillas”, y nuevamente surge una discusión muy parecida: “Uno de los tronos es de la justicia, y el otro es de la caridad, dijo Rabí Akiva. Le dijo Rabí Elazar Ben Azaria: Akiva, ¿qué haces en el plano de la Agada? No hables más, y dirígete a los Negaim y Ohalot. Una de esas sillas es el trono, y la otra es el taburete. El trono para sentarse, y el taburete para Sus pies, como dice el versículo ‘el cielo es Mi trono, y la tierra es el estrado de Mis pies’ (Ishaya 66:1)” (Jaguiga 14A).
Nuevamente Rabí Akiva expresa su opinión en cuestiones de Agada, y nuevamente Rabí Elazar Ben Azaria le pide que deje ese tema, y se ocupe de Negaim y Ohalot. También en este caso esperaríamos que la opinión de Rabí Elazar fuese totalmente distinta, pero no es así: Según
Rabí Akiva D’s tiene un trono de justicia y otro de caridad – es decir, la dirección del mundo más allá de la Medida de la Justicia. Rabí Elazar insinúa por lo visto lo mismo: D’s tiene un trono, en el cielo, y un taburete en la tierra. El cielo insinúa el mundo absoluto, la Medida de la Justicia, mientras que la tierra insinúa el mundo en el que D’s conjugó la Medida de la Justicia con la Medida de la Misericordia. Es decir: El trono es de la justicia, y el taburete de la caridad. Nuevamente, tal parece que Rabí Akiva y Rabí Elazar dijeron algo muy parecido en un lenguaje distinto, y queremos entender: ¿Qué es lo que enojó tanto a Rabí Elazar? ¿Qué me importa si decimos “caridad” o “taburete”?
Para entender en profundidad la conversación entre Rabí Akiva y Rabí Elazar debemos antes aclarar ¿qué es el plano de la Agada? ¿Qué es ese mundo tan rico en parábolas y cuentos que a veces nos parecen totalmente exagerados o infantiles? ¿Por qué tiene un lugar tan importante en la Torá oral?
“Los que enseñan Agada dicen: ¿Quieres conocer al que dijo, y el mundo fue creado? Estudia Agada, y de esa forma lo conocerás y te adherirás a Sus caminos” (Sifri, Dvarim 49).
El mundo de la Agada es el mundo del estudio esotérico. En contraste con el mundo de la halajá – que pregunta todo el tiempo ¿qué nos ordena D’s? – el mundo de la Agada pregunta ¿quién es D’s? ¿Cuáles son sus virtudes? ¿Cómo actúa en el mundo?
El mundo de la Agada debe ser expresado en un lenguaje sin límites, con palabras que es posible quitarles la “cáscara” y revelar un contenido oculto, porque la Agada nos ayuda a “conocer al que dijo, y el mundo fue creado”: Nos orienta en dirección a lo infinito, en dirección a D’s. Las ideas son expresadas a través de un cuento o una parábola, un lenguaje simbólico que no tiene límites claros, que puede ser interpretado a diferentes niveles, cada uno más profundo que el otro, sin límite, ya que pretendemos conocer a D’s, y no es posible limitarlo con definiciones.
Puede ser que en realidad no hay ninguna diferencia entre la opinión de Rabí Akiva y Rabí Elazar, sólo una diferencia de lenguaje. Mientras que Rabí Akiva pretende definir en forma exacta y explicar cómo fue que llegó la plaga de las ranas, y cómo dirige D’s Su mundo, Rabí Elazar hace hincapié en la utilización de un lenguaje simbólico, que no se limita a una descripción concreta.
La crítica de Rabí Elazar no es en cuanto a la opinión de Rabí Akiva, sino que en la forma en que expresa su opinión. El alma del estudio de la Agada es un lenguaje que no limita, palabras que permiten profundizar sin límite. Rabí Akiva intenta definir cómo comenzó la plaga, o cómo conduce D’s Su mundo. Sus palabras definen en forma tajante, y no dejan ningún hueco que nos permita observar a través de él al infinito mundo de la Agada. Rabí Elazar le dice que se dirija a los Negaim y los Ohalot: Allí, en los temas más complejos del plano de la halajá, hace falta una persona que sepa limitar y definir en forma exacta - pero no en la Agada. El lenguaje de Rabí Akiva es demasiado directo, y no le exige al alumno buscar los tesoros que se esconden detrás de él. En vez de una descripción como si la rana hubiese engendrado a las otras – todo ya está explicado y claro – hay que decir que ella silbó, y de esa forma abrir una puerta al mundo que se encuentra más allá de lo natural. En vez de decir “justicia” y “caridad”, hay que decir “trono” y “taburete”. En vez de explicar, hay que insinuar – y de esa forma podremos conocer al que dijo, y el mundo fue creado. 

Midreshet Majón Orá

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Rav Shlomó Aviner Mi amigo cayó
Rav Shlomó Aviner

Mi amigo cayó
Mi mejor amigo en el mundo
No se puede encontrar alguno mejor que él.
Siempre marchamos juntos a la batalla
Juntos en la vida, y juntos en la muerte.
Como hermanos, bajo fuego y bajo agua.
Mi buen amigo.
De pronto, silbó una bala
Esa era una bala dirigida a mí
Pero el que cayó, fue mi amigo.
Mi buen amigo.
Él me extendió su mano
Pero yo tomé mi rifle
Y respondí un fuego infernal
Y vengué a mi amigo.
Entonces tomé su mano
Y él me dijo casi en silencio:
"Si vuelves a casa
Dile a mi madre
Suaves palabras
Dile que me perdone
Que nos volveremos a encontrar alguna vez.
Mi amigo, dame tu mano
Dame una sonrisa
Que me quede para siempre – para toda la eternidad".
Él devolvió su alma
Y yo lloré.
Tuve un amigo.
Nunca volveré a sonreír
Nunca volveré a reír.
Él siempre marchó frente al peligro
Sin temor ni dudas.
Hay quienes dijeron que él esta loco
Vi cientos, miles, decenas de miles como él
Pero él era mi amigo
Mi mejor amigo en el mundo
No puede ser que haya alguno mejor que él.
Él marchaba hacia lo desconocido
Y le decía con su mirada:
"Bienvenido.
Mis amigos marcharon a la lucha
Y ahora es mi turno".
Mi amigo cayó
Que tenía fe en su camino
Y marchó por su sendero.
Siempre fue voluntario, con todo el corazón
Porque dijo: "
¿De qué vale mi vida
Si no hago algo de ella?".
Y entonces, marchaba en silencio, con humildad.
Yo estoy orgulloso de él
Me lamento por él
Ha llegado el momento que yo tome su puesto
De mi amigo, del mejor amigo
Que no estudió Torá
Y no vestía una kipa
Pero cumplió "amarás a tu prójimo como a ti mismo".
Él siempre ayudó,
No porque le gustase,
Sino que porque era necesario.
Es seguro que él no odiaba
Es seguro que disfrutaba
Cuando veía a su amigo alegre.
Él era mi mejor amigo
Él sabía qué es ser amigo,
Antes de preocuparse por sí mismo
Se preocupó por los demás
Se preocupó por su nación.
Él fue el amigo
Que más amé.
Él no estudió Torá
Tampoco vistió una kipa
Pero "amarás a tu prójimo como a ti mismo"
Lo llevaba en la sangre
Y por eso entregó su vida
Y por eso D's estuvo con él
Con mi buen amigo
El mejor amigo del mundo.
Mi amigo.
 

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