“Fue
Reuben… y escuchó Israel”
Rav
Azriel Ariel
El episodio de Reuben es poco claro: “Y
aconteció que mientras habitaba Israel en aquella tierra, fue
Reuben y se
acostó con Bilá, concubina de su padre, y escuchó
Israel” (Bereshit 25:22).
Nuestros sabios dijeron que “todo el que dice que Reuben pecó,
se equivoca” - y
no tocaremos ese tema. Ellos hablan de la pregunta formal: Acaso fue
ese un
severo pecado de relaciones prohibidas, o se trata de algo distinto,
mucho más
leve?. Pero hay algo que está claro: Reuben hizo algo que estaba
prohibido.
Iaacov sabe que lo hizo - “escuchó
Israel” – pero no reacciona. Por el contrario, está dicho
enseguida después:
“Eran, pues, doce los hijos de Israel. Los hijos de Lea: Reuben, el
primogénito
de Iaacov…” (Bereshit 25:22-23). Y lo que eso quiere decir, es que
Reuben continúa
siendo considerado parte de esa familia. Él no es maldecido –
como fueron maldecidos
Jam y Knaan. Él no es expulsado – como Ishmael. Él no
deja de ser considerado
el primogénito – como su tío Esav. Ni siquiera se hace
merecedor de una amonestación
– como sus hermanos Shimon y Leví. La reacción de Iaacov
llega sólo después de
muchos años, cuando bendice a sus hijos antes de morir. Si bien
es cierto que
“Reuben, tú eres mi primogénito, mi vigor, y el principio
de mi fuerza”
(Bereshit 49:3), y por ello te merecías ser “el preeminente en
dignidad, el
preeminente en poder”. Pero no recibirás tu primogenitura:
“Bullente como agua,
no serás el preeminente, por cuanto subiste al lecho de tu
padre, entonces, mi
tálamo profanaste” (Bereshit 49:4). Y las cosas están
escritas en forma más
clara en otro lado (Divrei HaIamim Alef 5:1-3): “Y los hijos de Reuben,
primogénito de Israel – que él era el primogénito,
mas cuando profanó el lecho
de su padre, fue dada su primogenitura a los hijos de Iosef, hijo de
Israel, y
él no debe ser considerado primogénito. Pues
Iehudá superó a sus hermanos, y el
príncipe descendió de él, bien que la
primogenitura fue dada a Iosef”.
Y todavía debemos comprender el silencio
de Iaacov – y aprender de ello.
Propondremos dos explicaciones.
En primer lugar, Ishmael y Esav - e
incluso Shimon y Leví, salvando las grandes diferencias -
perjudicaron a una
tercera persona: Ishmael amenazó con atacar a Itzjak, o
pecó otros pecados
(según el Midrash). Esav pretendió atacar a
Iaacov, y cometió otros
pecados (según el Midrash). También Shimon y
Leví atacaron a los
habitantes de Shjem, y no a Iaacov mismo. Por ello, su padre no
tenía
dificultad alguna en reaccionar de inmediato, de acuerdo a la gravedad
de las
acciones. Pero encontramos dos casos en los que un hijo hiere a su
padre: Jam y
Reuben. Noaj no dudó en reaccionar de inmediato en una
situación como esa,
cuando Jam lo lastimó. Su reacción no se basa en el plano
moral de la falta de
Jam, sino que en el plano personal: “Y despertó Noaj de su vino,
y supo lo que
había hecho con él su hijo menor” (Bereshit 9:24). Su
reacción – cuando estaba
encolerizado – hizo recaer una maldición eterna sobre la
descendencia de Jam.
Pero no ayudó a Jam a arrepentirse ni corregir su falta.
Iaacov no está dispuesto a reaccionar
inmediatamente tratándose de un asunto personal, cuando su
reacción puede ser
interpretada en forma equivocada como proveniente de su dolor
particular. Una
reacción que emana de la cólera, del dolor – seguramente
provocará daño, y es
muy poco probable que pueda ayudar en algo. El Gaón
(genio del estudio
de
Y a pesar que toda persona de Israel
tiene la obligación de amonestar a su prójimo cuando
peca, si piensa que
llegará a enojarse cumpliendo esa mitzva, está
exento. Por eso, Iaacov
no reacciona. Él continúa acercando a Reuben hacia
él, como si nada hubiese
ocurrido. Él demora su reacción, y habla de ello
sólo al final de sus días – no
como un castigo, sino que como una consecuencia lógica y
necesaria. El
atolondramiento – que se expresó en la conducta de Reuben –
demuestra que no
eres apto para dirigir, y no hay más remedio que entregar la
dirección del
pueblo en manos de otra persona.
Una segunda explicación emana de una
pauta básica que nuestros sabios determinaron (Brajot 7A): “Es
preferible un
remordimiento en el corazón, que muchos latigazos… más
que cien latigazos, como
dice el versículo ‘una reprensión en el hombre entendido
es más que cien
latigazos en el insensato’ (Mishlei 17:10)”.
Dice al respecto el Rav Kuk (Ein Aya
Brajot, Cáp. 1, 70-71): “Nos enseñaron nuestros sabios la
forma correcta de
educar. Porque la persona no puede ser educada a los golpes,
sólo con amabilidad.
Y el verdadero temor, es el Temor de
Iaacov deposita su confianza en Reuben,
confía en que él reconocerá por sí mismo su
pecado, sin necesidad que su padre
lo amoneste. Y en efecto, muchos comentaristas hablan de que Reuben
reconoció
su pecado, y se arrepintió plenamente por su propia iniciativa.
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Tratamiento
intensivo
Rav
Shlomó
Aviner
Pero debemos preguntar: Miriam dijo la verdad!. Nuestro Rav
Moshé
realmente se apartó de su esposa!.
Se trata de un error: Lashón HaRrá está
prohibido incluso si se
trata de la verdad. Si es una mentira, es llamado Motzi Shem
Rrá, y es algo
mucho peor.
Pero Miriam no lo dijo en público, sólo a cuatro ojos?.
Se trata de otro error: También a una sola persona está
prohibido
contarle Lashón HaRrá. Si se cuenta en
público, el pecado se multiplica
según el número de oyentes.
Pero Miriam le contó a Aharon - que es una persona kdoshá
(santa), que sabe cuidar su lengua?.
Tercer error: También a una persona tzadika (justa)
está
prohibido contar. Y por supuesto que está prohibido contarle a
una persona que les
contará a los demás.
Pero Aharon era parte de su familia?
Cuarto error: También a un familiar está prohibido
contarle. Y por
supuesto que está prohibido lavar la ropa sucia afuera…
Pero Miriam amaba a nuestro Rav Moshé como a sí misma:
Él nació gracias
a ella, cuando convenció a sus padres volverse a casar,
él no pereció gracias a
ella, cuando lo salvó en el Nilo?.
Quinto error: También si una persona te sonríe mucho, eso
no le da
derecho a apropiarse de ti, y hablar mal de ti.
Pero, cómo podía saber Miriam que D's le ordenó a
nuestro Rav Moshé
abandonar a su esposa?. También Miriam y Aharon eran profetas, y
D's les dijo
"volveos a vuestras tiendas" (Dvarim 5:27). Cómo podía
ella saber que
D's le ordenó a nuestro Rav Moshé "mas en cuanto a ti,
quédate aquí
conMigo" (Dvarim 5:28)?.
Sexto error: Cuando no se sabe, no se habla como si se supiese.
Primero, se deben verificar los hechos, se debe preguntar y averiguar.
En
efecto, nuestro Rav Moshé no era como los otros profetas: "Si
hubiera
profeta del Eterno entre vosotros, Yo Me daría a conocer a
él en visión, o en sueños
le hablaría. No es así Mi siervo Moshé…" (Bamidvar
12:6-7). El
Ramba"m explica en su libro "More Nebujim" que en
realidad, nuestro Rav Moshé no era profeta, sino que algo mucho
más sublime.
Pero no tenemos ninguna palabra en el lenguaje humano para describirlo,
y por
ello lo llamamos "profeta" (More Nebujim 2:35). Miriam y Aharon
miraron a Moshé a la altura de sus ojos – no a la altura de un
hombre común,
sino que a la altura de un profeta – y eso les hizo hablar Lashón
HaRrá.
Pero Miriam era una mujer kdoshá, colmada de
méritos – por qué
fue castigada por un pecado tan leve?.
Octavo error: También una persona kdoshá tiene
prohibido hablar Lashón
HaRrá.
Noveno error: Lashón HaRrá no es un "pecado
leve"!.
Pero nuestro Rav Moshé era muy humilde, y no lo tomó a
pecho, como dice
el versículo "y aquel varón Moshé era muy modesto,
más que todos los
hombres que había sobre la faz de la tierra" (Bamidvar 12:3)?.
Décimo error: También tratándose de una persona
humilde, que lo
perdona, está prohibido contar Lashón HaRrá.
Nuestro Rav Moshé perdonó –
pero D's no los perdonó!.
(ver Ramba"m, Hiljot Tumat Tzaraat 16:10. Comentario del
Ramba"n a
Entonces, nos queda otra pregunta: Cómo podemos solucionar el
problema?. Acaso callar, cuando vemos algo que nos parece incorrecto?.
Respuesta: Por supuesto que no, pero se le debe hablar a la persona
misma, sin hablar de ella a una tercera persona. Si Miriam le hubiese
preguntado a nuestro Rav Moshé directamente, él le
hubiera explicado lo que
hizo, y todo hubiese terminado allí. Es cierto que hay personas
con las que no
se puede hablar, y hay personas que no están dispuestas a
escuchar. Pero no era
ese el caso de nuestro Rav Moshé: Él era modesto, no
tenía servidores o
secretarios que lo protejan, toda persona podía allegarse a
él – y por supuesto
que su hermana.
Y tú, mi querido lector: Si todo lo que fue escrito no te es
sabido –
tienes un severo problema. Necesitas un tratamiento intensivo. Debes
comenzar a
estudiar el libro "Jafetz Jaim" y el libro "Shmirat
HaLashón". El libro "Jafetz Jaim" es para saber las halajot,
y el libro "Shmirat HaLashón" para edificar una
personalidad
que no es capaz de hablar Lashón HaRrá, que en
forma natural la asquea y
no habla algo así. Hay que estudiarlos, y repasarlos muchas
veces.
Y mientras tanto, utiliza este resumen: "Lo que tú odias, no se
lo
hagas a tu prójimo". Lo que no deseas que hablen de ti, no lo
hables
respecto a tu prójimo. Esa regla no soluciona todos los
problemas, pero muchos
de ellos.
Y se cumplirá en nosotros el versículo "guarda tu lengua
del mal,
y tus labios de hablar engañosamente, apártate del mal, y
obra el bien, busca
la paz, y síguela" (Tehilim 34:14-15).
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
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invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
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