Beahavá Ubeemuná
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Parashat Masaei     1 de Av 5768     Rosh Jodesh     No 678


"Sus viajes según sus partidas"
Rav Israel Mizraji

Con la Parashá "Masaei" no sólo terminamos el libro "Bamidvar" (Números), sino que también llegamos al final de "estos son los viajes de los Hijos de Israel que Salieron de la tierra de Egipto" (Bamidvar 33:1): Llegamos!. No hay más viajes. El desierto se encuentra tras nuestro - y debemos hacer una retrospección de lo que nos ocurrió a lo largo de 40 años y aprender de ello, de esa gran experiencia histórica.
Dice la Torá: "Moshé escribió sus partidas según sus viajes por mandato del Eterno. Y estos son sus viajes según sus partidas…" (Bamidvar 33:2). En el mismo versículo, la Torá invierte el orden de las palabras: "Sus partidas según sus viajes", y "sus viajes según sus partidas"!. Cada viaje tiene su punto de partida, su origen. Y también todo el que sale de un lugar determinado para avanzar, tiene algún cuento del viaje.
Por supuesto, se puede viajar tanto que ya no se puede reconocer el punto de partida. En un viaje como ese se pierde el sentido que el punto de partida pudo darle a la marcha, para su meta y su provecho. Y eso es lo que la Torá nos enseña: En los viajes de nuestros antepasados en el desierto había una estrecha relación entre el punto de partida y el viaje en sí – "sus partidas según sus viajes" – porque el origen influyó mucho sobre la dirección del camino. El punto de partida es un pueblo que D's sacó de Egipto, cumpliendo la promesa a los patriarcas. Los dirigió en el camino en el desierto, cuando al frente marcha nuestro Rav Moshé, que los encamina y les enseña la Torá de D's. Y ahora, han llegado al final de sus viajes, según ese "punto de partida" Divino.
Durante miles de años viaja
Am Israel (el Pueblo de Israel) por el desierto de la galut (exilio), donde hay situaciones distintas y difíciles sin par. Sus viajes durante esos largos y duros años alejaron gran parte del pueblo de su origen, de su punto de partida. Sólo los que permanecieron fieles a su origen en el viaje, se quedaron dentro del marco de Am Israel. Los demás – cuyos viajes no fueron según sus partidas – se asimilaron, y desaparecieron.
Vivimos una época de viajes. Todo el mundo viaja, muchos viajan sin dirección alguna, sin metas. E incluso si ellos piensan que tienen alguna dirección, les faltan las raíces del punto de partida, que enriquecen el viaje y le confieren un sentido que vincula el pasado con el futuro. Y hay quienes temen marchar, y se quedan en el punto de partida – sin viajar, sin avanzar.
En nuestro viaje en el Desierto de las Naciones hemos vuelto a
Eretz Israel (la Tierra de Israel), y encontramos dentro nuestro gran parte del pueblo que anhela viajar, avanzar, construir y plantar – como todos los pueblos. Pero esas personas no están vinculadas con el punto de partida de Am Israel, su Torá y la tradición de sus antepasados. Y si no hay punto de partida, se pierde el derecho a la existencia misma de nuestro pueblo. Y con todo lo que ellos se sacrifican por reconstruir la tierra, les es difícil transmitir a la generación futura la necesidad de existir y vivir como judíos, construir la tierra de nuestros antepasados y no asimilarse entre los pueblos. Esos hermanos nuestros tienen "viajes", pero no tienen "partidas".
Por otro lado, hay judíos que se quedaron muy cercanos a sus "partidas", cuidan y cumplen la Torá y sus
mitzvot – pero no ven, o no quieren ver el tiempo que avanza, la efervescencia y los cambios que ocurren, día a día. Ellos quieren vivir como vivieron hace cientos de años: El mundo marcha adelante, pero ellos piensan que expresarán mayor fidelidad al origen si se quedarán en la galut - incluso dentro de Eretz Israel. No son capaces de identificar la creación del Estado de Israel como el principio de un viaje en dirección a la llegada del Redentor. Ellos tienen "partidas", pero les faltan los "viajes".
La Torá escribió "sus partidas según sus viajes", y también "sus viajes según sus partidas" - para enseñarnos que hay que unir el pasado con el presente, en dirección al futuro.
Nuestro Rav Moshé vio el futuro de
Am Israel en su tierra, en la tierra de los patriarcas – pero sólo según el elevado punto de partida, según la Torá y la tradición. Y también vio la existencia plena de la Torá sólo en nuestra tierra, que se desarrolla y se extiende. Esa unión del pasado y el futuro, de la Torá y la tierra, del punto de partida y del viaje, es la base de la Torá de Eretz Israel. 

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Rav Shlomó Aviner Volveremos a Gush Katif?
Rav Shlomó Aviner

Por supuesto que volveremos a todos los asentamientos. Es lo más certero que hay, porque estamos en una época de renacimiento. Volvemos a nuestra tierra, a todo lo largo y a lo ancho de ella. Y también si hay caídas – nos superaremos. Esta es la época más maravillosa de nuestra historia en los últimos dos mil años. Es como el nacimiento de un niño, que es maravilloso. También el embarazo es maravilloso, también el parto es maravilloso – y también el bebe mismo es maravilloso!. Ya nacimos una vez en Egipto – ahora, volvemos a nacer. En la galut (exilio) logramos sobrevivir, y eso fue un milagro. Ahora, renacemos.
Por supuesto, no es fácil. También un parto no es fácil, pero vale la pena. También la visión nacional de los Huesos Resecos se plasma paulatinamente: Reconstrucción de la tierra, reunión de los exilios, estado, ejército, Torá. Pero todo avanza!.
A veces hay que marchar despacio, como dijo nuestro patriarca Iaacov: "Y yo andaré a mi paso lento" (Bereshit 33:14). Es decir, "según mi lentitud" (Rashi). No desprecies lo que avanza lentamente. "Por cuanto este pueblo desprecia las aguas del Shiloaj que surcan lentamente, y se deleita con Retzin y el hijo de Remaliahu" (Ishaya 8:6). Retzin era el rey del imperio Asirio, y Pekaj Ben Remaliahu era el rey del Reinado de Israel – que hizo cosas peores aún. Él se alegró en pactar con el enemigo – los Asirios – para atacar a sus hermanos, el Reinado de Iehudá (ver Sanhedrin 94B). Eso es lo que pasa cuando se buscan soluciones "rápidas" y "milagrosas".
Ten paciencia, mi amigo. No habrá una tercera destrucción del Beit HaMikdash (El Templo) – pero puede haber crisis. No desesperes. Por el contrario, recuerda que la persona se fortalece aprendiendo a adaptarse a situaciones cambiantes y difíciles.
En el libro "Kohelet" (Eclesiastés) figura el capítulo que describe los distintos momentos en la vida (Cáp. 3). No siempre tú eliges el momento que te es cómodo, a veces el momento te elige a ti. Y tú debes hacer lo que puedas, porque todo está en manos de la Providencia, y lo bueno  llega a través de personas meritorias, y lo malo a través de personas culpables. Aprende a comportarte y tomar resoluciones en situaciones de incertidumbre, y ser un emisario de D's en toda situación.
Lo que puedes cambiar, cámbialo. Lo que no puedes cambiar, acéptalo tal cual es – y aprende a diferenciar entre ambos.
No pienses en el enojo y en la desesperación, en la amargura y la frustración. No te arruines a ti mismo, no arruines a los demás, no arruines la generación futura, no le metas en la cabeza cosas que no le permitirán dirigir cuando llegue su momento.
Es cierto que Darwin arguyó que en nuestro cruel mundo el más fuerte subsiste, pero él no pudo explicar cómo es que los pájaros delicados aún existen. Más tarde, dijeron que incluso si el individuo particular sucumbe – la especie en general subsiste. A largo plazo, la delicadeza triunfa.
Por ello, cúrate de tu herida, y no la infectes más. No odies. Tampoco "por la causa en sí".
Somos un pueblo que sabe esperar, y no desespera: "El año que viene – en Ierushalaim", "el año que viene – seremos libres". Otros pueblos no supieron esperar – y desaparecieron. Somos el pueblo de la fe y la paciencia, que marcha hasta que surge la luz y llega el amanecer.
No seas celoso. Es cierto que Pinjas celó por D's, pero no hizo su acción de por sí mismo, sino que antes le preguntó a nuestro Rav Moshé (Sanhedrin 82A). Porque a fin de cuentas era una persona pacífica, que se hizo merecedor del pacto de la paz, el nieto de Aharon HaCohen (El Sacerdote) - que amaba la paz y la perseguía.
También gigantes espirituales como Rabí Shimón Bar Iojai y su hijo Rabí Eliezer fueron amonestados: "Han salido a destruir Mi mundo?!. Vuelvan a su cueva!" (Shabat 33B. Ver comentario de Ein Ayá).
A pesar de todos los obstáculos, continuamos viviendo gracias a los milagros. Milagros evidentes. Todo es milagro.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
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