Beahavá Ubeemuná
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Parashat Vaigash     6 de Tevet 5765     No 491


Lucha y proximidad entre hermanos
Rav Azriel Ariel

Al principio de la Parashá de nuestra semana es descrito un duro encuentro: Un choque entre dos hermanos que se aproximaron el uno al otro - pretendiendo herir a su contrario - y se encontraron. Ya el midrash nota las diversas interpretaciones posibles del término tan singular que fue utilizado para describir ese episodio: "Vaigash" (=se llegó. Bereshit 44:18), que puede expresar disposición para luchar, un encuentro con intención de concilio, y también un rezo.
El midrash también describe los sentimientos de Iehudá cuando se acercó a Iosef:
"'Pues, he aquí, los reyes se juntaron, a una pasaron' (Tehilim 48:5). 'Porque los reyes' - esos son Iehudá e Iosef. 'A una pasaron' - cada uno se encolerizaba con el otro...".
Iehudá se encoleriza con Iosef, que pretende secuestrar a su hermano Binyamin valiéndose de artimañas y tomarlo como esclavo. Y qué pensaron los otros hermanos en ese momento?. También esa pregunta es contestada por el midrash:
"'Uno a otro se acercan tanto' (Iyov 41:8) - esos son Iehudá e Iosef. 'Que el aire mismo no pasa entre ellos' - esos son los otros hermanos. Dijeron: Los reyes se pelean entre ellos, qué nos incumbe?".
Iehudá está totalmente compenetrado – con toda su cabeza y todo su corazón - intentando rescatar a Binyamin, y le parece que los demás hermanos son indiferentes. Como si el destino de Binyamin es su problema particular, y no el problema de toda la familia. O quizás se han contagiado del "microbio" de la desmoralización, que ha penetrado en sus corazones?. Pero todas las dificultades - internas y externas - no lo hacen desistir. Y también al respecto relata el midrash:
"'Como aguas profundas es el consejo en el corazón de un hombre, mas el varón de entendimiento las sacará' (Mishlei 20:5). Como un pozo profundo que tenía aguas frías y buenas, pero nadie podía alcanzarlas. Vino una persona y ató un cordel a otro, una hebra a otra, un cordón a otro, y logró extraer el agua y beberla. Comenzaron todos a beber del pozo, valiéndose de su soga. En forma semejante, Iehudá no dejó de contestarle a Iosef, una respuesta tras otra, hasta que llegó a su corazón".
Iehudá es comparado con una persona que desea extraer el agua de un profundo pozo, y no tiene ninguna soga. Otra persona claudicaría, pero no así Iehudá. Si no hay ninguna soga - entonces se la debe fabricar. Si no hay ningún camino conocido para llegar al corazón de piedra de Iosef, entonces se debe abrir uno nuevo que no fue utilizado hasta ahora. La acción es lograda a través de pequeños eslabones: "ató un cordel a otro, una hebra a otra, un cordón a otro", uno tras otro, uno más uno, "hasta que llegó a su corazón" de Iosef, y logró cambiar toda su actitud.
Era natural que se enojase, que se enfureciese y enardeciese por la terrible injusticia. Pero era necesario actuar de otra forma. A veces justamente "la respuesta suave" es la que "aparta el enojo" (Mishlei 15:1). Por lo tanto, Iehudá toma varias medidas para que Iosef acepte con más facilidad sus argumentos. Y nosotros las recolectaremos una a una, según el comentario del "Or HaJaim":
A. Se encontró con él "a cuatro ojos", para que si logra vencer a Iosef, este no se sienta avergonzado - ya que de esa forma no aceptará liberar a Binyamin.
B. "Iehudá inteligentemente intentó apelar a la misericordia de Iosef, tratando de hacer despertar su amor y estima, para que también Iosef se sienta cercano a él, consienta con él y se reconcilie".
C. "Se acercó a Iosef para su bien... y por eso fue escrito 'se llegó a él' - es decir, argumentar para el bien del rey...".
Así es la "guerra entre hermanos". Iehudá se dispone a luchar, mientras que reza en su corazón, pero en la práctica, se encontró allegándose para reconciliarse... - un allegamiento frente al cual Iosef no pudo contenerse. Y culminaremos con un lindo cuento jasídico, que expresa esa misma ambigüedad de ese acercamiento, cuando Iehudá se encuentra frente a Iosef:
Era acostumbrado por los "Paritzim" (hacendados Rusos gentiles) que tomaban a algún judío que había sido presa de alguna acusación falsa, lo vestían con una piel de oso y lo enviaban a luchar contra un verdadero oso - cuando las terribles consecuencias del combate eran previsibles. Semejante cruel destino recayó una vez sobre un judío, que se preparó para lo peor... y llegó el momento. Él se encontraba vestido con una piel de oso, con una careta de oso, y salió al campo de batalla. Frente a él - mostrando los dientes - se acercaba el terrible oso. Ambos osos se acercaron, lentamente, el uno al otro. Cuando el judío llegó a corta distancia del amenazante oso, se le escapó el grito: "Shmá Israel"!. Pero cuan grande fue su sorpresa, cuando un grito de "Shmá Israel" también surgió de la boca del oso contrario!...
Tenemos amor, y él vencerá!!!.


Rav Shlomó Aviner Alimentación sana
Rav Shlomó Aviner

Hay que cuidar la salud. Por supuesto. Pero para nuestro gran Rav, el Ramba"m, eso es parte del culto a D's: "La salud del cuerpo es parte de los caminos de D's, porque no es posible comprender o tener conocimientos si se está enfermo. Por lo tanto, la persona debe alejarse de todo lo que produce daño a su cuerpo" (Hiljot Deot 4:1).
Es una buena costumbre, por ello el Ramba"m lo escribe en "Hiljot Deot": Las halajot de las buenas virtudes. Por supuesto, estar sano no depende sólo de los esfuerzos de la persona, pero debe apartarse de todo lo que daña la salud.
La definición desde el punto de vista de la halajá del cuidado de la salud, es "caminos de D's" (Ídem), "el camino de D's" (Ídem, 1:7). Es decir, una buena virtud que en sí es una mitzva de la Torá: "Los buenos y rectos senderos, como fue dicho 'y anduvieres en Sus caminos' (Dvarim 28:9)" (Ídem, 1:5). Y también fue escrito: "Es una mitzva - y también la forma correcta de comportarse - el cuidado de la salud, para que sea sano y fuerte y de esa forma pueda rendir culto a D's" (Tur, Orej Jaim 155. Es citado por Mishná Brurá, Orej Jaim 155, inciso 11).
La medicina preventiva y la higiene es una mitzva, "y anduvieres en Sus caminos". Por supuesto, no somos médicos, y tratándose de temas de salud se debe consultar con ellos. Pero en cuanto a la medicina preventiva, es obligación de todos.
Y por qué no es la mitzva de "guardad, pues, escrupulosamente vuestras almas" (Dvarim 4:15)?. Esa es otra mitzva, sobre la que habla el Ramba"m en "Hiljot Rotzeaj UShmirat Nefesh", es decir, el cuidado de peligros inmediatos - incluso si se trata de un pequeño riesgo, como pasar por un puente endeble. Pero en este caso se trata de un daño físico acumulativo. No es una prohibición común - cuando cada trasgresión es considerada un pecado en sí - sino que cada acción no es un pecado, pero tiene un valor acumulativo. El precio, será el deterioro de la forma y calidad de la vida - lo que también repercutirá en su culto a D's. Por lo tanto, lo correcto es cuidar la salud. Y también hay que enseñarle a los niños pequeños a comer en forma saludable.
Muchas de las instrucciones del Ramba"m en el plano de la medicina fueron extraídas de la medicina antigua, pero las pautas que él fija en cuanto a la medicina preventiva, son ciertas hasta nuestros días: Comida sana, no comer en forma exagerada, cuidar que la digestión sea correcta, y ejercicio físico. "La mayoría de las enfermedades de las que sufre la persona, son producidas por alimentos nocivos, o por comer en exceso - incluso si se trata de comida sana" (Ramba"m, Hiljot Deot 4:15). Por supuesto, no nos fiaremos de la medicina antigua, ya que si tratándose incluso de sabios fue dicho que se debe hacer como ordena el sabio "que hubiere en aquellos días" (Dvarim 17:9), por supuesto que tratándose de medicina. Y ese estudio es parte del estudio de la Torá, ya que el Ramba"m lo incluyó en su libro "Mishné Torá" (su libro de halajá).
Rav Huna le preguntó a su hijo por qué no participa de las clases de Rav Jisda, que es muy perspicaz. Le contestó: No tengo lo qué hacer en su clase, él habla de temas mundanos!. Él hablaba de medicina. Le dijo su padre: Él enseña cómo vivir en forma saludable, y tú dices que habla de temas mundanos?!. Por supuesto que debes escuchar sus clases! (Shabat 82A). Por supuesto que también su hijo sabía que la salud es importante, pero pensaba que ese tema no es parte de la Torá. Pero su padre le hizo saber que eso mismo es Torá (comentario HaBoné, en Ein Iaacov, allí).
El Ramba"m fijo tres reglas en cuanto a la alimentación: No comer en exceso, comida sana, y procurar una correcta digestión.
No comas demasiado. El Ramba"m escribe: "Comer en exceso es tan dañino para el cuerpo como un veneno, y es la principal causa de todos los males" (Hiljot Deot 1:15). Tampoco en Shabat!. Es cierto que hay una mitzva de deleitarse en Shabat comiendo todo tipo de manjares (Rashi), pero no hay que exagerar. También Rabí Iehudá HaJasid en su libro "Sefer Jasidim" escribe que no se trata de cantidad, sino que de calidad.
Obesidad no es un problema estético, sino que es una tragedia para la salud. De esa forma la persona se expone a muchas enfermedades, como enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. Contenerse es también una buena virtud, en contraste con el deseo y la avidez.
La persona dirá: No soy ávido, sencillamente tengo hambre, y cómo!. Por ello, te daremos algunos consejos.

Primer consejo: Come lentamente, y mastica profusamente. Mastica tu comida meticulosamente hasta que se vuelva líquida. Hay quienes dicen que se debe masticar cincuenta veces. De esa forma llegarás rápidamente a la sensación de saciado, y comerás menos. También gran parte de la digestión se efectuará en la boca, gracias a la saliva. Por ello, no comas pan que fue horneado ese mismo día - porque se transforma en una masa pastosa que es difícil de masticar. No mastiques ni tragues pedazos enteros que dificultan la digestión. Masticar por un largo lapso de tiempo le proporciona también un buen gusto a la comida, cuando se mezcla con la saliva. Aclararemos el tema de la sensación de saciado: Una persona que comió suficiente puede que no se sienta saciada, porque de momento que la comida llegó al estómago hasta que el cerebro envía la orden de la sensación de saciado, pasan alrededor de 20 minutos. Por ello, el que come rápido engorda. Hay personas cuyo organismo envía la orden más tarde aún, y ellos tienen tendencia a engordar. Comer despacio, soluciona el problema.
Segundo consejo: Haz una pausa luego del comienzo de la comida. Come cierta cantidad, espera veinte minutos hasta que llegue la anhelada orden de sensación de saciado, y entonces el hambre ya no te acuciará y podrás comer sin apuro.
Tercer consejo: No hables cuando comas. "No se habla cuando se come, no sea que la comida se introduzca en la traquea en vez del esófago" (Taanit 5:2, Shuljan Aruj, Orej Jaim 170). Y también quien habla no mastica como es debido, sino que traga rápidamente trozos enteros y come en exceso. Tampoco hables por teléfono. Se puede leer, a condición que puedas concentrarte en la ingestión.
Cuarto consejo: Asigna tiempo para la comida. No comas apurado. No comas parado. Quien come rápido también traga aire que dificulta la digestión. Dicho sea de paso, también las bebidas gaseosas introducen gases en el sistema digestivo. Prepara de antemano comida sana para cuando tienes hambre y no tienes tiempo, como pizza en base a pan de harina integral con poco queso, yogurt con pocas grasas, frutas y verduras frescas.
Quinto consejo: Come comidas ordenadas. Fija tus comidas en horarios determinados, y no comas a lo largo de todo el día. "Al principio, Am Israel era como las gallinas que picotean constantemente, hasta que Moshé les fijó horarios de comidas" (Ioma 72B). No saltees una comida para luego completarla en la próxima; el organismo no es capaz de asimilar grandes cantidades de comida, y necesita un aprovisionamiento continuo.
Sexto consejo: No comas golosinas entre comidas. Si realmente estas hambriento, come una verdura o una fruta fresca, y no golosinas o galletitas.
Séptimo consejo: No comas antes de ir a dormir. Deja descansar los miembros del cuerpo. Come un buen desayuno, que nuestros sabios apodaron "el pan de la mañana" (Baba Metzia 107B). Come como un príncipe por las mañanas, como una persona al mediodía, y como un menesteroso por la noche.
Octavo consejo: Comienza tu comida con alimentos de bajo contenido calórico. Por ejemplo, ensaladas de verduras frescas, de forma que después no sientas hambre y te sea más fácil comer lentamente.
Noveno consejo: Aléjate de dietas maravillosas. Si ya has engordado, por favor adelgaza, pero no utilizando dietas "maravillosas" que no valen nada, o alguna dieta draconiana insostenible. Finalmente la persona desiste de ellas, vuelve a comer descontroladamente, y engorda más aún de lo que adelgazó. Disminuye el consumo de calorías y pierde peso en forma gradual, según la dirección del dietista de la sociedad médica, acompañado de chequeos médicos regulares.
Comida sana - si D's quiere, en la próxima.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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