Parashat
Ki Tisa 18 de Adar 5783 Shabat Para
1400
Crisis
– para superarse
Rav
Ioram Eliahu
En el
tratado de Shabat (87A) dicen “tres cosas
hizo Moshé de por sí mismo, y D’s consintió.
Agregó un día [en los días que
esperaron antes de la Entrega de la Torá], prescindió de
su esposa, y quebró
las Lujot (Tablas de la Ley)”.
El quebrado
de las Lujot nos parece en forma
sencilla una situación a la que se llegó porque no
había más remedio, algo que
pasó por el Pecado del Becerro de Oro. Pero el Rav Kuk zt”l (Ein
Aya, Shabat)
profundiza y explica que por parte de D’s no había ninguna
necesidad de un
proceso de quebrado y deterioro, porque nada puede detener la
plasmación del
bien absoluto que emana de D’s. Pero nuestro Rav Moshé que hace
descender la Torá
a la realidad entiende y sabe que en la situación dada no hay
suficientes
recipientes que puedan recibir toda esa abundancia, y es necesario que
haya un
quebrado, para disminuir el gran resplandor “porque las criaturas en su
bajeza no
podían recibir ese resplandor, para darle lugar a una luz
pequeña, que sólo corrija
la vida… al resplandor escondido más elevado”. Y esa crisis, ese
quebrado, dice
el Rav, “también esa crisis para edificar es llamada
construcción”.
Y
así, lentamente se puede elevar y avanzar en los
niveles del kodesh (lo santo). “Esa es la opinión de
Moshe, que
consiente con la opinión de D’s, que encuentra una necesidad de
quebrado para
edificar, que según la calidad del quebrado, será notoria
la gran calidad, doble
y cuádruple del corregido”.
La Gmará
pregunta allí, ¿cómo sabemos que D’s
consintió con el quebrado de las Lujot? Y contesta que
D’s le dijo a
Moshé en nuestra Parashá “talla para ti dos
tablas de piedra como las primeras,
y Yo escribiré en las tablas las palabras que estaban en las
primeras tablas que
quebraste” (Shmot 34:1). Dice Reish Lakish: La intención de
D’s con las
palabras “que quebraste” es decir “muy bien que las quebraste”. D’s le
dice muy
bien por el quebrado. El Rav Kuk aprende también del
consentimiento de D’s que
ese quebrado no es algo a lo que se llegó porque no había
más remedio, o por
algún deterioro. Es cierto que hay un deterioro para corregir
que no puede ser restaurado
sin antes desbaratar lo que lo antecedió. Esa limitación,
dice el Rav, se
encuentra sólo en las criaturas y no en cuanto al creador. Pero
hay un
deterioro que tal parece un detrimento, pero en realidad él
mismo es una gran corrección,
y semejante deterioro es “la voluntad de D’s misma”, porque como es
sabido D’s
no revela Su nombre sobre algo malo, y si encontramos que D’s le dice a
Moshé “muy
bien”, “es una señal fiel que el quebrado de las Lujot
no fue
conceptuado como un deterioro… sino que un bien absoluto, aunque oculto
bajo un
disfraz de mal y deterioro”. Y ese es el contenido de la
confirmación Divina
del quebrado de las Lujot, que nos enseña que era algo
correcto, un
proceso de edificación a través de las segundas Lujot
que Israel se
hacen merecedores de una vinculación mayor con la Torá
y estudiarla como
es debido.
De nuestro
Rav Moshé tomaremos esa enseñanza, que la
crisis tiene por meta generar una superación, un corregimiento,
y quizás esa es
la razón por la cual también después de las
segundas Lujot colocaron en
el Aron (El Arca) también los restos de las primeras Lujot,
para
enseñarnos que la crisis es parte importante de la
edificación de la persona, y
también de ella se trepa en el sendero que se eleva a la Casa de
D’s.
Donar
un riñón
Rav
Shlomó Aviner
Más
y más personas idealistas hacen una
gran acción y donan un riñón. No a alguien que
conocen, como un familiar
cercano o un amigo íntimo, sino que al público general, a
todo el que lo
necesita. Personas idealistas que donan en todo tipo de campos,
decidieron
también donar de su cuerpo. Hay quienes donan sólo a
cambio de dinero. Y he
aquí en nuestro país muchos idealistas. Quizás hay
quien piensa que son locos. ¡No!
No son locos, sólo tienen buen corazón. En Israel hay 700
personas que esperan
un riñón que les sea donado. No se puede solucionar su
problema con aparatos de
diálisis. Es difícil decirlo, pero la amarga verdad es
que la mayoría morirán.
Por ello, el que dona un riñón es un tzadik
auténtico.
Es cierto
que hay Rabanim (Rabinos)
que prohibieron donar riñón arguyendo que es peligroso
para el donador, como Shu”t
Minjat Itzjak (6 103), y Tzitz Eliezer (9 45). Es cierto
que así
determinó el Radba”z (Rabí David Ben Zimra) que
no se debe salvar al prójimo
exponiéndose al peligro (Shu”t HaRadba”z 3 625), pero en nuestro
caso no es
peligroso. Así escribió el Gaón, (genio
del estudio de la Torá),
el Rav Ovadia Iosef zt”l, que es una gran mitzva donar
riñón, porque el riesgo
es muy bajo, y por el contrario la mitzva lo protegerá
(Shu”t Ijve Daat
3 84).
En
general, no todos coinciden con el Radba”z,
que no se debe arriesgar para salvar al prójimo. En el Talmud
Ierushalmi
cuentan que un Rav fue tomado cautivo. Dijeron los sabios: Se puede
comprar
mortajas. Dijo Reish Lakish: Yo iré a rescatarlo, a matar o que
me maten. Es
decir, estaba dispuesto a arriesgar su vida para salvar a su
prójimo. Muchos poskim
(sabios que determinan la halajá) determinaron como ese Ierushalmi
(véase Beit Iosef, 326. Minjat Jinuj. Sefer Meir Einaim).
También nuestro Rav,
el Rav Tzvi Iehudá Kuk determinó así (LeNetivot
Israel Alef 118).
Pero en
nuestro caso no hay diferencias de
opinión, porque como hemos dicho el riesgo es muy bajo en cuanto
a la operación
en sí, y el donador vuelve a su casa luego de algunos
días, sano y salvo. Y en
cuanto a las posibles complicaciones por la operación o el
riesgo que el riñón que
le queda deje de funcionar – son casi nulos.
Y la
respuesta del Gaón, el Rav
Ovadia Iosef fue escrita hace muchos años, cuando había
todavía cierto peligro.
Pero desde ese entonces la medicina avanzó mucho en ese campo, y
el riesgo es
casi cero. Se puede entrar en el sitio de “Matanan Jaim”, una
organización que acompañó muchas decenas de
injertos de riñón y salvó muchas
personas, que fue conducida por el gran tzadik, el Rav Ishayahu
Habar zt”l,
que incluye una asamblea médica, actúa según la halajá
y recibió el
consentimiento del Gaón, el Rav Shlomo Zalman Oirbaj, el
Gaón, el
Rav Iosef Shalom Eliashiv, el Gaón, el Rav Ovadia Iosef,
el Gaón,
el Rav Jaim Kanievsky. Entren en el sitio, y verán maravillas.
Por ello,
por supuesto que es una gran mitzva
donar un riñón en forma voluntaria, salvar vidas y salvar
calidad de vida, y
qué elevado es el nivel de una persona que salva a su
prójimo. Véase Pele
Ioetz, Hatzala al respecto.
Fortalézcanse
y vigorícense todos los
voluntarios en el pueblo.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas
básicas
del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica
en su comunidad
en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot
del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Orden a un
gentil en Shabat
Prohibición
de ordenar a un gentil
De la misma
forma que todo judío fue ordenado en
cuanto a las reglas de Shabat – no hacer ninguna acción
que acarrea
alguna trasgresión de Shabat – así también
le fue prohibido ordenarle a
un gentil hacerle alguna acción que acarrea una
trasgresión del Shabat [si
fuese hecha por un judío]. Esa prohibición es de nuestros
sabios[1],
como fue aclarado en la Gmará en varios lugares[2],
“ordenado de un gentil, es shvut” [shvut es un apodo de
todas las
prohibiciones de Shabat de nuestros sabios] [3].
Los Rishonim
explicaron varias razones para esa
prohibición:
Que el Shabat
no sea ligero a sus ojos
Hay quienes
escribieron que la razón es que a pesar de
que el gentil no fue ordenado cuidar del Shabat, de todas
formas
nuestros sabios le prohibieron al judío ordenarle que haga
alguna Melaja
para él para que el Shabat no sea ligero a los ojos del
judío, y llegue
a hacer alguna Melaja él mismo[4].
Conversaciones
de temas laicos
Otra
razón encontramos en los Rishonim en
cuanto a la prohibición de ordenarle a un gentil, según
el versículo: “Lo
honrarás de no hacer tus cosas y no hablar de ellas” [5].
De ese versículo aprendieron que tu forma de hablar en Shabat
no debe
ser como tu forma de hablar en un día corriente, y ordenarle a
un gentil que
haga alguna Melaja para ti es incluido en las cosas que
está prohibido
hablar en Shabat[6].
El gentil
es su emisario
También
encontramos que el judío tiene prohibido
ordenarle al gentil hacer alguna Melaja en Shabat
porque se
convierte en emisario de él, y cuando el gentil hace alguna Melaja
es como
si el judío la hiciese[7].
[1]Véase más adelante, que nuestros
sabios señalan una insinuación de esa prohibición
en el versículo “toda Melaja
no será hecha en ellos”.
[2](Shabat 150A, Irubin 67B, Baba
Metzia 90A, Baba Kama 80B).
[3]En Aruj HaShuljan (243 inciso 3)
citó al Ritb”a en nombre del Ramba”n, y así dice:
“Recibimos la tradición que
las prohibiciones de nuestros sabios en Shabat no son como el resto de
sus
prohibiciones, sino que son como prohibiciones de la Torá. Y la
prueba, es que
de lo contrario deberíamos decir que según la Torá
está prohibido hacer Melaja,
pero comerciar estaría permitido, porque no es contrario al
descanso y cesado,
cuando cada uno estará en su negocio y comprará y
venderá, y eso es muy extraño.
Sino que lo principal es que si hace una Melaja que está
prohibida según la
Torá escrita se hace acreedor del apedreo, y si trasgrede las
prohibiciones de
nuestros sabios no se hace acreedor de apedreo, pero cometió una
trasgresión de
una prohibición absoluta, semejante a una prohibición de
la Torá escrita”.
[4](Ramba”m, Hiljot Shabat 6:1).
[5](Ishaya 58:13).
[6](Avoda Zara 15A, Rashi, comienza
keivan). Y según ello está prohibido sólo cuando
le ordena al gentil en Shabat
que haga para él alguna Melaja en Shabat o después de
Shabat. Pero si le ordena
durante la semana que haga para él alguna Melaja en Shabat, no
(Aruj HaShuljan
243 inciso 4. Kehilot Iaacov, Avoda Zara 8).
Y véase Pri Megadim
(307, Mishvetzot Zahav inciso 1) que según ello no está
prohibido ordenarle a
un gentil hacer una Melaja necesaria para alguna mitzva, ya que no es
un tema
laico. Pero según las otras razones también está
prohibido en ese caso.
[7](Shabat 153A, Rashi, comienza mai
taama).
Y a pesar de que según
la Torá no se dice que “el emisario es como la persona”
tratándose de un
gentil, de todas formas según nuestros sabios determinaron que
para ser más
estricto sí se dice (Shuljan Aruj HaRav, Orej Jaim 243, inciso
1).
Y en las acotaciones de
Rabí Akiva Iguer (307 inciso 21) escribió: “A pesar de
que un gentil no es
considerado emisario, de todas formas de momento que un judío en
esa situación
sí es considerado, nuestros sabios lo prohibieron” (véase
más en Kehilot Iaacov
a Avoda Zara 8).