Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Shabat Jol HaMoed     19 de Tishrei 5782     Sucot 


Rav Jagai Londin

Los siete pastores
Rav Jagai Londin
(reimpresión) 

En la historia del Tana”j (La Biblia) nos encontramos con siete líderes centrales en Am Israel (el Pueblo de Israel), que son apodados “los siete pastores”. Cada uno expresa una fuerza distinta que dirige a la nación de Israel. En Sucot (la fiesta de los tabernáculos) los apodamos “los siete huéspedes”, que cada uno llega a “visitarnos” en otro día de los 7 días de Sucot, y juntos edifican Sucat Shalom (la Suca de la plenitud). Cada uno es paralelo a otra medida en la Kabala:
Avraham – El padre de la nación. El primero en la historia que rebela a D’s. Nuestro patriarca Avraham marca un nuevo camino, y enseña a la humanidad pagana que es posible llevar una vida colmada de vigor y actividad, una vida efervescente que incluye el pastado del rebaño, las adquisiciones y la familia – en base a la kdushá (santidad). Avraham plasma en su vida la medida de Jesed (Benevolencia) – abundancia de bien infinito que desea hacer el bien con la realidad y entregar moralidad, pureza y kdushá incluso para con los malvados, como los habitantes de Sdom y Amora.
Itzjak – Luego de la muerte de Avraham tal parecía que el nuevo camino que él marcó fue un episodio efímero. Itzjak, el hijo de Avraham, se ve obligado a encarar las confrontaciones que comenzaron con Avraham. Por ejemplo, (Bereshit 26:18): “Itzjak volvió a cavar los pozos de agua que habían cavado en los días de su padre Avraham, que los plishtitas habían tapado después de la muerte de Avraham”. El sentido profundo del versículo es que Itzjak revela nuevamente, con un esfuerzo enorme, los pozos de fe que cavó su padre Avraham y fueron tapados por fuerzas ajenas. Itzjak es la medida de la Gvurá (Rigor) – la capacidad de tomar la abundancia enorme de la bondad “avrahamista” y verterla en marcos de vida bien definidos, que persisten a lo largo del tiempo.

Iaacov – El hijo de Itzjak. Para corregir el mundo se necesita un pueblo, un gran público que plasme los valores de fe en la vida social plena. Nuestro patriarca Iaacov es el padre de las doce tribus que componen a Am Israel. Iaacov es el primero que genera la aparición de la idea de Israel en forma pública, amplia y plena. Esa es la medida de Tiferet (Belleza) – una composición plena, que inspira sentimiento de armonía y esplendor.
Iosef – La capacidad de corregir el mundo se basa en el auto control. El tzadik (justo) Iosef fue vendido como esclavo a Egipto y logró salvar desafíos nada sencillos. Iosef no cae frente a los intentos de seducción de la esposa de Potifar, y vence a su instinto en el punto de vida más sensible. Iosef hereda a su descendencia la preparación para toda la edificación de la personalidad, la medida de Isod (Fundación) – basar la vida de acuerdo con la kdushá.
Moshé – La marcha de Am Israel avanza otro paso: Luego de la preparación de la base nacional a través de los tres patriarcas e Iosef, cristaliza la tribu israelí en un marco nacional con conciencia espiritual. Moshé, el profeta de todas las generaciones, amalgama una familia de esclavos y les entrega la Torá. Nuestro Rav Moshé es la expresión de la medida de Netzaj (Eternidad) – toma la idea de Israel, que finalmente corregirá a todo el mundo, y la grava en el alma nacional, para todas las generaciones.
AharonLa Torá de Israel no le pertenece sólo a algunos pocos elegidos, sino que se difunde en todo el mundo. El Cohen (sacerdote) Aarón, respecto al cual fue dicho “ama la paz y persigue la paz” (Avot 1:12), cuyo papel era hace las paces y enseñar Torá a Am Israel, es el que hace descender al mundo la medida de Hod (Gloria) – la pureza interna que se difunde y se revela en círculos externos, con gloria y esplendor.
David – El rey central de Am Israel. Las buenas virtudes que fueron sembradas dentro nuestro por los patriarcas: La eternidad de la Torá de Moshé, la gloria del sacerdocio de Aharon y la tzidkut de Iosef – todas ellas se plasman en la personalidad de David. David, el rey de Israel, el alma que comprende todas las fuerzas de la nación y es capaz de unificar entre los contrastes de la vida, expresa la medida de Keter (Corona). “Meshiaj Ben David” (Mesías del linaje de David) es el apodo de la época futura que llevará a todo el mundo a su corrección, y la marcha de Am Israel llegará a su destino final.


Rav Shlomó Aviner

Providencia
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Si hay Providencia Divina sobre todo, ya sea importante como insignificante, ¿para qué ir al médico? Si D’s decretó que la persona viva, vivirá también sin el médico. Y si fue decretado que muera, morirá a pesar del médico.
Respuesta: Por supuesto que no se puede argüir algo así. Si así haremos, escribe el Ramba”m, tampoco comeremos. Porque si D’s decretó que vivamos, viviremos también sin comer. Y si decretó que moriremos, moriremos también saciándonos. Por ello, “de la misma forma que le agradezco a D’s cuando como, que me proveyó de alimento para terminar con mi hambre y darme vida, así también debo agradecerle por haber inventado la medicina que cura mis enfermedades cuando la utilizo” (comentario a la Mishná, Psajim 4:10).
En otras palabras: En el mundo actúan distintos factores que no podemos desentendernos de ellos. D’s no siempre es el factor directo de todo, sino que muchas veces es el factor primordial, la causa inicial, de la que derivan las otras. Él, bendito sea, “devuelve el viento y hace caer la lluvia” – a través de las leyes de la naturaleza. El nombre Elokim es en guimatria (computo del valor numérico de las letras en el alfabeto hebreo) la naturaleza. Él es el dueño de la naturaleza. Rabeinu Nisim Guirundi explica que está permitido decir “mi fuerza y el poder de mi mano me han hecho para mí esta riqueza”, a condición de que “recordarás al Eterno, tu D’s, pues Él es el que te da el poder para hacer riquezas” (Dvarim 8:17-18). No está escrito que D’s te hace la proeza y la riqueza, sino que te entrega la fuerza para hacerlo, que es un factor intermediario (Darshot HaRá”n, al principio del Drush 10).
D’s es la causa inicial, pero actúa a través de factores intermediarios, como la naturaleza y el intelecto del hombre. Y como explica el Ramja”l, que el observar cuidadosamente de “cuiden muy bien sus almas” (Dvarim 4:15) no está en contradicción con la fe en D’s. “Y el que deseará no conducirse por el camino razonable y se expondrá a los peligros, no es confianza en D’s, sino que irresponsabilidad. Y es un pecador, porque actúa en contra de la voluntad de D’s, que desea que nos cuidemos a nosotros mismos”.
Quizás tú digas: D’s es la causa inicial, pero quizás de momento que entregó la dirección a los factores intermedios, ellos actúan de por sí y escapan a la supervisión Divina. No es así. En cada momento D’s controla y supervisa todos los factores. Así escribe el Ramja”l: “… y el Señor, bendito sea, supervisa todos los asuntos, porque creó todo. Es decir, a las fuerzas primarias, y todo lo que deriva de ellos auténticamente, y también supervisa a todos los ministros que nombró sobre todo lo creado” (Derej HaShem, segunda parte, capitulo 1 inciso 2).
Así ordenó D’s en el Cielo jurados que determinan todos los asuntos en este mundo, “y Él, bendito sea, está presente en todos esos juzgados e influye y los hace fallar según la verdad, para que sea decretado el juicio en forma auténtica” (allí, segunda parte, capitulo 6 inciso 2).
Esa es la regla, no hay coincidencias en el mundo, como explica el Ramba”m al principio de Hiljot Taanit, sino que todo proviene de D’s. Así escribe Rabí Pinjas Eliahu de Vilna: “Debes creer como es acostumbrado según la justicia y la tradición fiel, que D’s desde Su morada supervisa todos los detalles del hombre, lo importante y lo poco importante, lo que ocurre en el camino o en la ciudad, en la casa o en el campo, todo es según la Providencia exacta de D’s, y Él supervisa desde las ventanas, y observa desde las rendijas y los portones del Cielo a todos los detalles, pequeños o grandes” (Sefer HaBrit, segunda parte, artículo 12 cap. 3).
Y escribe el Rav Kuk: “Con toda la generalidad inmensa sin límites, de toda la existencia en general, la Providencia no es debilitada en lo más mínimo, y Él, Señor del Mundo, es mi supervisor en particular, como si no tuviese en todos los mundos nada salvo yo” (Olat Reaya Alef, 48-49).


Shabat

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Esquilado
Cortado del pelo

El cortado del pelo de una persona en Shabat está prohibido según la Torá escrita, y es derivado de la Melaja de esquilado. Ya se trate del pelo de la cabeza, de la barba o el bigote, ya sea del pelo en otras partes del cuerpo[1].
El que corta el pelo de una persona con una herramienta – tijera o similar, ya sea que corta su propio pelo o el pelo de otra persona, trasgrede una prohibición de la Torá escrita[2].
El que arranca pelos de una persona con la mano, no está prohibido según la Torá escrita, porque no es la forma en que se acostumbra a cortar el pelo[3], pero nuestros sabios lo prohibieron también de esa forma[4]. Así también el arrancado del pelo con los dientes está prohibido en Shabat según nuestros sabios[5].

Un solo pelo
Está prohibido según la Torá escrita cortar incluso un solo pelo. Y fue mencionado dos pelos sólo en cuanto a la obligación de traer una ofrenda[6]: El que corta pelo en Shabat por equivocación, debe traer una ofrenda de Jatat sólo si cortó dos pelos o más. Pero en cuanto a la prohibición en sí, también el cortado de un solo pelo está prohibido[7].
El que quita canas de entre los pelos negros, incluso si quita sólo un pelo blanco, se hace acreedor de Jatat[8] si lo hizo por equivocación. Porque una persona común se fija incluso en una sola cana que es vista en su barba, y por lo tanto esa acción es considerada Melaja[9].
Un hombre tiene prohibido quitar las canas de entre los pelos negros incluso en un día común, por ser considerado que trasgrede la prohibición de “no vestirá un hombre una prenda de mujer”, ya que las mujeres así acostumbran, para embellecerse[10].


[1](Ramba”m, Hiljot Shabat 9:8. Shuljan Aruj, Orej Jaim 340 inciso 1).
[2](Allí). Y véase más adelante.
[3](Allí, Mishná Brurá inciso 2).
[4](Ramba”m y Shuljan Aruj, allí).
Pero si hay formas en que se acostumbra a arrancarlos con la mano, como por ejemplo el que quita una cana de entre los pelos negros, también el que arranca con la mano trasgrede la prohibición de esquilado según la Torá escrita (allí, Shuljan Aruj inciso 1. Biur Halajá comienza veafilu beajat. Kaf HaJaim allí inciso 14 citando al Kol Bo). Y véase Kaf HaJaim allí en cuanto a la corrección de esa prohibición.

[5](Shabat 94B. Mishná Brurá allí, inciso 1).
[6](Allí, Mishná Brurá inciso 3).
[7]Como toda prohibición que también media cantidad está prohibido según la Torá escrita (allí, Mishná Brurá). Y así escribió Ben Ish Jai (segundo año, Ki Tisa, inciso 14). Y véase Kaf HaJaim (allí, inciso 8) que citó la opinión de los que dicen que no fue dicho media cantidad está prohibido según la Torá escrita sólo en cuanto a prohibiciones de comer, pero en cuanto al resto de las prohibiciones media cantidad no está prohibida según la Torá escrita.
[8](Ramba”m y Shuljan Aruj, allí).
[9](Allí, Mishná Brurá inciso 4). Y en la Tosefta fue aclarado que es lo mismo si quita los pelos negros de entre los blancos (allí. Kaf HaJaim inciso 12).
Y véase Biur Halajá (allí, comienza umelaket) que intenta averiguar en cuanto a si se hace acreedor según la Torá escrita cuando arranca una cana si tiene sólo un pelo blanco, pero cuando tiene muchos no se hace acreedor, porque el arrancado de ese pelo no lo embelleció. O acaso no hay diferencia, y citó el Tur (Iore Dea 182) que tiende a prohibir incluso si quita un solo pelo, y tiene otros muchos pelos blancos. Y escribió el Biur Halajá que a primera vista es lo mismo en cuanto a Shabat.

[10](Allí, Shuljan Aruj, Mishná Brurá inciso 5. Shuljan Aruj, Iore Dea 182 inciso 6).