Parashat
Lej Leja 11 de Jeshvan
5783 1382
A
la tierra que te mostraré
Rav
Asher Bujbut
Eretz
Israel (la Tierra de Israel) no
es
como el resto de las tierras. Tiene un aspecto superficial, evidente a
los
ojos, y un mundo oculto dentro de ella (Zohar, Lej Leja 78A).
En el aspecto evidente se puede ver una tierra que “en ella no
carecerás de
nada” (Dvarim 8:9). Por un lado montes, valles, montes nevados, y por
otro lado
desiertos, mares y ríos. Los acantilados de la fractura
geológica siria africana
que atraen a aves de todo el mundo, y también un poco de los
paisajes de todos
lados.
El mundo interno que se esconde en la base de la conducción de Eretz
Israel
es el mundo de la profecía. El profeta Ionah se escapa y sube a
un barco en
dirección a Tarshish para abandonar Eretz Israel porque
fuera de ella no
se puede recibir profecía, la palabra Divina (Rashi, Ionah 1:3),
sino que D’s
habla a través del mundo natural. En el mar surge una tormenta y
un gran
pescado lo traga – pero no hay un hablado directo, profético. De
la misma forma
que en la Torá hay letras escritas evidentes y hay un
pergamino alrededor
que las contiene y él es mucho más que las letras mismas
(HaRav Jarla”p, Mei
Marom 6, Eretz Israel SheBejazon VeHaNiglet LaAin). La actitud de la
persona
para con su tierra es según la conducción natural, cuando
la persona planta en
su tierra y luego come los frutos y eleva la tierra al nivel de la vida
de la
persona. No es así tratándose de Eretz Israel,
respecto a la cual fue
dicho “una tierra que devora a sus habitantes” (Bamidvar 13:32). Ella
eleva a
la persona que se encuentra en ella (Likutei MoHaRa”n, Tora 129), “el
aire de Eretz
Israel hace ser sabio”. Y en base a ello “la sabiduría
dará vida a su dueño”,
le da vida a la persona que vive en ella y purga sus acciones, “y
purgará a Su
pueblo Su tierra” (Dvarim 32:43, Ktuvot 111A). Cuando el Pueblo de
Israel entre
por primera vez como pueblo a Eretz Israel, Kalev irá a Meharat
HaMajpela donde se reveló por primera vez la
observación doble en cuanto a
la tierra, para implorar que no caiga en el Pecado de los Espías
que miran sólo
una dimensión. Hay una casa evidente y sobre ella otro nivel
oculto, una
abundancia del Cielo y la tierra que se besan y la bondad en ella es
doble, “es
una tierra muy, muy buena” (Bamidvar 14:7). Y la Tierra del Ciervo
tiene
cualidades diferentes de todo otro lugar en el mundo. Esa tierra tiene
un descanso,
el año de Shmita, “guardará un Shabat de cese por
el Eterno” (Vaikra
25:2). Y tiene un sistema digestivo ya que ella misma no puede digerir
pecadores, ya sean personas de Am Israel (el Pueblo de Israel)
o gentiles,
“que la tierra no los vomite por hacerla impura tal como vomitó
al pueblo que
estuvo antes de ustedes” (Vaikra 18:28). Y de aquí, cuando la
persona llega a Eretz
Israel hay una gran innovación en su culto, y es como un
niño que acaba de
nacer (Mei Marom 6, pág. 243, Eretz Israel VeJutz LaAretz) y es
capaz de adquirir
nuevas concepciones que todos los días de la galut (el
exilio) no pudo
adquirir, que renueva toda su vida. Así es que los años
de Avraham fueron
ciento setenta y cinco – cuando salió de Jaran tenía 75
(Hadar Zkenim, Lej Leja
12:1), y desde que llegó a la tierra, otros cien años,
como la guimatria (computo
numérico en base al valor de cada letra) de Lej Leja. En
Eretz Israel
comenzará la cuenta nuevamente, porque aquí el movimiento
de la vida es como Leja,
para que puedas revelar lo que se oculta en ti, cuando te
mostraré la señal
evidente (Sanhedrin 98A), que lo evidente en Eretz Israel tiene
también
un contenido interno oculto.
Estoy
casado por tercera vez
Rav
Shlomó Aviner (reimpresión)
Mi
nombre es Dr. Johns, consejero
matrimonial. Yo viví en mi propia carne las dificultades de la
vida matrimonial
- ya que hace unos años me casé por tercera vez.
Seguramente ustedes se
extrañarán: "¡¿Tú eres la persona que
nos enseñará qué es vida
matrimonial?!".
Si,
yo les debo una explicación. Cuando me
casé con Jenny, ella era joven y encantadora - y yo era muy
feliz. Pero con el
transcurso de los años su encanto se fue desvaneciendo, y
después de 20 años de
casados me di cuenta que no es la mujer con la que me casé - y
sufrí una
crisis.
Pero
me repuse y aprendí a valorar de nuevo a
mi esposa Jenny: Me casé con ella por segunda vez, y me
sentí muy feliz. Me casé
con una mujer de 40 años - no porque no tenía más
remedio, sino que desde un
principio. Porque la descubrí nuevamente, con cualidades que no
poseía a los 20
años. Se puede hablar con ella interesantes charlas, y aprender
mucho: Sensibilidad,
seriedad, su actitud frente a hijos adolescentes, menos vergüenza
y
empecinamiento. Ella me comprende más, y comencé a ver en
mi lo que ella amaba,
y gracias a ella aprendí a amarme a mí mismo. Lo que
veía en ella, también lo
veía en mí. Profundicé en su-mi interior.
Cuando
tenía 20 años me dejé impresionar por
aspectos superficiales, por su encanto, y ahora pude observar una
belleza
interior: Tranquilidad, inteligencia, feminidad, maternidad y amor por
el
prójimo. Ella me enseñó lo que es paciencia -
¡qué mujer maravillosa!
Pero
cuando pasaron otros 20 años, me
encontré a mí mismo con una mujer un poco anciana, y me
sentí un poco
defraudado - pero me superé, y me volví a casar con mi
mujer. Nuevamente la
descubrí. Yo soy una nueva persona, y descubro otra persona
nueva frente a mí.
Las arrugas de su rostro no me molestan: La vida grabó en ellas
el trabajo que
ella invirtió y una profunda sabiduría. Sus blancos
cabellos no me molestan -
destella en ellos la ternura. Finalmente comprendí cómo
es que Sara a los cien
años - era bella como a los 20. Me superé, y
descubrí nuevamente a mi esposa.
Ahora,
ustedes comprenden que de momento que
me casé tres veces con una misma mujer, tengo derecho a hablar
respecto a la
vida matrimonial.
Seguramente
ustedes tienen curiosidad y desean
saber cómo lo hice. Muy sencillo - y muy difícil al mismo
tiempo. Cuando nos
encontramos en las citas antes del casamiento, Jenny me preguntó
si estoy
dispuesto a asumir responsabilidad. No comprendí su pregunta.
"El hecho
que no comprendes mi pregunta" - dijo Jenny - "me preocupa. Muchas de
mis amigas se casaron con esposos que no toman responsabilidad por el
hogar,
por el matrimonio, por los hijos - sino que se sienten como turistas".
"Yo asumiré responsabilidad, Jenny, te lo prometo" - le dije.
Pero Jenny
no se tranquilizó, y preguntó: "¿Y qué te
propones hacer al
respecto?". Medité un poco, y le dije: "¡Yo
invertiré esfuerzo!. ¡Si,
yo invertiré mucho!". Los ojos de Jenny centellaron, y dijo:
"¡O.K.,
let's go!". Bajo la jupá, después de haberle
dicho "tú me eres
desposada con este anillo…", le susurré en el oído: "Esta
es mi
primera inversión". Ella lanzó una carcajada. Y desde ese
entonces yo
invierto esfuerzo día a día. También Jenny.
Ambos
invertimos esfuerzos, y nunca cesamos.
Una vez escuché a Rav White decir que el ensamblaje con la
pareja es difícil
como el rasgado de las aguas del Iam Suf. Y en otra
ocasión, él dijo que
el mar no se abrió en par, sino que frente nuestro, con cada
paso. Le pregunté:
"¿También en el matrimonio es así?". Y Rav White
contestó: "¡Seguro,
seguro!".
No
crean que en nuestro matrimonio todo fue
tranquilo, casi todos los días peleábamos por todo -
porque ambos tenemos
temperamento, y ambos nos empecinábamos. Pero no renunciamos y
charlamos día a
día juntos, y no nos fuimos a dormir sin antes haber perdonado
el uno al otro.
Nos llevó mucho tiempo - pero estábamos preparados para
ello desde un
principio. El Rav White nos enseñó: "'Estará
limpio para su casa un año' -
el primer año, deben estar juntos mucho". "¿Y
después?", le
pregunté. "Si lo hacen como corresponde, con el tiempo
podrán ir bajando
la dosis en forma paulatina". Pero asimilé correctamente que
matrimonio no
es sólo "fun", placer - es también labor. Si algo me es
preciado -
estoy dispuesto a invertir por ello. Los estudios de psicología
me eran
importantes - y por ello invertí esfuerzo en ellos. Por
supuesto, también el
estudio de la Torá me es importante, y entonces
invertí esfuerzo en él.
Ahora, Eretz Israel (la Tierra de Israel) me es importante, y
entonces
invierto esfuerzo. Jenny me es importante - ¡entonces,
invierto esfuerzo!
Pero
debo confesar que a pesar de todos los
esfuerzos nos desplomamos bajo el peso de las discusiones.
Llegué a la
conclusión que no se puede todo al mismo tiempo, debemos
limitarnos a lo esencial,
y le dije a mi esposa: "Escucha, Jenny, hay cuatro cosas que me son
imprescindibles. Si estás dispuesta a cederme en ellas, yo estoy
dispuesto a
concederte en todo lo que te sea importante para ti. Sobre todo hay una
cosa
que me es crítica, por favor concédemela y yo te
llevaré en la palma de mis
manos". Ella también me presentó su lista de
pretensiones. Y en efecto, la
lista de pretensiones de ambos tenía cierto denominador
común, y así llegamos a
un acuerdo.
Seguramente
ustedes se extrañarán: ¿Cómo puede
ser que yo, siendo un psicólogo, me lleve tanto tiempo
comprender? Ese es el
punto álgido: Me resulta muy fácil comprender, soy
rápido de entendimiento.
Pero me resulta difícil cambiar. ¿Ustedes entienden? No
alcanza con comprender
- también se debe cambiar. Tengo carácter - y no lo
cambié en un solo día. El
cultivo de las virtudes toma su tiempo. Aprendí a renunciar, y a
exigir.
Aprendí a escuchar, y a hablar. Aprendí a pedir
perdón, y a perdonar. Aprendí a
ser flexible, y a ayudar a mi cónyuge a serlo. Salimos ganando
doblemente: ¡Un
matrimonio feliz, y también cultivo de las virtudes!
Quizás por ello D's nos
ordenó casarnos, para que no tengamos más remedio que
cultivar nuestras
virtudes, ya que de lo contrario el matrimonio naufragará, y
llegaremos al
divorcio o al divorcio emocional - que tampoco es un ideal.
Reconozco
que muchas veces el amor romántico de
la luna de miel se desgastó - pero siempre logramos revivirlo.
Defraudarme de
mi mujer porque pasaron los años - es una mala virtud. En
general, la condición
para el matrimonio - es poseer buenas virtudes. Por supuesto, no se
exige que
seamos perfectos, se puede comenzar el camino juntos y organizarse
marchando,
como en el ejército, y ayudar el uno al otro a cultivar las
virtudes. Pero
también hay un mínimo indispensable. Los soldados no
pueden salir a la batalla
sin armas, sin botas, sin cascos, sin saber cómo se dispara -
con la esperanza
que marchando se organizarán. Pero tampoco se debe llegar al
otro extremo.
Si,
yo estoy
orgulloso de mi mismo:
Logré cambiar mi carácter en muchos campos,
y por ello fui merecedor de casarme por tercera vez. Cada día
invertí esfuerzo,
energía, labor - y cada día me casé nuevamente.
Cada día mis desposorios fueron
nuevos. ¡Mazal Tov!
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas
básicas
del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica
en su comunidad
en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot
del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Medicina
en Shabat
A
través de un judío
Escribió
el Shuljan Aruj que cuando es
necesario trasgredir el Shabat para curar un enfermo en
peligro, se
trata de hacerlo a través de un judío que tiene 13
años o es mayor, y no a
través de un gentil, un niño pequeño o una mujer[1].
Y también tratándose de una persona mayor seguramente se
apresurará más en el
salvado del enfermo, más que un gentil, y por ello se debe
esforzar que sea
hecho justamente por un judío[2].
La
razón de ello es que a veces no hay en el lugar un
gentil o un niño pequeño, y se puede perder tiempo
buscándolos, y de esa forma
el enfermo puede llegar a peligrar[3].
Así
también se debe esforzar porque la trasgresión la
haga un hombre y no una mujer[4].
Por varias razones: Para que no digan que Pikuaj Nefesh no
aplaza el Shabat,
y por ello le encomendaron la cura del enfermo justamente a una mujer,
y no se
apresuren en salvar el enfermo[5].
Y quizás la mujer llegue a menospreciar la trasgresión
del Shabat, y lo
hará también cuando no se trata de algo peligroso[6].
Donde
sólo hay un gentil o un niño pequeño o una mujer,
por supuesto que no se necesita buscar un hombre mayor, sino que ellos
deben
salvar al enfermo[7].
Personas
sabias
Hay Poskim
(sabios que determinan la halajá)
que escribieron que si cerca del enfermo hay talmidei jajamim
(eruditos
el estudio de la Torá), en un principio es una mitzva
que ellos
se ocupen de la salvación del enfermo[8].
Y no se ocuparán de ello personas sencillas, para que el Shabat
no sea
menospreciado a sus ojos y lleguen a ser menos estrictos cuando no hay
peligro
y no es justificado, y también para que le muestren al
público que Pikuaj
Nefesh aplaza el Shabat[9].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 328 inciso
12). Y en el Ram”a (allí) escribió: “Y si se puede hacer
a través de un gentil
sin ninguna demora, se lo hace a través del gentil”. Y
Mishná Brurá (allí,
inciso 37) escribió citando a Ta”z que no es lo acostumbrado, e
incluso cuando
un gentil puede hacerlo, de todas formas un judío se
apresurará más.
[2](Allí, Beit Iosef citando Ro”sh, fue
citado por Mishná Brurá inciso 33 y Kaf HaJaim inciso 70).
[3](Allí, Mishná Brurá inciso
33
citando a Ro”sh.. Véase más allí, inciso 37
citando a Ta”z).
[4](Allí, Shuljan Aruj).
[5](Ro”sh, fue citado por Mishná
Brurá
y Kaf HaJaim allí).
[6](Ramba”m, fue citado por Mishná
Brurá y Kaf HaJaim allí).
[7](Beit Iosef allí, citando Tashve”tz
y Ria”z. Fue citado por Mishná Brurá inciso 34 y Kaf
HaJaim inciso 71).
[8](Ramba”m en su comentario a la Mishná
y otros Rishonim. Fue citado en Shuljan Aruj HaRav allí, inciso
13 y Mishná
Brurá inciso 34).
El Ramba”m (Hiljot
Shabat 2:3) escribió “cuando se hacen esas cosas no se hacen…
sino que a través
de grandes personas de Israel y sus sabios”. Y escribió el Beit
Iosef
explicando que no es su intención grandes personas de Israel en
su sabiduría,
sino que personas grandes y no niños pequeños. Pero Ta”z
(allí, inciso 5)
cuestionó a esa interpretación, y propuso que la
intención del Ramba”m es que
la mejor forma de cumplir la mitzva es a través de grandes
sabios. Y escribió
Kaf HaJaim (allí, inciso 72) que en la práctica, de
momento que varios poskim
escribieron como el Beit Iosef, así se debe hacer.
[9](Shuljan Aruj HaRav, allí).