Parashat
Bereshit 27 de Tishrei
5783 1380
No
es bueno que el hombre esté solo
Rav
Ziv Rave
¿Por
qué dijo D’s “no es bueno que el hombre esté solo”?
(Bereshit 2:18).
Es sabido que el Primer Hombre fue creado pleno, la cumbre de las
aptitudes, ¿qué
puede haber que no sea bueno? ¿Y por qué lo creó
D’s de forma tal que diga
después “no es bueno que el hombre esté solo”? D’s lo
sabía ya de antemano, y lo
podría haber creado hombre y mujer que le sea una ayuda.
En efecto, el hombre era la obra de D’s, y fue creado perfecto (Talalei
Jaim, Sucot pág. 600). “El hombre sabia la sabiduría
elevada, más alto que los ángeles,
y lo observaba todo y sabía y conocía a su Señor
más que todas las otras
criaturas” (según Zohar Beshalaj 237). “No es bueno que el
hombre esté solo” no
debe ser interpretado según el aspecto sencillo, que le faltaba
una mujer
siendo soltero, ya que su entidad espiritual incluía el aspecto
femenino en una
unión forzosa, espalda a espalda, y no le faltaba nada
(véase Brajot 61A).
Lo que “no es bueno” en forma paradójica es que la maravillosa
plenitud
escondía en ella varios peligros. En una situación de
plenitud el hombre no
siente ninguna carencia, y entonces no necesita a su prójimo. Su
corazón puede
colmarse de orgullo. Y lo que es más severo, puede llegar a
pensarse que es un
dios, transformarse a sí mismo en idolatría, o dejar de
creer en D’s. La
carencia es la que le hace a la persona necesitar a D’s, rogarle que
colme lo
que le falta y sus necesidades. Es bueno que la persona sienta que
tiene mucho
para recibir y para desarrollarse. La sensación de carencia le
ayuda a la
persona a ser humilde, y lo salva del grave orgullo. Y además la
carencia le
hace necesitar a los demás. Nada puede desarrollarse en el mundo
cuando la persona
vive sólo en sí mismo y sólo le importa su vida
particular. Una persona recibe
ciertas aptitudes, y su compañero recibe otras aptitudes, para
que se complementen
el uno al otro. Las aptitudes que se encuentran diseminadas entre las
personas
generan vínculos sociales para edificar al mundo. Y por
supuesto, no hay una
persona que trabaje todos los oficios, o que tenga todas las
capacidades.
Otro peligro es que cuando no hay carencias la persona no
sentirá las
dificultades y las complicaciones de los demás que deben luchar,
y de esa forma
no se ocupará de completar las carencias de la creación.
Justamente una persona
con carencias y dificultades será capaz de observar y ser
sensible y atento a
las necesidades de los otros. Y en contraste, una persona que todo en
ella es perfecto,
algo en la profundidad del sentimiento por el prójimo puede que
no se
desarrolle.
Por todo eso fue dicho “no es bueno que el hombre esté solo”,
porque la
plenitud del Primer Hombre puede generar también efectos
secundarios negativos
en potencia. Por ello, D’s juzgó necesario crear en el Primer
Hombre cierta
carencia, como un cambio en su esencia. “Y tomó uno de sus
costados” (Bereshit
2:21), D’s tomó un aspecto que estaba incluido en su
personalidad plena, “y
cerró la carne en su lugar” (Bereshit 2:21). Ese aspecto que fue
separado de su
personalidad se convirtió en un cuerpo separado de él
cuando fue creada Java, y
ahora el hombre que es carente la busca para completar lo que
perdió.
El hombre y la mujer, ambos no son plenos, pero en su vida conjunta se
complementan. En general, en base al reconocimiento de la carencia del
individuo particular, se abre un proceso de complementación y
desarrollo de la
vida humana. La creación de la carencia es la puerta de todo el
avance espiritual
de la persona, y su acercamiento a D’s. En base a la carencia
reconocerá su
necesidad de vincularse con D’s y las otras criaturas aparte de
sí mismo.
Pero en la carencia se encuentra también la raíz del
pecado. Nuestros
sabios recalcan el peligro que fue creado con la creación de la
mujer: “El Satán
fue creado con ella” (Bereshit Rabah 17:6). De momento que ahora hay en
el
hombre una carencia, el Satán puede hacerlo caer. La
carencia en sí no
es pecado, mientras que la persona se ocupa de su
complementación y se orienta
a un proceso de arrepentimiento y avance. Pero el pecado surge cuando
no se
ocupa de la complementación de la carencia, y esta aumenta.
Cuando la persona siente
que no tiene más labor, no tiene lo qué aprender, que
todo ya es pleno y exitoso
en su personalidad, ese orgullo, ya sea producto de su ignorancia o
enceguecido
del Ietzer, amplia el campo de la carencia y lo lleva al pecado.
El culpado de la mujer por parte del hombre de su pecado, “la mujer que
me
diste conmigo” (Bereshit 3:12) puede ser interpretado como que el
Primer Hombre
arguye que la creación de la carencia generó su
caída. Y con ello mal agradeció
la gran bondad que D’s hizo cuando le permitió ser carente y de
esa forma
adquirir nuevos niveles para completar su carencia.
D’s creó al hombre en un principio de forma que debe reconocer
que “no es
bueno que el hombre esté solo”, y entonces creó en
él una carencia, y no se
trata de un error. La creación plena inicial es un mensaje
eterno para la
persona, que por parte de su raíz tienen una plenitud interna
que siempre debe
aspirar a ella. La huella de la plenitud inicial actúa en
secreto. Es cierto
que en forma evidente la persona tiene carencias, y debe encontrarse
siempre en
un proceso de complementación perpetuo. Pero en lo profundo, se
necesita la
certeza en ella que existe en el hombre un nivel Divino elevado en
potencia. Si
ese nivel se hubiese manifestado en el principio de la creación
en la práctica,
como hemos dicho hubiese tenido nefastos efectos secundarios. Pero
cuando ella
impulsa todo el desarrollo, no hay límites a los niveles que
podrá la persona
descubrir.
La
presidente italiana
Rav
Shlomó Aviner
No somos
italianos, cristianos ni fascistas. Pero hay una regla del Ramba”m
en su prólogo a “Shmona Prakim”: Acepta la verdad de la
boca de quien
sea. Y en efecto, la presidente de Italia nueva hablo en forma muy
inteligente
y valiente, y debemos escuchar lo que dijo:
“¿Por qué la actitud frente a la familia es como la
actitud frente a un
enemigo? ¿Por qué es tan temible? Porque define nuestra
identidad. Y todo lo
que define identidad es considerado un enemigo, para los que no quieren
que
tengamos identidad alguna, que seamos esclavos de consumo perfectos.
Por ello, atacan la identidad nacional.
Ellos atacan la identidad religiosa.
Ellos atacan la identidad sexual.
Ellos atacan la identidad familiar.
En su opinión, yo no debo definirme como italiana, cristiana,
mujer, madre.
No. Yo debo ser un ciudadano, genero X, padre1, padre2. Debo ser un
número.
Porque cuando soy solo un número, cuando no tengo identidad ni
raíces, entonces
soy un perfecto esclavo para las grandes especulaciones financistas, el
consumidor perfecto.
Esa es la razón por la cual ellos temen tanto de este
acontecimiento, de
hoy.
Por ello, nos encontramos aquí para decir que no somos
números. Nosotros
defenderemos al valor de la persona humana, de toda persona particular.
Porque
cada uno de nosotros tiene un código genético
único, que no puede ser cambiado.
Lo quieran o no, defenderemos lo santo, defenderemos a dios,
defenderemos al país
y a la familia – esas cosas que son tan abominadas por ciertas personas.
Nos encontramos aquí para defender la libertad, para que no
seamos esclavos
y consumidores sencillos, manipulados por especulaciones financieras.
Esa es
nuestra misión. Para eso he llegado aquí hoy.
Chesterton escribió ya hace más de cien años:
‘Serán encendidas fogatas
para atestiguar que dos mas dos son cuatro, espadas serán
desenvainadas para
demostrar que las hojas son verdes en el verano’. Ese momento ha
llegado, mis
señores, estamos listos”.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas
básicas
del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica
en su comunidad
en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot
del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Medicina
en Shabat
Opinión
en cuanto a Pikuaj Nefesh
Cuando un
médico dice que cierto enfermo está en
peligro, se trasgrede el Shabat para salvarlo, ya que Pikuaj
Nefesh
aplaza el Shabat[1].
Hay quienes
determinan que no se necesita la opinión
de un médico experto justamente, sino que toda persona que
conoce esa enfermedad,
y dice que pone en peligro al enfermo, se fía en ella y se
trasgrede el Shabat[2].
E incluso si tiene dudas al respecto, se trasgrede el Shabat
según su
opinión[3],
ya que todas las personas son consideradas con un poco de experiencia
al
respecto. Y a pesar que no todos están de acuerdo con esa
determinación, de
todas formas “si se tiene dudas en cuanto a Pikuaj Nefesh se
es menos
estricto” [4].
El Ram”a
escribe que se fía en la opinión de
una persona que no es un médico cuando dice que alguna
enfermedad es peligrosa,
justamente cuando se trata de un judío que el respeto del Shabat
le es valioso,
ya que de momento que él fue ordenado cuidar del Shabat
y a pesar de
ello opina que el enfermo está en peligro y hay que trasgredir
el Shabat
para curarlo, se tome en cuenta su opinión. Pero cuando se trata
de un gentil
que no es un médico, no se debe fiar en su opinión, ya
que el gentil no fue
ordenado cuidar del Shabat, y una persona simple no
necesariamente es
versada en la enfermedad [pero si es un médico gentil, por
supuesto que se fía
en su opinión[5]].
Lo que el
enfermo siente
Un enfermo
que dice que se siente débil o similar, hasta
tal punto que siente que su vida está en peligro, se trasgrede
el Shabat
para curarlo. E incluso si el medico estima que el enfermo no
está tan débil y
no está en peligro, no se toma en cuenta la opinión del
médico, sino que la del
enfermo, y se trasgrede el Shabat, ya que “el corazón
sabe su mal”, y la
persona tiene experiencia en cuanto a su cuerpo más que cien
médicos[6].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 328 inciso 10).
E incluso si el medico dice solamente que si no se trata el mal del
enfermo
este empeorará, y no dice en forma explícita que
llegará a peligrar su vida, se
trasgrede el Shabat [cuando se teme que el empeorado de la enfermedad
lo ponga
en peligro] (véase 618, Mishná Brurá inciso 2. Kaf
HaJaim inciso 6 en cuanto a
darle de comer a un enfermo en Iom Kipur).
[2]Pero su opinión no es tomada en
cuenta frente a la opinión de un médico experto (328,
Mishná Brurá inciso 27.
Kaf HaJaim inciso 50).
[3](Shuljan Aruj HaRav 628 inciso 10).
[4](Allí, Shuljan Aruj).
Y Mishná Brurá (inciso
28) y Kaf HaJaim (inciso 53) escribieron que de todas formas, si se
puede curar
a través de un gentil, en este caso es mejor. Y en Biur
Halajá (allí, comienza
veiesh) explicó al Shuljan Aruj que lo que está permitido
trasgredir el Shabat
en ese caso, cuando la opinión es de alguien que no es un
experto, es según el
Tur, que cita a R”i. Pero del Ramba”m tal parece que no opina
así. Y también
del Ra”n (al final del tratado de Ioma) tal parece que no opina como
R”i. Pero de
momento que se trata de peligro de muerte, el Shuljan Aruj tomó
en cuenta esa
opinión. Por lo tanto, tal parece que si se puede curar al
enfermo a través de
un gentil, así deberán hacerlo, ya que hay quienes opinan
que también cuando un
médico experto opina que se lo debe curar si se puede, se hace a
través de un
gentil, entonces también en este caso así se debe hacer.
[5](Allí, Ram”a. Kaf HaJaim inciso 57,
citando a Torat HaShabat).
[6](Allí, Mishná Brurá inciso
25. Biur
Halajá comienza verofe ejad omer eino tzarij. Kaf HaJaim inciso
46, citando
Radba”z).
Véase Biur Halajá
(allí) que la regla “el corazón sabe su mal” es
válida cuando hay diferencia de
opinión entre el médico y el enfermo en cuanto a su
situación, y entonces se
toma en cuenta la opinión del enfermo incluso en contra de la
opinión del médico.
Pero si también el medico dice como el enfermo, pero el medico
dice que esa cura
no le ayudará, no se toma en cuenta la opinión del
enfermo y no se trasgrede el
Shabat, y no cabe decir en ese caso “el corazón sabe su mal”.