Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Jukat     3 de Tamuz 5782     1365 


Para entregarlo en tus manos
Rav Ziv Rave

“Israel envió emisarios a Sijón rey del Emori diciendo: Déjame pasar por tu tierra, no me desviaré a los campos ni a las viñas, ni beberé agua de pozo, por el camino real marcharemos hasta que hayamos atravesado tu frontera. Pero Sijón no permitió a Israel pasar por su frontera, sino que Sijón reunió a todo su pueblo y salió al encuentro de Israel al desierto, llegó a Yahatz e hizo la guerra a Israel. Israel lo abatió a espada y se apoderó de su tierra, desde Arnón hasta Yabok, hasta los hijos de Amón, pues poderosa era la frontera de los hijos de Amón. Israel tomó todas esas ciudades, e Israel se asentó en todas las ciudades del Emorí, en Jeshbón y en todas sus aldeas” (Bamidvar 21:21-25).
En el libro Dvarim agrega nuestro Rav Moshé cierta información que permite ver el incidente de la guerra contra Sijón en forma distinta: “Pero Sijón rey de Jeshbón no accedió a dejarnos atravesar por ella, ya que el Eterno, D’s de ustedes, había endurecido su espíritu e hizo su corazón obstinado a fin de entregarlo en tus manos, como este mismo día” (Dvarim 2:30). Y debemos comprender ¿por qué endureció D’s su espíritu? A primera vista, es una anulación del principio del libre albedrío, que es uno de los pilares de la recompensa y el castigo.
Rabí Iosef Albo, autor del libro Sefer HaIkarim (cuarta parte, capitulo 25) innova algo maravilloso al respecto. En efecto, los versículos dicen que a veces D’s endurece el corazón de los malvados, endurece su cerviz y les impide arrepentirse, como dice el versículo “el Eterno dijo a Moshé: Ve al Faraón, pues Yo he endurecido su corazón…” (Shmot 10:1). Porque hay dos tipos de arrepentimiento por temor. Hay quien se arrepiente por temor al castigo, como un siervo que implora frente a su amo cuando lo castiga. Pero cuando su amo deje de castigarlo, volverá a rebelarse como al principio. Así era en el caso del Faraón, cuando fue castigado dijo “esta vez he pecado, el Eterno es el justo, y yo y mi pueblo somos los malvados” (Shmot 9:27), pero cuando cesa la plaga vuelve a endurecer su corazón como al principio.
El segundo tipo de arrepentimiento por temor es cuando la persona se arrepiente porque le teme a D’s y a sus castigos, pero también cuando tiene un poco de alivio del sufrimiento todavía el temor a D’s se encuentra en él, porque tiene fe que todo proviene de Él, como recompensa y castigo. A pesar que hay un arrepentimiento más elevado, el arrepentimiento por amor, de todas formas también ese segundo arrepentimiento por temor tiene valor y es considerado arrepentimiento autentico, en contraste con el primer tipo que no tiene valor práctico.
Para verificar al temeroso y poner en evidencia de qué tipo de arrepentimiento se trata, D’s endurece su corazón, permitiéndole argumentar distintas razones de por qué recae sobre él esa desgracia, y poder decir que es por azar y no por la Providencia Divina. Y eso es para que quite de su corazón el temor que adquirió cuando recibió el castigo, y quedará según su naturaleza y elección sin coerción, y esa es la intención del versículo cuando dice “Yo he endurecido su corazón”. De esa forma hay que comprender lo que fue dicho que los portones del arrepentimiento se cierran frente a los malvados, no porque D’s les impida la buena elección, D’s no lo permita. Porque dice el versículo: “¿Acaso Yo Me complazco de manera alguna con la muerte del malvado?, dice el Señor D’s. Sino en que se arrepienta de sus caminos y viva” (Iejezkel 18:
23). Pero D’s lo abandona a su libre albedrío, sin coerción, y él elige su camino sólo.
Sijón era un rey malvado y se merecía el castigo de D’s por su maldad, pero temía
provocar a Israel por temor a D’s. D’s no le quitó su libre albedrio, sino que generó varios acontecimientos distintos para quitar de su corazón el miedo que tenía por las maravillas que escuchó le fueron hechas a Israel, para dejarlo sólo en su elección. ¿Cómo? D’s le ordena a Moshé que envíe emisarios al rey de Edom y le diga: “Por favor, déjanos pasar por tu tierra…” (Bamidvar 20:17). Y cuando este no consintió, incluso luego de que le propusieron pagar por el agua, y salió en contra de Israel con mucha gente y mano fuerte, D’s les ordenó rodearlos. Y Moshé y todo el pueblo se extrañaban. Pero “como los cielos son más altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos que vuestros pensamientos” (Ishaya 55:9).
Cuando Sijón vio eso, pensó que el éxito de Israel no era producto de la Providencia Divina, de momento que los vio rodear a Edom y Moav. Se dijo: No soy menos que esos dos reyes. Y por ello se endureció su corazón, y salió frente a Israel para luchar, y fue vencido y su tierra fue tomada. Y si Moshé no hubiese enviado emisarios al rey de Edom, Sijón no habría endurecido su corazón y decidido salir a luchar contra ellos por miedo a D’s, y hubiese sido requerido mucho tiempo para conquistar toda su tierra. Pero D’s en Su bondad “el Eterno, D’s de ustedes, había endurecido su espíritu e hizo su corazón obstinado a fin de entregarlo en tus manos, como este día…” (Dvarim 2:30). 


Rav Shlomó Aviner

Mujeres en el ejército
Rav Shlomó Aviner

De momento que se piensa abrir las unidades combatientes para el enrolado de mujeres, debemos preguntarnos ¿cuál es la autoridad que debe decidir temas como ese? Y la respuesta es que no hay lo qué preguntar, por supuesto que la autoridad es la Rabanut HaTzvait (Rabinato del Ejército). Así fue desde el principio de nuestro país, para bien y bendición, para la nación y el ejército, y no hay ninguna razón racional para cambiar eso de pronto ahora. Es también imposible.
Esa proposición encierra cinco errores severos:
1. Error espiritual – de la halajá. Según la Torá, no debe haber mujeres en el ejército, por supuesto que no en unidades combatientes. El servicio militar es una mitzva, pero como es sabido no se debe cumplir ninguna mitzva a través
de una trasgresión. La meta no justifica los medios. Está prohibido, punto. “Y será tu campamento santo”. Un ejército puro.
2. Error social. Según la indicación de todos los Rabanim (Rabinos), un soldado religioso no puede prestar servicio en una unidad combatiente donde hay mujeres, incluso una sola. La probabilidad que las mujeres logren salvar los exámenes de ingreso es muy baja. Pero puede ser que algunas lo logren. Pero también así esta prohibido prestar servicio allí. Es también la indicación de la Rabanut HaTzvait y de la Rabanut HaRashit (Supremo Rabinato de Israel). Entonces la situación será que habrá unidades para religiosos y unidades para los que no lo son. Un ejercito de tribus. Es una catástrofe. Religiosos y no religiosos no se encontrarán. Luego de la edificación del estado, por varios errores fue propuesto que haya unidades religiosas y unidades que no lo son. Ben Gurión se opuso tajantemente: ¡Un solo país! ¡Un solo ejército! Y así determinó el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Goren tajantemente: ¡Un solo país! ¡Un solo ejército! Y así fue durante decenas de años. Bienaventurados somos que fuimos merecedores. ¡¿Y ahora echaremos a perder todo eso?! D’s no lo permita. ¿No nos encontraremos más? D’s no lo permita. Ya hace más de cinco años que fue escrita la Orden del Servicio Conjunto: Un soldado que desea, puede prestar servicio en una unidad en la que sólo hay varones, no se le puede exigir que haga algo prohibido, por supuesto que cometa una trasgresión severa. ¡¿Y ahora los obligarán a abandonar parte de las unidades?! ¡¿División?! No estamos hablando de que un soldado religioso tendrá que renunciar al servicio en una unidad atractiva, cuando desea prestar servicio en una unidad de elite. Estamos hablando de una escisión en el pueblo.
3. Error militar. Muchos estudios en el país y en EE.UU. demuestran que el servicio militar con mujeres hace descender la capacidad del ejército. Por ello, en muchos países cesaron con ese servicio conjunto. No vamos al ejercito para pasar el tiempo. Vamos a sacrificarnos para salvar vidas. No podemos permitirnos experimentos sociales. Quizás organizaciones que son enemigas del país pagan toda esa propaganda, o quizás Hamas. Investiguen. Pero no se necesita buscar lejos. Pregúntenle a todo oficial si el introducido de mujeres en las unidades combatientes no enloquece al ejército, complica todo el sistema con problemas de organización de viviendas separadas, no hace grandes dolores de cabeza en la rutina. Y quizás desciende el nivel de los ejercicios. ¿Qué podemos hacer? El estado físico de las mujeres no es como el de los hombres. Es un hecho fisiológico. No necesitamos estudios de EE.UU. sobre eso. Alcanza con el estudio que hicieron en nuestro ejercito al respecto. Por favor, no jueguen con fuego.
4. Error moral. No es un secreto que no pocas mujeres terminan su servicio militar con lesiones físicas, heridas,
hernia discal, lesiones de las caderas y las piernas. Perdón, pero no es moral.
5. Error feminista. En la Torá, el hombre y la mujer son equitativos. Ambos fueron creados a imagen y semejanza Divina. Son distintos, pero son equitativos. Son unidos en su diferenciación. “United in diversity”. Complementan el uno al otro. Ambos son buenos, ambos se merecen ser respetados. Ese es el feminismo autentico, del respeto por la mujer. Ahora decidieron que la mujer no tiene valor si no es como un hombre, y haga todos sus papeles. ¡Que ofensa feminista! De momento que no prestaron servicio en una unidad combatiente, mi abuela no vale nada, mi madre no vale nada, mi esposa no vale nada, mis hijas no valen nada. Gracias por los halagos. ¡Gracias a D’s que no ocurrió hace varios cientos de años, porque entonces el hombre recto y bueno retaría a un duelo el que argumenta que su mujer debe ser como un hombre!
Si ustedes realmente se preocupan por el honor de la mujer, esfuércense por honrar a sus mujeres y sus madres. 


Shabat

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Muktze
Para que quede allí Bein HaShmashot

El que coloca algo Muktze sobre un objeto que está permitido mover, y su intención es que el Muktze quede allí a la entrada del Shabat durante Bein HaShmashot (desde la puesta del sol hasta la salida de las estrellas), también si su intención es quitarlo en Shabat de allí con la ayuda de un gentil, el objeto permitido se convierte en base del Muktze, e incluso después que el gentil quitó el Muktze de allí no se puede mover el objeto permitido[1].
Por ejemplo: Una mesa sobre la que encendieron velas de Shabat, la mesa se convierte en base de las velas, también si pensó quitarlas con la ayuda de un gentil luego que se apaguen [como se acostumbra en hoteles], y también después que el gentil quitó las velas apagadas, está prohibido mover la mesa.
Hay quienes opinan que si pensó quitar el Muktze en Shabat, el objeto permitido no se convierte en base, ya que nuestros sabios prohibieron moverlo sólo cuando pensó dejarlo allí todo el Shabat[2].
Escribieron los poskim (sabios que determinan la halajá) que si se trata de una perdida de dinero, se puede ser menos estricto y fiarse en esa última opinión, y si pensó quitar el Muktze durante el Shabat, el objeto permitido no se convierte en base, y está permitido inclinarlo para que el Muktze caiga de él[3].

La intención del dueño
El que coloca Muktze sobre un objeto permitido que le pertenece a su compañero, el objeto permitido no se transforma en base. E incluso si el que colocó el Muktze pensó que quede allí todo el Shabat, de momento que el objeto permitido no es suyo no es prohibido, ya que la regla es que una persona no puede prohibir un objeto que no es suyo[4].
Pero si colocó el Muktze sobre el objeto de su compañero con su consentimiento, o su compañero tiene algún provecho de ello y seguramente consentirá, se convierte en base, y está prohibido moverlo[5]. Por lo tanto, el que ordena los objetos de su compañero con su consentimiento, y coloca Muktze sobre un objeto permitido, e incluso si lo hace sin su conocimiento, pero es para su provecho, de momento que seguramente prefiere que así sea, el objeto permitido se convierte en base del Muktze.


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 309 inciso 4).
[2](Allí, Shuljan Aruj, citando hay quienes opinan). Y también según esa opinión, sólo si piensa en forma explícita quitar el Muktze durante el Shabat [con la ayuda de un gentil o sacudiendo] o si el objeto prohibido es algo que acostumbran a quitarlo durante el Shabat, el objeto permitido no se transforma en base. Pero si no pensó nada explicito, incluso si no pensó en forma explícita que quede allí todo el Shabat, se convierte en base (allí, Mishná Brurá inciso 21).
Y véase más en Biur Halajá (279 inciso 2, comienza afilu letzorej gufo) que también según esas opiniones, justamente cuando pensaba quitar el Muktze, pero velas que no pensaba quitarlas, a pesar que está claro y es sabido que se apagarán en Shabat, el candelabro se convierte en base. Y véase allí lo que escribió citando a Pri Megadim.

[3](309, Mishná Brurá inciso 21. Kaf HaJaim inciso 30 citando Ba”j y Maguen Avraham, Eliha Rabah y Tosefet Shabat y Shuljan Aruj HaRav).
Y véase Biur Halajá (allí, comienza kedei) que citó Rabí Akiva Iguer que de todas formas no es como si olvidase, porque si se olvida si necesita el lugar donde se encuentra la base con el Muktze puede levantar la base junto con el Muktze y pasarlos a otro lugar, lo que no es así en este caso, que solo se puede sacudir la base para que caiga el Muktze.

[4](Allí, Ram”a). Y a pesar que el objeto prohibido también le pertenece a su compañero, el objeto permitido no se convierte en base (allí, Mishná Brurá inciso 25).
[5](Allí, Mishná Brurá inciso 27. Kaf HaJaim inciso 34). Por lo tanto, si Reuben colocó antes de Shabat un plato de Shimon debajo de la vela de Shimon para evitar que haya peligro de incendio, de momento que es para el provecho de Shimon y seguramente consiente con ello, el plato se convierte en base (allí, Mishná Brurá).
Y en Minjat Shabat (89 inciso 22) escribió que hay que pensar en caso que la esposa colocó Muktze sobre un objeto de su esposo sin su conocimiento, y no pensó en ningún provecho de su esposo, si el objeto del esposo se convierte en base para el esposo y las otras personas de la casa o no. Y también cuando las personas de la casa colocaron Muktze sobre un objeto del padre, si se convierte en base para el padre o no. Y acotó allí lo que escribió en Ahavat Shalom, que se debe diferenciar entre el caso que colocó el Muktze sobre un objeto del esposo, que por lo visto no será base porque no es un objeto de ella, y el caso del colocado de Muktze sobre algún comestible del que ella come, que se debe ser más estricto, de momento que ella es considerada participe del comestible.