Parashat Naso 5 de Sivan
5782 1361
Renovación
del pacto
Rav
Ioram Eliahu
Es sabido que cuando festejamos
alguna
festividad no sólo recordamos lo que ocurrió algo hace
miles de años, sino que
también ese momento vuelve a despertar, y los vestigios de kodesh
(lo
santo) que se manifestaron en ese episodio vuelven a alumbrar con un
resplandor
especial, semejante al resplandor inicial que alumbró en ese
entonces. Así dice
el “Netivot Shalom”: “Está escrito en los libros que de
la misma forma
que la Torá kdoshá (santa) es eterna,
así también el recibimiento
de la Torá es eterno, cuando cada año en ese
día se renueva el
recibimiento de ella”.
En un artículo maravilloso en el que el Rav
Kuk zt”l nos ubica a los pies del Monte de Sinai, nos explica
cuál es el pacto que
D’s renueva con nosotros cada año: “Y en cada año, cuando
ese día Kadosh,
el Día de la Entrega de la Torá vuelve y se
manifiesta en Israel, la
grandeza del mundo se renueva dentro nuestro, y somos capaces
nuevamente de
escuchar la voz de D’s con fuerza, la voz de D’s con magnificencia”.
Nos
encontramos a los pies del monte, y estamos dispuestos a escuchar la
palabra de
D’s que vuelve a dirigirse a nosotros, y de momento que volvemos ahora
a
nuestra tierra, hay cosas importantes que debemos saber en el
Día de la Entrega
de la Torá para comprender nuestro papel en estas
generaciones de gueulá
(Redención). “Sabe que la meta de la creación es para
como tú, sabe que nunca serás
otra nación con otra esencia, sino que un reinado de sacerdotes
y un pueblo
santo, y tienes la obligación eterna de alumbrar todas tus
oscuridades y todas
las oscuridades del mundo, con el resplandor de la Torá
y la vela de la mitzva”.
El Rav nos enseña que la Torá que recibimos en
esta generación no es una
Torá del particular, sino que ella dirige al hombre. D’s
miró en la Torá
y creó el mundo, la responsabilidad de toda la creación
se encuentra sobre los
hombros de Am Israel (el Pueblo de Israel), el corazón
de las naciones,
que cumple la Torá y le da existencia al mundo. No
podemos desentendernos
de esa tarea, no podemos cambiar nuestra esencia, porque para ello
fuimos
creados, para ser un resplandor para las naciones. El Rav
continúa y describe
el programa y el camino para cumplir con esa meta: “…Sabe Israel, que
como los
días del mundo tú serás un pueblo… cesa Israel de
equivocarte y dividir en
secciones y separaciones…”. Las divisiones, dice el Rav, hacen que la kdushá
de D’s no se revele dentro nuestro, y nosotros perdemos esas coronas de
las que
fuimos merecedores en el Monte de Sinai.
El Rav escribe en ese artículo otras varias
cosas que debemos asimilar y agrega: “Sabe, que tu camino marcado,
Israel, es
la fuente de innovación para el bien de la humanidad”. Y el Rav
nos llama a
renovar el pacto y volver a contestar en alta voz: “Contesta como en
ese
entonces con alta voz también ahora, tu entusiasmada y gran
declamación; ¡todo
lo que dijo D’s, haremos y escucharemos!”.
En el desarrollo de ese proceso, dice el
Rav, todo el mundo se colmara de maravilla por nuestro pueblo singular,
el pueblo
anciano que fue diseminado en todas direcciones y vuelve a centralizar
su vida
y renovar su juventud, y una voz volverá a ser escuchada con
fuerza en todos
los campamentos y pueblos, “¿quién les reveló ese
secreto a Mis hijos, el
secreto que los ángeles del Cielo utilizan?” (el antecedido de
haremos a
escucharemos).
Y finaliza el Rav con un llamado a Am
Israel: “Tú, Israel, que vuelves a edificar las ruinas de tu
tierra, que
anhelas el renacimiento nacional, escucha el eco de esa gran voz… y con
tu gran
y santo espíritu festeja tu festividad… el tremendo día
de Jag HaShavuot,
la festividad de las primicias, el momento de la Entrega de nuestra Torá
– sabe, pueblo mío, alegrarte en él con un regocijo
eterno, este es el día que
hizo el Eterno, nos regocijaremos y alegraremos en él” (Maamarei
HaReaya, pág.
175).
En estos días en que nuestros enemigos
intentan dañarnos, nos encontraremos a los pies del monte y
fortaleceremos el
pacto diciendo “haremos y escucharemos”, recordaremos quienes somos y
cuál es
nuestro papel, y en base al cumplimiento de él con plenitud
seremos merecedores
del cumplimiento del vaticinio “y verán todos los habitantes del
mundo que el
nombre de D’s se encuentra en ti, y temerán de ti”. Jag
Sameaj (feliz
fiesta).
El
Fondo de Elección
Rav
Shlomó Aviner
Es
indescriptible la grandeza de la mitzva del “Fondo de
Elección” que ayuda
a la persona a vivir según la naturaleza que nació,
hombre o mujer, y recibir para
ello ayuda psicológica. La persona elige su forma de vida, en
contraste con la
estratagema lingüística malvada del termino “tratamientos
de conversión”, como
si obligasen a la persona a algo en forma criminal
Por el
contrario, se trata de una elevada meta, por cuatro razones:
1.
Divina: D’s creó hombre y mujer, y así es Su voluntad que
se dirija el mundo.
2. Moral:
Esas personas que viven según tendencias homosexuales sienten
desgracia y
angustia. Como es sabido, no hay ningún cromosoma o gen que
determine
homosexualidad, sino que es una consecuencia de complicaciones en la
infancia o
la adolescencia. Y con la ayuda del tratamiento se convierten en
personas
felices.
3. Religiosa:
La Torá prohíbe una vida de ese tipo en el nivel
más severo, e incluso
lo apoda “abominación”.
4.
Nacional: “Multiplicaos y sed fecundos, y llenen la tierra” – y sobre
todo
nuestra tierra. Y por supuesto, un niño necesita padre y madre.
Por
ello, bienaventurado es el que dona dinero al que no tiene medios para
solventar
el tratamiento.
Por ello,
bienaventurado es el psicólogo que consiente aconsejar gratis, o
con un gran
descuento.
Por ello,
bienaventurado es el que dona dinero para la defensa judicial de los
psicólogos
que se encargan de ello, con rectitud y autenticidad.
Por ello,
bienaventurado es el abogado que realiza esa importante obra gratis, o
con un
gran descuento.
Bienaventurados
somos que somos un pueblo de personas que hacen bondades.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Muktze
Mover con el cuerpo
Está permitido mover un objeto Muktze
de forma que no lo toca con sus manos, sino que lo mueve
empujándolo con la cabeza,
con la barriga o las rodillas u otra parte de su cuerpo, porque el
movido con
el cuerpo no es considerado un movido que fue prohibido[1].
El movido con el cuerpo es apodado
“movido con el dorso de la mano”, y cuando es necesario permitieron
mover con
el cuerpo, como será aclarado más adelante.
Así también el movido de un objeto Muktze
soplando no es considerado el movido que fue prohibido, por ejemplo, si
sopla
con fuerza hacia el Muktze [un billete o similar] y lo mueve,
no es
considerado movido de Muktze[2].
Por lo tanto, un objeto Muktze
que se encuentra en un lugar donde puede llegar a ser dañado,
está permitido
moverlo con el cuerpo[3].
Para el Muktze
El movido con el cuerpo está
permitido también cuando lo hace para el Muktze mismo,
por ejemplo
cuando el objeto se encuentra en un lugar donde puede ser robado o
dañado, está
permitido empujarlo con el pie u otra parte de su cuerpo y moverlo a un
lugar
donde está más cuidado[4].
Así también el que encuentra
monedas en Shabat en un lugar donde hay transeúntes, y
teme que hasta
que venga a tomarlas a la salida de Shabat alguien las tome
antes, se
puede ser menos estricto y mover las monedas con el pie y esconderlas
en algún
lugar [cuando hay eruv, y no hay problema con moverlas cuatro
codos] [5].
Sin ninguna necesidad
Escribieron los poskim
(sabios que determinan la halajá) que cuando el movido
es sin ninguna
necesidad, está prohibido también con el cuerpo. Por lo
tanto, está prohibido
mover con el pie algún Muktze cuando no tiene ninguna
necesidad de ello[6].
Sentarse sobre algo Muktze
Una piedra que es Muktze
está
permitido sentarse sobre ella en Shabat. Y también si
cuando se sienta
moverá la piedra, escribieron los poskim que se lo debe
permitir, de momento
que no la mueve con la mano[7].
Y hay quienes escribieron
que si sentándose puede llegar a mover la piedra, si no tiene
que sentarse
justamente sobre el Muktze, corresponde evitarlo[8].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 311 inciso 8.
Mishná
Brurá 308 inciso 13. Y véase 305 inciso 18. Biur
Halajá allí, comienza umitaam
ze, en cuanto a moverlo con la cabeza).
Y véase Mishná Brurá
(276 inciso 31) que escribió en cuanto a mover Muktze con el
dorso de la mano
que es considerado movido indirecto, y no escribió que es
considerado movido
con el cuerpo. Y en Shuljan Aruj HaRav (allí, inciso 10)
escribió que movido
con el dorso de la mano es considerado mover con el cuerpo.
[2]En las respuestas de Mahari”l (inciso 200)
escribió que está permitido mover Muktze soplando, y a
pesar que lo que
proviene de su cuerpo es considerado como su cuerpo, de todas formas en
cuanto
a mover Muktze depende si se acostumbra a hacer así, y mover en
forma lateral y
en forma que no es acostumbrado está permitido (fue citado por
Beit Iosef,
inciso 308. Y así determinó Shuljan Aruj allí,
inciso 43. Ram”a allí, inciso
3).
[3]Así también si cayó un
utensilio al suelo y se
rompió, también si los trozos no pueden dañar,
está permitido empujarlos con el
pie y quitarlos, porque movido del Muktze con el cuerpo está
permitido (308,
Mishná Brurá inciso 30. Kaf HaJaim inciso 65). Y en Jazon
Ish (47 inciso 12 13)
escribió que en cuanto a mover Muktze con el cuerpo, es
permitido sólo cuando
el movido es parte de algo permitido, por ejemplo si hay monedas sobre
la cama,
y él se acuesta en ella y se mueve, y de esa forma las monedas
caen de la cama.
En ese caso su acción no es considerada movido de Muktze. Pero
cuando la acción
no es consecuencia de algo permitido, por ejemplo si empuja el Muktze
con el
pie, está prohibido.
[4](311 inciso 8. Mishná Brurá inciso
30. Kaf
HaJaim inciso 68).
[5](266 inciso 13. Biur Halajá comienza pen
ikadmenu ajer).
[6](Majatzit HaShekel 311 inciso 25. Fue citado
por Kaf HaJaim inciso 71). Y así también en Aruj
HaShuljan (308 inciso 68) y
así dice: Tal parece que todo eso cuando es necesario, pero sin
ninguna
necesidad ¿por qué hará algo así?
[7](308 Mishná Brurá inciso 82 88.
Kaf HaJaim
inciso 139 145).
Y véase Mishná Brurá
(302 inciso 27) y Shaar HaTziun (inciso 35) en cuanto a una prenda o
zapatos
que tienen barro y desea limpiarlos con una piedra, que debe hacerlo
justamente
con una piedra grande que no tema que se mueva por ello, y entonces
está
permitido.
[8](Allí, Mishná Brurá citando
HaMeiri). Y así dice
HaMeiri: Pero tratándose de objetos que tocándolos puede
llegar a moverlos, lo
correcto es evitarlo ya que no tiene por qué tocarlos.