Parashat Bejukotai 20 de
Iyar 5782 1359
De
la totalidad al particular
Rav
David Landau
Sellando el libro Vaikra (Levítico)
nos encontramos con la Parashá Bejukotai. ¡“Estas
son las palabras del
pacto”! (Dvarim 28:69). Hay aquí un contrato escrito, con
condiciones explicitas
y detalladas. Sobre el principio genérico de Israel, nacional y
público, fueron
ordenadas condiciones. ¡Si las condiciones no serán
cumplidas será espantoso!
Pero todas las conmociones son episodios pasajeros, en contraste con la
Eternidad
de Israel y la existencia y creación singular de “este pueblo
que Me he creado”
(Ishaya 43:21), en base a “Tú has creado Tu mundo desde
antaño” (rezo de Musaf
en Rosh Jodesh que cae en Shabat). Puede haber situaciones intermedias
durante
cierta época, en las que no se revela “y moraré dentro de
los Hijos de Israel y
no abandonaré Mi pueblo” (Melajim Alef 6:13) nunca, pero “el
Eterno de Israel
no cambiará ni mudará de propósito” (Shmuel Alef
15:29), y “también a pesar de
esto, también estando en la tierra de sus enemigos Yo no los
habré despreciado
ni los habré rechazado para exterminarlos a fin de anular Mi
pacto con ellos, ya
que Yo soy el Eterno, su D’s. Recordaré para ellos el pacto con
los ancestros”
(Vaikra 26:44-45), “recordaré Mi pacto con Iaacov, y también
Mi pacto con Itzjak, y también
Mi pacto con Avraham recordaré, recordaré a la tierra”
(Vaikra 26:42-45). El
pueblo y la tierra.
De esa forma hemos abarcado toda la obra en
su plenitud, y hemos llegado al termino. ¡“Seamos fuertes y
fortalezcámonos”!
Bienaventurados somos que hemos llegado al final, a esa maravillosa
aclaración.
Ha concluido el orden Divino del pacto con D’s, y debemos bien recordar
que “conforme
a estas palabras Yo he hecho un pacto contigo y con Israel” (Shmot
34:27). El
contrato es con la totalidad genérica de Am Israel (el
Pueblo de
Israel). La totalidad genérica de las almas de Israel es la Shjina
(manifestación de la Presencia Divina) – todos los miles,
decenas de miles y
millones de individuos de Israel son una totalidad genérica
única, un alma genérica
única.
En base a esa fuente genérica se deriva el
valor de nuestra individualidad, hasta llegar a un fenómeno
nuevo: El voto del
individuo particular. “El Eterno habló a Moshé para
decir; habla a los Hijos de
Israel y diles, cuando un hombre pronuncie un voto” (Vaikra 27:1-2). El
conjunto genérico de las almas y el conjunto genérico de
las indicaciones de la
Torá del Cielo, genérica para todo Israel,
incluyen también todos los
detalles del comportamiento individual personal, en todos los incisos
del Shuljan
Aruj y Mishná Brurá. Ese es el camino
correcto y el orden adecuado:
Individualidad en base a la totalidad. ¡Así, y no de otra
forma! “No añadirás a
él ni sustraerás de él” (Dvarim 13:1). “No
harán divisiones, divisiones” (Iebamot
14A), no harán la Torá como si fuesen dos
(Sanhedrin 88B), D’s no lo
permita. “La Torá del Eterno es plena” (Tehilim 19:8) e
incluye en ella
a todo Am Israel. Es una verdad autentica clara y absoluta. La Torá
de D’s del Cielo que nos fue entregada, le pertenece al origen Divino
básico,
nacional, publico de “este pueblo que Me he creado”, con el estudio y
cumplimiento de cada inciso del Shuljan Aruj. Junto con ello,
del origen
de la palabra de D’s para el pueblo que se encuentra en la tierra, que
llega a
su gran plenitud en las Parashot de Bahar-Bejukotai, que
incluye a todo
tipo de almas de Am Israel, hay también lugar para la
realidad
particular individual del voto (según Sijot HaRav Tzvi
Iehudá, Vaikra pág.
282-284).
Santificar
lo laico
Rav
Shlomó Aviner
El
estribillo acostumbrado entre los Datiim Leumim (religiosos
nacionalistas) es que hay que “santificar lo laico”, y eso es
más elevado aún
que ocuparse del Kodesh (lo santo). Por lo tanto, él
pasea y mira la maravillosa
creación Divina, para santificar lo laico. Él trabaja y
gana dinero para santificar
lo laico. Él come, escucha música, lee libros – todo,
para santificar lo laico.
Y por lo tanto no es crítico que dedique mucho tiempo a todos
los asuntos
laicos, y casi no estudia nada de la Torá, ya que
está ocupado en
santificar lo laico…
En efecto,
el concepto de santificación de lo laico se encuentra en
nuestros libros, como
por ejemplo en el libro Tania (cap. 7), y sobre todo en el
libro Mesilat
Iesharim. Y así dice él: “Incluso sus acciones
materiales se convierten en asuntos
de kodesh” (cap. 26).
Entonces
nos queda aclarar cómo se llega a ello. Ya que en el libro Mesilat
Iesharim
es aclarado que para santificar el aspecto material de la vida, la
persona
misma debe ser kdosha (santa). Y es bastante sencillo de
entender, ya
que para enriquecer se debe ser rico él mismo, para
enseñar debe saber él
mismo, para impartir valentía debe ser valiente de por sí
mismo. Se hace en
forma natural. Y así también en nuestro caso: “El tema de
la kdushá es
que la persona esté tan vinculada con D’s, hasta el punto que
ninguna acción
que haga lo separa o aparta de Él”
Entonces,
¿cómo se llega a la kdushá? Hay diez
pasos, que son aclarados en el
libro Mesilat Iesharim:
1. Zeirut:
Prestar atención y evitar las trasgresiones.
2. Zrizut:
Celeridad en el cumplimiento de las mitzvot.
3. Nekiut:
Estar totalmente limpio de toda trasgresión y toda mala virtud.
4. Prishut:
Prescindir y alejarse de todo lo que es permitido, pero puede
inclinarlo a lo
prohibido.
5. Tahara:
Pureza de las intenciones, y realizar todas las acciones por la buena
causa.
6. Jasidut:
Culto a D’s en base al amor por D’s, incluso hacer bondades por las
criaturas.
7. Anava:
Anulación de su valor propio y alejado de todo honor.
8. Irat
Jet: Temor a la grandeza de D’s, sintiendo todo el tiempo que se
encuentra
frente a D’s.
Y
entonces se llega a la kdushá a través del
ascetismo, el alejado de las
personas que se interesan por la vida material, y la vinculación
con la grandeza
de D’s.
De
momento que el Ramja”l (Rabí Moshe Jaim Luzato, autor
del libro Mesilat
Iesharim) recalca varias veces “mucho ascetismo”, “gran ascetismo”,
se debe
aclarar de qué está hablando.
En el
capitulo respecto a la Prishut el Ramja”l detalla tres
aspectos:
1. Prescindido
de los placeres, es decir, tomar del mundo sólo lo que le es
necesario. Y
vuelve a repetirlo en el capitulo donde habla de la Kdushá,
que no toma
del mundo material sólo lo que le es imprescindible.
2. Ascetismo
en las leyes, es decir, siempre ser más estricto que la
obligación.
3.
Ascetismo en el comportamiento, es decir, apartarse de la sociedad que
lo
inclina en dirección opuesta.
Y luego
de todos esos diez pasos, la Kdushá es un regalo Divino,
después que la
persona hizo por su parte todo lo que pudo (cap. 26).
Esta
claro que nosotros, en nuestra humildad, nos encontramos muy lejos de
la medida
de la kdushá, y por lo tanto no pertenecemos al nivel en
que se puede
santificar lo laico o lo material. Ojalá seamos merecedores del
primer nivel,
de la Zeirut, es decir, no pecar.
Y por lo
tanto, cuando nosotros en nuestra humildad hablamos de santificar lo
laico, son
solo palabras vacías, que quizás engañan al
prójimo o a nosotros mismos. Por el
contrario, debemos asimilar más y más el principio
básico: Bendito sea… que
diferencia entre kodesh y laico.
Quizás
podemos acercarnos al nivel de hacer las cosas por la buena causa. Por
ejemplo,
una persona trabaja para procurarse su sustento - es algo laico. Por
supuesto
que está permitido, y es necesario - pero es algo laico. Pero si
lo hace para
procurarle el sustento a su esposa y sus hijos, puede que sea por la
buena
causa. O decide estudiar cierta profesión para fortalecer al
Estado de Israel,
pero nuevamente debemos cuidarnos de no engañarnos a nosotros
mismos. O funda
una gran empresa cuando su meta es procurarle el sustento a los pobres,
como
dice Mishná Brurá (en el primer capitulo del Shuljan
Aruj): “Que
toda su intención es por la buena causa”. No nos confundamos, el
nivel del que
siempre hace las cosas por la buena causa es un nivel muy elevado, como
dice el
Ramba”m (cap. 5 de Shmona Prakim LaRamba”m), que es un
nivel
cercano a la profecía. En el libro Mesilat Iesharim ese
nivel es llamado
Tahara, y llega después de Zeirut, Zrizut,
Nekiut y
Prishut. De todas formas, Tahara todavía no es Kdushá,
hay
entre ellas varios niveles: Jasidut, Anava, Irat Jet.
Es más,
al final del libro More Nebujim el Ramba”m escribe que
incluso
los profetas no hicieron todas sus acciones por la buena causa, por
ejemplo a
veces comieron porque tenían hambre, y durmieron porque estaban
cansados. Y sólo
cuatro personas se encontraron siempre en esa posición, de
hacerlo todo por la
buena causa: Nuestro patriarca Avraham, nuestro patriarca Itzjak,
nuestro
patriarca Iaacov y nuestro Rav Moshé.
Y nosotros,
en nuestra humildad, nuestro culto es no hacer trasgresiones, cumplir mitzvot
y limpiarnos de toda mala virtud, y a través de ello somos
llamado Nekiim
o Tzadikim, lo que es un muy alto nivel, ojala que seamos
merecedores de
él.
Y a
pesar de ello, tenemos cierto sendero para santificar lo laico – las mitzvot.
Por ejemplo, Tzitzit son hilos que se convierten en algo que
tiene kdushá.
Dinero que es donado como limosna es algo material que se convierte en
bondad,
y así en forma similar con todas las mitzvot. Un soldado
que dispara al
enemigo para defender a Am Israel (el Pueblo de Israel) y Eretz
Israel (la Tierra de Israel) convierte su arma en un instrumento de
cumplimiento de una mitzva. Incluso una persona que vence a su
mal
instinto y no peca, convierte la accion prohibida en el cumplimiento de
una mitzva.
Las personas
se dividen en tres tipos. Cuando el alma desciende al cuerpo, se
encuentra en
una trampa muy dura. La mayoría de las personas se encuentran
presas en el
aspecto material y pecan, lo que es llamado Tuma (impureza).
Unas pocas
logran vencer y no pecar, lo que es llamado Tahara (pureza). Y
contadas
apresan su cuerpo y lo utilizan para rendirle culto a D’s, lo que es
llamado Kdushá.
Entonces,
con el cumplimiento de cada mitzva, a pesar que se la hace en
el mundo
laico, la persona se vincula con la Kdushá, como decimos
en la bendición
“bendito seas Tu… que nos santificó con sus mitzvot”.
Por supuesto, no
por una sola mitzva ya se encuentra en el nivel de la Kdushá,
pero va santificándose.
Por ello,
cuando hablamos de santificar lo laico, se necesita un poco de humildad
y un
poco de raciocinio. Y mucho sacrificio para ser merecedores del nivel
de la Nekiut.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Muktze
No lo puede sacudir
Un objeto que está permitido mover
en Shabat sobre el que se encuentra algo que es Muktze
[de forma
que el objeto permitido no se convierte en Basis LeDavar HaAsur],
si no
puede sacudir el Muktze, por ejemplo si el Muktze es
algo frágil que
si lo tira se puede romper, o si en ese lugar hay depositados otros
objetos que
pueden romperse por ello, puede mover el objeto permitido con el Muktze
sobre él a otro lado[1].
El movido de ese Muktze
a través del objeto permitido es llamado “Tiltul Min HaTzad”
(movido
indirecto).
Por ejemplo: Una mesa en la que
dejaron olvidada sobre ella una caja de limosna que contiene monedas, y
la caja
es frágil. Cuando necesite en Shabat pasar la mesa a
otro lado para
utilizarla, de momento que no puede inclinar la mesa para dejar caer la
caja sobre
el suelo porque se puede romper, tiene permitido mover la mesa con la
caja
sobre ella a otro lado.
Así también cuando no se puede
inclinar el objeto permitido a su lado para dejar caer el Muktze
porque necesita
ese lugar libre, puede mover el objeto permitido con el Muktze
sobre él
a otro lado[2].
Por ejemplo: Una mesa sobre la que se
encuentran documentos importantes que son Muktze, y se
olvidaron de quitarlos
antes de la llegada del Shabat, si durante el Shabat
necesita
mover la mesa a otro lugar, y no puede sacudir los documentos antes de
moverla
porque necesita que el lugar quede limpio y ordenado, está
permitido mover la
mesa con los documentos sobre ella a otro lado.
Condiciones para moverlo
Como fue aclarado, el permitido de mover
un objeto sobre el que se encuentra algo Muktze es sólo
cuando se
cumplen varias condiciones: 1. El objeto permitido no se
convirtió en Basis
LeDavar HaAsur[3]
[como será aclarado más adelante]. 2. No puede sacudir el
Muktze que se
encuentra sobre el objeto permitido[4].
3. El movido del objeto
permitido sobre el que se encuentra el Muktze se hace para el
objeto
permitido, y no para el Muktze, que no sea robado o similar[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 309 inciso 4). En
cuanto a que teme que si inclina el objeto permitido el Muktze puede
caer sobre
otro objeto y romperlo, véase Mishná Brurá (277,
al final del inciso 18) que
también si teme que el Muktze mismo se rompa por la
caída, puede moverlo a
través del objeto permitido. Y así también en
Shaar HaTziun (309 inciso 17).
[2](309 inciso 3. Mishná Brurá inciso
12. Kaf
HaJaim inciso 15).
[3](Allí, inciso 4).
[4](Allí, inciso 3 y 4).
[5](311 inciso 8. 309, Mishná Brurá
inciso 14. Kaf
HaJaim inciso 21 y 22). Y véase más adelante.