Parashat Naso 7 de Sivan
5780
Nuevamente
a los pies del Monte de Sinai
Rav
Ioram Eliahu (reimpresión)
“De la misma forma que
Y esa grandeza que se renueva dentro de
nosotros nos recuerda nuestro papel y nuestra meta. Por ello,
continúa el Rav y
le dice a Am Israel “en este día, prepárate para
el encuentro con tu
D’s, Israel. Debes saber que la responsabilidad de toda la
creación se
encuentra sobre tus hombros. Debes saber que nunca serás otra
nación, con otro
carácter, sino que ‘un reinado de sacerdotes y una nación
santa’, y tienes
la obligación eterna de alumbrar tus propias sombras y todas las
tinieblas del
mundo, con el resplandor de
Esa es nuestra meta, como fue determinado
desde el principio de la creación, cuando toda ella estuvo
esperando 2448 años
hasta que Am Israel reciba
Y no sólo Am Israel como pueblo,
sino que toda persona individual es capaz de darle vida a todos los
mundos con
su Torá y con sus mitzvot. Así nos
enseña el libro “Nefesh
HaJaim” (Shaar 1:84). Y así nos enseña el Rav Kuk en
su maravillosa carta
(Iguerot HaReaya, Igueret 301), donde dice que “toda la
holgazanería y la falta
de entusiasmo que siente la persona cuando cumple una mitzva,
son
generadas por la falta de fe en la gran bondad que se hace para todo el
mundo
cuando nos ocupamos de
El Admo”r (dirigente de una corriente
jasídica) de Salonim nos enseña más aún la
grandeza de ese día cuando escribe
que “si en Rosh HaShaná son juzgados en lo que respecta al
aspecto material en ese año, la fiesta de Shavuot es el Día
del Juicio espiritual, en el que determinan todo el aspecto
espiritual de la persona para todo el año”.
Entraremos
en esta fiesta kdoshá (santa), y recibiremos el resplandor
de
El
mejor de los médicos, al infierno
Rav
Shlomó Aviner
“El
mejor de los médicos, al infierno” (Kidushin 82A), a primera
vista es una frase
muy ofensiva para con todos los muchos y buenos médicos que se
sacrifican por Am
Israel (el Pueblo de Israel), e incluso ellos mismos se
contagiaron de
corona.
Llega Rashi
a nuestra ayuda: “A veces mata, y también puede curar al pobre,
pero no lo cura”.
Por supuesto, no todo médico es así, hay muchos
médicos tzadikim (justos)
e idealistas que no diferencian, D’s no lo permita, entre ricos y
pobres. Pero
en forma general, el sistema de salud en nuestro país discrimina
entre pobres y
ricos.
De lo
contrario, ¿alguien puede explicarme por qué en la
periferia hay tres veces
tanto de mortandad natal comparado con el centro? ¿Por
qué en la periferia el
promedio de vida es tres años menos que en el centro? Por lo
visto, se invierte
menos en la medicina de la periferia. ¿Y por qué en la
medicina pública las
colas son largas, y en la medicina particular son cortas? ¿Y por
qué los
hospitales particulares son mucho más sofisticados y
cómodos que los hospitales
públicos? La respuesta es muy sencilla: “El dinero lo
contestará todo” (Kohelet
10:19).
Pero ¿qué
será de las personas pobres? Hay dos millones de pobres por
debajo de la línea
de pobreza, y también el que no es tan pobre, no siempre tiene
reservas monetarias
o se encarga de un seguro médico complementario.
Por
supuesto, entendemos que hay ricos y pobres, a pesar de que no es
justo. Pero
en un campo, esa disparidad es intolerable: ¡Vivir o no vivir!
Cada año
300.000 enfermos crónicos renuncian a la compra de remedios
porque no tienen
plata. Cada año, 300.000 personas renuncian a algún
tratamiento médico porque
no tienen dinero.
Es algo intolerable.
Una gran regla de la halajá: “Tu vida antecede a la vida
de tu prójimo”,
pero tus lujos no anteceden a la vida de tu prójimo. Entendemos
que hay quienes
viven lujosamente, y hay quienes viven al vintén. Pero como
hemos dicho, vivir
o no vivir tiene que estar fuera de ello. Por supuesto, las
instituciones del
estado se esfuerzan sin descanso para corregir la situación,
pero el camino
todavía es largo.
Por
favor, empujemos al país a la izquierda - pero en el sentido
auténtico de amor
y hermandad, paz y camaradería con cada uno.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Melaben
Ensuciado
Está prohibido remojar una prenda en
agua en Shabat, porque “su remojado es su lavado”, como fue
aclarado
anteriormente.
Escribieron los Rishonim que
si el remojado no es de la forma en que se limpia o lava, sino que como
se
ensucia, está permitido. Por ejemplo, cuando seca sus manos
luego de Netilat
Iadaim o seca su cuerpo luego de bañarse [cuando el
bañado está permitido]
[1],
o también cuando pasa por un
charco de agua o similar vestido con sus predas [cuando se dirige a
alguna mitzva] [2].
La razón es que el remojado de una prenda
de esas formas no es considerado lavado, porque de esa forma más
se ensucia que
se limpia o lava[3].
Sacudido de las manos antes del secado
El Shuljan Aruj escribió:
“El
que lava sus manos, es bueno que las seque frotándolas con
fuerza una con otra
y quite de ellas el agua todo lo que pueda antes de pasar a secarlas
con una
toalla” [4].
La razón es que hay poskim
que son más estrictos, que opinan que si moja con mucha agua la
prenda, incluso
si lo hace de una forma que es considerado ensuciado, está
prohibido [por la
regla que su remojado es su lavado]. Y también escribieron que
no sabemos a
ciencia cierta qué es considerado poca o mucha o agua. Y para
cumplir con todas
las opiniones el Shuljan Aruj escribió que antes de
secar las manos es
bueno que las frote para quitar el agua de ellas todo lo que pueda, y
de esa
forma quedará sobre las manos sólo poca agua[5].
El Ram”a citó los que opinan que no
se debe temer de ello, porque es una forma de ensuciado y no de
remojado, y
escribió que así se acostumbra[6].
Secado de agua
Hay que saber que todo lo que fue
dicho que está permitido mojar una prenda de la forma en que se
ensucia es sólo
cuando seca las manos de un poco de agua, pero cuando se volcó
agua sobre la
mesa o el suelo, está prohibido tirar una prenda sobre ellas
para absorberlas,
a pesar que no es la forma en que se lava sino que se ensucia, porque
se teme
que luego escurrirá la prenda del agua impregnada en ella [a no
ser que se
trata de una prenda que por lo general no le importa si está
impregnada de agua] [7],
como será aclarado más
adelante.
[1](Tosafot, Shabat 111A, comienza hai. Zbajim 94A,
comienza mekaneaj besmartut. Ro”sh Ioma, cap. 8 inciso 4 citando a
Rabeinu
Tam).
[2](Tosafot allí). Y al respecto escribieron
para
explicar la braita (Ioma 73B): “Dijeron nuestros sabios, el que se
dirige a
recibir a su padre o su Rav o alguna persona grande, pasa por el agua
incluso
hasta su cuello, y no teme”. Y a pesar de que cuando pasa por el agua
sus
prendas se mojan, de todas formas de momento que es como se ensucia y
no como
se limpia, no es considerado que su remojado es su lavado”
Está permitido pasar
por el agua con sus ropas sólo cuando se dirige a cumplir alguna
mitzva, de lo
contrario está prohibido, para que no llegue a escurrirlas
(véase 301 inciso 3 –
6 los detalles).
[3](Tosafot Zbajim allí).
[4](302 inciso 10).
[5](Allí, Mishná Brurá inciso
50. Kaf HaJaim allí,
inciso 74) Esa es la opinión del HaIrim. Y para cumplir con esa
opinión, es bueno
que antes del secado quite el agua sobrante de sus manos todo lo que
puede.
[6](Allí, Ram”a).
[7](Allí, Mishná Brurá inciso
51. Kaf HaJaim inciso
88).