Parashat Vaiakhel 25 de
Adar Alef 5782 Shabat
Shkalim 1348
“Congregó
Moshé”
Rav
Ziv Rave (reimpresión)
Nuestros
sabios dijeron “desde el principio de
Prólogo: Hay cierto nivel espiritual llamado “todo
Israel”, cuando en ese nivel la actitud para con Am Israel (el
Pueblo de
Israel) no es como un conjunto de individuos particulares sino que como
una
entidad orgánica. De la misma forma que todos los órganos
del cuerpo se unen a
través del alma en un organismo vivo, así también
en
Los pecados no son atribuidos a la totalidad genérica,
sino que a los individuos particulares. Tratándose de la
totalidad genérica de Am
Israel no sólo que el pecado no puede rebajarla, sino que no
el mal no
tiene ningún asidero, “toda tú eres hermosa, mi
compañera, y no hay defecto en
ti” (Shir HaShirim 4:7). El pecado es como una suciedad que se adhiere
por
fuera, al aspecto externo, porque la esencia interna toda ella es
bondad Divina
en sí (Mahara”l de Praga, Tiferet Israel). La Tshuvá
(arrepentimiento
sincero) es la fidelidad renovada a la esencia natural kdoshá
(santa) de
la nación, a través de la elección de los
individuos particulares.
“Dijo Rabí Ioshua Ben Levi, Israel hicieron el pecado
del Becerro de Oro sólo para darles un argumento a los que
quieren arrepentirse,
como dice el versículo ‘ojalá que así sea siempre
este suyo corazón para
temerme y guardar todos Mis mandamientos todos los días, a fin
de que les vaya
bien a ellos y a sus hijos para siempre’ (Dvarim 5:26)”. En base a la
caída en el
pecado del Becerro de Oro aprendemos que no debemos perder las
esperanzas nunca
de la Tshuvá. Incluso si el público pecó,
le decimos fíjense en el
público (Avoda Zara 5B). Vayan y hagan las acciones que revelan
la naturaleza kdoshá
del público, y de esa forma purgarán el pecado. Por ello,
enseguida después de
haber descendido del monte, “congregó Moshé a toda la
asamblea de los Hijos de
Israel” (Shmot 35:1). Cuando Am Israel se une, su nivel
espiritual se
revela. Y de momento que el pecado no disminuye la totalidad
genérica, se
expresa que “Tu pueblo todos ellos son tzadikim”.
Cuando Moshé congregó toda la asamblea de Israel, les
ordenó dos mitzvot que también ellas son afines
con el nivel de Clal
Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel): Shabat
y la
obra del Mishkan (Tabernáculo). “Enseñó
Rabí Shimón Bar Iojai, dijo el Shabat
frente a D’s; Señor del Mundo, todos tienen pareja, pero yo no
tengo. Le dijo
D’s, Kneset Israel es tu pareja” (Bereshit Rabah 11:8). De
momento que
en Shabat se unen los Hijos de Israel en sus corazones, en su
labor
conjunta con amor de hermanos, de esa forma se convierten en la pareja
del Shabat.
El individuo como particular no es capaz de llegar al nivel de ser
pareja del Shabat.
Sólo en base a Kneset Israel se hace merecedor el
individuo particular de
alcanzar el nivel del Shabat, y él se generaliza en ella
en base a la
unión de los Hijos de Israel (según Netivot Shalom).
También el Mishkan fue edificado en base a Clal
Israel, cuando todos trajeron su donación para él. Y
nadie donó todo lo
necesario para la tarea él solo, sino que cada uno del pueblo
trajo una parte
igual – medio siclo. De esa forma los sacrificios son comprados del
dinero del
público, y de esa forma se unen todas las almas de Am Israel
en una sola
unidad que ofrece el sacrificio y el incienso.
En toda generación los individuos particulares tienen
que aspirar a unirse y hacer todo lo posible para permitirle a la kdushá
de Clal Israel revelarse. “Y esa exigencia, de siempre estar
vinculado con
la totalidad genérica, con el trozo elevado que contiene la vida
de todo, es la
base del alma de los tzadikim, que marchan frente a D’s, y se
deleitan
con Él” (Orot HaKodesh Guimel 147). “Cuanto más poderoso
sea su deseo de ser
incluido en el alma genérica, así alumbrará
más en él con su resplandor Kadosh,
y cuanto más reconozca su valor y sus reglas, de la misma forma
se ensanchará
en él y se revelará en él con todos sus
esplendorosos matices de luces de kodesh,
con riqueza de colores, para añadirle fuerza y alegría,
grandeza y esplendor”
(Orot Israel 7:18).
Yo
respeto a todos los Rabanim
Rav
Shlomó Aviner
Yo, en
mi pequeñez, respeto a todos los Rabanim (Rabinos), y
aprecio a todos
los Rabanim por todo lo que hacen por Am Israel (el
Pueblo de
Israel) y su Torá.
Pero por
supuesto, no puedo dirigirme según todos los Rabanim,
porque como es
sabido ellos tienen diferencias de opinión. Entonces, hago
según la elevada pauta
de nuestros sabios: “Hazte un Rav” (Avot 1:6). Por ello, me dirijo
según mis
maestros, el Rav Avraham Itzjak HaCohen Kuk zt”l y su hijo, el Rav Tzvi
Iehudá
Kuk zt”l. Pero debo confesar que muchas veces no comprendo hasta el
final sus enseñanzas.
Para eso me valgo de sus fieles discípulos.
Por supuesto,
no me meto en lo que dicen otros Rabanim, sino que me ocupo en
las
enseñanzas de mis maestros. ¿A qué se asemeja? A
lo que Rashi dice en cuanto a
los Tanaim (sabios de la época de la Mishna) en
contraste con los
Amuraim (sabios posteriores, de la época de la Gmará):
“Los Amuraim
analizaron las opiniones de los Tanaim y determinaron la halajá
hasta el final. Pero los primeros sabios [los Tanaim] no se
fijaron en
lo que dijo su compañero, sino que cada uno se fijó en lo
que escuchó de su Rav,
y eso es lo que le enseñaba a sus discípulos, lo que
recibió en sí. Y eso fue llamado
Mishna y Braita, y se fijaba en explicar lo que
recibió, este
explica su opinión, y este otro explica su opinión” (Nida
7B, al final).
Y así
también yo en mi pequeñez, aprendo de esos dos Tanaim
y de sus
enseñanzas.
Por supuesto,
si alguien me pregunta respecto a cierto Rav, y tengo que contestar, a
veces
digo que lo que él dice no me está claro, y a veces digo
que es extraño. Pero
no se trata de distanciamiento de corazones, sólo diferencias de
opinión. Como
los discípulos de Beit Hilel y Beit Shamai, que
tenían
diferencias de opinión pero continuaban prestándose
utensilios unos a otros, y
casándose entre ellos (Iebamot 13A, 15A). Hay quienes llaman a
eso criticar,
pero ¿qué podemos hacer?, así se estudia Torá.
Y
cuentan en el libro “Keter Shem Tov” que el Baal Shem Tov
(Rabí
Israel Ben Eliezer zt”l) tenía un opositor muy tajante, llamado
Rabí Najman de Horodenka
que siempre lo criticaba. Un día, escuchó sus
discípulos hablando entre ellos
en contra del Baal Shem Tov. Les dijo:
¡¿Cómo se atreven ustedes a
hablar así respecto a una persona kdoshá
(santa)?! Le contestaron:
Nosotros sólo repetimos lo que usted dice, el Rav. Los
corrigió: Lo que yo
puedo decir ustedes no lo tienen permitido. Y les contó de dos
artesanos del
rey, que trabajaron durante muchos años para hacerle una corona,
pero al final
discutieron duramente en cuanto al lugar donde deben colocar el
diamante de la
corona, y se dijeron duras palabras. Un transeúnte que
escuchó la discusión
decidió entrometerse, y le dijo a uno de ellos que se equivoca
totalmente. El
otro enseguida reaccionó: ¿Por qué te metes?
Nosotros somos amigos y juntos
hicimos la corona del rey, y por ello esta discusión es tan
álgida, y llegamos
a discutir en forma tan tajante. Pero tú, que no has movido ni
un dedo para
hacer la corona del rey, ¿cómo te atreves?.
Cállate.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Muktze
Fragmentos peligrosos
Trozos de utensilios que no son
aptos para ser utilizados en absoluto, son Muktze MeJamat Gufo,
y está
prohibido moverlos en Shabat, como fue aclarado. Por lo tanto,
un utensilio
que se cayó y se rompió, está prohibido en Shabat
mover los fragmentos y
tirarlos a la basura.
Cuando hay peligro si quedarán los
trozos así, por ejemplo si se trata de un plato o un vaso de
vidrio que se
rompieron sobre la mesa o sobre el suelo donde las personas andan, y si
los
trozos de vidrio quedarán allí las personas pueden llegar
a ser dañadas por
ello, está permitido en Shabat juntarlos y tirarlos,
para evitar ese
daño[1].
Escribieron los poskim (sabios
que determinan la halajá) que también cuando
está permitido mover los
trozos para evitar algún daño, si puede moverlos sin
tomarlos con la mano sino
que a través de algún otro objeto, por ejemplo que los
barra con una escoba a
un costado, no debe moverlos con la mano, ya que cuando los barre con
la escoba
es considerado un movido indirecto [llamado “movido de costado”], que
está
permitido cuando se hace por alguna necesidad permitida[2],
como será aclarado más
adelante.
Muktze MeJamat Gufo detestable
Algo que es Muktze MeJamat Gufo
y es detestable para las personas que se encuentran en ese lugar,
está
permitido quitarlo con las manos, como todo lo que es detestable
[llamado “graf
shel rei”] que está permitido moverlo y quitarlo, como
será aclarado más adelante.
Por lo tanto, si se juntaron muchas cáscaras de nueces o huevos
en la mesa, y
son detestables para los que se encuentran en ese lugar, está
permitido
quitarlos incluso con la mano[3].
[1](Kol Vo y Hagaot Mordeji, Beit Iosef citando
Orjot Jaim. Fueron citados por Ram”a 308 inciso 6).
Y en Shuljan Aruj HaRav
(308 inciso 28) y Aruj HaShuljan (allí, inciso 20) escribieron
que la razón por
lo que se permite quitar trozos de utensilios de donde pueden causar
daño, es
porque cuando se trata de un daño que puede ser producido al
público nuestros
sabios no decretaron que esté prohibido moverlos. Y véase
Mishná Brurá (518
inciso 3, inciso 21) y Biur Halajá (allí, comienza ela
shomto) que también
cuando es un lugar donde no puede producir un daño al
público, está permitido.
[2](Olat Shabat, fue citado por Biur Halajá
518
inciso 3 comienza ela shomto. Kaf HaJaim 308 inciso 64. Aruj HaShuljan
allí,
inciso 20).
Y véase Mishná Brurá
(allí, inciso 21) que si puede llegar a producir daño al
público, no es
necesario que lo mueva en forma indirecta.
Y en Shuljan Aruj HaRav
(308 inciso 60) dice que el barrido con una escoba no es considerado
que sea
indirecto, y no permitieron el moverlo en forma indirecta sino cuando
lo
prohibido ya se encuentra sobre algo permitido, y mueve con la mano lo
permitido, como cuando sacude con sus manos un mantel donde
había cáscaras o
huesos sobre ella, y de esa forma caen al suelo. Pero si mueve las
cáscaras o
los huesos con un cuchillo o similar, es como si fuese su mano, y es
como si los
moviese directamente. Y véase más adelante.
[3](308 Mishná Brurá inciso 115).