Parashat Vaieji 14 de
Tevet 5782 1338
La
conducción general y la plenitud del particular
Rav
Ioram Eliahu
Está
escrito en la bendición de la tribu de Isajar: “Inclinó
su hombro para cargar,
y se convirtió en obrero tributario” (Bereshit 49:15). Explican
los
comentaristas que los hijos de Isajar desearon cargar el yugo de la Torá,
y aceptaron la carga de todos los Hijos de Israel, ya que todo el que
tenía
alguna duda en cuanto a la halajá se dirigía a
los hijos de Isajar a
preguntarles, y ellos le explicaban (Midrash Rabah).
El Rav
Kuk zt”l (Otzarot HaReaya 2) nos enseña un principio importante
en cuanto a la
persona que se ocupa de la dirección general del público:
“El que sirve a la Torá,
y sobre todo el que conduce al público, tiene dos aspectos… uno
de ellos es ‘obrero
tributario’, es decir, es un esclavo de ellos”. Y el Rav explica que a
veces la
persona como esa de por sí desea conducirse según niveles
altos de devoción, “pero
de momento que tiene que estar cercano al público que reciben la
conducción de
él…”, y para estar cercano a ellos él se ocupa del
estudio de los temas que le
son necesarios al público, “y se conduce con ellos no
según la devoción extrema,
para que ellos estén cercanos a él”. El Rav nos recalca
un hecho y nos enseña
el camino, que para influir en el público general tú te
ves obligado a
encontrarte con ellos, descender de tus altas concepciones en las que
te
encuentras, estudiar lo que les es afín, para saber cómo
conducirlos. Y es un tipo
de tributo que debes pagar por le elevada meta.
Pero
dice el Rav, tienes prohibido renunciar a tu plenitud particular, “y de
todas
formas no es correcto que desdeñe la obligación de
completarse a sí mismo… y es
bueno que haga ambas cosas, y se ocupe también de los estudios
elevados que le
son afines para completar su plenitud”. La ocupación con el
público, su
conducción y dirección, no eximen a nadie de completar
sus carencias propias, y
aspirar a llegar a la plenitud según su nivel.
En el
libro “Eder HaIakar” escribe el Rav Kuk ideas y líneas
generales de la
personalidad singular de su suegro, el Adere”t (Rav Eliahu
David
Rabinovitch Teomim). Y allí escribe que “es una gran
obligación para los
grandes pensadores de las generaciones el trajín por el pueblo
en todos los
campos que pueden llegar…”. Pero dice que hay un gran valor del hecho
que hayan
grandes talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá),
y su
simple existencia influye en forma oculta en la nación “el hecho
que el pueblo
reconoce que hay una persona santa
elevada dentro de él, una persona que se encuentra por encima de
toda la bajeza
de la vida, una persona santa que todo él es consagrado a D’s y
su corazón y su
alma se encuentran dedicados pura y exclusivamente al amor a D’s,
bendito sea,
y el amor por las criaturas, amor por la Torá y el temor
a D’s…”, ese
reconocimiento en cuanto a esa persona, y el hecho que ella vive,
“siempre
actuó en Israel una acción espiritual mayor que toda
acción esforzada”.
Por
ello, debemos aprender de ello a valorar los grandes pensadores de la Torá,
que aceptan el yugo de la conducción del público a pesar
de que ellos pagan
cierto precio, descendiendo de su nivel por estar ocupados en la
preocupación
por el pueblo. Y en segundo lugar, debemos esforzarnos porque haya
dentro nuestros
grandes pensadores de la Torá, genios y santos, que por
el simple hecho
que ellos existen influya una gran abundancia para elevarnos y
vincularnos y
acercarnos a D’s.
¿Hasta
cuándo?
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta:
Lamentablemente, los atentados
terroristas
no cesan. Y la pregunta es ¿hasta cuándo deberemos
soportarlo?
Respuesta:
No sabemos. Es muy doloroso,
pero no
es ninguna sorpresa. Desde el comienzo del regreso a Tzion los
árabes se ocupan
del terror, hace unos 140 años, y no hay ninguna razón
para decir que de pronto
se arrepentirán. Eso emana de la maldad en el corazón, de
la bestia que se esconde
en el hombre, y no es algo que se pueda corregir en un instante. Puede
que
lleve decenas de años, centenas de años. Dijo un Ramatka”l
(Comandante en
Jefe): “No puedo prometerles que no habrá atentados, pero puedo
prometer que el
que lo haga será castigado duramente”. Pero no debemos
protestar, sino que
agradecerle a D’s que en nuestro país hay mucho menos atentados
que en otros países
occidentales.
Pregunta:
¿Entonces, por qué
decimos que esto
es gueulá (Redención)?
Respuesta:
No decimos que esta es la gueulá,
sino que el comienzo de la gueulá. Una de las
definiciones del comienzo
de la gueulá en la Gmará es: “Guerras,
también son comienzo de la
gueulá” (Meguila 17B). Porque en todas las generaciones
hubo pogromos
espantosos en contra nuestro, en el oriente y en el occidente: Los
Decretos del
408 – 409, Tormentas del Neguev, Petliura, el Holocausto y más,
pero no
podíamos hacer nada, sólo esperar como un rebaño
el degollado. Ahora, gracias a
la bondad de D’s, tenemos un ejército que nos protege, y detiene
el terror con
determinación. Entonces, debemos cumplir la mitzva: “Que
no desfallezca
su corazón, no tengan miedo, no entren en pánico ni se
aterroricen ante ellos”
(Dvarim 20:3). Y véase Ramba”m, Hiljot Melajim al final del
capítulo 7.
Nos
fortaleceremos, y seremos valientes.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Muktze
La razón de la prohibición
En cuanto a la razón por la cual
nuestros sabios prohibieron mover determinados objetos en Shabat escribe el Ramba”m[1], que si los profetas nos advirtieron y nos
ordenaron en cuanto al Shabat diciendo “lo honrarás no
haciendo tus
negocios ni hallando en él tu propio placer, ni hablando
palabras ociosas”
(Ishaya
58:13) – que tu andado en Shabat
no sea como tu andado en días comunes, y que tu forma de hablar
en Shabat
no sea como tu forma de hablar en días comunes - por supuesto
que no debemos
mover objetos en Shabat como los movemos en días
comunes, porque de lo
contrario será a ojos de la persona el Shabat como un
día común, y llegará
a levantar y pasar de un lugar a otro objetos, y de una casa a otra, y
entonces
no descansará, y todo el sentido se perderá, mientras que
la Torá dijo “el
séptimo día te abstendrás a fin de que descansen…” (Shmot 23:12)
[2].
Y también nuestros sabios temieron
que si le estará permitido a la persona en Shabat mover
objetos con los
que se hacen Melajot prohibidas en Shabat, puede llegar
a hacer
alguna Melaja.
Y también porque parte de las
personas no son artesanos sino que no hacen trabajo físico, como
los que se pasean
todos sus días y no hacen trabajos, y si estará permitido
en Shabat
andar y conversar y mover objetos como todos los días comunes,
entonces no hará
nada notorio en Shabat. Por ello, decretaron que ciertos
objetos estén prohibidos
moverlos, lo que es algo común para todas las personas.
Hay quienes escribieron que es para
prevenir que no se llegue a trasgredir la prohibición de pasar
de un lugar a
otro objetos, porque si estará permitido mover todo objeto, de
esa forma
llegará también a pasar un objeto de un lugar particular
a un lugar público [en
donde no hay eruv] [3].
Nuestros sabios encontraron una
insinuación de la prohibición de Muktze en el
versículo “en el día
sexto, preparen lo que traerán” (Shmot 16:5) – que objetos que
fueron separados
y distanciados por la persona en su pensamiento no están
preparados desde
vísperas del Shabat para ser usados, y está
prohibido moverlos[4].
[1](Ramba”m, Hiljot Shabat 12 13).
[2]Pri Megadim (al principio de 308, Mishbetzot
Zaav)
escribe que no alcanza con esa razón, porque si así fuese
de la misma forma que
hablar como días comunes para alguna mitzva está
permitido, así también debería
estar permitido mover Muktze para cumplir alguna mitzva.
[3](Raba”d, allí). Y según eso, lo
correcto sería
que estuviese prohibido mover incluso utensilios que le son necesarios
en
Shabat, pero no se puede decretar algo tan severo para el
público (Rashi,
Beitza 12A, comienza liplegu be avanim).
Y véase Raaba”d (allí)
que objeto al Ramba”m que en la Gmará (Shabat 123B) está
escrito en forma explícita
que en la época del profeta Nejemia fue decretada la
prohibición de Muktze, y
allí dicen que fue decretada para que no lleguen a pasar de un
lugar a otro, y ¿cómo
entonces innovó el Ramba”m que nuestros sabios lo prohibieron
por esa otra
razón? Y véase Pri Megadim (allí) lo que
explicó. Y véase también Aruj
HaShuljan (308 inciso 2-5) en extensión.
[4](Jaiei Adam, clal 66, al final del inciso 1).