Parashat Noaj 3 de
Jeshvan 5782 1328
Sin
sentimientos de
culpa
Rav
Baruj Efrati
Hay que
preguntase, ¿cómo es que de Noaj, la única persona
en la Torá respecto a
la cual fue dicho “Noaj era un varón justo, integro en su
generación” (Bereshit
6:9), salió un hijo malvado como Jam, que “vio
la desnudez de su padre” (Bereshit 9:22)?
¿Cómo es que Noaj fracasó tanto en la
educación de su hijo?
Esa
pregunta no es sólo respecto a Noaj, sino que se agudiza cuando
hablamos de nuestros
patriarcas kdoshim (santos), Avraham e Itzjak, que tuvieron
hijos que
salieron a un mal camino. Y salvando las diferencias, también
Iaacov no tuvo
muchas alegrías de sus hijos Shimon y Levi (que eran justos), y
también Avshalom,
Amnon y Adonia hijos de nuestro rey David, y Menashe hijo del rey
Jizkiau y
otros.
También
antes de Noaj, Kain hijo de Adam fue el primer asesino, y tal parece
que su
padre, el Primer Hombre que fue creado directamente por D’s, no tuvo
éxito en
su educación.
Es más,
no sólo que sus hijos no marcharon por sus caminos, sino que
tampoco
encontramos que nuestros santos antepasados se culparon a sí
mismos porque sus
hijos se apartaron del buen camino. Y debemos aprender de ello algo
significativo para nosotros como padres:
Si el padre
y la madre desdeñaron su papel como padres, no le
enseñaron al hijo Torá
y no fomentaron un ambiente de temor a D’s en su casa, no definieron
metas elevadas
y no marcaron límites, y a veces sus hijos salieron a un mal
camino a
consecuencia de ello - los padres tienen cierta responsabilidad en la
caída de
sus hijos e hijas. En ese caso, los padres deben ocuparse del
arrepentimiento por
ello, que no se esforzaron lo suficiente en la educación de sus
hijos.
Pero por
otro lado, si los padres hicieron lo que pueden para educar a sus
hijos, se
esforzaron, y finalmente el hijo o la hija mayores eligieron a pesar de
ello
apartarse del camino, los padres no deben culparse a sí mismos
por ello, sino
que aceptar el hecho que nuestros hijos mayores tienen libre
albedrío para
elegir el bien o no, para elegir su camino. Hay un D’s en el Cielo que
dirige
el mundo, no sólo a través nuestro.
No hay
dudas que nuestros patriarcas y matriarcas, los tzadikim (justos)
y tzadikot
(justas) del Tana”j (La Biblia) hicieron todo lo que pudieron
para
educar a sus hijos. Por ello, cuando un hijo se apartó del buen
camino, los
padres no vieron en ello un fracaso pedagógico sino que una
decisión autónoma del
hijo. Ellos rezaron mucho, e intentaron influir en el hijo, pero no se
culparon
a sí mismos por su elección.
También nosotros,
corresponde que sepamos diferenciar bien entre nuestra responsabilidad
como
padres, y el hijo que en su adultez decidirá de por sí
mismo qué hacer.
Los límites claros de nuestra
responsabilidad son importantes no sólo para nuestra salud, no
sólo porque es
la verdad, sino que también para que podamos continuar estando
vinculados con
el hijo o la hija que se apartaron del camino, tener fe en ellos y
fortalecerlos, sin sentimientos de culpa innecesarios que obstaculizan
los manantiales
patriarcales.
¿De
quién es?
Rav
Shlomó Aviner
¿De quién
es este Kotel (el Muro de los Lamentos)? ¿De los
religiosos, de los jilonim
(seculares), los jaredim (ultraortodoxos) o los
reformistas?
La
respuesta es muy sencilla: El Kotel le pertenece a D’s. Le
perteneció en
el pasado, le pertenece en el presente, le pertenecerá en el
futuro. La Shjina
(manifestación de la Presencia Divina) no se aparta de
él, nunca.
Y D’s
nos permite ese Kotel, para que recemos, porque desea los rezos
de los tzadikim
(justos). Desea los rezos de los tzadikim, y también
los rezos de
los que aspiran a ser tzadikim – y no los que desean cambiar
los órdenes
del rezo que existen cientos de años, ordenes del rezo que
emanan de la Torá
de Israel, cientos y miles de años.
¿A quién
le pertenece este Kotel? A Am Israel (el Pueblo de
Israel), el
fiel enviado de D’s. A Am Israel que es fiel a su historia, que
se reúne
con todos sus matices en ese lugar, y le hace saber a todo el mundo:
Todos
pertenecemos a la kdushá (santidad) del Kotel, y
él nos pertenece.
¿A quién
le pertenece el Kotel? Al Am Israel fiel, y no a los
que generaron
y todavía generan asimilación de millones de
judíos, y continúan en el futuro ese
“Holocausto Silencioso”.
El Kotel
es uno, de un extremo al otro, y le pertenece a Am Israel.
Escucha
Israel, el Kotel es nuestro, el Kotel es uno.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Esquilado
Rascado de la cabeza
Está permitido en Shabat rascarse
los pelos de la cabeza o la barba con los dedos o las uñas, y no
se teme que llegue
a trasgredir la prohibición de Gozez, porque no es
seguro que rascando
legue a arrancar algún pelo [y no es Psik Reisha]. Y
también si ocurrió
que arrancó de esa forma algún pelo, no está
prohibido, porque no era su
intención, y no era seguro que eso ocurra[1].
Cuidado de arrancado de pelos en Shabat
Hay poskim (sabios que
determinan la halajá) que escribieron que se debe cuidar
de no rascar
los pelos o la barba con fuerza y con rapidez, porque de esa forma se
teme que
arranque pelos seguramente [y es Psik Reisha] [2].
Así también no se debe rascar
demasiado, porque inevitablemente arrancará algún pelo[3].
Escribió el autor del libro “Ieshuot
Iaacov”: “Vi personas que son menos estrictas y se peinan en Shabat,
y casi lo consideran como algo permitido. Y pobre de los ojos que
así ven, que
cometen una trasgresión sin importarles y profanan el Shabat
activamente, y lo correcto es que los sabios de cada ciudad adviertan
de ello,
quizás los escuchen y no lo harán”[4].
Hay personas que se permiten a sí
mismos peinarse, diciendo que ellos deben acomodar sus cabellos para
que no
sean despreciados por la gente. Y ya escribieron al respecto los poskim,
¿por qué hacer algo que está prohibido, cuando
pueden hacerlo en forma
permitida, acomodando un poco los pelos con un cepillo blando o con la
mano,
como fue aclarado anteriormente, y por qué cometer una
trasgresión severa como
esa? [5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 303, inciso 27, Beit
Iosef y Ram”a. Mishná Brurá inciso 88).
[2](Minjat Shabat 80 inciso 117. 86 inciso 6.
Kuntres Ajaron, inciso 6).
[3](Ben Ish Jai, segundo año, Ki Tisa inciso
14.
Fue citado por Kaf HaJaim 340 inciso 9). Y es sabida la medida de la
piedad que
acostumbraba el Ar”i z”l al respecto, que una vez por
equivocación llevó sus
dedos a su barba, y no los sacó de allí hasta el
término del Shabat (Ruaj Jaim
de Rabí Jaim Plagi, fue citado por Kaf HaJaim allí,
inciso 10).
Las mucosidades de la
nariz que se secaron, hay que cuidarse cuando las limpia, porque a
veces no se
las puede limpiar sin arrancar pelos de la nariz seguramente (Minjat
Shabat
allí, Kaf HaJaim inciso 9, véase allí).
[4](Fue citado por Mishná Brurá 303
inciso 86).
[5](Allí, Mishná Brurá).