Parashat Shmini 24 de
Nisan 5780
Un
mar sin límites
Rav
Eial Vered (reimpresión)
En
muchos sentidos se puede entender de los versículos y de
¿Qué
tiene de especial Kriat Iam Suf que la convierte en una
innovación
espiritual por encima de las diez plagas? ¿Acaso el extermino
físico de los
egipcios? – lo que podría haberse hecho anteriormente.
¿Acaso un nuevo milagro –
por más grandioso que sea – constituye algún agregado
cualitativo a los grandes
milagros que antecedieron en las diez plagas?
Hay un
agregado muy significativo en Kriat Iam Suf, muy por encima de
lo que
sucedió anteriormente. Para salir de Egipto realmente, para ser
merecedores de
recibir
En
Egipto – con todas las numerosas maravillas y milagros que sucedieron –
todavía
no fue anulada ninguna ley natural. Todas las diez plagas son
fenómenos
naturales en esencia, que surgieron en cantidades excepcionales, o en
un
momento excepcional. El agua continuó siendo líquida –
pero no era potable. Los
piojos – son criaturas muy comunes, y también las bestias
salvajes. La peste es
una enfermedad conocida, también la langosta es una plaga
común, y también las
llagas. Y también la oscuridad nos es conocida como un
fenómeno natural.
Incluso la muerte de los primogénitos: La muerte es un
fenómeno natural, y
ninguna ley de la naturaleza fue quebrada. Por supuesto, a pesar de
ello todas
ellas son milagros excepcionales, ya que fue
La
existencia material comenzó con el agua: "La tierra era
confusión y vacío,
y la oscuridad sobre la superficie del abismo, y al aliento Divino
surcaba
sobre las aguas" (Bereshit 1:2). El agua constituye el
principal y
significativo componente de todo organismo. El Mahara"l de
Praga
dice que de momento que el agua no tiene forma propia, constituye la
existencia
material en esencia. Y es el agua la ley de existencia que gobierna en
Egipto –
que le rinde culto al Nilo, su fuente de agua.
El
agua es una ley de la existencia, y no se la puede cambiar: "El abismo,
como un ropaje, la cubre. Sobre los montes se afirman las aguas…
les
pusiste un límite para que no lo traspasen, para que las aguas
no
vuelvan a cubrir la tierra" (Tehilim 104:6-9). El mar es la sublime
expresión de esa ley de la existencia – ¡y es esa ley que Am
Israel (el
Pueblo de Israel) quebranta!
De esa
forma es aclarado que hay una ley básica, ley de todas las
leyes, una ley que
es capaz de quebrantar todas las leyes de la existencia material que
nos son
conocidas, y es capaz de generar un sistema de leyes distinto, nuevo,
que lleva
dentro de él un mensaje de libertad para todo el mundo: La
ley de Israel.
Esa
nación parte las aguas no por mérito de los rezos, y por
supuesto que no por
mérito de
Eso ya
es un agregado cualitativo en relación con las diez plagas de
Egipto. La ley
más básica de la existencia material fue desintegrada, y
de ahora en más hay
otra ley que gobierna la existencia material – la ley de existencia de
Israel,
que antecede y es más elevada que todas las leyes materiales:
"Las
montañas podrán alejarse, y podrán moverse las
colinas, pero Mi misericordia no
se alejará de ti, ni será anulado Mi pacto de paz, dice
el Eterno, quien tiene
compasión de ti" (Ishaya 54:10).
No se
puede recibir
La
capacidad de separar las aguas es muy singular, y Am Israel en
todas las
generaciones continúa marchando y cortando las aguas, una y otra
vez. Cuando
entramos en Eretz Israel (
Y
todavía se encuentra delante de nosotros un largo camino. Muchas
aguas hay en
nuestro camino que quebraremos, muchos pantanos culturales que parecen
ser imposibles
de surcar, muchas olas amenazantes que producen espanto, olas
tempestuosas que
amenazan tragarnos. ¡Y todas esas aguas quebraremos! Nuestra ley
es "La"
ley de la existencia, "muchas aguas no podrán apagar el amor, y
los ríos
no podrán lavarla", el fuego del amor interno que arde dentro
nuestro, el
amor por D's, nunca se extinguirá.
El
séptimo día de Pesaj es como el Shabat de
la salida de Egipto.
Las diez plagas son como los seis días de nuestra actividad
diaria, y Shviy
de Pesaj es el nivel del 7, el nuevo nivel que se revela en la
realidad,
como el Shabat. Y por ello, ese día determina una
festividad propia, en
la que las aguas fueron cortadas y se reveló la potencia de la
esencia
espiritual de Am Israel – y fue completada
“Porque
no saldréis con precipitación”
Rav
Shlomó Aviner (reimpresión)
El Rav
Kuk explica que hay una diferencia básica entre la primera gueulá
(redención) y la última.
La redención de Egipto fue precipitada (Shmot 12:11, Dvarim
16:3,
Brajot 9A). Pero con respecto a la última redención, dice el versículo:
“Porque no saldréis con precipitación” (Ishaya 52:12,
Maamarei HaReaya pág. 164).
¡¿Es que acaso existe alguna limitación de la capacidad Divina?! ¡Por
supuesto que no! Pero existen distintos tipos de redención:
Precipitada, y gradual, milagrosa, y natural, según la
medida de
¿Cuál es la ventaja de una redención
precipitada? Es obvio. Pero ¿cuál es la ventaja de que no sea precipitada? Es
que la
redención de Egipto D’s la hizo, “comienza de lo alto”.
La
redención actual, es a través nuestro, iniciada
por nosotros
mismos, “comienza de abajo”. Lo que D’s hace, lo hace rápido.
Pero lo que nosotros hacemos, somos solo seres humanos, ni ángeles
ni serafines, y por lo tanto, lleva tiempo. Hay
ascensos, y descensos, dificultades y crisis, el
ritmo de avance depende de nuestras fuerzas y si somos merecedores. La
redención de Egipto fue en contra de nuestra voluntad.
Estábamos
inmersos bajo 49 grados de impureza, casi pasamos el límite
del
cual no se puede regresar (Ramba”m, Hiljot Avoda Zara, fines del primer
capítulo). Y D’s nos redimió, en su
grandeza. Por supuesto, hay que estar preparado para acoger el
“comienzo de lo
alto”, ser capaz de recibirlo, pero la última
redención “comienza de abajo”, a través de
nuestra voluntad,
entusiasmo, sacrificio y lucha. Y por eso, no es en forma precipitada,
hay
dificultades y crisis. Pero depende de nosotros, y desde ese punto
de
vista es más grandiosa. Es la “Conducción de
Pero no
hay que olvidar que también el “comienzo de abajo”, es de origen
Divino. Todo
proviene de Él,
bendito sea. Escuchemos el canto de David: “Porque conTigo embestiré ejércitos”
(Shmuel Bet 22:30, Tehilim
18:30). Yo embisto a los ejércitos, pero es conTigo, D’s del
mundo. Cuando yo embisto a los ejércitos, es D’s el que embiste a mi
lado, y a través mío. “Y con mi D’s saltaré muros”
(Ídem.). Yo salto el muro, pero lo hago con D’s. “Pone mis pies
como los de
gacelas”, cuando yo corro rápidamente como una gacela, D’s es el
que les da a mis pies esa fuerza. Yo sé luchar,
porque Tú, D’s, “adiestra mis manos para la guerra”. D’s
es el
que hace a través nuestro, es el “comienzo de abajo”, largo y
complicado. La
salida de Egipto es a través de Moshé, que está por
encima de todo, que no come ni bebe cuarenta días, pero
en realidad es D’s mismo el que hace. Por eso, en la Hagada de
Pesaj no
es mencionado nuestro Rav Moshé salvo una sola vez, “y creyeron en
el Señor y en Moshé, su siervo”, el versículo que recalca
que Moshé no es más que el siervo de D’s, en la anulación
total (comentario del Gaón de
Vilna a la Hagada). “Yo, y no un ángel, Yo y no un serafín, Yo y no un
enviado” (Hagada de Pesaj). ¿Es que Moshé no fue
un enviado? No, él es como el hacha en la mano del leñador,
como la pluma en la mano del escriba. El Señor del mundo hace
todo, y nosotros fuimos pasivos, contemplando
sus milagros y maravillas. “No temáis, estad firmes, y veréis la salvación que
el Señor obrará para nosotros hoy... El Señor
luchará por nosotros, y vosotros guardaréis
silencio” (Shmot 14:13-14). Ustedes no tienen que hacer
nada, solo estar firmes y contemplar, y D’s hará todo el
trabajo. Solo tienen que creer, y de esa forma ser capaces de
acoger Su grandiosa bondad.
Pero
actualmente, es a través nuestro. Nosotros tomamos la
iniciativa, nosotros
luchamos, y por supuesto, recordamos que “conTigo embestiré ejércitos,
y con mi D’s saltaré muros”.
Cuando
comenzó a despertar el anhelo por Tzion,
comenzó la polémica de nuestros Rabinos. Unos decían así, y
otros decían asá. No hay que tomar ninguna
iniciativa, dijeron los Rabinos de
El Señor del mundo hace crecer una planta, y es
imposible
obligar a una planta a crecer más rápido; se
estropea y marchita. Tiene su propio ritmo, y hay que ser paciente. El
carpintero marca con fuerza su huella sobre la madera, a su voluntad
acorta o
alarga. Pero el agricultor, trabaja lentamente, “tiene fe en D’s y
siembra” (Tosafot, Shabat 31A, citando el
Talmud Ierushalmi).
“La
planta de David, Tu siervo, haz crecer pronto”, lo más rápido
posible. Pero hay un límite, ya
que a fin de cuentas, es una planta.
En la
redención de Egipto, todo fue en forma precipitada. De
pronto,
salimos de Egipto, de pronto, nos instituimos en pueblo,
de pronto, recibimos
Pero
ahora, no. Nosotros hacemos, en forma natural. En aquellos días,
nuestra segunda naturaleza se había echado a perder, y era necesario luchar contra
ella
hasta aniquilarla, desmenuzar todos sus groseros componentes. No
dejarse llevar
por ella, por supuesto, sino que dominarla, someter la grosera y rústica
naturaleza (Orot, Orot Hatjiá 30). ¿Quién es el valeroso?, el
que domina su
instinto (Avot 4:1), su naturaleza (Shmoná Prakim,
cap. 4). Pero desde ese entonces pasaron más de
tres mil años, y nuestra naturaleza se refinó. Y
es por eso que irrumpe, como un fuerte impulso
interno, también en planos positivos: El asentamiento de la
tierra, el regreso
a Tzion, institución del Estado, luchas contra nuestros
enemigos que quieren exterminarnos, y el engrandecimiento de
Y
reiteramos: Lo que nosotros queremos hacer, es la mano de D’s. En aquel
entonces, “D’s luchará por vosotros”, pero ahora, nosotros luchamos.
Pero
también de esa forma, D’s lucha a través
nuestro. “ConTigo
embestiré ejércitos, y con mi D’s saltaré
muros”. Siempre es la mano de D’s la que hace. Pero
así es más grandioso aún: El Señor del mundo tiene “una morada en la
tierra” (Tanjuma, Nasó 7:1). Lo que nosotros hacemos en forma natural,
es la
voluntad de D’s.
Por
supuesto, la naturaleza no ha llegado a su perfección, el
camino aún es muy largo, pero ya comenzamos a marchar.
Todavía no llegamos al Meshiaj. Es el
resplandor del
profeta Eliahu. El Rav Kuk escribe: “Yo veo el resplandor de Eliahu que
comienza a alumbrar” (Orot, Ídem.). ¡El Rav Kuk ve! Ya no
se trata de una grosera naturaleza que debemos someter a la fuerza,
sino que la
santidad de la naturaleza comienza a manifestarse, y genera imponentes
obras,
en un “comienzo de abajo”. Es el último redentor, el profeta Eliahu
(Orot, Israel Utjiató 28), que trae la armonía entre
la naturaleza interna y la sublime luz Divina, de forma que la
naturaleza habla
en nombre de D’s. Él hace
las paces entre los padres y los hijos. Los padres, en los que brilla
el
resplandor de
Lleva
tiempo, “la realidad no tiene veloces alas como la imaginación”
(Orot, Orot HaTjiá 3). Hay
problemas, sufrimiento y derrotas. Se necesita sacrificar. Y al mismo
tiempo,
hay que alegrarse una alegría sin fin por todo lo que pasa, que
es para bien. Bienaventurados somos, cuan dichoso es nuestro destino,
que
nosotros vivimos en esta gran generación, una generación maravillosa, sin par en toda la historia, que
es
totalmente distinta de la generación que salió de
Egipto, y al mismo tiempo es tan similar a ella. El mismo D’s que
se reveló en ese entonces en un “comienzo de lo alto”, se
revela ahora en un “comienzo de abajo”, lo que es más
grandioso, para que todos sepan que “Nuestro D’s es uno, en el cielo y
en la
tierra” (Canto Ejad Mi Iodeá), “en el principio creó D’s el cielo y la
tierra”, y sobre todas las cosas
“tuyo, oh Señor, es el reino”.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Dash
Está prohibido triturar hielo o
nieve en Shabat para fundirlos y transformarlos en agua, como
fue
aclarado.
Fundido al sol
Cuando el fundido del hielo o la
nieve se hace de por sí, está permitido. Por ello, en
opinión del Shuljan
Aruj está permitido en Shabat colocar hielo o nieve
al lado de una
fuente de calor para fundirlos y transformarlos en agua, por ejemplo,
cuando se
coloca al sol o cerca del fuego en un lugar donde no puede llegar a una
temperatura
que la mano se aparta[1],
porque de momento que se
funden de por sí solos está permitido[2].
Nolad
En opinión del Ram”a hay que
ser más estricto, por la prohibición de Nolad
[nacido, en hebreo. N. del
T.]. Porque de momento que en un principio el agua estaba congelada, y
por
colocarla en ese lugar se fundió y se convirtió en
líquido, es algo nuevo que “nació”
en Shabat, y por lo tanto una botella en la que se
congeló algún
líquido, no se la debe colocar al sol o cerca de alguna fuente
de calor para
que se descongele[3].
Si ya fue hecho, si ya colocó la
botella cerca de una fuente de calor y el agua se descongeló [y
por supuesto si
se descongeló de por sí mismo], el líquido no
está prohibido y se lo puede
beber[4].
Y si es necesario, incluso
en un principio está permitido colocar la botella cerca de una
fuente de calor
para que se descongele[5].
Cubitos de hielo en un líquido
Según todas las opiniones,
está
permitido en Shabat colocar cubitos de hielo en un vaso o una
jarra en los
que hay algún líquido para enfriarlos. Y también
en opinión del Ram”a
que es más estricto por considerar el fundido como Nolad,
eso es cuando
lo que “nació” es notorio de por sí. Pero cuando los
cubitos se funden dentro
del líquido y no son notorios, no está prohibido por ser Nolad[6].
Y de momento que ese fundido
se hace de por sí, está permitido en Shabat, como
fue aclarado[7].
[1]Pero en un lugar donde puede llegar a una
temperatura que la mano se aparta, está prohibido por ser
considerado Bishul.
[2](Shuljan Aruj, Orej Jaim 320, inciso 9.
Mishná
Brurá inciso 35. Kaf HaJaim inciso 64).
[3](Allí, Mishná Brurá
según lo que fue aclarado
en Shuljan Aruj, Orej Jaim 318, inciso 16). Pero si se congeló
sólo la parte superior
del líquido en la botella o la jarra, según todas las
opiniones está permitido
colocarlo en un lugar caliente [de forma que no puede calentarse hasta
una
temperatura que la mano se aparta] para que el hielo se funda, porque
enseguida
cuando se funde se mezcla con el resto del líquido y no es
notorio (318, Mishná
Brurá al final del inciso 105. Y véase más
adelante).
[4](Shuljan Aruj, Orej Jaim 318, Mishná
Brurá inciso
107).
[5](Allí, Ram”a y Mishná
Brurá).
[6](Shuljan Aruj, Orej Jaim 320, inciso 35. 318,
Mishná
Brurá inciso 105).
[7](Shuljan Aruj, Orej Jaim 320, inciso 9.
Mishná
Brurá inciso 34).
Hay quienes permiten
triturar directamente los cubitos de hielo en un vaso que tiene
líquido, porque
de momento que el agua descongelada se mezcla con el líquido del
vaso y no es
notoria de por sí, no fue prohibido (allí, Mishná
Brurá que así escribieron los
Poskim citando a Tosafot).
En efecto, en Shaar HaTziun
(318, inciso 146) escribió que “y a pesar de que muchos y
grandes lo permiten,
de todas formas de momento que nuestro Rav z”l opina como los que
prohíben triturar
incluso en un vaso con agua, así determinamos” (fue citado en
Kaf HaJaim 320,
inciso 59).