Parashat Vaikra 3 de
Nisan 5780
Elevación
de los mundos
Rav
Jagai Londin
La Parashá Vaikra habla del
culto de los sacrificios. Los sabios
esotéricos dicen que las ofrendas son “la elevación de
los mundos”. Cuando por
ejemplo un animal es digerido en el estómago de un Cohen (Sacerdote),
se
eleva del nivel animal al nivel humano. El comido eleva los bajos
aspectos de
la naturaleza – a través de su digestión y
conversión en parte orgánica del
cuerpo del hombre, que posee “imagen y semejanza Divina” - y los
vincula al
aspecto espiritual amplio y genérico. Así también
los distintos tipos de
metales que fueron utilizados en el Beit HaMikdash (El Templo):
Cobre,
plata y similares – son tomados en forma de materia prima mineral y son
vinculados con el culto espiritual. El culto en el Beit HaMikdash
en
general y los sacrificios en particular tienen por meta elevar en forma
evolutiva la realidad, tomando los elementos bajos y subiéndolos
al nivel de la
kdushá (santidad). En nuestros días no podemos
tomar esos elementos sin
su aspecto salvaje, y por ello nuestros sabios instituyeron el rezo a
cambio
del sacrificio. Pero el rezo también tiene por meta expresar
profundos sentimientos
y no un análisis racional frío, como en el estudio de la Torá.
La raíz
de la palabra korvan [sacrificio en hebreo. N. del T.] es karev
[acercado, en hebreo. N. del T.], la capacidad de acercarse al Creador
del
Mundo en todos los aspectos de la vida.
¿El
coronavirus es realmente peligroso?
Rav
Shlomó Aviner
¿Acaso
las medidas preventivas del Ministerio de Salud en cuanto al
coronavirus son
exageradas, o por el contrario, no son suficientes?
Por
supuesto, los Rabanim (Rabinos) no son médicos. La Torá
nos
ordenó escuchar a los médicos, y si hay diferencia de
opinión entre ellos, determinar
según la mayoría. El Ramba”n en su libro “Torat HaAdam”
(Shaar HaSakana)
escribe que si un médico produjo algún daño a un
paciente con un tratamiento
está exento de indemnizarlo, a condición de que hizo lo
que corresponde según
la corriente central de la medicina.
Por
ello, en nuestro caso, hay que hacer como dicen las medidas del
Ministerio de
Salud, no ser menos estrictos, pero tampoco ser más estrictos
porque eso dañará
el comercio y toda la vida.
En ese
tema, como en otros, hay que cuidarse de la falacia lógica de la
negación del
medio, es decir, pintar las cosas de blanco o negro: O todo está
mal, o todo
está bien. O el coronavirus es una epidemia internacional, que
llevará la
humanidad a su fin, apocalipsis, o es una nada, y se puede continuar
como si
nada pasase. La verdad se encuentra en el medio.
En efecto,
el coronavirus es muy similar a la gripe: Fiebre, toz, resfrío,
dificultades de
respiración (pero no dolor de garganta), y puede complicarse
hasta pulmonía,
otras enfermedades e incluso producir la muerte. Y también la
forma en que se contagia
es similar a la gripe: Toz, estornudo, secreciones, contacto, contacto
directo
con un enfermo o contacto con objetos que el enfermo tocó.
De momento
que es una enfermedad nueva, produjo pánico. Cien mil enfermos,
de los cuales
ochenta mil en China y el resto en 81 países. Tres mil
cuatrocientos murieron,
entre ellos tres mil chinos, y el resto en otros países. En
efecto, una enfermedad
muy contagiosa.
Pero
no debemos olvidar que hay enfermedades mucho más graves, y
mucho más
contagiosas. En cuanto al coronavirus, en la práctica muy pocos
se contagiaron,
y entre ellos muy pocos murieron, y entre ellos la mayoría eran
personas con cuadro
médico complejo, por ejemplo, ancianos o con problemas
respiratorios.
Y no
debemos olvidar que en nuestro país muchos se enfermaron de
gripe e incluso
decenas murieron de ella. En EE. UU. cada año se enferman de
gripe común
decenas de millones, son internados cientos de miles, y mueren decenas
de
miles. Hubo también gripes que no eran comunes y se esparcieron
en el mundo y recibieron
distintos nombres: La Fiebre de los Cerdos, que mató entre 100 a
400 mil
personas. La Fiebre de Hong Kong, que mató entre 750 mil a un
millón. La Fiebre
Rusa, que mató un millón. La Fiebre Asiática, que
mató entre un millón a un
millón y medio. La Fiebre Española, que mató
¡40 millones! Por favor, ver las
cosas con proporción y no sembrar el pánico.
Por
otro lado, debemos acatar las medidas del Ministerio de Salud para
reducir todo
lo posible la difusión de la enfermedad:
1.
Cuidar del aislamiento puntillosamente, sin llegar al Beit Kneset (Sinagoga).
2. Toser
y estornudar en un pañuelo descartable, y si no hay, tapar la
boca y la nariz
con el brazo.
3. No
dar la mano, y si te dieron lavarla con agua y jabón.
4. No
besar mezuzot, Sefer Torá, Sidur o Jumash
que se
encuentran en un lugar público. Y si lo besaron, lavar los
labios.
5. Pero
el que vive con una persona en aislamiento puede salir de la casa en
forma
libre.
6. En
general, cuidar la higiene. Todo el año hay que cuidar la
higiene, y sobre todo
ahora.
Esa es
la regla, cuidarse pero no demasiado. En el libro “Mesilat Iesharim”
(al
final del cap. 9) explica que hay un temor adecuado, y hay un temor
necio. El
temor adecuado es que D’s creó a la persona con raciocinio para
que se cuide de
lo que puede dañarla. Pero el temor necio es el que agrega
cuidado al cuidado.
La diferencia entre ellos es la probabilidad del daño: Si acaso
el daño es
probable, o “puede ser que sea probable que pase”. ¡Una
expresión maravillosa!
En
estos momentos aún no hemos encontrado un remedio para el
coronavirus, tenemos
esperanza que sea encontrado, pero por ahora es una enfermedad de la
que se
cura espontáneamente, en la bondad de D’s.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Dash
La forma corriente de extraer
líquidos de frutas es exprimiéndolas. Pero hay otra forma
de extraer el jugo, y
es sorbiéndolas – se coloca parte del fruto en la boca y parte
fuera de ella, y
se chupa el jugo directamente en la boca[1].
Fue aclarado anteriormente que
extraer un líquido de algún alimento exprimiéndolo
está prohibido en Shabat.
Pero cuando se extrae el líquido chupando, hay diferencias de
opinión entre los
Rishonim si está prohibido o permitido.
Hay Rishonim que opinan que
el extraído del jugo chupando está permitido, porque no
es la forma en que se
acostumbra a exprimir, y nuestros sabios tampoco lo prohibieron[2].
Y hay Rishonim que opinan que
extraer líquidos que están absorbidos en un alimento
está prohibido también
cuando se lo hace chupando, a pesar de que no se acostumbra a exprimir
de esa
forma[3].
Escribieron los poskim que en
cuanto a aceitunas o uvas, que está prohibido exprimirlas
según la Torá
escrita, lo correcto es ser más estricto y no chuparlas con la
boca para
sacarles el jugo. Pero en cuanto al resto de las frutas, que
está prohibido exprimirlas
solo según nuestros sabios, no se debe ser más estricto y
está permitido[4].
Incluso tratándose de aceitunas o
uvas, se debe ser más estricto cuando chupa y parte del fruto se
encuentra en
su boca y parte fuera. Pero cuando todo el fruto se encuentra en su
boca, y
chupa el jugo y lo traga, y tira después lo que queda del fruto
en su boca,
según todas las opiniones está permitido, porque es
considerado una forma de
comer el fruto[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 320, Mishná
Brurá inciso
10 12. Kaf HaJaim inciso 13).
[2](320, Beit Iosef y Ram”a inciso 1, citando a
Shivolei Leket). Y véase Birkei Iosef (Shiurei Braja
allí, inciso 1) que
escribió que la opinión del Beit Iosef tal parece que lo
permite.
Y a pesar que en 325
inciso 33 [en cuanto al ordeñado en Shabat, que teme de Mefarek
como fue aclarado
anteriormente] explica que está prohibido chupar directamente de
las tetillas
la leche en Shabat, a pesar que no es la forma en que se acostumbra a
ordeñar,
y está prohibido según nuestros sabios, hay que
distinguir entre chupado de la
leche y chupado del jugo, que el chupado de la leche no es totalmente
distinto
del ordeñado, porque a pesar que las personas no acostumbran a
hacerlo, los
animales sí lo hacen, es considerado que ellos acostumbran a
mamar de esa
forma. Pero el chupado de las frutas no es considerada una forma de
exprimir en
absoluto (allí, Mishná Brurá inciso 10 citando a
Maguen Avraham y Pri Megadim).
[3](Allí, Beit Iosef y Ram”a, citando a
Hagaot
Maimoniot que escribió que “el que remoja el pan en el vino y lo
chupa en su
boca está prohibido, y quizás se merece Jatat, y por
supuesto que sí si chupa con
su boca uvas o similares”).
[4](Allí, Mishná Brurá inciso
12 citando a Eliah
Rabah). Y en su opinión está permitido chupar jugo o
grasa que están absorbidos
en un alimento, por ejemplo, si remojó el pan en vino o sopa
está permitido
chuparlo después. Y así escribió Ben Ish Jai
(segundo año, Itro inciso 8) que sólo
tratándose de aceitunas o uvas se debe ser más estricto.
Pero Kaf HaJaim (allí,
inciso 12) citó Ajaronim que opinan que pan o carne que
absorbieron algún
líquido, es más severo que aceitunas o uvas, y por lo
tanto se debe cuidar de
no chupar aceitunas o uvas ni tampoco pan o carne que absorbieron
algún
líquido, pero tratándose de otras frutas se puede ser
menos estricto.
[5](Allí, Mishná Brurá y Kaf
HaJaim inciso 13).