Parashat Itro 20 de
Shvat 5780 1257
Límites
Rav
Eran Tamir (reimpresión)
Por lo general, cuando una persona
se encuentra con un gran ideal – un ideal muy significativo, distante,
que para
ser adquirido se necesita de un largo camino - reacciona de una de dos
formas
contrarias: Perdiendo la esperanza de alcanzar ese gran ideal por la
gran brecha
entre lo deseado, el futuro pleno, y la realidad actual, parcial y
limitada en
la que se encuentra. O con un entusiasmo exagerado, un poderoso deseo
de alcanzar
ese gran ideal rápidamente y con precipitación, salteando
las etapas intermedias
necesarias, impulsado por la imaginación y las fantasías
que producirán
finalmente desmoronamiento, quebrantamiento y desplomo.
Esa era la situación en la que se
encontraba Am Israel (el Pueblo de Israel) luego de haber
llegado al
Monte de Sinai antes de
Explica el Rav Kuk que justamente de
hecho que parte de la esencia espiritual y la aptitud de Israel es
expresar ese
ideal nacional kadosh, no cabía que perdiesen la
esperanza del gran
ideal, sino que justamente lo contrario, había que cuidarse del
entusiasmo
exagerado y la precipitación sin límites por alcanzar el
ideal sin la
preparación necesaria y el largo y complejo proceso necesario
para plasmarlo auténticamente.
Y en sus palabras (Orot, LeMaalaj HaIdeot 24): “No se debe temer la
languidez y
la negligencia, sino que el entusiasmo que sobrepasa todos los
límites… que
abandona todos los senderos de la conducción y genera ruina y
quebrantamiento
en el mundo”. Por ello, enseguida después de la buena nueva del
gran ideal, D’s
les ordenó limitar el monte, para “detener el torrente del
corrido, para que no
sobrepase los límites”.
Como en aquel entonces, así también
en nuestros días, para el individuo particular y para el
público general:
Justamente en situaciones de vinculación con
Preguntas
y respuestas del “Acuerdo del
Siglo”
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta:
Hay quienes arguyen
que debemos aceptar el “Acuerdo del Siglo”, porque es la mejor
proposición que
hemos recibido, no habrá algo mejor, y es preferible un poco a
quedarnos sin nada.
Respuesta:
Por supuesto que
recibiremos proposiciones mejores. La razón por la cual esa
proposición es
menos mala que las anteriores no es porque de pronto los americanos se
enamoraron de nosotros, sino que gracia a D’s, nuestra situación
mejoró mucho,
ya sea desde el punto de vista militar, ya sea desde el punto de vista
económico, ya sea desde el punto de vista de las relaciones
internacionales, y
entonces los países árabes que nos rodean están
interesados en normalizar las
relaciones con nosotros. De todas formas, no se hacen negocios con
nuestra
tierra de vida.
Pregunta:
Hay quienes dicen
que de todas formas la política es sólo palabras, y no
hay ningún problema en
aceptar, porque seguramente los árabes se negarán y
saldremos ganando algo de
ello.
Respuesta:
Con respecto a Eretz
Israel (la Tierra de Israel) también palabras de
traición son un pecado. Es
semejante a una persona que consiente en pasarle su esposa al vecino
algunos
días por semana, porque sabe que este se negará – pero
también eso es una
traición. Y todos saben lo que le ocurrió a Rabí
Amnon de Maguncia, que el rey
lo presionó para que se convierta al cristianismo, y él
para zafarse de eso
contestó que lo pensará. Más tarde,
entendió cuán terrible fue la respuesta que
dio, y en efecto, él murió con suplicios espantosos.
Dicho sea de paso, no es
seguro que los árabes se negarán. Hubo situaciones en las
que ellos
consintieron. Cuando se trata de algo tan crucial, no se puede jugar
con los
dados. El vínculo entre Am Israel (el Pueblo de Israel)
y Eretz
Israel no es un vínculo como un comerciante y la
mercadería en algún
negocio, sino que como la relación entre un esposo y su esposa,
un vínculo de
vida.
Pregunta:
Pero la gueulá
(Redención) llega paulatinamente. No debemos decir: Todo o nada.
Por ello, no
tuvimos otra posibilidad y aceptamos el “Programa de Partición
de Palestina”,
porque eso nos hizo avanzar. También en este caso hay cierto
avance.
Respuesta:
Por el contrario,
hay un terrible retroceso. En ese acuerdo le entregaremos al enemigo un
70% de Iesh”a
(Judea y Samaria), y nos quedaremos con un 30%. Hoy en día,
tenemos el
100%. Es cierto que no es en forma oficial a los ojos de los gentiles,
pero no
nos importa. Lo principal es que en la práctica, se encuentra
bajo nuestro
dominio. Nuestro ejército gobierna allí, los ciudadanos
pagan impuestos, reciben
presupuestos estatales, los judíos participan de las elecciones
y se enrolan en
el ejército, hay electricidad y agua. Está en nuestras
manos. Respecto a ello
fuimos ordenados en cuanto a Eretz Israel que no la abandonemos
bajo el
dominio de algún otro pueblo, es decir, un gobierno ajeno.
Pregunta:
¡¿Entonces todo
está bien?!
Respuesta:
No. Hay que asentar
otro millón de judíos, hay que edificar cientos de
asentamientos, hay que poblar
miles de terrenos. Estamos contentos por lo que hay, pero no nos
conformamos
con ello. Pero, D’s no lo permita, no volveremos atrás,
también paulatinamente
está prohibido volver atrás, es una distorsión del
concepto paulatinamente. También
en ese mismo acuerdo parte de los asentamientos serán
acogotados, D’s no lo
permita.
Pregunta:
Entonces, ¿qué
debemos
decir frente a esa proposición?
Respuesta: Un amigo mío me contó que una vez
viajó de vacaciones a Alaska, a sentarse a la orilla del mar y
pescar. En el
avión que los llevó, uno pensó hacer un chiste y
preguntó: ¿Qué debemos hacer
si llega un oso? Todos sonrieron. El instructor no sonrió, y
contestó: Mírale a
los ojos, y dile; “hey, bear, this is my place”. Hey, oso, este es mi
lugar.
Sonrieron nuevamente.
Mi
amigo se sentó tranquilamente a pescar, y de pronto
escuchó un sonido pesado a
sus espaldas. Se dio vuelta, y vio un oso grizzly de dos metros y medio
de
altura. No cabe escaparse, porque un oso como ese puede correr a 45
km/h. Tembló
de miedo, pero se sobrepuso, le miró a los ojos y le dijo: “Hey,
bear, this is
my place”. El oso dio media vuelta, y se fue.
Por lo
tanto, por favor, digan en mi nombre y en nombre de todo Israel a los
países árabes,
y a todos los que son apodados palestinos, y al presidente de EE. UU.:
“Hey,
bear, this is my place”. Ustedes tienen sus propios lugares, y no nos
entrometemos
– entonces, no se entremetan en lo que hacemos en nuestro lugar, en
nuestra
tierra, que toda ella es nuestra, desde el principio de la historia
hasta toda
la eternidad.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo
escrito en esta sección.
Dash
Está permitido en Shabat pelar
cebollas o dientes de ajo y similares enseguida antes de comerlos, y no
está
prohibido por ser Mefarek[1].
Así también está permitido pelar
nueces y almendras en Shabat, enseguida antes de comerlas, y no
es
considerado Mefarek[2].
La razón es porque la prohibición de
Mefarek se refiere a alimentos que se acostumbra a pelarlos para
almacenarlos y utilizarlos más tarde [y se acostumbra a hacer
eso en el campo[3]],
como el trigo que se
acostumbra a separar las espigas y las cascarillas de los granos para
utilizarlo más tarde. Pero los alimentos mencionados, que se
acostumbra a
pelarlos cuando se los come, no están incluidos en la
prohibición de Mefarek[4].
Pero de momento que cuando se los
pela se separa entre la comida y los residuos, de los debe pelar
enseguida
antes de consumirlos, como fue aclarado anteriormente en las halajot
de Borer
– cuando está permitido separarlos para utilizarlos enseguida
antes de la comida[5].
Así también está permitido quitar la
cáscara delgada que está adherida a las nueces y los
maníes, si lo hace
enseguida antes de comerlos[6].
Nueces y almendras, aparte de la
cáscara dura sobre ellos, cuando crecen en el árbol
están envueltos en otra
cáscara de color verde. Esa cáscara cae en cierto punto
de su crecimiento.
Nueces y almendras que la cáscara
verde todavía se encuentra adherida a ellas está
prohibido pelarlas en Shabat,
porque es considerado Mefarek, ya que la separación de
ellos de esa cáscara
es semejante a la separación de los granos de trigo de las
espigas. Y si desea
comer de esas nueces o almendras, debe romperlas sin quitar la
cáscara verde
primero[7].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 321 inciso 19, Ram”a).
[2](Allí, Mishná Brurá inciso
84. Kaf HaJaim
inciso 140. 319, Mishná Brurá inciso 24).
[3](Shu”t Maharsha”g, segunda parte inciso 108
pregunta 2).
[4](Eglei Tal, Melejet Dash 2, inciso 3. Shbitat
HaShabat inciso 5). Y algo similar escribió Jaiei Adam:
“Justamente alimentos
que se acostumbra a separar de esa forma, lo que no es así
cuando pela nueces
de su cáscara dura, y también los otros frutos de su
cáscara, y también separar
la médula de los huesos, en todos esos casos no hay similitud
con Dash, ya que
no se acostumbra a hacer algo así con ellos”.
Y véase más en Eglei
Tal (Melejet Borer, inciso 6) que está permitido pelar las
nueces incluso con
un cascanueces, y no se lo debe prohibir por ser Borer con un
utensilio, porque
el romper la cáscara todavía no es separación de
la comida de los residuos.
Almendras y nueces cuya
cáscara fue rota y todavía se encuentran en ella, de lo
que escribió Pri
Megadim tal parece que hay que cuidarse de quitar la comida de entre
los
residuos – la cáscara – y no al revés [incluso cuando su
intención es comerlos
enseguida], por Borer. Pero Maguen Avraham citó al Iam Shel
Shlomó que el
pelado de la cáscara que se encuentra sobre ellos es considerado
preparación
del alimento, y no hay problema de Borer. Y si lo hace enseguida antes
de la
comida, está permitido (319, Mishná Brurá
allí).
[5](321, allí).
[6]Y véase en Eglei Tal (Melejet Dash
allí 3,
inciso 3, 4, 5) que es aclarado que pelarlos cuando no es enseguida
antes de la
comida está prohibido por ser Dash. Y véase anteriormente
en las halajot de
Borer por qué cuando se pela no está prohibido por ser
Borer.
[7](Shuljan Aruj, Orej Jaim 319, Mishná
Brurá inciso
24, Kaf HaJaim inciso 64 65). Y en Eglei Tal (3 inciso 2)
escribió que la
cáscara dura [no la verde] se acostumbra a pelar cuando se los
come, y por ello
no hay problema de Mefarek. Pero la cáscara verde que se
encuentra sobre la
cáscara dura no se acostumbra a pelar cuando se los come, y
está prohibido por
ser Mefarek. Y en Shu”t Mharsha”g (segunda parte, inciso 108 pregunta
2) agregó
que el quitado de la cáscara verde es una labor que se hace en
el campo.
(Y véase Ktzot
HaShuljan 126 inciso 4, Badei HaShuljan inciso 7).