Parashat Shmot 21 de
Tevet 5780 1253
“Moshé
se hizo grande”
Rav
Ziv rave
“Y se levantó un nuevo rey en Egipto que
no conocía a Iosef, y dijo a su pueblo: He aquí que el
pueblo de los Hijos de
Israel es más numeroso y poderoso que nosotros” (Shmot 1:8-9). Paró
(el
Faraón) se hace como si no recordase a Iosef, a pesar de la gran
bondad que
hizo Iosef para con el pueblo de Egipto. No está escrito en
forma explícita que
el rey anterior murió, y por ello nuestros sabios tienen
diferentes opiniones
si realmente fue coronado un rey nuevo, o lo llaman nuevo porque
renovó sus
decretos (Shmot Rabah 1:8). El primero que llama los Hijos de Israel
“pueblo”,
es Paró – y no es por azar. Un rey que logró
esclavizarnos durante tantos
años, por supuesto que comenzó esa acción
pensándolo bien.
¿Acaso es cierto que desde el punto de
vista numérico éramos un pueblo tan cuantioso en Egipto?
Podemos suponer que
los egipcios eran más numerosos, todo el tiempo, a pesar de que
las mujeres de
Israel “cada una dio a luz seis en un mismo útero”
(allí). Pero es que Paró
logra identificar el punto esencial del que emana la fuerza de Am
Israel (el
Pueblo de Israel), y por eso “es más numeroso y poderoso”, y de
acuerdo con eso
él comienza a renovar decretos exactos.
Nuestros sabios nos revelan que una
persona de un alto nivel espiritual y muy malvada lo aconsejaba –
Bilam. Ese
Bilam, sabio para hacer el mal, es el que le ayudó a Paró
a identificar
esa raíz espiritual de Am Israel, y le aconsejó
cómo anular su
influencia. “Tres personas fueron preguntadas, Bilam, Iyov e
Itró. Bilam que dio
un consejo, fue matado. Iyov que calló, recibió
suplicios. Itró que se escapó,
fue merecedor que sus hijos se encontraron en Lishkat HaGazit
[el lugar
de la Suprema Corte] (Shmot Rabah 1:9).
¿Y cuál era la idea de Paró? “seamos
astutos contra él, no sea que se multiplique…” (Shmot 1:10).
Según la
interpretación sencilla, Paró intentó ser
astuto para con Am Israel
(Rashi, allí). Pero en el Midrash dicen “dijo
Rabí Jama Ben Rabí Janina,
dijo Paró, seamos más astutos que el D’s de
estos…” (Shmot Rabah 1:9).
Hay cierta dificultad en ese Midrash, porque en contraste con
la
interpretación sencilla del versículo, según la
cual Paró habla del
pueblo, interpreta que se estaba refiriendo a D’s. Pero el Mahara”l
de
Praga (Gur Arie, allí) concilia ambas interpretaciones en forma
maravillosa: Paró
quiso ser más astuto que Am Israel y que D’s al mismo
tiempo. Él intentó
herir el punto Divino de la nación, la raíz Divina que
nos une. Su astucia era
disminuir la expresión Divina en la tierra, la Shjina
(manifestación de
la presencia Divina), a través de la esclavización de Am
Israel. El
sufrimiento de la esclavización no le dejó ninguna
posibilidad a Am Israel
de organizarse como pueblo, ya que cada individuo estaba preocupado con
sus penurias
y la subsistencia de su familia. Los Hijos de Israel se hicieron
semejantes a
miembros dispersos del cuerpo, de los que se desvaneció el alma
genérica que
los une en un solo organismo vivo, por las penurias y el sufrimiento.
Faltando
el nivel básico de la totalidad genérica de la
nación, por supuesto que no hay
ninguna posibilidad de expresar niveles espirituales más altos.
El nacimiento de Moshé es el comienzo de
un proceso en dirección opuesta. Dentro de la terrible oscuridad
de la
esclavitud de Egipto comienza a brillar el resplandor de la gueulá
(Redención). “Y dio a luz un hijo, y vio que era bueno” (Shmot
2:2), la casa se
llenó de luz (Rashi, allí). “Moshé se hizo grande”
(Shmot 2:11), y cuanto más
creció, así creció con él la presencia
Divina en la tierra. Dentro de un pueblo
de esclavos que perdió su forma, surge un alma libre, con una
providencia
Divina especial, y ella renovará la forma espiritual que fue
borroneada. Moshé
creció en la casa de Paró, fuera de los decretos
de esclavitud, él es el
que será capaz de salvar al pueblo que ha perdido su libertad.
En su misión Divina,
Moshé le ayudará al alma de la nación a revelarse,
nivel tras nivel, hasta que
sea redimida en su totalidad, con la Salida de Egipto y la Entrega de
la Torá.
¿Por
qué luchamos?
Rav
Shlomó Aviner
Cada
generación y sus oradores, cada generación y sus sabios.
Cada generación y sus
pruebas, cada generación y sus luchas (véase Even Shlema
11:9). Por ello, los
grandes sabios de cada generación identificaron siempre el
talón de Aquiles, y
dirigieron sus flechas a él.
Por
ejemplo, hay en la Torá 613 mitzvot,
llegó David y habló de 11,
llegó Ishayau y habló de 6, llegó Mija y
habló de 3, llegó Jabakuk y habló de 1
(Makot 23B-24A). No es que anularon todas las otras, D’s no lo permita,
sino
que determinaron que esas son la llave de todas (véase Netivot
Olam del Mahara”l,
Netiv HaEmuná).
De la
misma forma, llegó el Ramba”m y habló de los 13
principios de la fe, llegó Rabí
Iosef Albo y habló de 3, y otros hablaron de 26. No es que
alguno de ellos no
tenía fe en todo, D’s no lo permita, sino que esos principios
básicos ponían en
peligro la vida espiritual de su generación (véase Maamar
HaIkarim, del Rav Kuk,
Maamarei HaReaya 14).
Una
vez nuestra lucha fue subsistir en la galut (exilio) en forma
física. Y en
otros tiempos fue subsistir en forma espiritual frente a los
exterminios de los
gentiles y la herejía de los reformistas. Y en nuestros
días, la edificación de
la tierra, el regreso a Tzion, la edificación del estado, las
guerras de Israel.
Ahora, gracias a D’s, en Su bondad, tenemos un estado. Entonces la
lucha hoy en
día es la identidad del país. Por supuesto, no es una
cuestión nueva. En una
época la apodaron la cuestión de la cultura. Dijeron:
Esperaremos, primero
edificaremos el estado, luego hablaremos de ello. Ahora ha llegado el
momento: ¿Un
Estado Judío, o un Estado Gentil con mayoría judía
(por ahora)?
Gracias
a D’s, la mayoría del pueblo quiere un Estado Judío.
Gracias a D’s, la mayoría
del pueblo que habita en Tzion son judíos en su forma de vida, a
medias o un
tercio. Gracias a D’s todos son judíos en su alma. Pero tenemos
prohibido quedarnos
dormidos en la guardia. Es cierto que los que desbaratan son una
pequeña
minoría, pero como es sabido, es mucho más fácil
arruinar que construir. Porque
está claro que si lavarán los cerebros que no hay que
luchar contra el enemigo,
sino que comprenderlo como hermanos, nadie querrá enrolarse en
el ejército bajo
esas condiciones, y eso llevará al país al borde de la
extinción. Por supuesto,
eso no ocurrirá, pero debemos preocuparnos para que no ocurra.
Y
también si lavarán los cerebros que se pueden casar un
hombre con un hombre,
una mujer con una mujer, y todo tipo de aberraciones y abominaciones,
la
familia se desmoronará, el pueblo llegará a la
autodestrucción, D’s no lo permita.
Por ello,
esa es nuestra lucha ahora: ¡Un Estado Judío!
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo
escrito en esta sección.
Borer
Un líquido que tiene suciedades, y la
mayoría de las personas no lo
toman tal como es, sino que lo cuelan antes, está prohibido
volcar el líquido dentro
de un colador para separar entre el líquido y la suciedad,
porque el que separa
utilizando un utensilio especial para ello trasgrede una
prohibición de la Torá
de Borer, también cuando separa comida de entre residuos[1].
Pero si el líquido colado es vertido directamente en su boca,
está
permitido. Por ejemplo, si toma vino[2] que tiene levaduras, y coloca un trozo de tela sobre el vaso o la botella para
que no deje
pasar las levaduras dentro de su boca, está permitido[3].
La razón es que la prohibición de Borer
recae sólo cuando corrige el líquido antes de tomarlo,
pero cuando detiene la
suciedad mientras lo toma, no es considerado Borer en absoluto[4]
[así también está permitido
tomar el líquido con una pajita, a pesar de que de esa forma no
deja pasar la
suciedad a su boca].
Agua limpia potable tal cual es, sin
necesidad de colar[5],
está permitido pasarla por coladores, y no hay problema de Borer.
Por lo
tanto, está permitido en Shabat abrir la canilla a pesar
de que el agua
pasa por el colador en la canilla, porque se trata de agua potable que
no
necesita ser colada para tomarla[6].
Pero una persona que es muy
delicada, y no puede tomar esa agua, solamente después de
haberla colado, a
pesar de que la mayoría de las personas no, puede ser que tenga
prohibido colar
el agua antes de tomarla, ya que para él el agua no es bebible
tal cual es[7].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 319, inciso 10. Mishná Brurá inciso 40).
[2]Cuando la tela es mojada por el vino [y otros
líquidos], no hay problema de Melaven (lavado), porque la tela
no es lavada por
ello.
Y en cuanto a agua, hay
distintas opiniones en los poskim, y si es muy necesario hay que ser
menos
estricto porque no tiene intención de lavar en absoluto
(allí, Mishná Brurá
inciso 59). Y por temor de Sjita (escurrido) no hay problema [incluso
con
agua], porque es mojado sólo una pequeña parte de la tela
[donde coloca su
boca] (allí, Mishná Brurá inciso 60. Kaf HaJaim
inciso 125, citando a Beit
Iosef). Y citando al Jaiei Adam (allí) escribieron que de todas
formas hay que cuidarse
de no hacerlo con la manga de su prenda, porque en ese caso hay
más temor que
llegue a escurrirla, porque la humedad de su prenda le molesta.
[3](Allí, inciso 16).
[4](Allí).
[5]Véase Mishná Brurá
(Allí, Mishná Brurá inciso
34) que el agua que es considerada limpia, es el agua que la
mayoría de las
personas la toman tal cual es. Y hay quienes son más estrictos,
y requieren que
sea un agua que todas las personas pueden tomarla, y el colado es
sólo para
hacerla muy limpia.
Pero un líquido que es
un poco turbio, que puede ser tomado sin colarlo, pero la
mayoría de las
personas se cuidan de tomarlo sólo luego de haberlo colado,
está prohibido
colarlo con colador. Y en opinión del Ramba”m también con
una tela está
prohibido, y es bueno tomarlo en cuenta (allí, Mishná
Brurá inciso 40, 42. Kaf
HaJaim inciso 88 y 89).
[6]Y a pesar de que en el colador se junta un poco
de arena o pequeñas piedras, y el agua que pasa por el colador
es separada de
los residuos, está permitido, porque de momento que el agua era
considerada
limpia antes de colarla, no es Borer (allí, inciso 10, Ram”a.
Mishná Brurá
inciso 34, 35). Y así también escribió Jazon Ish
(inciso 53, comienza veim meshameret).
[7]Y no se dice que su opinión es anulada
por la
mayoría (allí, Biur Halajá comienza hoil, citando
a Pri Megadim).