Parashat Naso 5 de Sivan
5779 1222
Jag
HaShavuot
Rav
David Landau
Llamamos a Jag HaShavuot (la
fiesta del pentecostés) “el momento de la entrega de la Torá”.
La Torá
es un regalo, por ello bendecimos todos los días “bendito eres…
que nos entrega
la Torá”. El Ta”z explica que el sellado de esa
bendición es en
presente, porque cada día recibimos la Torá. Cada
día recibimos la Torá
nuevamente, ella es “la vida del mundo que plantó dentro
nuestro”. La Torá
es la vitalidad Divina que se encuentra plantada y fija dentro de
nosotros
desde nuestra creación.
Es sobre entendido que si hay quien
entrega la Torá, hay también quien la recibe. La
entrega de la Torá
y el recibimiento de la Torá son dos aspectos de un
mismo tema. Para que
la Torá sea recibida, debe haber una dirección
que la recibe. “Y en
cuanto a Mí, este es Mi pacto con ellos, dice el Eterno, Mi
espíritu que es
sobre ti, y Mis palabras que he puesto en tu boca…” (Ishaya 59:21). Con
ello
D’s hizo un pacto con Am Israel (el Pueblo de Israel). “Pacto –
es la Torá”
(Brajot 49B). Hay una definición especial de Am Israel:
“Hijos del
pacto”. Como mencionamos en el rezo, “ya sea un hijo del pacto o no sea
un hijo
del pacto”. El pacto es fijo y perpetuo para toda la eternidad, y
determina la
actitud nuestra para con D’s: “Ustedes son hijos del Eterno, vuestro
D’s”
(Dvarim 14:1). Hay todo tipo de hijos, pero también un hijo
rebelde continúa
siendo hijo. Incluso si no se comportan como hijos – son llamados hijos
(según
Kidushin 36A). Somos hijos de D’s ya sea que lo deseamos o no. Junto
con ello, Am
Israel también es llamado “cumplidores del pacto”. El punto
del pacto es
revelarse, expresarse en la práctica. Así es
también en cuanto al primogénito:
“Santifícame todo primogénito” (Shmot 13:2). La kdushá
(santidad) del
primogénito es fija, absoluta, por haber nacido como
primogénito. Y de todas
formas, hay una mitzva de la Torá de
santificarlo, de revelar su kdushá
Divina. Nuestra tarea es revelar el pacto, expresarlo en la
práctica - y en
cuanto a la entrega de la Torá, ser los que la reciben
en la práctica.
Jag HaShavuot
es también Jag HaBikurim (Fiesta de las Primicias). Las
primicias son
las frutas que han madurado primeras. La persona debe madurar, ya sea
en el
plano físico como en el espiritual, y cada aspecto depende del
otro. Las
primicias materiales de las frutas del campo están vinculadas
con la madurez
espiritual de la persona, que se revela en Jag HaShavuot. La
madurez
adecuada para Am Israel es la madurez de la Torá
y las mitzvot.
Esas son las primicias de Am Israel, que fue redimido de la
esclavitud a
los gentiles y su cultura – y pasó a la esclavitud de D’s. Por
ello, el orden
sano de Am Israel comienza con “el aliento de los niños
pequeños que
estudian”. El cuerpo es parte de nuestra vida, pero lo principal es el
alma, el
valor de la kdushá que hay en la persona. Hay un alma, y
a ella se
adhiere un cuerpo: “Y con mi espíritu, mi cuerpo”. Lo secular se
adhiere a lo
santo.
Israel y la Torá son una misma
creación Divina. Desde la salida de Egipto – la fiesta de
nuestra libertad –
hasta el Monte de Sinai y la revelación de la Torá
y la kdushá de
Eretz Israel (la Tierra de Israel) – todo es un mismo tema. Torá
y mitzvot, independencia y reinado – todo es un mismo tema. “La
Torá
del Eterno es plena, alegra el alma” (según Sijot HaRav Tzvi
Iehudá, Moadim
pág. 322-324, 330-332).
¿Quién
tiene la culpa?
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: En los últimos tiempos varios obreros de
construcción murieron en accidentes producidos por faltas de
medidas de seguridad
en las construcciones. ¿El contratista es culpable?
Respuesta: Por supuesto. Es su responsabilidad. Así
es la ley.
Pregunta: ¿La ley determina la halajá?
Respuesta: La halajá determina que en esos
temas se debe
hacer como se acostumbra en el país, y la costumbre es
determinada por la ley.
Es decir, el obrero llega a trabajar en base a la suposición que
habrá medidas
de seguridad correctas.
Pregunta: ¿Y si no hubiese leyes que determinan,
qué diríamos?
Respuesta: Si el contratista le promete que no hay
problemas de
seguridad, el contratista se hace responsable por cualquier daño
monetario o
físico a consecuencia del trabajo. Pero si el obrero sabe que
hay problemas, el
contratista está exento. Véase el libro “Pitjei Joshen”
(cuarta parte,
Sjirut, acotación 71). Y en nuestros días es sobre
entendido para el obrero que
hay medidas de seguridad apropiadas.
Pregunta: Si no hay medidas de seguridad apropiadas,
¿el
obrero puede trabajar en un lugar así? Está prohibido
ponerse en peligro…
Respuesta: Si. Está permitido exponerse a un
pequeño peligro
para procurarse el sustento, como dicen nuestros sabios (Baba Metzia
112A):
“¿Por qué se subió este a la rampa, o se
colgó del árbol poniéndose en
peligro?... por su sustento…”.
Pregunta: ¿Y por qué el contratista no tiene
la obligación de evitar
todo peligro, según la obligación de “no pondrás
sangre en tu casa” (Dvarim 22:8)?
Respuesta: Porque no es una casa. Por ejemplo, hay una mitzva
de colocar baranda al techo que es usado por los habitantes. Pero no es
obligación para un obrero que repara colectores solares en el
techo, porque él
debe cuidarse cuando sube al techo a hacer su tarea. Y así
también el obrero
debe cuidarse.
Pregunta: Pero si le cayó un aparato pesado, de lo
que no
puede cuidarse, ¿qué culpa tiene el obrero?
Respuesta: En efecto, no tiene la culpa. Es un accidente.
Como
el que se trepa a la rampa o al árbol.
Pregunta: ¿Entonces, el contratista no tiene
obligación de
tomar medidas de seguridad?
Respuesta: Por supuesto que tiene obligación, por
las leyes del
país, por las costumbres del lugar, por “amarás a tu
prójimo como a ti mismo”.
Y ya escribió Tosafot (Baba Kama 23A) que más de
lo que la persona se
cuida a sí misma, debe cuidar que otros no sean dañados
por él. Y también la
persona tiene prohibido tirar espinos a la vía pública,
no sea que las personas
que pasan por allí sean dañadas, porque no es su
propiedad particular, sino que
una propiedad pública (Baba Kama 31A).
Pregunta: Según la halajá, si el
contratista no se
preocupó que haya medidas de seguridad apropiadas como
está obligado según la
ley, ¿según qué criterio se hace responsable de
los daños producidos?
Respuesta: Por acuerdo de obligación. La persona
debe hace lo
que está obligado. Así demuestra el Ktzot.
También es sencillo que así
es.
Pregunta: ¿Por qué no según dina
degarmi (Baba Kama
100A)?
Respuesta: Quizás también según dina
degarmi. Pero dina
degarmi es aplicable sólo cuando hace alguna acción
que produjo un daño
lejano, pero en este caso el dejó de hacer una acción por
lo que fue generado
un daño. Y hay también diferencias de opinión si
se trata de una pauta según la
Torá escrita – como Ramba”n en Kuntres Dina DeGarmi
– o una multa
de nuestros sabios – como Tosafot (Baba Metzia 54A) – o una
obligación
según nuestros sabios – como innovó el Tumim
(119A). También según la
opinión de Rashi no se debe diferenciar entre grama y garmi,
como
escribe el Ramba”n explicándolo.
Pregunta: En resumen, es complicado…
Respuesta: Si. Hay que preguntar los grandes poskim
(sabios que determinan la halajá). Pero como hemos
dicho, de todas formas,
tiene obligación según las leyes del país, la
costumbre, y obligación. Pero en
forma general, hay profesiones en las que no se puede eliminar
totalmente el
peligro, como policía, médico, enfermera, espía…
Pregunta: Pero un espía recibe más dinero
por ponerse en
peligro.
Respuesta: Es cierto. Pero un obrero de construcción
no hay
ninguna razón por la cual se exponga al peligro. Aparte de todo
lo que
mencionamos, hay que preocuparse por él y hacer inspecciones
más frecuentes porque
la Torá nos ordenó “amarás a tu
prójimo como a ti mismo”.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Hatmana
Envolver las ollas, como fue aclarado, está
prohibido. Pero esa
prohibición se refiere sólo cuando lo que cubre toca la
olla. Pero si lo que
cubre no toca la olla, sino que hay aire o alguna otra cosa que separa
entre
ellos, a pesar que la olla está rodeada por todos lados, no es
considerado Hatmana
y está permitido[1].
Por lo tanto, el que quiere en Shabat envolver una olla con una
toalla o similar para cuidar su calor, puede dar vuelta una olla
vacía más
grande y colocarla sobre la olla que desea envolver, de forma que hay
aire
entre la olla más pequeña y la olla más grande
invertida, y entonces puede
envolver la olla grande con la toalla, porque de momento que la toalla
no toca
la olla donde se encuentra en alimento, no es considerado Hatmana[2].
Así también puede colocar una bandeja grande sobre la
olla con el
alimento, y luego colocar la toalla sobre la bandeja de forma que la
toalla
caiga a los lados alrededor de la olla sin tocarla, y no es considerado
Hatmana[3].
De momento que eso no es considerado Hatmana en absoluto
[incluso en opinión del Shuljan Aruj], también
cuando la olla se
encuentra sobre el fuego o la Plata eléctrica, si el
alimento está
cocinado todo lo necesario, puede en Shabat cubrir la olla como
fue
explicado. A pesar que eso aumenta el calor en la olla, está
permitido de
momento que no es considerado Hatmana[4].
[1]Por lo tanto, está permitido antes de
Shabat colocar
una olla dentro del horno [según las condiciones de Sheia], a
pesar que las
paredes del horno rodean la olla por todos lados, porque de momento que
las
paredes no tocan la olla no es considerado Hatmana (Shuljan Aruj, Orej
Jaim
257, Mishná Brurá inciso 44. Shaar HaTziun inciso 43).
[2](257 inciso 8. Shaar HaTziun inciso 43).
[3](Allí, Mishná Brurá inciso
42).
[4]Según lo anteriormente mencionado.