Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Truma     4 de Adar Alef 5779     1206 


Rav Ioram Eliahu

“Y moraré dentro de ellos”
Rav Ioram Eliahu

“Harán un Mishkan (Santuario) para Mí, y moraré dentro de ellos” (Shmot 25:8). Es conocido lo que preguntaron nuestros sabios al respecto, que el versículo tendría que decir “y moraré dentro de él”. ¿Por qué dice el versículo “dentro de ellos”? Nos enseña que la orden es que la Shjina (manifestación de la presencia Divina) more dentro de cada uno de los miembros de Am Israel (el Pueblo de Israel).
Al respecto dice el autor del libro “Netivot Shalom”: “Y esa orden de la Torá - harán un Mishkan para Mí, y moraré dentro de ellos - es eterna, para todas las generaciones. El judío tiene obligación de santificarse hasta que él mismo sea un lugar kadosh (santo) donde pueda morar la elevada Shjina, y pueda cumplir moraré dentro de ellos”.
¿Cómo se hace la persona merecedora de llegar a ese elevado nivel? Nuestros sabios nos enseñaron, como es mencionado en muchas fuentes, que es posible e incluso es obligación que la Shjina more en la persona. Y así dice la Mishná (Avot 3:2): “Dos personas que se sientan y hablan entre ellas palabras de la Torá, la Shjina se encuentra entre ellos… e incluso una persona que estudia Torá, D’s le determina su recompensa”. Es claro que a través de la ocupación en la santa Torá que fue entregada a través de la Shjina en el Monte de Sinai la persona puede vincularse con la kdushá, elevarse y hacerse merecedor que la Shjina more en él. Y así aprendemos que la Shjina mora en el Beit HaMikdash (El Templo), y no se aparta del Kotel HaMaaravi (Muro de los Lamentos).
Pero nuestros sabios también dijeron que “hombre y mujer, si se hicieron merecedores la Shjina
se encuentra entre ellos” (Sota 17A). A primera vista, la Shjina está relacionada con aspectos espirituales elevados, ¿qué tiene que ver con la vida sencilla, con la vida conyugal del esposo y la esposa?
Aquí nos enseñaron nuestros sabios cómo se debe vivir, porque cuando se edifica el hogar a la luz de la Torá, cuando el hombre se hace merecedor de purificar su hogar hasta que se transforma en morada de D’s, en un lugar donde se rinde culto a D’s, y en base a ello edifica una relación potente y profunda de amor con su esposa, hay allí una dimensión de kdushá y manifestación de la Shjina (Netivot Shalom, allí).
Para ser merecedor que también nuestros hijos aspiren y se esfuercen por edificar hogares como ese, donde se manifiesta la Shjina, debemos educarlos en esa dirección ya desde el principio de su infancia de varias formas:
1. Con el ejemplo personal, como padres. Los niños necesitan ver el vínculo entre los padres, un vínculo de amor y respeto, un vínculo de kdushá y elevación conjunta. Los niños tienen que ver expresiones de cariño entre los padres, expresiones de respeto y valorización. Un recato exagerado en el hogar puede que los haga pensar que el amor y el romanticismo no existen en el mundo del kodesh (lo sagrado), y serán atraídos por el mundo vacío material. Los niños tienen que sentir el amor que mora en el hogar.
2. Hablando y dirigiendo en esos temas, desde la infancia. En toda oportunidad mostrarles el vínculo de amor de nuestros santos patriarcas y matriarcas, en base al estudio de la Torá, y en los relatos de nuestros sabios.
3. Cuando llegan los niños a la adolescencia, cuando el hijo o la hija comienzan a mostrar señales de pubertad – y en nuestros días, esa edad puede ser muy temprana – los padres deben conversar abiertamente también respecto a los cambios físicos que surgen en sus cuerpos y también respecto al desarrollo emocional y desarrollo de las fuerzas de vida. Enseñarles cuán grande y maravilloso es el valor del cuidado de la kdushá y la pureza, y hasta qué punto nos dirige al amor auténtico, profundo y eterno. Hay que buscar las oportunidades cada día, y aprovechar toda oportunidad que surge. Permitirles preguntar, y darles respuestas auténticas y comprensibles. Los niños necesitan sentir que los padres están abiertos a ellos también en ese tema, y se puede conversar con ellos con libertad, preguntar y compartir.
En base a ello los niños asimilarán que el amor y la kdushá son compatibles, es posible plasmarlos, y aspirarán a edificar su hogar particular en base a la kdushá y la pureza, y el morado de la Shjina. 


Rav Shlomó Aviner

Las reglas de la persona fuerte
Rav Shlomó Aviner

La robustez anímica, o resiliencia, no están de moda. La moda es lloriquear, quejarse y sentirse víctima frente a toda dificultad, caer en el pánico y la depresión, correr al psicólogo y al trabajador social. En resumen - la moda es ser un trapo.
Pero la persona debe ser valiente. La persona normal es valiente, y no se doblega frente a las dificultades. Y están son las reglas para ayudar al que quiere cuidar su robustez anímica:
1. Saber de antemano que en la vida hay problemas: Este mundo no es un parque de entretenimientos, sino que un valle de peripecias, como está escrito en el “Sefer HaIashar”. No te quejes a D’s, Él no te firmó ningún contrato y no te prometió nada.
2. Cuidar de la proporción de las cosas: Es cierto que hay mal en el mundo, pero la gran mayoría es bueno. Véase el amplio análisis del Ramba”m (More Nebujim 3:12). Ese mismo análisis triple también les era conocido a los filósofos de los demás pueblos.
3. Cada día hay crisis: Hay crisis objetivas y hay crisis subjetivas. ¿Qué es una crisis objetiva? Algo que ocurre en contra de la voluntad del hombre. Entonces, en cada día hay varias crisis. ¿Y qué es una crisis subjetiva? Es la actitud que la persona toma frente a la crisis objetiva. ¿Acaso exagera con su reacción, o no? Las personas piensan que la vida debe estar limpia de crisis objetivas. Se olvidaron lo que aprendieron en primero de escuela, lo que le pasó a nuestros patriarcas y matriarcas, Avraham, Itzjak, Iaacov, Sara, Rivka, Rajel y Lea.
4. Convertir la crisis en desafío: Como hemos dicho, la crisis es en contra de la voluntad del hombre, y por ello a primera vista empequeñece su personalidad. Pero por el contrario, la persona puede decidir utilizar ese acontecimiento para elevarse y fortalecerse. Y entonces convierte la crisis en desafío.
5. Convertir el desafío en prueba: Un desafío es una superación humana de la situación para elevarse. Prueba es algo que nos fue enviado por D’s para nuestro bien, a pesar que es difícil y no es cómodo, pero realmente nos llega para ser una bendición.
6. Amigos: “Dos pueden más que uno” (Kohelet 4:9), y “la cuerda triple no se rompe fácilmente” (Kohelet 4:12). Buenos amigos pueden ayudar en momentos difíciles. A veces él te ayuda, a veces tú le ayudas a él. Son amigos. Y si hay un grupo entero de amigos, mejor. Y si se trata de todo Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel), es magnífico.
7. Dos tipos de problemas: Dijeron los filósofos estoicos que hay dos tipos de adversidades. Si es algo que tú puedes corregir, corrígelo. Y si no puedes corregirlo, acéptalo tal cual es.
8. También una pequeña parte es grande: No caigas en la falla lógica de la negación del medio, es decir, o todo o nada. Lo que es llamado pensamiento en “negro” o “blanco”. Hay situaciones intermedias. Si no puedes alcanzar todo lo que deseas, haz lo mejor que puedes según tu capacidad, también eso es mucho.
9. Celeridad: Si hay problemas, no te hundas en la pasividad por la desesperación. Actúa, actúa. No esperes que el problema se solucione de por sí mismo. Esfuérzate. Cuanto más te esfuerces, tu valentía aumentará.
10. Salud: Cuida mucho tu salud. Hay relación entre el vigor físico y el vigor anímico. Los romanos decían: Alma sana en cuerpo sano. Nosotros decimos: Cuerpo sano para alma sana.
11. Tú eres grande: Recuerda que tú eres capaz de llegar a elevados niveles. No con dinero ni con fuerza, ni con honor ni con belleza, sino que sobre todo siendo justo. El Ramba”m escribe que toda persona puede ser tzadik (justo) como nuestro Rav Moshé (Ramba”m, Hiljot Tshuvá 5:2). Él no dice profeta como nuestro Rav Moshé, o líder como nuestro Rav Moshé, sino que tzadik como nuestro Rav Moshé. Y por supuesto, no el mismo tipo de tzadik como nuestro Rav Moshé, sino que un tzadik en su mundo.
Ese es el secreto del libre albedrío infinito. 


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Bishul
Cuando se desea extraer un poco del alimento que se encuentra dentro de la olla sobre el fuego o la Plata eléctrica, se debe cuidar de no trasgredir la prohibición de revolver, también cuando el alimento está cocinado todo lo necesario:
En opinión del Beit Iosef, cuando está claro que el alimento está cocinado todo lo necesario, está permitido introducir un cucharón para extraer un poco del alimento. Eso es cierto incluso cuando la olla se encuentra sobre el fuego, y no es necesario quitarla para extraer el alimento[1]. Pero está prohibido revolver el alimento con la ayuda del cucharón o una cuchara[2].
Pero el Mishná Brurá citó a los poskim (sabios que determinan la halajá) que también cuando el alimento está cocinado todo lo necesario, mientras la olla se encuentre sobre el fuego está prohibido extraer de ella alimento con la ayuda de un cucharón o similar[3]. Y cuando desean extraer un poco del alimento, hay que bajar la olla del fuego o la Plata eléctrica[4] [y está prohibido devolver la olla sobre el fuego salvo si se cumplieron todas las condiciones que serán mencionadas más adelante].
Escribieron los poskim que si se trata de agua hirviendo, no hay prohibición de revolver, incluso cuando se encuentran sobre el fuego[5]. Por ello, cuando se descompuso la canilla del calentador de agua, está permitido extraer agua introduciendo un cucharón o un vaso, incluso cuando el calentador está sobre el fuego.


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 318, Mishná Brurá inciso 113. Y véase próxima acotación).
En el Shu”t Rab Poalim (tercera parte, incisos 44, 45) escribió que no se debe permitir eso sino que cuando es necesario para cumplir una gran mitzva, como por ejemplo cuando extrae el alimento para darle a algún necesitado, que es una gran mitzva. Pero si no es necesario para cumplir una gran mitzva hay que ser más estricto y no extraer con la ayuda de un cucharón de la olla que se encuentra sobre el fuego, a pesar que el alimento está cocinado todo lo necesario, porque hay quienes son más estrictos y lo prohíben.

[2]El Beit Iosef (al final del inciso 321) escribió: “E incluso según lo que escribí en el inciso 318 que si toda la olla está hirviendo está prohibido porque mezclar es como cocinar, en este caso enseguida que la baja del fuego está permitido porque ya fue cocinada todo lo necesario”. O sea que no está permitido revolver en una olla cuyo alimento está cocinado todo lo necesario sino que después de haberla bajado del fuego. Y así escribió Mishná Brurá (318 inciso 113) que según el Beit Iosef se puede entender que está permitido extraer alimento de la olla sobre el fuego con cucharón cuando el alimento en ella está cocinado todo lo necesario, pero revolver no fue permitido.
Y véase en Shaar HaTziun (allí, inciso 148) que escribió que no sabe por qué está prohibido revolver un alimento que está cocinado todo lo necesario, y por qué es distinto de cocción mismo que determinamos que no hay cocción después de la cocción. Y algo semejante escribió el Jazon Ish (37, inciso 15 comienza venire) que incluso según nuestros sabios no hay lugar a prohibirlo.
Y en Shvitat HaShabat (Melejet Mebashel, beur rejovot inciso 81) escribió que la razón es porque temieron que quizás hay alguna parte del alimento que aún no se cocinó todo lo necesario, y al revolver se cocinará.

[3](Allí, Mishná Brurá inciso 113 citando a Eliha Rabah). Y así escribió Jaiei Adam (Clal 20 inciso 9), que mientras la olla se encuentra sobre el fuego, incluso si el alimento está cocinado todo lo necesario, está prohibido extraer de ella con cucharón.
Y véase Jazon Ish (allí) que tratándose de una olla que se encuentra sobre un fuego que no está cubierto, y si bajará la olla no podrá devolverla [por la prohibición de devolución sobre el fuego], y desea extraer un poco de alimento y dejar el resto que continúe sobre el fuego, si no hay más remedio, puede ser menos estricto y extraer con la ayuda de un cucharón sin bajarla del fuego.

[4]Y véase en el Ram”a (allí) que escribió que en un principio hay que cuidarse también tratándose de una olla que no se encuentra sobre el fuego y el alimento en ella está cocinado todo lo necesario, de no extraer alimento con cucharón sino que volcarlo sobre el plato sopero.
Pero el Mishná Brurá (allí, inciso 117) citó a los Ajaronim que determinaron no ser estricto con ello, de momento que el alimento está cocinado todo lo necesario está permitido incluso revolverlo con el cucharón.
Y terminó allí Mishná Brurá diciendo que “el que quiere ser más estricto, debe cuidarse de no revolver, pero extraer alimento con cucharón está permitido cuando el alimento de la olla está cocinado todo lo necesario y la olla no se encuentra sobre el fuego”.

[5](Shu”t Avnei Nezer, Orej Jaim inciso 59 citando al Rav Gaon de Kutna).